Capítulo 19
1900palabras
2022-08-09 00:32
Hace casi una hora habíamos vuelto de regreso al hotel, Kiram ya se encontraba listo para ir a almorzar junto a su familia, lo vi meterse en su laptop mientras yo me iba a alistar. Pocos minutos luego de que llegamos, también llegaron las cosas que ordenó Kiram trajeran para mí de la tienda, era demasiada ropa para una semana y había tanta variedad de atuendos que me volvería algo loca al momento de elegir alguno, lo que apenas alcance a ver eran cosas muy bonitas la mayoría con telas ligeras, también se veía que eran de telas finas, muchas eran prendas tropicales y solo había uno que otros vestidos de noche alegantes.
Me apresure a arreglarme ya que debía estar lista en poco tiempo para el almuerzo.
Decidí ponerme un hermoso vestido blanco, era corto y de una tela ligera por lo que no tendría calor en él, calce unos tacones color piel, antes ya había usado tacones y sabia como andar en ellos a pesar de que no fueran el tipo de zapato que elegiría como primera opción para estar en este lugar. Me maquillé con sencillez como siempre lo hacía y me hice una coleta alta con algunos mechones sueltos de los lados en mi cabello, me vi al espejo y lo que veía no estaba nada mal, a mi parecer.
Salí del baño ya lista, cuando visualicé a Kiram el hombre seguía allí en su laptop muy concentrado, carraspee un poco para ver si lograba llamar su atención, pero no lo logre así que hable para hacerme notar.
-Estoy lista- Anuncie.
-Okey, en un segundo salimos- Dijo sin siquiera mirarme.
La verdad es que quería su aprobación, saber si lo que veía era lo que esperaba de mí, ¿eso era lo normal en estos casos no? Después de todo era a su familia a quien iba a conocer.
Volví a hablar. -Eheh ¿qué te parece? -
- ¿Qué? - Esta vez levantó su mirada.
Pude ver como paso su mirada desde la punta de mis tacones hasta el extremo de mi cabeza, se quedó en silencio observándome durante unos segundos, mientras que yo me sentía algo intimidada por su mirada observadora, espere… espere… Pero aún no decía nada, hasta que por fin hablo.
-Estas he, bien- Pude ver por su manzana de adán que trago grueso.
-Mmm- Musite.
“Solo bien que hombre tan poco expresivo>> Pensé con decepción.
A mi parecer él estaba muy guapo como siempre, no pensaba decírselo, digo él tampoco me lo había preguntado.
- ¿Terminaste ya lo que estabas haciendo? - Pregunte con impaciencia.
-Si, ya nos podemos ir, mi madre me escribo para decirme que ya están todos listos abajo- Por alguna razón, me seguía sintiendo observada por el mientras hablaba.
-Bien... ¿Vamos? -
Por fin salimos de la habitación, mientras iba caminando rumbo a ese dichoso almuerzo, el nudo que se formaba en mi estómago se iba haciendo más notable con cada paso que daba, sentía que estaba transpirando un poco.
“Mierda Bella debes calmarte” Me decía una y otra vez.
A lo lejos, más allá de una puerta pude ver un grupo de personas que hablaban, por mi parte, pare el paso en seco, Kiram se quedó mirando mi repentina actitud.
-Isabella ¿estas bien? – Pregunto a mi lado con atisbo de confusión.
-Eh… la verdad, es que creo que no- Dije con el corazón acelerado y las manos sudorosas.
-Tranquila todo va a estar bien- Me dijo de una forma que, por extraña, me trasmitió tranquilidad.
-Además estas perfecta, sé que vas a impresionar- Dijo en un alago.
Sus palabras me asombraron, ¿le parecía que estaba perfecta? vaya, pensé que sólo estaba "bien". No pude evitar que mis labios se curvaran en una sonrisa, asentí a sus palabras, respiré profundo y le hice un gesto de que podíamos continuar.
Cuando estábamos a un paso de entrar a donde se encontraban todos Kiram me tomo de la mano entrelazando nuestros dedos, eso por algún motivo hizo que me sintiera con más seguridad de esta locura. Caminamos de la mano y al entrar todas las personas en ese lugar se nos quedaron viendo con curiosidad, otra vez volví a sentí un poco de nervio solo que era más tolerable que antes. Por lo que pude ojear habían al menos de unas 15 a 20 personas presentes.
Nos acercamos a donde estaban un grupito de unas tres personas, entre ellas una mujer de unos cincuenta y tanto inmediatamente al ver a Kiram se le fue encima, tenia una piel blanca rosada, su cabello era muy corto, pero por su silueta alta y delgada le quedaba elegante, y a pesar de su edad su rostro era muy hermoso.
-Kiram mi cielo, por fin puedo verte- Lo abrazo con un gran cariño.
-Madre- Kiram le devolvió el abrazo.
-Mama deja un poco de mi hermano para mi- Otra chica rubia muy hermosa lo abrazo, supuse que era su hermana tomando en cuenta el enorme parecido que tenían en sus facciones y sus ojos del mismo color, aunque los de ella eran más verdes.
-Hola cuñado, que guapo estas- Bromeo el hombre que se mantenía al lado de la rubia, mientras le dio un apretón.
-Es genética- Kiram siguió el juego.
Era extraño verlo actuando de forma tan familiar y cariñoso con esas personas, sé que eran sus familiares y que debía ser normal entre ellos, pero yo no conocía esa faceta de él hombre, aún me era extraño verlo ser cálido, pero también me resultaba agradable, de hecho, pensé que la calidez no existía en ese hombre que a veces podía ser tan frio.
-Definitivamente lo sé- El hombre soltó a Kiram y abrazo a la hermosa rubia.
-Mama, Sara, Nicolas... Les presento a Isabella, mi novia- Todos volvieron su atención a mí.
-Hola hija, es un gusto al fin conocerte- Saludo la primera mujer con gran cariño. – Soy Amanda la mamá de este hombre guapo- Me abrazo.
-Es un placer conocerla señora Amanda- Dije sintiéndome sorprendida por su efusividad y muy cálida bienvenida.
-Hola Isabella, soy Sara, es un gusto, no puedo creer que mi hermanito haya conseguido una chica tan guapa, al fin- Bromeo la rubia mientras también se fue encima de mi para abrazarme.
-Hola Isabella, soy Nicolas, el futuro esposo de esta bella mujer- Regalo una mirada a Sara y le sonrió para luego volverse a mí. -Es un placer conocer por fin a la novia de Kiram- Me ofreció su mano y un abrazo de lado.
Me presenté ante los tres, se sintió bien conocerlos eran personas realmente amables, nada pretenciosos como pensé que serían, quizás yo también había caído en el error de juzgar antes de conocer, o al menos eso pensaba hasta ahora.
-Bueno ya basta de presentaciones, ¿Bella tienes sed? – Pregunto Kiram.
-He... Un poco-
Quería decir que no porque no quería que me dejara sola aquí, sí, me habían recibido bien hasta ahora, pero eso no quitaba mis nervios por completo. Sin embargo, opte por ser valiente, y bueno si tenía sed, aunque más bien me iría mejor un poco de alcohol si relajarme era lo que queria.
-Dame un segundo, voy por una limonada fría- Dijo para ir en busca de las bebidas.
-Que sean dos hermanito- Pidió con diversión Sara.
-Okey- Asintió. Y se fue.
-Isabella cuéntame ¿y qué tal es mi hermano como novio, te trata bien? si no es así dime y le doy su merecido- Soltó la rubia amenazadora, lo que me causo algo de gracia.
-Pueden llamarme Bella así me llaman mis allegados- Sugerí amable. – Y si, lo hace, en verdad, aunque no lo parezca Kiram es un hombre muy cariñoso- Mentí.
Por supuesto que no iba a decir todos los insultos que nos habíamos dado desde el momento en que nos conocimos, esa era nuestra vida real, en nuestra farsa solo debía hablar cosas buenas y dejarlo como un príncipe azul.
- ¿Cariñoso él? - Rio con burla Sara. -De verdad debes estar enamorada-
“Si claro, muy enamorada” Pensé sarcástica.
-Hija ya no fatigues a Bella con tus preguntas- La reprendió Amanda. -Y dime bella ¿piensan casarse? - Me miró fijamente.
Sara volvió a soltar una risa. -Mama por Dios están apenas comenzando, y que decías de fatigar con preguntas a la chica- Dijo con diversión.
La verdad era que no tenia ni idea de que responder a eso, a pesar de que era evidente la respuesta.
-Buenos okey, solo tenía curiosidad- Alzo sus manos en rendición.
-Este lugar es realmente hermoso, desde que llegué me pareció mágico- Dije cambiando de tema.
-Si hija, este lugar es como nuestro tesoro familiar, que bueno que te haya gustado- Afirmo Amanda.
De pronto mientras nos manteníamos conversando distraídos, oí una voz a mis espaldas que antes ya había escuchado.
-Hola señoritas-
Voltee para confirmar de quien se trataba y no lo podía creer.
- ¿Ethan? - Lo mire sorprendida.
-Bella? ¿qué haces aquí? - El chico se acercó a saludarme con un abrazo de inmediato.
-Eh.. eh...- Devolví el abrazo y antes de que yo pudiera responder.
-Ustedes dos ¿se conocen? - Sara pregunto entre curiosa y sorprendida.
-Si claro, Ethan y yo estamos en la misma universidad- Confirme.
-Estudian la misma carrera? - Hablo Nicolas quien había permanecido en silencio.
-No, ella está en la facultad artes y como sabes yo en arquitectura- Respondió Ethan.
-Y qué haces aquí Ethan? jamás imagine verte por aquí- Dije indagadora.
-Soy hermano de este tonto- Señalo a Nicolás.
-Que pequeño es el mundo- Pronuncio mi suegra de mentiras.
-Así es- Respondí algo taciturna.
Ethan no dejaba de mirarme expectante, imagine que estaba curioso de saber por qué yo estaba aquí, y mierda no quería que nadie de mi círculo se enterara de esta mentira, pero no tenía más opción que venderle esa mentira a el como una verdad, tal cual como a todos los presentes en este lugar.
-Y tu Bella porque estás aquí? tampoco imagine jamás verte aquí- Por fin pregunto
No pude responder porque salto Sara.
- ¿No lo sabias? Bella es la novia de mi hermano cuñadito- Conto sonriente. -Ha cierto que aún no conoces a Kiram- Menciono recordando.
Conocía a mi amigo, y pude ver las expresiones que pasaron por el rostro de Ethan, eran de sorpresa, incredulidad y definitivamente, desagrado.
-Mmm… No imagine que tuvieras novio Bella, nunca dijiste nada- Su cara era un poema.
A decir verdad, me sentía algo extraña e incómoda.
-Así es, es muy recién, por esa razón no dije nada- Expliqué algo avergonzada.
Luego de pasar el momento incómodo continuamos hablando y hasta riendo, esta vez nos habíamos quedado Sara, Nicolás, Ethan y yo, A pesar de que fue algo incómodo al principio la situación, la verdad es que era agradable que Ethan estuviera aquí, me hacía sentir más en confianza, por lo que podía actuar más suelta con su presencia.
Di una vuelta con la mirada por el lugar, me parecía extraño que Kiram se había tardado mucho, pude visualizarlo a lo lejos cerca de una mesa donde había comida y bebidas hablando muy cariñoso con la rubia del desastre de la bebida si mal no recordaba su nombre era Amber, no sabía porque, pero verlo en esa situación me causo cierto malestar, y por lo que parecía Kiram no le era muy indiferente a su cercanía.