Capítulo 20
2598palabras
2022-08-09 00:33
POV KIRAM
De camino en busca de las bebidas para Isabella y Sara, se acercaron a saludarme con mucho entusiasmo dos de las mejores amigas de mi hermana, llevaba tiempo de conocerlas, casi el mismo que tenían de amistad con Sara, para mí eran solo eso, las mejores amigas de mi hermana menor, a pesar de eso, en especial una de ellas siempre había actuado de forma demasiado coqueta conmigo a mi parecer, desde que eran unas adolescentes había sido así, solo que yo no prestaba mayor atención a ese hecho. Mas adelante, me encontré con el señor y la señora Williams quienes me saludaron con efusiva amabilidad, ellos eran los padres de Nicolás a los cuales había tenido la oportunidad de conocer en una de esas cenas que preparo mi madre al principio de su relación para conocer más a fondo a la familia del hombre, al parecer eran una familia un poco más amplia que la nuestra, por lo que sabía Nicolas tenía dos hermanos menores a él, no los conocía aun pues no había tenido el tiempo de ir a esas reuniones de ambas familias, sin embargo a Nicolas llevaba tiempo conociéndolo, incluso desde antes de que se juntara con Sara, pues teníamos negocios en los que la empresa de sus padres participaba, pero era Nicolas el principal representante.
Una vez terminaron los saludos seguí en busca de las bebidas, esta semana iban a estar algunos familiares y mejores amigos de mi hermana al igual que de Nicolás, así que aún tendría que seguir saludando personas por doquier, y si, quizás era un poco antipático, pero en ocasiones tantos acercamientos con tan excesiva amabilidad me resultaban un poco cansón.

En vez de pedir las bebidas, fui a servirla hasta la mesa por mi mismo, mientras las servía vi acercarse a Amber hasta donde me encontraba.
-Kiram al fin te consigo- Me abrazo con fuerza tomándome por sorpresa, era una actitud normal de la mujer hacia mí, la cual yo le permitía debido a nuestro historial.
-Amber, como estas? - Devolví el abrazo sin muchas ganas para ser amable.
-Muy bien, que bueno poder saludarte en mejores circunstancias-
Entendí que lo mencionaba por lo que ocurrió la noche anterior.
-Y cómo puedes verme, he estado muy bien- Menciono coqueta.

-Es bueno saberlo- Dije mientras continuaba sirviendo las limonadas.
-Oye ha pasado mucho desde la última vez que te vi- Me miró con profundidad.
La última vez que la vi había sido hace al menos un año, ella se mantenía tan hermosa como siempre, era una mujer que irradiaba sofisticación.
-Así es, casi un año-

-Si, pero se siente como más tiempo- Sonrió. -Aunque así ha sido siempre-
-Si bueno, lo que más ha cambiado desde entonces es que me he dejado crecer un poco la barba- Dije con diversión.
-Eso definitivamente a cambiado, pero te luce muy bien- Dijo pasando sus dedos por mi barba.
Esta vez a diferencia de otras en la que Amber se había acercado tanto a mí, me resulto incómodo su tacto. Me distrajo hablando un poco más, recordé porque había venido, debía llevar las bebidas, miré a donde estaba Bella y vi que un tipo la estaba abrazando mientras ella sonreía de manera cercana, eso causo cierta conmoción en mi interior, me fijé más y cuándo por fin pude ver la cara del tipo “Que mierda” ¿qué hacia ese tipo en este lugar? era el mismo con el que ella estaba en el club aquella noche restregándose mientras bailaban.
Sentí un enorme enojo por dentro, verla en sus brazos y luego recordar la cercanía de esa noche entre ambos, que, aunque ella me explicó que no era su novio yo no le creí en su totalidad, quizás era algún tipo de amigo con derechos o algo parecido, ¿porque quien mierdas bailaba con alguien así sin ser nada? su presencia en este lugar no la entendía, quien lo pudo haber invitado.
Si bien recordaba, una de las reglas era no andar coqueteando con otros y mucho menos delante de mi familia, así que debía controlar sus hormonas esa niña si no quería joder las cosas, y tal parece que iba a tener que recordarle nuestras reglas nuevamente.
-Amber fue un gusto hablar contigo como siempre, debo ir a llevar estas bebidas a mi hermana y a mi novia- Alce los vasos con limonada para mostrarlos mientras fingía una sonrisa divertida.
-Qué raro es oírte decir esa palabra dirigida a alguien más- Menciono con apatía.
Hice un gesto a su comentario. -Bueno, eso también cambió- Sonreí desinteresado a sus palabras. -Nos estamos viendo-
-Está bien ve, espero que podamos tener la oportunidad de compartir más ya que estamos aquí- Dijo con atisbo de desgano.
-Seguro- Asentí y salí directo a donde estaba aquella chica muy divertida con ese tipo.
Rápidamente llegué captando la atención del pequeño grupo, pero quien me vio como buscando de leer mi rostro fue Isabella, yo por supuesto la observaba con mirada matadora y sabía bien que ella la había podido captar.
-Hermanito fuiste a bajar los limones del árbol para hacer tú mismo la bebida? tardaste mucho tiempo- Se quejo Sara.
-Aquí tienes- Le entregue el vaso para luego voltearme a Isabella.
-Esta es la tuya mi amor- Le entregar la bebida al mismo tiempo que con el otro brazo la atraje fuerte por la cintura pegándola más a mí.
Pude ver como la vista del muchacho se fue a donde había hecho el agarre a la chica, mientras que Isabella parecía percatarse del rostro sorpresivo de él y solo se mantenía en total silencio, un silencio que parecía ser de vergüenza por mis recientes muestras de afecto.
-Kiram, por fin te presento a mi hermano- Hablo mi cuñado, señalando al muchacho.
Con que de eso se trataba, el muchacho en realidad era el hermano de Nicolás, por eso estaba aquí, “que bien”, el tipo también seria parte de la familia. (Nótese el sarcasmo).
-Es un placer, Kiram- Me presente mientras le ofrecí mi mano sin deja de soltar con la otra a Isabella.
-Mucho Gusto por fin Kiram, mi nombre es Ethan- Devolvió el apretón de mano, pude ver reto en su mirada que me observaba directamente.
Era obvio que el chico estaba más que interesado en Isabella, y por lo que mis ojos habían visto, podría ser que ella en él.
-Kiram puedes creer que Bella y Ethan se conocen de la universidad y son buenos amigos? - Comentó entusiasta mi hermana.
-Vaya, que pequeño es el mundo- Dije con atisbo de ironía.
-Así es, Bella y yo hace mucho que nos conocemos, nos hemos hecho muy amigos, aunque de hecho no nos había dicho que estaba saliendo con alguien, se lo tenía bien guardado, y para mi sorpresa mira ahora será parte de mi familia- Hablo a mi parecer con fingido agrado.
-Coincidencias- Acepte pesadamente.
Primera vez que veía a Bella tan en silencio, sé que ella entendía lo que estaba pasando aquí. Lo que no dejaba de parecerme extraño era que normalmente la chica no se inmutaba con casi nada, lo que me daba más seguridad para pensar que estaba avergonzada por que el tipo pensara que yo era su novio, de seguro le estaba arruinando los planes que tenía junto a él.
-Chicos ya pueden pasar a la mesa- Interrumpió la voz de mi madre que anuncio a lo lejos a todos.
Las personas comenzaron a pasar, había un grupo de personas que se encargaban del protocolo en eventos del hotel, y ubicaban a cada quien, en sus respectivos asientos, yo por supuesto me senté al lado de Isabella específicamente a su derecha y a su izquierda tenía a su amiguito Ethan "casualidades" a la derecha, yo tenía a Amber. Una vez todos se habían terminado de ubicar, las personas intercambiaban palabras e interactuaban de forma divertida entre sí, Nicolás presentaba a sus invitados con los de Sara y viceversa así fueron pasando el tiempo.
Hasta que por fin sirvieron el almuerzo, mientras comíamos las personas seguían charlando y conociéndose muy animadas. De vez en cuando Amber me hacia un comentario sobre la comida o cualquier cosa y sonreímos con agrado.
Bella y yo solo nos mirábamos de vez en cuando, no intercambiamos palabras casi nunca, a diferencia de con Ethan que, si se mostraba muy parlanchina, parecía estar muy a gusto con su presencia, y no paraba de pelar lo dientes como si fueran muy graciosas todas las palabras del tipo. Esa situación descarada entre ellos ya me tenía bastante irritado, se podía prestar para malos entendidos que la niña actuara de esa forma con otro hombre que no fuera yo.

Habíamos acabado de almorzar, las personas estaban todas distribuidas, algunas habían ido a la playa, otras al bar de la piscina y otras solo se habían retirado a sus habitaciones. Debido al malestar que me cargaba, necesitaba beber algo con alcohol a ver si así me relajaba un poco, por lo que me dirigí a buscar una bebida al bar que estaba cerca de la piscina, allí me encontré a mi madre.
-Con que bebiendo alcohol- Dije apenas divertido.
-Un poco de alcohol no me hará mal hijo, tu deberías de beber algo a ver si se te quita esa carita de amargado que llevas- Me pellizco la mejilla como a un niño.
-Justo a eso venia, un Old Fashioned por favor- Pedí al barista. -Y esta es mi cara de siempre- Aclare.
-Pensé que estarías no se más sonriente quizás, se supone que así actuamos cuando estamos enamorados- Dijo.
Conocía a mi madre a la perfección, y sabía que solo estaba intentando sacarme información para ver qué tan seria iba mi supuesta relación con Isabella.
-Mama apenas estamos comenzando no puedo estar enamorado tan rápido, si eso es lo quieres saber- Me entregaron el trago, lo tomé y bebí.
-Tienes razón, me cayó bien la chica se ve bastante sencilla y espontánea, aunque no pasa desapercibida su juventud, ¿no es algo joven para ti? cuantos tiene unos 21? - Pregunto curiosa.
-20- Confirme.
Si ese era un detallito que se, pero no le puse mayor atención, Bella era por mucho más joven que yo.
-Imagínate- No disimulo su sorpresa. -Ignorando el evidente hecho de los 13 años de diferencia, y que ambos están en etapas distintas de sus vidas, y que tendrás que lidiar con ciertas cosas debido a ese hecho… Ignorando todo eso- Menciono un poco divertida. -Eres muy guapo y muy joven aún, al final la edad solo es un número ¿así dicen no es así? – Pregunto retóricamente con diversión. -Espero que la estés tratando bien, y que, si realmente estas interesado en ella se lo hagas saber, porque creo que hasta ahora la chica no lo tiene muy claro- De lejos observamos a Bella que hablaba con Ethan entre risas. -Y hijo siendo muy realistas, lo que unos no logran valorar lo suficiente, otros si sabrán percibir su gran valor- Dijo y sabía que estaba haciendo referencia a Ethan.
-Que me quieres decir exactamente Mamá? - Enarque la ceja haciéndome el desentendido.
-Interprétalo como desees cariño- Tomo un sorbo de su bebida y yo seguí el ejemplo.
-Por cierto, mama, a pesar de que creo saber la repuesta, fingiré que no es así, ¿me explicas que hace Amber aquí? - Recordé, era un tema pendiente.
-Ya sabes ella es amiga de la familia- Respondió dispersa.
-Estas segura de que solo la invitaste por eso? conociéndote lo dudo mucho- Dije sin creerle.
-Hijo sabes que siempre soy sincera- Formo una sonrisita sabiendo que ya estaba al descubierto. -Y la verdad es que la invite antes de que me dijeras que traerías a alguien, ya luego no podía cancelar su invitación, no sé, pensé que quizás verla de nuevo te traería a reencontrar sentimientos pasados- Dijo algo avergonzada. -Pero ahora entiendo que tienes una novia y que es muy linda, y que no debí precipitarme, pero ya la chica esta aquí y si igual no sientes nada por ella no tiene por qué ser un problema su presencia, o ¿es que acaso sentiste algo al verla de nuevo? - Se lo que hacía mi madre.
-No mama claro que no- Negué con evidente seguridad. -Buena charla, pero voy por mi novia, ya la dejé mucho tiempo sola, disfrutaré lo que queda de día con ella-
-Recuerda que mañana tenemos la actividad en la playa- Dijo.
-Claro madre allí estaré, hasta entonces nos vemos- Dejé un beso en sus sienes y fui hasta donde estaba Bella.
Aun seguía hablando con ese niño, solo que esta vez se habían unido a ellos el que luego supe que era el otro hermano de Nicolás, si mal no recuerdo cuando me lo presentaron su nombre era Zack y su novia Olivia. Cuando me incorpore a ellos, trataba de actuar de la manera lo más agradable posible, tomando en cuenta que eran un montón de críos que rondaban los veintitantos.
-Bueno señores, siento interrumpir, pero vengo por mi novia, amor ya debemos ir a la habitación- Dije más en una orden sutil, tomé a Bella de la mano a lo que ella se mostró entre confundida y solo yo sabía que molesta.
-Claro amor- Me hizo una mueca. -Chicos fue bueno verlos de nuevo, por fortuna nos seguiremos viendo durante todos estos días- Se despidió.
-Permiso- Asentí en despedida.
La seguí tomando de la mano mientras nos alejábamos, a medida que íbamos pasando sentía miradas curiosas a mis espaldas. Al ir de subida a la habitación la tome con más fuerza de la mano y mi paso fue incrementando, tenía rato guardando el enojo por su mal comportamiento mostrado el día de hoy.
-Kiram me estas lastimando- Se quejo intentando soltarse.
No dije nada en respuesta a sus quejas, y solo la tomaba con cada vez más fuerza. Por fin llegamos y nos adentramos a la habitación, una vez allí solté su mano con algo de agresividad.
-Oye que te pasa? ¿te volviste loco? - Hablo en queja sobando su mano.
-Que carajos tengo que hacer para que dejes de insinuarte a cualquier tipo que se te ponga en frente- Solté con enojo.
- ¿De que estas hablando? yo no me he insinuado a nadie idiota- Se defendió en un tono de enojo.
-Ah no? ¿y como le llamas a lo que estuviste haciendo antes durante y después del almuerzo con ese niño supuesto amigo tuyo? - El "supuesto amigo" lo recalque por evidentes razones.
-Somos amigos, y se le llama hablar, jamás me insinué a el... ¿Y por esa mierda es que estuviste actuando tan raro? - Se rio con ironía. -Además ¿desde cuándo te importa con quien hable o no? - Pregunto desafiante.
Me quede pensativo unos segundos tratando de calmar mi enojo.
-Me importa desde el momento en que hicimos un trato, y por si se borró de tu mete pusimos reglas, y una de ellas es que mientras esto permanezca tienes prohibido andar de regalada con otros hombres- Le recordé.
La vi empuñar sus manos y de un momento a otro lanzo su palma para darme una bofetada, a lo que yo con rapidez tome su muñeca en el aire impidiéndola, al ver que no cumplió con su objetivo intento lanzar la otra mano disponible pero también la pude parar antes de que pudiera impactar en mi mejilla, tomada de ambos brazos los pase por detrás de su espalda arrinconándola a la pared, quedando pegada a mi pecho y su rostro a tan solo unos centímetros del mío.