Capítulo 21
2482palabras
2022-08-09 00:34
-No soy ninguna regalada- Espeto entre dientes forcejeando para soltarse de mi agarre.
-Si continuas haciendo eso solo vas a conseguir lastimarte- El aire de su respiración agitada se podía sentir en mi cara debido a la cercanía entre ambos.
Tenerla así de cerca producía algo difícil de explicar en mi interior, observaba sus labios rosas carnosos, desde aquí se veían suaves y apetecibles, por un momento me vi tentado a saborearlos, pero luego debido a lo absurdo de mis pensamientos reaccioné y por impulso la solté con brusquedad alejándome de ella.
“Que carajos pasa conmigo” Pensé perturbado de mis pensamientos.
Esta niña me estaba afectando o quizás ya estaba logrando que me volviera totalmente loco.
-Imbécil- Resoplo mientras continuaba sobando sus muñecas.
-Solo voy a pedirte que seas razonable y cumplas lo acordado, si te gusta ese tipo solo aguántate hasta que esta farsa acabe- Dije en una advertencia.
Me sentía aún algo abrumado por mis recientes pensamientos que me dejaron en un estado de confusión.
-De verdad que estás loco- Asintió convencida. -Recordándolo bien, ya que te atreviste a reclamarme sin razón coherente alguna, hablas de que yo estaba coqueteando con Ethan, pero tú no te puedes hacer el santo, te vi claramente y estabas muy cariñoso con Amber, ¿o lo vas a negar en mi cara? - Pregunto desafiante.
-De que estas hablando? ¿ahora volteas todo a tu favor? - No entendía a qué quería llegar.
-Si claro, tu sí que puedes reprocharme y decirme que estoy rompiendo las reglas cuando tu evidentemente si que lo estás haciendo- Dijo alterada.
-Amber sí que es solo una amiga, además no me viste con ella restregándose en mi pantalón como yo te vi en mi club con ese otro hormonal- Dije restregándole en cara aquella noche.
Claro que habíamos hecho más que restregarnos Amber y yo en el pasado, pero eso había sido hace mucho y ella no tenía por qué saberlo, al menos yo no tenia porque darle esos detalles.
-No puedes olvidar de una vez eso? - Gruño con el ceño fruncido. – Y ¿puedes dejar de hablar de Ethan como si fuera un Adolescente? Es al menos 3 años mayor que yo- Dijo en defensa de el.
-Es difícil olvidar una imagen tan bochornosa como esa, pero no es como si me importe realmente con quien te andas restregando. Y a mis ojos, esas son las actitudes que tienen los adolescentes hormonales – Devolví.
Volví a desviar mi mirada a sus puños que permanecían empuñados con fuerza.
-Escúchame bien porque no lo repetiré una vez más, él es mi amigo y eso no cambiará debido a tus estúpidas suposiciones. Este trato se llevará a cabo tal cual como fue acordado, y una vez terminado cada quien seguirá su camino como si el otro no hubiese existido, así que te pido de la forma más decente que me es posible, no interfieras en mi vida privada- Dijo tratando de dar por terminado el tema.
La frase "seguir su camino como si el otro no hubiese existido” la dijo con total relevancia, y quería dejarme claro que no existía nada que yo pudiera hacer para apartarla de su supuesto amigo.
-Solo haz lo que tienes que hacer y hazlo bien- Dije entre dientes.
-Así seguirá siendo- Dijo teniendo la última palabra, para luego darme la espalda.
La vi meterse al closet, allí tardo al menos unos 15 minutos, mientras yo me metí en mi laptop para trabajar. Escuché la puerta abrirse y la vi salir para de una meterse a la otra puerta que daba al baño, lo que apenas pude alcanzar a ver era que llevaba puesta una de esas batas de mayas transparentes que se usan arriba del traje de baño, era de un color negro.
“¿Qué estará tramando esa chica?” pensé desconfiado.
A pesar de ms pensamientos continúe concentrado en lo que estaba haciendo, al poco rato al fin la chica salió.
-¿A dónde se supone que vas así? - Pregunte al ver con mayor claridad lo que llevaba puesto. Ella se plantó frente a mí con sus brazos cruzados.
Debajo de esa bata se le podía ver toda la silueta y parte de su pálida piel, apenas tenía un pequeño traje de baño de dos piezas del mismo color negro de la bata, dejando más de la cuenta a la imaginación, trague hondo tratando de no imaginar lo que no debía. Había algo que no conseguía entender, me preguntaba ¿desde cuando había dejado de ver a esa chica como una niñita y la había comenzado a ver como a una mujer? Antes no la soportaba, incluso todo de ella me parecía ordinario y corriente, ahora me pasaba todo lo contrario, claro que seguía pareciéndome la mujer más irritable que había conocido, pero ahora mis ojos solían traicionarme recorriendo su cuerpo sin yo quererlo.
- ¿A dónde crees?- Enarco su ceja. -A la playa por supuesto, ¿o es que acaso no me das permiso? ah ya, prefieres que me quede todo el día aquí viendo tu espantosa cara- Hablo con enojo, lo que me causo algo de gracia interna porque con tantas peleas incluso parecíamos una de esas locas parejas que llevaban años juntos y no se toleraban en lo más mínimo. -Además que yo sepa por hoy no tenemos más reuniones familiares en las que deba aparentar-
- ¿Y no podrías usar, no se quizás algo que sea menos revelador? - Pregunte con ironía.
-Ahora también me vas a prohibir usar la misma ropa que tú mismo compraste? - Rio con indignación.
"Mierda, yo compré eso" Pensé con pesar.
-Okey, ve- Dije vencido por mi propia estupidez. -Pero yo iré contigo-
Si la dejaba ir sola todos los tipos que estuvieran en la playa se le iban a pegar como erizos de mar, que no es que me importara, pero para como solía actuar esa niña de coqueta, prefería estar yo presente para evitar que cometiera más estupideces. No podía permitir que alguien de mi familia la viera con tal comportamiento insinuoso, eso terminaría por dejarme mal parado ante los demás "Kiram el hombre más imponente en los negocios que consigue lo que desea, de un carácter intachable con logros que otros ni podrían soñar, no puede ni controlar a su pequeña novia" cosas como esas son las que pensarían sin dudar.
-Okey como quieras, pero no pienso esperar a que te cambies, te espero allá- Dijo y sin esperar a que yo respondiera salió.
-Pequeña bruja- Susurre a sus espaldas.
Y sin más me fui a cambiar a algo más acorde.
...
Iba de camino adentrándome a la playa, esta era una playa exclusiva del hotel por lo que solo habían personas que se estaban hospedando en él, cabe destacar que estábamos en temporada baja por lo que los que más llenaban el hotel eran los invitados de la familia, por supuesto, el día de la boda sería una recepción con un numero considerablemente alto de personas, por ahora aquí solo estaban los más cercanos a ambos novios.
Alrededor del lugar, llegué a ver a unas que otras de las personas que habían venido por la boda disfrutando de la playa, pero aún no lograba ver a la chica… por fin debajo de una sombrilla arriba de una silla para tomar sol pude ver las cosas que le vi llevarse de la habitación, entre esas cosas estaba la bata negra trasparente, mi mente rápidamente voló a un pensamiento...
“Si su bata está ahí, ¿quiere decir que ella andaba encuerada exponiéndose por toda la playa? que exhibicionista- Pensé con resentimiento.
La busqué con la mirada por todos lados, hasta que a lo lejos la pude visualizar saliendo del mar, tenía apenas ese mini traje de baño negro. Después de todo, la niña parecía no ser tan niña, al menos ese cuerpo no era el de una chiquilla pensaba para mis adentros, para cuando me di cuenta, todos los idiotas que estaban en la playa, la estaban desvistiendo con la mirada.
Verla así con esas curvas, esa piel que a simple vista se percibía suave, sus pechos que, aunque no eran grandes tenían un tamaño adecuado, su trasero de igual forma era carnoso, pero no enorme, todo en ella lucia perfecto y apetecible a la vista, incluso hacía que mi amigo de allá abajo reaccionará, si no desviaba mi mirada ahora mismo se me iba a poner duro y no quería que eso sucediera aquí, era fácil que alguien lo notará, o más humillante aún, que ella lo notará.
Si lo pensaba bien, tenía tiempo que no intimaba con alguna mujer, y ya creía que era eso lo que me estaba afectando al pensar así de esa chica. Había llegado a la conclusión de que debía tener sexo pronto con alguien si no quería continuar así por esa chiquilla exhibicionista
Isabella llegó hasta donde ya yo me encontraba recostado tomando el sol con mis lentes oscuros, poniendo de todo mi esfuerzo para ver a otro punto que no fuera ella.
-Hasta que bajaste- Se sentó en la otra silla disponible. -Pensé que te arrepentirías y te quedarías tan divertido como siempre en tu laptop- Se burló con sarcasmo mientras pasaba una toalla seca por su cuerpo mojado.
-Como vez aquí estoy- Dije sin mirarla demasiado.
.
.
.
POV BELLA
Decidí disfrutar de este hermoso paraíso, no pensaba quedarme aburrida en esa habitación mientras ese idiota estaba metido en su laptop, mientras estuve en el baño aproveché para escribirle a mamá y decirle que todo iba bien, también lo hice con mi amiga, hablamos unos minutos mientras comenzaba con la avalancha de preguntas, le conté que aquí estaba Ethan y que era hermano del novio, ella por supuesto se sorprendió mucho con tal información, si hasta a mí me había tomado por sorpresa.
Recordé por un segundo el episodio que habíamos tenido en la habitación, cuando Kiram me tomo de los brazos dejándome muy cerca a solo centímetros de él, me encontraba ardiendo en ira antes de eso, pero cuando me agarro de esa forma, sentí como todo mi estado cambio y todo se revolvía dentro de mí, algo que nunca había experimentado, por lo que no sabía cómo interpretarlo.
Tenía claro que estaba nerviosa, porque sentía mi cuerpo temblar por la cercanía del suyo, lo podía oler y su aroma era delicioso, sentí por un momento que me mojaba allá abajo agregándole la posición en que estábamos. También tenía claro que este hombre no me gustaba, de hecho, a veces lo quería matar, cada que pensaba que nos podríamos llevar bien la venia y me convencía de lo contrario.
Aun así, no entendía porque rayos había sentido todo eso cuando mis ojos veían los suyos, me confundía y me comenzaba a frustrar, porque entendía que el solo se empeña en tratarme como mierda, sin contar que estaba empeñado en dejarme con sus palabras como si fuera una zorra cualquiera, que lo era a sus ojos evidentemente.
Intentando sacarme todos esos desagradables pensamientos, en la playa me recosté a tomar sol, pero antes me quité la bata quedando solo con mi traje de baño para broncear mi pálida piel con mayor facilidad, me gustó mucho por eso este bañador cuando me lo medí, era negro, y ese era de mis colores favoritos. Después de estar debajo del sol como un pollo vuelta y vuelta, el calor hizo de las suyas, así que decidí meterme al agua para nadar.
...
Mi vista se posó por un momento donde había dejado mis cosas, y tal como había dicho, ya estaba allí, parecía estarme buscándome con la mirada, porque no dejaba de ver en todas las direcciones, decidí salir, cuando me fui acercando un poco me consiguió por fin con la vista porque posó su mirada en mí. Al recordar el bañador que llevaba puesto, no pude evitar pensar si lo que estaba viendo era de su agrado o no, tampoco lo podía ver porque llevaba puesto unos lentes de sol que no me permitían darme cuenta de las expresiones de su rostro.
Pero lo que estaba viendo yo definitivamente se veía agradable, el llevaba un short de playa negro, una camisa blanca de tela ligerita con mangas que dejaba ver los músculos marcados en sus brazos.
Por fin cuando llegue hasta él lo moleste con mis comentarios sarcásticos, recordé que hace poco me había peleado fuertemente con él y aunque no tenía ganas de ser agradable con él, bromee en un acto de hacer las paces.
-Quieres ir a nadar conmigo? - Pregunte.
Lo vi quedarse pensativo.
-Dame un segundo- Se deshizo de su camisa, unas miradas hacia el escaparon de mis ojos, por un momento no pude evitar verlo algo embobada.
Enserio el tipo era casi perfecto.
“Si lo de afuera fuese más importante que lo de adentro, sería perfecto” Pensé recordándome que realmente era un completo idiota.
Voltee para otro lado porque si se daba cuenta como lo estaba viendo quedaría como una completa idiota en evidencia.
-Estoy listo vamos- Me tomo de la mano mientras andábamos a la orilla del mar.
- ¿Qué haces? - Pregunte con extrañeza.
-Caminando para entrar al mar- Se hizo el tonto.
-Porque me tomas de la mano fue lo que quise decir, aquí no es necesario-
-Si lo es, si ves bien a tu alrededor hay una que otra persona de los invitados y nos observan- Respondió convencido.
"Mmm claro era eso, el nunca desperdiciaba el tiempo para estar en su jugada" Pensé con fastidio.
Entramos al mar y comenzamos a nadar, cuando nos adentramos más al agua, de pronto sentí que Kiram me jalo por las piernas atrayéndome a él y de un salto me sentó arriba de su regazo para segundos luego quedar entrelazada con mis piernas alrededor de su cintura, acto seguido, me abrazo con fuerza todo el torso, no me resistí, no sé si fue más por la sorpresa con que me tomaron sus actos o porque me estaba dejando llevar, pero por segunda vez en el mismo día quedamos a centímetros de distancia, me veía directo a los ojos, daría todo por saber que era lo que estaba pensando en este preciso instante.
Mi mirada sé que era intensa, quería poder controlar mi cuerpo, no quería sentirme como lo estaba haciendo, odiaba que mi cuerpo se estuviera comportando tan débil ante los actos de ese idiota que no merecía esas reacciones de él. Sin embargo, como la tonta que podía llegar a ser mis brazos se fueron directo a rodear todo su cuello, yo no se los había ordenado, ellos lo habían hecho por si solos.
A continuación, me atrajo aún más por el cuello con una mano mientras con la otra permanecía reposada sujetándome en la parte baja de mi cintura... Estando de esa manera junto sus labios a los míos en un beso.