Capítulo 30
2751palabras
2022-08-09 01:21
Finalmente salimos de esa joyería, Sara quiso ir a comprar un obsequio a su prometido Nicolás y su madre la acompañó, Kiram dijo que haría algo rápido. Decidí quedarme sentada esperando en unos muebles que estaban en algún lado del centro comercial, no tenía ganas de seguir caminando, mis pies dolían mucho, y por alguna extraña razón y para mí mala suerte, Amber se quedó a esperar conmigo.
Sentada con mi cabeza recostada hacia atrás y mis ojos entrecerrados intentaba descansar un poco debido al cansancio que había dejado la caminata en mi cuerpo, mientras esperábamos a los otros, Amber se encontraba sentada frente a mí en silencio, antes de cerrar mis ojos pude notar como me observaba con una expresión en su rostro de querer decirme algo, y estaba en lo correcto puesto que pasaron solo unos minutos cuando por fin habló.
-¿Sabes que no me trago mucho tu relación con Kiram?- Abrí mis ojos y ella me estaba observando con escepticismo.
“Ahora que intenta conseguir esta” Pensé con fastidio.
-Mmm- La vi a los ojos con desinterés. -¿Y se supone que eso debe preocuparme?- Levante mi cabeza y la observe con el mismo fastidio.
-No lo sé, depende- Replicó con misteriosa.
-¿De que?- Decidí que iba a seguir su juego.
-De si realmente Kiram te importa, si no es así entonces puedes estar tranquila, y si resulta que si te importa, preocúpate y mucho, porque él va a volver conmigo- Dijo con seguridad y con malicia en sus palabras. -O ¿crees que esa noche que nos viste, solo nos estábamos besando? Si no lo sabías, también estábamos resolviendo ciertas cosas que teníamos pendientes-
-Estas demente- Resople.
“Solo espero que la demente no termine por ser yo, y la mujer al final tenga razón” Pensé con decepción.
-Estoy segura de que Kiram siempre me ha amado, ambos siempre hemos estado muy enamorados, ¿y como no? si nos conocemos desde hace muchos años, el me conoce como nadie y yo a el-
-Pues para que eso ocurra, antes debe terminar el nuestro, y aún no veo que pase- Sonreí con aparente seguridad.
-Es solo cuestión de tiempo niña- Repuso.
“Mierda, Mierda y mierda”
¿Qué le pasa a esa mujer? pero ¿y que si tiene razón? y si Kiram solo está esperando que termine la semana para al fin dar por terminada esta farsa y así luego unirse a ella, ¿y si resulta que si la quiere? Y peor aún, ¿porque me duele pensar en eso?
Luego de eso la mujer no habló más, al parecer ya me había dejado claro su punto de manera asertiva, por mi parte estaba algo pensativa, existían muchas cosas que me tenían algo confundida, como que, Kiram estaba actuando diferente de una forma que antes jamás lo había conocido, estaba teniendo detalles que me hacían sentir cómoda, incluso era atento, a toda costa buscaba la forma de que Ethan no se me acercara, de hecho aparentaba a la perfección el papel del novio posesivo, aunque era muy recién su cambio de aptitud hacia mí era difícil no dejarse influir los pensamientos, por ejemplo hoy había pasado todo el día conmigo en la cama hablando, riendo, viendo películas, y algunas otras cosas que harían personas que tienen una relación que va más allá de lo físico, cosas que en ocasiones me hacían dudar de sí esto que había entre ambos solo se limitaba al sexo.
Estaba consciente de que quizás estaba equivocada, no es como que si tuviera mucha experiencia en relaciones, pero estaba casi segura de que no todo el mundo haría las cosas que Kiram estaba haciendo conmigo, con una persona que solo deseaban sexualmente, después de todo, invertir tiempo y momentos con alguien que no te interesaba realmente ¿no sería una pérdida de tiempo?
Si, claro que a pesar de todo eso sigue siendo un imbécil, aún no se me olvidaba lo que había pasado la noche anterior entre Amber y el, entre otras cosas que me seguían sacado de mis cabales, y si, quizás también solo estaba dando demasiada importancia a cosas que realmente no debía, pero era muy difícil no confundirse de vez en cuando, era muy complicado cuando me dejaba llevar tan fácilmente por sus caricias.
Se que me dije que debía ser fría con esto, que no debía confundirme y pensar más de lo que realmente era, solo sexo, y aso haría, pero debía admitir que por más dura que pudiera intentar ser al final solo era una humana que sentía como cualquiera, y continuar alargando esto que recién habíamos vivido más tiempo, solo lograría lo contrario a lo que quería, que era seguir confundiéndome cada vez más, y no deseaba ser quien al final saliera mal en todo esto.
...
Una vez en el hotel, ya estábamos preparándonos para la gala, Kiram me dijo que en esta ocasión no solo estarían los familiares y amigos cercanos, si no que se unirían más invitados de Sara y Nicolas que llegarían hoy directamente a la celebración.
Me puse el vestido dorado con unos tacones altos del tono del vestido, me maquille un poco más esta vez, sin perder la sencillez, e hice una coleta alta que lucía bastante elegante, por último como siempre me vi en el espejo, y me gustó mucho este estilo algo egipcio de hoy
Al salir como siempre Kiram estaba listo antes que yo, se veía tan guapo como siempre en su traje azul oscuro de rayas que quedaba ceñido a su cuerpo, en realidad aún no había algo que el hombre no luciera bien.
Kiram dirigió su vista a mi desde donde estaba sentado.
-Luces muy hermosa- Dijo con una mirada intensa y sonrisa en sus labios que me hicieron sonrojar inevitablemente.
-Gracias, tú también luces muy guapo- Elogie.
Puso a un lado su laptop y se levantó del asiento, metió la mano en su bolsillo como buscando algo.
-Pero aún falta algo- Dijo mientras sacaba un estuche aterciopelado.
-¿De qué hablas?- Pregunté sin entender.
-Tu cuello se ve vacío- Repuso entregándome el estuche.
-¿Qué es?- Pregunté con una sonrisa al tiempo que lo tome con duda.
-Descúbrelo por ti misma-
Le di una mirada y luego baje mi vista al estuche, al abrirlo lo que vi hizo que me sorprendiera mucho, se trataba del collar que había visto en esa joyería, era esa cadenita de oro blanco que lucía muy delicada, le colgaba un diamante en forma de corazón que era mi figura favorita, a pesar de la sencillez de la pieza, era muy sorprendente el brillo que emanaba y la joya en sí.
-Kiram ¿cómo?- Lo vi con sorpresa.
-Mi madre me comentó que te había gustado mucho- Explicó.
"Por supuesto, tuvo que ser Amanda" Pensé.
-Me gusto, pero como cuando te gusta una enorme mansión, o un auto de carrera- Dije haciendo referencia a cosas económicamente imposibles, al menos para mi bolsillo.
-En mi mundo cuando te gusta algo, solo lo obtienes sin importar su valor- Mencionó.
"Es muy fácil para ti decirlo, tomando en cuenta lo llena de tu chequera" Pensé con obviedad.
-No tenías que comprarlo, vale mucho- Dije algo avergonzada. -Yo no tendría como pagarlo-
-Y no tienes que hacerlo, es un regalo- Me sonrió. -Déjame te lo pongo- Dijo quitándole de mis manos hacer que me diera la vuelta y colgarlo en mi cuello..
-Kiram lo aceptaré por ahora, pero solo será prestado, luego de que esto termine te lo devolveré como todo lo que has comprado en este viaje para mi- Dije mientras dejaba ponerme el collar.
-No es necesario- Dijo terminando de abrochar el colgante para acto seguido dejar un beso casto en mi cuello, beso que me tomó por sorpresa y dejó mi piel erizada.
-Pero lo haré- Sonreí convencida. -Y gracias por el detalle, de verdad me gustó mucho- Lo tomé por las mejías y lo bese en los labios agradecida.
-Si me vas a dar besos como ese cada vez que te haga un obsequió, entonces lo haré seguido- Bromeo.
-No seas tonto, ni te atrevas- Dije amenazante para luego sonreír. -Ya vamos-
Salimos de la habitación y bajamos a donde sería la celebración. Al estar a solo pasos de entrar al gran salón, Kiram me tomó de la mano, ya me había acostumbrado a que lo hiciera siempre en ocasiones como esta.
Cuando entramos habían más personas de las que creí, y muchas de ellas al percatarse de nuestra presencia nos observaron con curiosidad, de eso también me estaba acostumbrando, entre ellas Amber, que veía a Kiram como si quisiera arrebatarlo de mi lado, y sé que así era, pero no fue la única, muchas chicas veían a mi novio de mentira con lujuria todo el tiempo y ahora que habían más hormonas en la habitación había aumentado.
"Dios mío qué desesperadas" Pensé con orgullo de que al menos justo en estos días era yo quien estaba saboreando a ese hombre.
Nos acercamos hasta donde se encontraban Sara y Amanda, también estaban Nicolás y sus padres, Zack y Olivia.
-Buenas noches señores- Saludo Kiram.
-Buenas noches- Saludé sonriente y con amabilidad.
Todos los presentes devolvieron el saludo de la misma forma.
-Bella estas muy hermosa, mi hermanito tiene buen gusto- Halago Sara refiriéndose al hermoso vestido que Kiram me ayudó a elegir.
-Así es, estas hermosa hija- Coincidió Amanda fijando su vista en el collar en mi cuello con una mirada de complicidad, acto que me avergonzó un poco.
-Muchas gracias a las dos, ustedes están perfectas- Devolví el cumplido con honestidad.
Y era cierto, la madre de Kiram era una mujer muy hermosa a pesar de su edad, y Sara ni se diga era una chica casi perfecta, incluso podía pasar por una modelo, creo que se trataba de algo de genética.
-Buenas noches señores, ¿les ofrezco una copa?- Se acercó un mesero con una bandeja llena de bebidas.
-Buenas noches familia- De pronto llegó Ethan. -Yo si quiero una- Dijo mientras tomaba una copa de la bandeja.
Todos le contestaron el saludo, menos Kiram que lo vio con esa mirada un poco ensombrecida.
-Yo también beberé un poco- Dije mientras tomaba una copa.
-Bella quizás no deberías beber alcohol, recuerdo aún el año pasado cuando fuimos a aquel club y comprobé que definitivamente el alcohol no te sienta bien- Dijo Ethan bromeando.
"Mierda Ethan, mejor no hables" Pensé avergonzada.
Aunque si era cierto, el alcohol no era mi mejor aliado, sin embargo no me prohibía beberlo si lo deseaba. De la noche que Ethan hablaba, había sido una muy desastrosa, me comporte como una loca, y peor aún, vomite frente a todos, menos mal solo eran amigos muy cercanos los que lo presenciaron, sin embargo eso no quitó la enorme vergüenza que sentí por mí misma al levantarme al día siguiente y recordar todo el bochornoso momento.
-Bueno con el tiempo me he vuelto más tolerante Ethan- Mentí con una sonrisita.
-De igual forma está conmigo, yo la protegeré si llegara a emborracharse- Salto Kiram tomándome con posesividad de la cintura.
La mirada que se dieron esos dos era de no tolerarse ni un poco, yo solo me limite a beber un sorbo de la copa ignorando por completo el comportamiento infantil de los hombres.
-Que protector te has vuelto hermanito- Bromeó Sara, y gracias al cielo intervino.
-Hijo esa canción me gusta ¿bailamos?- Preguntó Amanda a Kiram con entusiasmo.
-Claro madre- Ella enrollo su brazo al de él. -Ya vuelvo- Se dirigió a mí antes, pero sin antes dejar un beso en mi sienes.
-¿Baila conmigo esta pieza señorita?- Preguntó Nicolás a su prometida con caballerosidad.
Era muy lindo como ese par se trataban, les brotaba por los poros el amor que se tenían, y por alguna razón me gustaba mucho. Antes no lo había pensado, pero quizás más adelante me gustaría compartir algo así con alguien.
-Por supuesto señor- Le dio su mano. -Ya volvemos- Dijo la chica mientras se iba sonriente.
Todos nos reímos de la escena de amor. Zack luego también invitó a Olivia, y luego los padres de Nicolás se unieron a la pista, quedando solos Ethan y yo.
-Tus padres son muy lindos juntos- Le comente mientras aún los veía irse.
-Si, siempre he admirado su amor, algún día quisiera algo tan genuino como lo suyo- Me miró.
Devolví la mirada con una sonrisa.
-Ya que todos se fueron a bailar, solo quedamos tú y yo, ¿nos unimos?- Me invitó extendiendo su mano.
Lo dude por un momento, a decir verdad no quería incomodar a Kiram, luego pensé, y no es como si fuera a hacer algo fuera de lugar solo íbamos a bailar como lo estaban haciendo todos.
-Vamos- Acepte mientras le mi mano.
Nos encontrábamos bailando, sentía como Ethan me veía como si frente a él estuviera la mujer más bella que hubieran visto sus ojos ya que no me quitaba los ojos de encima con supremo embelesamiento.
-No te lo había dicho pero estás radiante esta noche- Musitó.
-Gracias, tu no estas nada mal- Dije divertida.
No sé, pero este trato nuestro se sentía distinto, era extraño luego de que me hubiera declarado sus sentimientos, no se sentía igual que antes el estar con él sabiendo eso. Durante un momento lo vi observar mi cuello con atención.
-Ese collar es hermoso- Vi en su cara que más que querer hacer un cumplido, había duda.
-Así es- Respondí esquiva.
-Él te lo dio ¿cierto?-
-Si- No me quedó otra que sacarlo de su duda.
Al oír mi respuesta su mirada se ensombreció.
-Bella no crees que para que seas solo su novia de mentira, ¿se toma muchas molestias?- Al fin preguntó.
-No lo creo, igual solo es prestado, pienso devolverlo- Comente incomoda. -Además, estoy segura de que solo quiere que luzca como se vería una novia real para él- Dije con desgano porque en el fondo sabía que esa era la realidad.
De eso me estaba convenciendo desde el momento en el que me lo dio, no quería hacerme a la mente de que me había obsequiado ese collar de una forma especial.
-¿Y no has pensado que quizás le importas de manera distinta a una empleada?- Pregunto con pesar.
-Eso es imposible Ethan- Asegure. -A pesar de que fue a mí a quien eligió para llevar a cabo esta mentira, realmente no soy el tipo de mujer con la que él tendría una relación- Explique convencida.
Él me había dejado claro desde un principio que jamás se fijaría en mí, que yo no era su tipo para nada, y lo recalcó en repetidas ocasiones, bueno, no es como si yo no fuera dicho lo mismo.
-Entonces eso es bueno para mi- Dijo con aparente esperanza. -¿Y a ti?- Preguntó.
-¿A mi qué?-
-¿A ti te importa el?-
Su pregunta me dejó en blanco, no sabía que responder, es que ni a mí misma sabía cómo responderme esa pregunta aún.
-Siento interrumpir- Apareció Kiram. -Me permites bailar con mi novia- Mas que pregunta era una exigencia.
-Claro- Ethan lo fulminó con la mirada. -Nos vemos Bella-
Kiram me tomó de una mano y con la otra de la cintura, me apego con fuerza a él reclamandome, eso me hizo sentir extrañamente bien.
-No te puedo dejar sola un segundo, porque los buitres vienen al acecho- Hablo.
-Entonces no me dejes sola- Dije coqueta.
-¿Si hago algo no te molestas?- Pregunto misterioso.
-Depende- Enarque una ceja.
-¿De qué?- Preguntó.
-De si crees que me va a gustar- Dije con picardía.
-Eso ya lo vamos a descubrir-
Luego de decir eso pasó su mano por detrás de mi cuello atrayéndolo más cerca de su rostro, para luego juntar sus labios a los míos a lo que yo respondí gustosa, nos sumergimos en un beso profundo pero tierno, esto era de las cosas que me estaban gustando más en la vida, besar sus labios era exquisito, era como probar tu comida favorita justo en el momento que más apetito tenías por comerla. No sé porque solía actuar como niña tonta cuando lo tenía así de cerca, eso me irritaba de mí, quería actuar con más frialdad, pero me costaba y eso comenzaba a estar mal para mi autocontrol que en este caso específico parecía no existir. Es como si cada vez que quería construir una pared de hielo y no permitirme sentir, solo con sus besos o una sola caricia hacía que se derritiera todo el hielo a pesar de que yo realmente quería lo contrario.