Capítulo 41
2127palabras
2022-08-17 23:49
El taxi al fin me dejó en la puerta de mi casa, una vez allí con mi maleta al lado, respire profundo tomando fuerzas antes de entrar, inserte la llave en el cerrojo de la puerta y dando vuelta abrí, tome mi maleta y me adentre.
-SORPRESA- Saltó mi madre y hermana en recibimiento.
-Mama, pequeña, las extrañé- Dejando la maleta de lado corrí a abrazarlas.
-Hijita linda, nosotras te extrañamos más-
-Si hermana-
En un abrazo triple estuvimos unos segundos más.
-Mama ¿y tu no deberías estar en el trabajo? – Pregunte, no esperaba encontrarla un lunes a esta hora en casa.
-Si, pero pedí a una compañera me cubriera, quería poder recibirte en casa, no quería tener que esperar hasta la noche para verte cielo- Dijo agarrando mis mejillas.
-Fue bueno verlas llegando, gracias las quiero- Dije en un gimoteo.
El resto de la tarde la pasamos hablando, riéndonos y haciendo chistes como era lo normal entre las tres, también le conté lo sorprendente del lugar en el que había estado, si, debido a que en inicio no le había dicho la verdad tuve que omitir la mayoría de las cosas, o más bien contárselo como una verdad tergiversada, no quise ahondar en el tema ya que no quería hacer más profunda la mentira de lo que ya era.
Había llegado la noche, y ya era hora de ir a descansar, al día siguiente ya debía reincorporarme a mis clases en la universidad para no continuar perdiendo el tiempo, ya allí vería a Anna quien también me proporcionaría todos los apuntes importantes de esos días que en los que no había asistido a clases.
Estar en mi pequeña cama otra vez por primera vez se sintió extraño, de vez en cuando veía a mi lado y visualizaba a Kiram, como si él fuese a aparecer allí de un momento a otro, como si eso fuera algo posible.
...
Al día siguiente...
Había pasado toda la mañana y parte del día en casa poniendo en orden mis cosas, mi habitación que había estado algo abandonada durante esa semana en que no estuve, también aseando un poco la casa, para ser honesta solo buscaba en qué ocupar mi mente debido a que no quería pasar todo el día como una zombi pensando en el.
Así transcurrieron las horas hasta que se hizo la hora de ir a la universidad, me asee, me arregle otra vez volviendo a mi estilo habitual del diario que era más deportivo y por ende cómodo.
Desempolve a Lily (mi moto) la usaría como mi medio de transporte esta vez ya que tenía mucho que no la usaba.
...
Una vez en la universidad, había llegado media hora anticipada a mi primera clase, por lo que fui a sentarme en un banco cercano a la entrada para esperar a mi mejor amiga. Poniendo mis audífonos en mis oídos, puse a reproducir mis canciones favoritas… Estaba muy distraída sumergida en cada una de las letras, cuando la escuche pegar un grito...
-AMIGA- Vino hasta mí y me abrazó. -No sabes cuanto te extrañe-
-Y yo a ti- La abrace con la misma fuerza.
-¿Estas bien?- Pregunto apretando con sus dos manos mis hombros.
-Si… ¿cómo más estaría? - Pregunté extrañada.
-Tengo mucho de conocerte, y solo necesito verte a los ojos tres segundos para detectar que algo no anda bien-
- ¿Dices que solo en tres segundos puedes ver mi alma? - Intente bromear.
-Así es, y no te hagas la chistosa- Frunció el entrecejo. - Al salir de clases deberás contarme absolutamente todo lo que pasó en ese viaje, sin omitir nada, ¿okey? -
-Okey- Asentí obediente.
Asistimos a las asignaturas que tocaban hoy, a pesar de que estaba algo perdida por mis faltas de una semana, no fue tan difícil tomar el hilo nuevamente, sabía de qué hablaban ya que solía investigar mucho por mi cuenta.
Terminadas las clases por hoy ya estábamos de salida.
-Sentémonos no por aquí- Señaló a un banco en un espacio común de la universidad.
Tras de ella fui a sentarme.
-Ahora sí, comienza a hablar- Dijo mirándome con atención.
Y así fue como comencé a soltar todo, se trataba de mi mejor amiga y ella sabía prácticamente todo de mí, por lo que no me avergonzó contar todo de principio a fin, por su parte, ella no paraba de abrir la boca con asombro e incluso a veces pegaba grititos debido a las emociones, cuando le dije que había perdido mi virginidad con él fue lo que más la emocionó, esa chica sin duda alguna estaba más loca que yo, también le conté de Amber y de Samantha, allí fue cuando la vi enojarse tal y como si ella hubiese vivido todo junto a mí. Antes de llegar a la parte más dramática le dije de Ethan y de cómo me había declarado sus sentimientos a los cuales yo no pude corresponder, a eso me hizo saber que ya se lo esperaba, finalmente terminé por confesarle de mis sentimientos hacia Kiram, y eso sí que no se lo veía venir.
- ¿Y porque solo no se lo dijiste? - Preguntó como si fuera la cosa más fácil de hacer.
-No es tan fácil Anna, él desde un principio me dejó claro que no estaba dispuesto a abrir su corazón a nadie, y con los días, nada cambió- Dije con desánimo y ese constante dolor en el pecho.
-Bella pero todo eso que me contaste, solo me hace pensar que él actuó de forma especial contigo en muchas ocasiones, yo estoy casi segura de que él también sintió algo más por ti, quizás solo no fue capaz de decirlo al igual que tu- Dijo en un intento de animarme.
Una risita de decepción se escapó de mí.
-No Anna, te equivocas, si solo lo hubieses visto cuando nos despedimos, siquiera se molestó en decir adiós, gracias o lo que fuera- Dije con frustración. -En cambio, no se olvidó de recordarme que me contactaría para hacerme llegar mi pago, como a cualquiera de sus empleados. Créeme, yo no fui diferente a cualquiera con que haya estado antes- Termine con amargura.
-No estoy de acuerdo, solo un tonto no lo vería, un hombre no hace todas esas cosas que me contaste que hizo, solo por alguien que queria para cogerse, a ese hombre no le deben faltar mujeres que anden detrás de él, y hacer tales actos con cada una es imposible, hasta para el- Volvió a decir con seguridad.
-No lo sé, lo que, sí estoy segura, es que no iré por ese pago- Dije con certeza.
-Tienes que ir- Abrió mucho sus ojos.
-No Anna, verlo ser así como cuando se despidió de mí dolería… mucho, una segunda despedida haría que me quebré ante él, y es eso lo que he estado evitando -
-Solo digo que lo pienses ¿sí? Tu eres lo suficientemente fuerte para enfrentarlo- Dijo sincera. -Además, ¿ya te había dicho que eres mi amiga más valiente? y que te admiro por ser del tipo que va de frente dando la cara ante todo a pesar del miedo que eso te pueda causar… Que no sea diferente con ese hombre Bella, si al final él decide que no te corresponde, al menos lo habrás intentado-
Las palabras de mi amiga eran muy motivadoras y hermosas, ella siempre solía ser linda conmigo a pesar de que a veces yo era una insoportable con ella.
-Está bien, ya veremos- Resople. -Por cierto, necesito trabajo- Dije mordiendo mis uñas.
-Creo que para eso si tengo una solución- Sonrió.
- ¿Ha sí? no soy exigente, lo que sea estaría bien en este momento-
-Resulta que cuando te fuiste, Jimmy a los pocos días me dijo que te dijera que podrías volver, obvio porque acepta que eras muy buena haciendo tu trabajo y justo nos quedamos cortos de personal, así que pasa mañana en tu horario normal, quizás te deje de una vez-
Al restaurante otra vez, la verdad es que no tenía más opciones, y ya ese era un trabajó que conocía a la perfección, por ahora era la mejor opción.
-Está bien, eso haré. Ahora salva mi carrera y entrégame todos los apuntes que hiciste para mi- Dije con dramatismo.
-Mira aquí están todos- Me entregó las hojas. -Creo que con esto me vas a deber la mitad de tu carrera- Bromeó.
-Muy chistosa-
-Nos vamos en el transporte? – Preguntó.
-Hoy no, traje a Lily- Elevé mis llaves y se las mostré.
-Entonces nos vemos mañana en el restaurante- Me dio un beso de despedida para luego irse.
...
En casa, me encontraba arreglando mi cama para ir dormir, como siempre estaba hecha un mar de pensamientos, no paraba de recordar las palabras de Anna, ¿enfrentarme? pero ¿cómo se enfrentaba uno a algo como eso? Era cierto que en el pasado había sido osada en muchas situaciones que había tenido que encarar en mi vida, pero esto era algo totalmente nuevo para mí, ahora entendía que estar enamorado en ocasiones podía debilitar en vez de fortalecerte, y hasta podía volverte lo que nunca fuiste, una cobarde. Tras pensar en la posibilidad de “enfrentar” no encontraba lógica del porque hacerlo, ya que todo siempre fue muy claro especto a Kiram, no había cabida para confusiones, y de pronto ir y confesar mis sentimientos, sería básicamente un suicidio para mí, no creía que lo pudiera tomar de la mejor forma, como mínimo me echaría a patadas de donde sea que estuviéramos en ese momento, además, se suponía que el me había pedido hacer esto de la novia de alquiler a mi porque tenía la certeza de que yo jamás me enamoraría de él, y aunque por donde lo viera rompí todas las reglas, eso él no tenía por qué saberlo.
Lo cierto es que no tenía porque hacerlo, y de solo pensarlo me llenaba de terror, pero tampoco podía seguir así, solo esperaba que el tiempo realmente me hiciera dejar de sentir.
…
Al día siguiente...
Desde hoy había comenzado mi rutina de siempre, me levanté muy temprano por la mañana, me asee, me arreglé y fui a desayunar con mamá y Camila mi hermana, posterior a eso, salieron una a la escuela y la otra a trabajar. Yo me quede estudiando toda la mañana intensamente todos los apuntes que me había dado Anna, tenía que quedar totalmente al día lo antes posible.
Al llegar la hora de ir al restaurante ya estaba lista, iba a ver si era cierto que Jimmy me quería de vuelta, solo esperaba que sí. Tome mi mochila y Sali.
Llegué al restaurante, y a lo lejos visualicé a Jimmy e hicimos contacto visual, él se acercó hasta donde estaba yo esperando.
-Hola Jimmy- Dije intentando ser amable.
Me dije que sería linda y dócil, necesitaba este trabajo.
-Hola Bella-Me saludo entusiasta.
Eso sí que fue extraño, él jamás había sido tan amable conmigo.
-Pensé que ya no vendrías- Dijo con esa sonrisa estúpida en su rostro.
-Entonces sabes a qué vine, solo dime si me necesitas o no- Dije con fastidio.
Bueno quizás no estaba siendo tan dócil y amable después de todo.
-No cambias chica. Puedes comenzar ya mismo si quieres, tu uniforme te espera- Dijo.
-Gracias Jimmy- Dije entre los dientes, y sin más fui a cambiarme.
Comenzó mi día de trabajo, Anna al verme se alegró. Como de costumbre era un día ajetreado, este era uno de esos restaurantes finos en los siempre había muchas reservaciones por atender, por lo que siempre se estaba activo.
Así fue transcurriendo la jornada laboral, ya eran mis 15 minutos de descanso, por lo que saqué el móvil de mi bolsillo y vi un mensaje en el que llamó mi atención, dude un poco antes de abrirlo, me causo ese miedecillo que daba en el pecho, pero al final lo abrí.
MENSAJE.
Kiram: Isabella, espero estes bien, te escribo para decirte que puedes acercarte a mi oficina hoy a buscar lo acordado, ya sabes la dirección.
...
Y así era, se trataba de él y eso era todo lo que tenia para decir.
-¿Isabella?- Bufé apagando la pantalla del móvil.
Se podría decir que no todo había vuelto a la normalidad, al menos ya no me llamaba salvaje y esos sobrenombres despectivos que solía darme. Aunque si me había acostumbrado ya a que me llamara de vez en cuando Bella, niña loca, pequeña, fierecilla, y todos esos nombres que me daba con aparente cariño.
"IDIOTA, quien te necesita tan solo dirigiéndote a mí” Pensé con recelo.
-Que vaya por ese dinero su abuela- Murmure con molestia guardando mi móvil.
Fui a beber algo de agua para continuar con mi jornada, con mi realidad.