Capítulo 36
2751palabras
2022-08-09 02:07
Al menos ahora sabía que él no estaba enamorado de Amber y que en realidad no habían tenido algo más que esos besos que de solo recordarlos me hacían molestar, no en este lugar.
Está conversación que habíamos tenido fue buena, pero terminó doliéndome, porque sé que él no estaba abierto a una relación normal, y ésto era todo lo que estaba dispuesto a ofrecer.
-Iré a arreglarme, no creo que ya de tiempo de irme con las chicas- Dije.
-Yo estaba pensando en hacer algo más interesante- Me miró pícaro acercándose nuevamente a mí.
-No ahorita, ya se hizo tarde y no quiero llegar cuando todo termine- Le puse una mano en su duro pecho.
-Está bien- Resopló con decepción..
Fui a la habitación del closet para vestirme, y él se metió al baño.
Observaba los atuendos disponibles pensativa de que me pondría esta noche, esta vez le haría caso a Sara y mostraría más piel de lo normal. Conseguí algo brillante y perfecto para una noche de chicas.
Me puse el vestido, me vi al espejo y sin dudas era muy atrevido, me sentía algo expuesta, pero había que arriesgarse un poco de vez en cuando, el vestido era perfecto para eso, era color dorado más amarillento, con muchas aberturas por todos lados, pero la más notable era la de mis pechos que caía en una cascada y la de mi espalda.
-Bella ¿puedo pasar? mi ropa también está allí- Escuche a Kiram hablar desde afuera.
-Si, pasa-
Abrió la puerta, voltee y vi como estaba todo empapado con solo una toalla envuelta en su cintura, mis ojos recorrieron su cuerpo sin vergüenza alguna, por los cielos ese hombre era una tentación encarnada, ya entendia porque todas se volvian locas por ese idiota, aunque eso lo había entendido desde el primer momento que lo probe.
-¿Aun no te vistes?- Pregunto.
Se acercó y me robó un beso, mojándome un poco la cara a lo que yo sonreí en una mueca por su jugueteó.
-Si ya estoy lista, ¿qué te parece?- Alce mis brazos y di una vuelta para que viera mejor mi atuendo.
-Estas loca si piensas salir con eso- Me vio de arriba abajo incrédulo.
-¿Qué hay de malo con mi vestido?- Me volví a ver al espejo. -Me queda muy bonito-
-Bella eso no te tapa nada-
-Y esa es la idea- Sonreí con descaro.
-¿Enserio te dejaras eso?- Su cara era de molestia.
-Si, ¿porque te molesta que me vean?- Pregunte retadora.
-Si por supuesto que me molesta que te vean- Dijo seguro. -Solo yo puedo verte toda- Se acercó pegándome a él con posesividad.
Se pegó tanto que sentí su miembro duro, solo esa toalla era lo que nos separaba. Me sonroje por su respuesta que emitió con tanta seguridad y hasta posesividad, me encanto verlo así por mí.
-Entonces tendrás que tolerarlo, porque esto llevare- Rei, y me salí del closet ignorando su pedido.
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POV KIRAM
Esa chica estaba loca si pensaba salir así, lo peor era que tendría que aguantarme, la conocía lo suficiente para saber que no había nada que hiciera o dijera que la hiciera cambiar de opinión, es una testaruda fierecilla indomable, si eso era, ese sería su nuevo apodo “fierecilla” le quedaba a la perfección.
Busqué que ponerme, no tenía ganas de salir, solo quería quedarme en esta habitación cogiendo con Bella, la había extrañado tanto que no aguantaría más tiempo, pero la niña estaba empeñada en ir a la fiesta.
Mientras me vestía pensaba, no tenía ni idea que ella tenía todas esas cosas metidas en la cabeza, ¿yo enamorado de Amber? de dónde había sacado tales ideas, y no creía que hubiera sido solo por habernos visto besándonos, no me extrañaría sí la misma Amber la convenció de esas ideas o incluso el imbécil de su amiguito Ethan, después de todo el "casualmente" estaba con ella cuando nos vio besarnos la noche de la fogata.
Tras pensarlo, no sé por qué razón me atreví a pedirle a Bella que seguirá conmigo, bueno sí, creería que fue porque no soportaba la idea de seguir teniéndola lejos, la deseaba como nunca, quria estar siempre dentro de ella, además debía admitir que más allá del sexo, me gustaba estar con ella, era muy agradable pasar tiempo con esa chica loca.
Al principio por llamémoslo “miedo a lo desconocido” o más bien a no estar interesado en vivir esas cosas que estaba experimentado por ella fue que decidí mantenerla lejos, pero ahora entendía que no lo resistí, ante ella me había vuelto débil como todo un idiota.
No pensé que aceptaría mi proposición, pero sé que ella quería esto tanto como yo, eso se podía notar, y saber que ella también me deseaba me hacía sentir extrañamente poderoso. Hay cosas que aún no lograba comprender, pero mientras me permitiera tener esto con ella, seguirá, no sé si en algún momento me cansaría de ella, no estoy seguro que eso sucediera al paso que iba, pero pensar en que ella sí y que se aparte de mí o que pueda enamorarse de algún otro hombre que le ofrezca más, me partia la cabeza de solo pensarlo, y solo imaginarla con alguien más luego de sentirla de mi pertenencia, sentirme así de cercano a ella me perturbaba porque era consciente que lo de Isabella y yo no iba a ser para siempre, ni él mil años.
Ya estaba listo, Bella también lo estaba. Aunque no se lo dije, puesto que estaba en desacuerdo con su demostrativo vestido, se veía realmente hermosa, y muy provocativa, justo había decidido vestirse así esta noche que casi no iba a poder estar junto a ella, pensar en qué otro tipo la viera con lujuria ya me hacía hervir la sangre.
-¿Nos vamos querido?- Preguntó la chica haciendo una pose sexy en el marco de la puerta.
-¿Estas segura de querer salir?- La tome de la cintura y olí su cuello como un demente acosador.
-Kiram- Soltó una risita.
-Cierto que esta zona es uno de tus puntos débiles- Le bese el cuello.
-Basta me haces cosquillas- Se dobló de risa e intento apartarme.
-Okey, okey, vamos entonces- Reí apartándome.
Salimos del Hotel y al poco tiempo llegamos al Club, no estaba muy lejos del hotel, tenía mucho tiempo que no venía a este sitio, el mismo que tenía sin venir al hotel familiar, del club solo sabía la información que me daba la persona encargada de la administración de mis clubes.
Tomé a Bella de la mano y entramos al lugar.
-No terminamos de entrar y ya no te quitan la mirada de encima todos esos buitres- Dije cerca de su oído.
-Entonces logré mi objetivo – Dijo riendo para hacerme molestar, y efectivamente lo estaba logrando.
-¿Es que quieres que nos vayamos?- Dije molesto.
-No molestes hombre- Dijo divertida.
La tome y la pegue fuerte a mí, dándole un beso tan fuerte de esos que te dejan sin aliento.
-Con esto sabrán que eres mía, y que no podrán acercarse a ti- Hice una sonrisa de lado.
Estaba en lo cierto, el idiota que se le ocurriera acercarse a ella luego de haberla visto conmigo, estaba loco, en este lugar todo el mundo me conocía, en el día a día normal no me agradaba que me conociera todo el mundo, pero justo en ese momento veía el beneficio en ello.
-Estás loco- Me tomo de la cara y dejo un beso suave en mis labios.
Sabía tan malditamente dulce esa niña, que me hacía más adicto a ella cada vez, besarla era desear más siempre.
-Aquí nos separamos- Hablo en mi oído.
-Si- Respondí fastidiado.
Le señalé a donde se encontraban las demás mujeres, y así se fue, me quedé viéndola caminar, bueno en realidad veía su trasero perfecto al que no podía esperar más para comerme.
Luego me fui al lado contrario a encontrarme con los demás.
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POV BELLA
Teníamos un buen rato en el club nocturno, habíamos hecho algunos juegos que incluían beber alcohol, si continuaba así creo que terminaría muy ebria en poco tiempo.
-Bella iremos a bailar a la pista, ¿vienes?- Invito Sara.
Hasta ahora todo había sido en la zona VIP, y claro que quería bailar, necesitaba sudar todo ese alcohol.
-Claro vamos- Sara me tomó de la mano y me jalo a la pista.
Cabe destacar que en nuestro grupo estaba la pelicorta de Amber y la rubia Samantha, más las amigas de Sara, eran 3 sus mejores amigas una de ella era super simpática conmigo, mientras que a las otras dos chicas solo estaban intentando ser decentes conmigo, pero igual se les veía que no les terminaba de caer bien, y claro que ya tenía clara la razón, todas estas mujeres andaban detrás de Kiram. Pero a mí me daban igual todas ellas, había venido aquí por Sara e iba a disfrutar de la noche sin importar que, si Sara fuera mi cuñada de verdad, fuese genial, nos llevábamos de maravilla y ya había logrado tomarle mucho cariño y sé que ella también.
Entramos a la pista y haciendo una especie de círculo comenzamos a bailar al ritmo de la música.
Estaba de más decir que todas las chicas del grupo eran muy bonitas, aunque unas no me caían tan bien, no era ciega y no lo iba a negar, es por eso que vi hombres acercándose a pedirles bailar, algunas de ellas aceptaron la invitación, otras más estiradas no.
Por mi parte continuaba bailando, brincando y sudando todo lo que había bebido, al poco tiempo note que Britney la chica que era linda conmigo, estaba intentando apartar a un hombre que parecía estar acosandola. Y yo no toleraba a esos abusivos, así que fui inmediatamente a brindarle ayuda.
-Suéltame- Se quejaba Britney empujando.
-Que la sueltes ¿no escuchaste?- Empuje al tipo.
-¿Quién eres tú?- Me miró con desagrado a la defensiva.
-¿Que te importa? si no la sueltas ahora mismo, no te va a ir bien- Amenace.
El tipo estalló en burla, lo que me causo asco, odiaba a esos patanes. Lo veía con mirada matadora, ese idiota que no sabía con quien se estaba metiendo, lo que me causaba gracia de su burla era lo que duraría, puesto que los chicos acostumbraban a subestimarme solo por verme flaca y aparentemente débil ante ellos, pero lo que no sabían era que a la mayoría los hacia besar el piso.
-Y qué piensas hacer zorra- Se acercó desafiante a mí.
-Bella ya no importa, vámonos- Me dijo la chica para evitar el escándalo.
Pero ya era tarde ya había despertado a la bestia, solo esperaba no revelar ninguna parte de mi cuerpo con este pequeño vestido cuando le partiera la cara.
-Ponte detrás de mí- Le exigí a Britney, sin dejar de ver al patán directo a los ojos.
Ella aunque dudosa de inmediato hizo lo que le dije.
-Así que nos salió brava la zorrita- Se pegó más a mí cuerpo.
Ya había poco espacio entre ambos, el idiota olía a puro alcohol, era obvio que estaba bajo los efectos del alcohol, pero lo patán era de él.
-Última advertencia, vete ahora- Hable entre dientes.
El volvió a reírse e intentó tomarme del brazo para pegarme por completo a él.
-No debiste hacer eso- Fue lo único que dije con mi típica sonrisa macabra en la cara.
Lo tomé por la mano con precisión, la doble e hice un llave de agarre, dejándolo rápidamente tumbado en el suelo.
-¿Qué haces zorra?- Gritó.
Lamentablemente estaba arruinando este hermoso vestido, pero valía la pena si se trataba de poner a un tipo como ese en su lugar.
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POV KIRAM
Estábamos tomando nuestras bebidas mientras oía las conversaciones triviales de los demás hombres, me encontraba una vez más con mis pensamientos en otra parte así que no prestaba suficiente atención, de pronto, vi a mi hermana acercarse algo acelerada.
-Chicos- Llegó a nuestra zona hablando con dificultad por lo agitada que estaba.
-¿Pasa algo cielo?- Preguntó Nicolás su prometido.
Sin embargo ella lo ignoró y me dirigió su mirada a mí.
-Kiram es Bella, ella… se está peleando con un tipo- Logró decir.
¿Qué, Bella estaba peleándose? no otra vez. Si, sentí preocupación, pero esa niña era toda una fiera y sabía defenderse como una profesional, sin embargo, era solo una chica flacucha a mis ojos, y no iba a permitir que alguien pudiera lastimarla. Mi hermana hizo un gesto que la seguirá y salí rápido a ver qué era lo que pasaba. Por fin llegue al sitio donde estaba pasando todo, y lo que vi me dejó con los ojos abiertos como platos, estaba esa fierecilla encima de un tipo haciéndole una llave de agarre mientras el tipo gritaba como bebé por el dolor que le causaba. No lo iba a negar, eso me causó mucha gracia.
-Que te disculpes dije- Le exigía la fierecilla.
-Bella- Llame su atención.
Me hubiese gustado ver como terminaba esto, pero ya habían logrado llamar la atención de las personas alrededor.
-Hola mi amor- Volteo a mí y me regaló una sonrisa sin quitarse de encima del tipo.
-Ya puedes dejarlo- Le dije ayudándola a levantarse.
-Quiénmela- Gritó de nuevo el tipo.
-Mejor cállate- Se iba a ir de nuevo encima de él, pero no se lo permití porque la jale.
-¿Que pasó?- Pregunte.
El tipo comenzó a ponerse de pie con dificultad, y cuando me vio, vi palidecer su rostro.
-Señor Adams, fue culpa de esa mujer que se me lanzó encima, está mal de la cabeza- Se quejó.
-Idiota estabas acosando a Britney- Otra vez quiso irse encima de él, pero de nuevo la retuve a mi lado.
Tomándola por la cintura, creo que ya me estaba acostumbrando a estas situaciones con esta fierecilla.
-Calma Bella, déjame esto a mi- Dije cera de su oído al tiempo que deje un casto beso en él.
Cuando el tipo noto mi trato con ella, volví a ver como un susto mayor inundó su cara aún más al darse cuenta de que la chica estaba conmigo, él sabía que eso representaba problemas para él.
-Será todo un placer- Aceptar con malicia.
Los de seguridad ya habían decidido llegar al lugar.
-Quiero a ese tipo vetado, tiene prohibida la entrada a este club o cualquiera de mis clubes, y ahora mismo sáquenlo de mi vista- Demande.
-¿Pero señor?- Intentó quejarse.
Lo mire con frialdad, el idiota al instante se quedó en silencio.
-No toleraremos este tipo de comportamientos, y si no quieres problemas mayores, puesto que eso no es nada, vete en silencio- Fulmine.
Los de seguridad lo tomaron por ambos brazos y lo sacaron con brusquedad.
-Bella ¿estas bien?- Pregunto mi hermana preocupada.
-Si Sara, tranquila- Respondió la chica con una sonrisa de oreja a oreja en los labios.
-Bella gracias por haberme defendido- Britney la amiga de mi hermana la abrazo.
-No hay de que, odio a los patanes como ese-
Todos continuaron disfrutando del resto de la noche, los hombres luego de lo que pasó, se juntaron al grupo de las mujeres, aunque me pareció más una excusa, para mi estaba bien, podía estar cerca de la fierecilla. Bella me convenció de que debía ir a bailar con ella, amenazándome con que si no aceptaba, iría con el primer tipo que se le cruzara en medio, por supuesto logro manipularme de esa forma, y justo nos encontrábamos parados los dos pegados en la pista.
-Así que ahora eres la defensora de los más débiles- Dije pícaro pegándola más a mí por la cintura.
Ella tenía sus brazos enredados en mi cuello, y estábamos moviéndonos un poco al ritmo de la música.
-Se podría decir que siempre lo he sido, no tolero a los abusivos- Dijo.
-¿Desde que edad aprendiste a defenderte tan bien?- Pregunte curioso.
-Desde pequeña vi clases y me encantaban, sentía que dejaba toda mi ira allí- Confesó.
-Mi chica peleona- Rei y ella también.
-Esa soy yo- Bromeo.
-Y eres realmente increíble siendo así- Dije genuinamente.
No sé qué era ese efecto que tenía esa mujer en mí, todo de ella me atraía, me ponía como el idiota más blando del mundo cuando se trataba de ella, últimamente no existía algo que no me gustase, todas las cosas que antes pensé odiar en ella terminaron siendo las que más me encantaban ahora, no sé cómo es era posible, pero lo era.