Capítulo 37
1442palabras
2022-08-17 23:41
POV BELLA
Estaba siendo una noche increíble junto a Kiram, él estaba siendo tan lindo conmigo que no podía evitar no sentir el corazón a mil cuando estaba con él, deseaba que esto jamás acabará, todo había cambiado tanto en tan poco tiempo, nos reimos juntos, bromeamos juntos, de vez en cuando estábamos de acuerdo en una que otra cosa, ya hasta cuando nos llevábamos la contraria lo hacía sin sentir rabia por él como al principio, mucho había cambiado entre los dos en muy poco tiempo.
Me estaba acostumbrando muy aceleradamente a estar así con él, a su sonrisa, a su buen trato, a veces hasta parecía que también me quería de una forma amorosa por su forma de ser conmigo, a pesar de que no decía nada referente a eso, a este punto no sabía ya si solo era una ilusión que me estaba creando en mi cabeza por desearlo tanto, pero no podía ser real, porque si así fuera ¿porque solo no confesarme que me quería para algo más que ser su amante? Claro que, con el todo siempre era muy confuso.
Antes pensaba que sería de ese tipo de chicas liberal que no se enamoraban y solo disfrutan sin preocupaciones, pero resulte ser una estafa, ¿cómo pude enamorarme? y peor aún cómo pudo ser de este hombre el cual era básicamente imposible a mí alcance.
Cada vez que recordaba que todo estaba cimentado sobre bases de mentiras, me dolía el corazón y al mismo tiempo me sentía culpable por no poder controlar mis sentimientos, ¿pero quien podía hacerlo?
No me quedaba más recordar lo que me había dicho cuando acepté su propuesta de continuar con esta cosa que teníamos sin nombre “Disfruta estos últimos días y cuando terminen sólo desaparece” y eso es lo que haría, era el plan.
Nos fuimos del club, no era muy tarde, mañana sería la boda y había que descansar temprano.
...
En el hotel, Íbamos por todo el pasillo camino a la habitación besándonos y tocándonos como lapas que no querían despegarse, ya nos habíamos contenido mucho tiempo en el club, estábamos locos de deseo el uno por el otro. Al menos sabía que en el futuro cuando pudiera mi corazón superarlo, podría recordar estos momentos y reír con picardía sabiendo que me había permitido experimentar este deseo tan intenso, que no tenía idea si volvería a vivirlo con alguien más, pero al menos podía decir que yo lo había experimente.
-Abre la puerta- Le dije entre risas.
Saco la tarjeta de acceso de su bolsillo al tiempo que abría sin parar de besarme.
Entramos por fin a la habitación, cerró de golpe la puerta con el pie, me cargó y me dejó arriba del mesón de la mini cocina que teníamos en la habitación.
-Al menos le daremos uso- Dijo bromeando a lo que yo reí, porque era cierto, jamás habíamos usado esa cocina.
Comenzó por quitarme los tacones y echándolos a un lado, llenando de besos mis piernas mientras subía hasta llegar a mi entre piernas, metió las manos debajo de mi vestido y bajo mi panti, me incline un poco para hacérselo más fácil.
Se quedo viendo con devoción mi sexo, luego me vio a mi indicando con su mirada maliciosa lo que vendría a continuación, me incline un poco hacia arriba y abriendo más mis piernas le di mayor visibilidad, así comenzó a saborear mi intimidad, me besaba tan deliciosamente que me hacía temblar todo el cuerpo, pero fue mayor el frenesís cuando comenzó a meter su lengua logrando al poco tiempo hacerme estallar.
-Aaaahhhh tan delicioso como lo recordaba- Gemí temblorosa.
Salí de mi frenesí y se me ocurrió hacer esta vez algo por él.
-¿Me bajas?- Le dije enrollando mis brazos en su cuello.
-Ahí te ves perfecta- Sonrió.
-Hazlo, quizás te guste- Volví a pedir.
El me miró dudoso, pero sabía que planeaba algo, me cargó y me bajó, yo lo tomé de la mano y lo lleve al sofá.
-Quiero ahora yo hacerte sentir como tu me haces- Sonreí con malicia.
Lo empuje con algo de fuerza, el no opuso resistencia y cayó sentado, me puse de rodillas frente a él, agarré mi cabello que estaba suelto y lo puse hacia atrás para que no estorbara, el de un momento a otro entendió lo que había estado planeando.
-¿Estas segura de hacer eso?-
-Si- Sonreí sin dejar de ser coqueta.
Jamás había hecho esto, pero lo había visto en películas, no creía que fuera tan difícil, solo esperaba no cagarla en el intento. Desabroche el cierre de su pantalón y saque su miembro ya erecto, con mi mano comencé a acariciarlo de arriba abajo con mucha suavidad, estaba tan duro y dispuesto que lo empecé a besar y a hacer círculos en su punta con mi lengua, así continúe entre besos y caricias hasta que al fin lo metí en mi boca comenzando a saborearlo como a una paleta de arriba abajo.
-Aaaahhh Bella, me estás volviendo loco- Lo vi echar su cabeza hacia atrás impulsado por el deseo.
Eso me gustó, me decía que no lo estaba haciendo mal, con más confianza subí el ritmo, ya no era tan suave el movimiento.
-Lo estás haciendo deliciosamente, si sigues así no tardaré mucho en venirme- Dijo entre gemidos.
Esto a decir verdad lo estaba disfrutando yo también, poder comerlo de esta forma como él lo hacía conmigo era muy excitante, y más aún verlo así por mi causa.
-Ya no soporto más-
Lo saqué de mi boca, y con mi mano continúe acariciándolo.
-Entonces vente ya- Dije con voz algo sexy.
-Aah ahh...- Jadeo.
Así comenzó a esparcir su líquido llenado toda mi mano, sentía las contracciones de su miembro en mi mano, no pensé que así fuera pero eso me calentó mucho más de lo que ya estaba.
-¿Dónde aprendiste a hacer eso?- Pregunto aun con su respiración acelerada.
-Tengo un pasado- Mentí con picardía.
Claro que tenía un pasado, pero en ese pasado hubo cero sexo.
-Si?- Me miró incrédulo que tiempo que se levantó y yo con él. -Tu solo has sido mía pequeña, eso lo comprobé- Me tomo por el trasero pegándome a él.
-Pude haber experimentado otras cosas- Insistí en mi mentira.
Me molestaba que me subestime, que no pudiera creer que hice otras cosas antes de él, y aunque estaba en lo cierto, eso dañaba un poco mi ego de chica mala frente a él.
-¿Lo hiciste?- Preguntó con seriedad. -Igual nada cambiaría si así fuera- Replicó.
Con mis manos lo tomé por su rostro y lo acerque, nuestras narices quedaron pegadas.
-No, solo he sido tuya de todas las formas posibles- Confirme.
Si viera más allá de sus narices, leería mis ojos, dándose cuenta con todo el sentimiento y ganas con que había dicho esas palabras.
No dijo más nada solo comenzó a besarme tumbandome esta vez en la cama, terminó de quitarse toda su ropa quedando como más me gustaba verlo, desnudo, luego me quito el vestido con agilidad. Sin más preámbulo me penetro, pero no fue con fuerza, de hecho esta vez fue suave, lento, mientras besaba desde mi cuello hasta mi cara, me llenaba de caricias con sus manos y su boca, estos toques estaban llegando directo a mi corazón, me estaba encantando que se comportará así conmigo, incluso en ese momento lo hizo parecer como si no fuese solo sexo.
...
Nos habíamos duchado juntos, tenía mucha pereza pero había que hacerlo, estábamos todos sudados y llenos de fluidos del otro. Ya Kiram estaba acostado, en cambio mi rutina era más lenta, puesto que yo debía ponerme mis cremas para el cuidado de mi piel, una vez lista fui a meterme a la cama, Kiram parecía estar dormido, aunque ya antes habíamos estado muy juntos en esa cama realizando todo actos carnales, no sé si este nuevo trato de él incluía ser cariñosos al dormir, o si más bien era como ese dicho que decía "Juntos pero no revueltos" Así que opte por quedarme de mi lado aunque moría de ganas por estar cerca de él, me posicione de espaldas a él y arrope mi cuerpo.
-¿Qué haces allí?- Lo oí hablar medio dormido.
-Mmm yo...-Giré la cabeza para verlo. -Iba a dormir- Musite.
-Te quiero cerca- Dijo al tiempo que metiendo su mano por mi cintura me atrajo hacia él.
Con tanta cercanía podía oler su delicioso aroma, no era el olor de algún perfume, ese era el olor a él, su olor particular, ese que salía de sus poros, de ahora en adelante ese sería mi olor favorito en el mundo.