Capítulo 17
2175palabras
2022-08-09 00:30
POV BELLA
La noche anterior había terminado siendo un total fastidio, luego de lo que pasó con la loca arrogante en la piscina y que para mí pésima suerte el idiota llegara justo para presenciar lo sucedido y como consecuencia me insultara luego como le vino en gana. Lo peor era que iba a continuar viendo a esa mujer porque por lo que se encargo de informar de forma presunciosa había sido invitada a la boda de la hermana de Kiram, justo lo que me faltaba para que esto se hiciera más difícil, pues podía sentir que mi convivencia con esa chica alrededor no mejoraría a futuro, pero lo que realmente me molestaba en gran manera era que el hombre ni siquiera había tenido la mínima decencia de escuchar mi versión de los hechos, pero a este punto, que iba a esperar yo de ese imbécil? si apenas intenta tolerarme.
A mi parecer, desde el momento en que surgió ese percance, todo había comenzado mal, es por eso que me atreví a sugerir el hombre que de no querer seguir con esto estaba bien para mí, aunque luego de que lo pensé mejor, sí que había actuado bajo los efectos del enojo, ya que deberás necesitaba que mi deuda quedara saldada tanto como ganar la recompensa acordada por este trabajo, y para mí poca buena suerte, por alguna razón ese hombre idiota quiso continuar la farsa, lo que me hizo sentir un fresquito, a pesar de que se había encargado de recalcarme sus pensamientos sobre mí, que aunque no era algo nuevo pues ya sabía que a sus ojos solo era como una especie de mujerzuela ordinaria y salvaje, no iba a negar que si me dolieron sus duras palabras. Tenía más que claro al igual que el que una vez me conociera su familia, no había vuelta atrás.
De todo lo que dijo, en lo único que tenía razón era en que debía esforzarme más para controlar mi mal temperamento, pero, en definitiva, si tenía que poner a alguien en su sitio, lo haría sin titubear, porque no iba a dejarme humillar por nadie en este lugar, ya tenia suficiente teniendo que soportar a ese idiota.
Y como si no fuese suficiente luego por accidente vi al idiota casi como Dios lo trajo al mundo, me estaba muriendo de la vergüenza, y el muy desvergonzado, cómo siempre con su actitud sarcástica haciendo preguntas estúpidas a las que yo por supuesto me vi en la necesidad de mentir, menos mal justo en ese momento no me estaba viendo a la cara, porque inmediatamente fuese descubierto mi mentira ya que mi cara ardía tanto que pudo haberme delatado.
Para cerrar con broche de oro esa noche, tener que dormir en la misma cama que él, pensaba no hacerlo pues me parecía de lo más ilógico, incomodo e innecesario, pero al final decidí no mostrarme intimidada, actuar como una mujer grande y por esa razón sin más acepté compartir la cama, eso y que de verdad no quería despertar con el cuerpo todo adolorido tomando en cuenta que sería una semana entera.
Él se quedó dormido antes que yo, por mi parte se me complico relajarme para dormirme pues solo pensaba una y otra vez los recientes acontecimientos, de vez en cuando me venía la imagen de ese hombre desnudo, y al visualizarlo no podía dejar de sentir que el muy idiota era perfecto al menos físicamente, en el momento que eso sucedió a pesar mi asombro y vergüenza, sentí un pequeño impulso por arrancarle la diminuta toalla que tenía entre las piernas, no era ninguna mojigata, que hasta el momento no hubiera tenido sexo, no quería decir que no supiera cosas o que no haya sentido cosas antes, y el era un hombre uno que no negaría era “sorprendente” y yo una mujer, una que reaccionaba a los estímulos aunque fueran visuales. Tampoco es como si el tipo me gustara, eso ni pensarlo, definitivamente solo había sido una reacción física momentánea.
Traté de dejar de pensar tanto para que mi cabeza pudiera al fin relajarse, y así fue como fui quedándome dormida.
...
Al día siguiente...
La luz que se colaba por las enormes ventanas de vidrio hizo que me despertará, al abrir mis ojos y ver la escena en la que me encontraba hizo que mi corazón se acelerará. El idiota y yo estábamos durmiendo como si de una feliz pareja nos tratáramos, yo me encontraba muy cómoda arriba de su pecho y él estaba con sus brazos rodeándome toda, cielos santos, ¿cómo ocurrió esto? Yo le tenía fe plena a mi línea del límite, se suponía que ella me protegería de situaciones como esta.
Antes de que él se diera cuenta, me deshice de su agarre con mucho cuidado para que no se despertará, si eso pasara, me moriría de la vergüenza de saber que nos vio de esa forma.
-Por fin- Resople más tranquila.
Me estaba levantado de la cama con cautela cuando lo escuche hablar a mis espaldas.
-Buenos días bella durmiente, ¿no habrás abusado de mi mientras dormía cierto? - Hablo con voz ronca y atisbo de sarcasmo en cada una de sus palabras.
-Siempre eres así de gracioso por las mañanas - Mencione con ironía.
Pero internamente no dejaba de dar gracias a Dios por haber sido yo quien se despertará primero.
-Solo a veces- Respondió.
-Voy a bañarme- Salí disparada al baño.
Me duche rápido, me vestí con lo más parecido a este lugar que tenía, que la verdad no era casi nada porque enserio no había traído mucho, me puse una blusa negra corta y un jeans azul alto, como siempre, agregue un poco de maquillaje pues hoy conocería a mi suegra de mentiras, y no podía lucir mal.
Salí y Kiram estaba aún con su pijama sentado en la sala de estar concentrado en su laptop, y al mismo tiempo estaba desayunando.
-Hasta que por fin sales, pedí el desayuno a la habitación, yo ya terminé de comer, tu come tu parte antes de que se termine por enfriar- Dijo con indiferencia mientras dejo su laptop en la mesita y fue al closet.
Al poco tiempo volvió a salir con una toalla en la mano.
-Esta vez llevo mi toalla- La levanto para mostrarme mientras sonreía.
-Que bien- Rodee mis ojos, ojalá y se le pudiera olvidar que eso pasó.
Me fui al balcón quería desayunar viendo esa perfecta vista, allí había una mesita y par de sillas, así que me acomodé ahí y comí mi desayuno, estaba haciendo un día soleado y perfecto si broncear mi piel era lo que deseaba.
Un momento luego, vi a Kiram a lo lejos salir ya arreglado, el por supuesto se veía acorde y también muy bien para ser sincera, aun vestido tan relajadamente no dejaba de tener ese aire de elegancia, ese que les decía a los demás que estaba forrado. Por otro lado, había un detalle que me había parecido un tanto extraño, y era que con nosotros solo trajo una pequeña maleta de viaje, de quizás unos 10 kilos, pero en ese closet al llegar ya había muchas prendas de vestir y zapatos entre otras cosas que ya estaban allí también, lo que me hizo pensar que quizás alguien se había adelantado a traer su equipaje, pero como eran cosas de ricos no le di tantas vueltas por lo que no pregunte tampoco.
-Cual es el plan de hoy? – Pregunte dándole mi atención.
-Iremos al centro comercial a que compres ropa acorde, y luego vamos a ir a almorzar con mi familia-
Se me hizo un nudo en el estómago, no tenía claro porque me daba tantos nervios conocer a la familia de Kiram si se suponía que éramos novios falsos, y si lo pensaba bien, justo creía que era por eso, ver a alguien a la cara y mentirle así me ponía peor que nerviosa.
-Bien- Asentí.
Termine de desayunar me lave los dientes y ya estábamos lista para salir.
Bajamos y afuera nos esperaba un auto descapotable de esos antiguos que se bien solían ser de colección y por ende muy costosos, era muy bonito y por supuesto estaba conservado casi como nuevo.
“¿será que lo alquilo?” me pregunté. “¿Pero en qué momento? Este hombre se mueve rápido” me dije con sorpresa.
Subimos al auto, no pude aguantar la curiosidad así que le pregunté.
- ¿Alquilaste este auto? está muy bonito-
-No, era de mi abuelo- Dijo comenzando a manejar.
- ¿De tu abuelo? y como llego el auto de tu abuelo a un hotel tan lejano? - Si antes tenía curiosidad ahora más junto a más preguntas.
-Porque el hotel también era de mi abuelo- Me molestaba de él, que siempre respondía lo justo, y yo ahora quería saber más.
-El hotel es tuyo? no me lo habías dicho- Dije tratando de no parecer tan sorprendida, aunque igual se notó.
-Tu no me lo habías preguntado- Dijo con una sonrisita, como si yo fuese adivina. -Y si y no, en realidad el hotel es familiar, fue el primero que abrió mi abuelo, y por eso es tan especial para todos nosotros-
-El primero? - Hay tantas cosas que no sabía de este hombre. - ¿Es por eso que el hotel tiene esa estructura antigua? que lo hace no solo ver hermoso, si no con historia, a mi parecer- Hable más con total admiración.
-Si, este fue el inicio de todo, luego vino una cadena de hoteles en todas partes del mundo. Y si, por eso este parece antiguo, pero yo mismo me encargue de modernizarlo un poco adaptándolo a la época sin que perdiera sus cimientos, su esencia- Explico.
Me parecía sorprendente lo que había logrado, no conocía su trabajo, mejor dicho, no conocía prácticamente nada de él, pero imaginaba que era muy bueno en lo que hacía ya que sus frutos hablaban por sí solo, además que yo admiraba el arte y ese lugar era de esos que sorprendían a alguien con mis gustos.
-Y hiciste un buen trabajo- Lo felicite, pues era cierto.
-Gracias- Vi formarse una media sonrisa en sus labios.
Mientras íbamos de camino continuaba pensando en cuanto no conocía a Kiram, él normalmente era muy reservado, por supuesto no esperaba que me contará todos sus secretos o que me dijera todo lo que posee, no existía tal confianza entre ambos apenas y estábamos comenzando a medio llevarnos de manera decente "bueno al menos ya podíamos estar al lado del otro sin matarnos" y obvio a mí tampoco me interesa saber toda esa información, pero no me imaginaba que él y su familia fueran tan ricos. Pensar en eso solo me ponía más nerviosa, estaba rogando al cielo porque su madre y su hermana no fueran de esa gente rica y extremadamente pretenciosa que veían a las personas por encima del hombro.
...
Llegamos al centro comercial, estábamos caminando por las tiendas y las cosas que yo veía definitivamente a Kiram no le gustaban mucho, no tenía que hablar, lo decía con su mirada. Soy consciente de que no me visto mal, es solo que para lo que debo aparentar con su familia y allegados debo presentarme con una apariencia más sofisticada.
- ¿Entiendes que solo soporto esto porque estamos fingiendo no? si estuviera en una relación de verdad, ni porque fuera novia del príncipe de Inglaterra permitiría que cambiará algo de mi- Me queje porque ya estaba cansada de caminar.
El río. -Lo sé y eso me agrada de ti-
No sé si lo pensó bien antes de decirlo.
-Acaso acabas de decir algo parecido a un cumplido? - Abrí mi boca con dramatismo y puse una mano en mi pecho. -No lo puedo creer, EL SEÑOR KIRAM ME HIZO UN CUMPLIDO SEÑORES- Grite en pleno centro comercial para que todos escucharan.
- ¿Isabella estas demente? me estas avergonzado- Me agarro y me atrajo a él con una mano mientras que con la otra tapó mi boca.
Yo reía. -Ya ya está bien, me puedes soltar no voy a gritar más- Dije entre risas.
-Estas mal niña- Resoplo con indignación.
-Pero eso ya tú lo sabias querido- Replique con ironía.
Por fin vimos una tienda en la que el señor no hizo mala cara, pero antes de entrar me dijo.
-Entra tu escoge los modelos que más te gusten, escoge para todas las ocasiones, trajes de baños, vestidos, ropa de playa, para cenas, todo lo que vayas a necesitar para todos estos días, no escatimes en gastos-
-No vas conmigo?, ¿si elijo algo que no te guste? - Pregunte porque pensé que sería el quien elegiría en quien quería convertirme.
-Solo dame un momento necesito hacer algo, no me tomará mucho, y confío en que elegirás bien- Me regalo una sonrisa que extrañamente me trasmitió confianza.
-Esa confianza no la tenías hace unos minutos- Enarque mi ceja.
El sonrió. -Dame un momento ya vuelvo- Dijo para darme la espalda yéndose.
-Okey- Sin más opción entre a la tienda.