Capítulo 16
2424palabras
2022-08-05 23:51
POV KIRAM
Pasadas al menos un poco más de dos horas desde que Isabella había salido a explorar el espacio del hotel, me preguntaba ¿que estaría haciendo esa niña en todo ese tiempo? Había terminado por hoy lo que estaba haciendo en mi laptop, es por eso que decidí bajar a buscar a la chica loca.
De camino a buscarla, salí por la puerta trasera que daba a la piscina esperando que no hubiera ido tan lejos. Mis pensamientos se distrajeron un poco pensando que hacia un buen rato que no venía a este lugar, a pesar de mi escaso tiempo cada que podía venir en su mayoría por encuentros con mi familia, me gustaba mucho como se sentía estar en este lugar. Continue caminando sin dejar de ver de los lados, cuando de pronto vi a los lejos unas personas que hacían un escándalo llamando la atención de todos los que se encontraban en el área del bar que estaba en la piscina.

Llamando mi atención, Me acerqué un poco para ponerle fin al bullicio, al final era mi hotel y no era el tipo de bullicio que hacían personas divirtiéndose, no más bien era un escándalo, cuando me acerqué más pude ver una cara conocida era ¿Amber? que hacia ella aquí? vi cómo le gritaba a otra chica que parecía querer irse encima de ella por lo que un hombre la tenía agarrada casi cargándola para inmovilizarla, estaba de espaldas a mí y no podía ver su rostro. Apresure más el paso hasta que por fin termine de acercarme hasta donde estaba la jocosa escena.
-¿Que está pasando aquí?-
-Kiram- Pude ver a la mujer iluminársele los ojos cuando me vio.
A la chica que tenía el hombre cargada dejo de patalear y se quedó inmóvil.
-Kiram es solo que esta chica quería agredirme, no le bastó con echarme toda mi bebida encima- Explico la pelicorta entre molesta y dramática.
Trate de mirar mejor a la chica que aún no volteaba, y cuando por fin iba a darse la vuelta lo fue haciendo poco a poco, casi en cámara lenta fue levantado su mentón para verme a la cara.

-Isabella- Solté con sorpresa, aunque no sabia porque este tipo de situaciones me continuaban sorprendiendo de esa forma, o si, quizás era porque tenia la esperanza de que esta salvaje pudiera comportarse al menos durante una semana.
“Mierda ¿pero es que a esta niña no se le puede dejar sola por un momento?”
Por otro lado, estaba tan concentrado en ver que era lo que sucedía que no me fije en la ropa de la chica, y al parecer no me fije en absolutamente nada de ella, si así hubiese sido así, quizás no me fuese tomado por sorpresa de quien se trataba.
-Hola- Medio sonrió para inmediatamente bajar nuevamente un poco la cabeza, al parecer si conocía en el fondo la vergüenza.

-Es que conoces a esta niña? - Amber parecía asombrada.
-Si, es… mi novia- "Mierda y que novia me estaba gastando".
Inmediatamente la persona que la tenía tomada la soltó por completo al escuchar mi afirmación.
-Tu novia, ¿esta? - Vio a Isabella con gesto de asco señalándola de arriba a abajo.
-Si su novia, ¿tienes algún problema con eso? – Intervino Isabella más altiva aprovechándose de lo que había acabado de decir yo para tomar más confianza.
-Kiram querido, no puedo creer que tengas este tipo de gustos- Sonrió sarcástica. -Quiero pensar que me juegas una broma ¿cierto? - Repuso sin poder creer aún.
Pude ver la cara de la niña como se estaba alterando otra vez al escuchar la forma despectiva en la que se expresaba Amber de ella al hablarme como si la salvaje no estuviera frente a ella.
-De qué hablas chica? ¿te refieres a buenos gustos? - Dijo a Amber e hizo algo que no me esperaba, entrelazo sus dedos con los míos como restregándole en la cara lo que yo ya había dicho.
A Amber no le cabía la cara de asombro.
-Amber lo siento por todo esto, mi novia no suele ser así, ¿verdad mi amor?- Apreté su mano con algo de fuerza.
En otra situación fuese puesto a esta niña en su lugar, pero aquí era mi novia y no la podía tratar como normalmente lo hacía, pues sería yo quien no quedaría bien ante los demás.
-Solo cuando se meten conmigo… mi amor- Dijo entre dientes con una sonrisita de dolor por el apretón que le estaba dando.
“Esa niña no tiene remedio”
-Qué tal si te disculpas con Amber por haberle tirado la bebida mi vida? - Si las miradas mataran ya la chica estaría muerta por las miradas que le estaba dando.
-Eso fue lo que hice cielo, antes de que me comenzará a insultarme- Por como abría sus ojos al hablar tal parecía que la muy descarada también quería asesinarme con la mirada.
La fulmine con la mirada, a esta altura la conocía lo suficiente para saber que preferiría que la mataran antes de pedir disculpas, sé el ser testarudo que podía ser, no continuaría perdiendo el tiempo en esto.
-Es mejor que subamos a la habitación- Dije, para luego dirigirme a Amber que aún me veía asombrada. -Amber que pena que nos volviéramos a ver en esta circunstancia, espero haya ocasión para hablar mejor luego-
-Definitivamente así será querido, vine por la boda de tu hermana, tu mamá me invito- Rio triunfante mientras dirigió su mirada a Isabella.
Aunque me sentí sorprendió, lo oculté bien, no sabía que mi mama la había invitada, pero ya imaginaba más o menos porque lo había hecho.
-Bueno entonces nos veremos mañana- Dije con una sonrisa fingida, para sin más darme vuelta aún con la chica agarrada a mi mano e irme a la habitación.
Cuando íbamos por los pasillos le solté la mano de golpe, justa hasta ahora mostré el gran enojo que me cargaba por dentro debido a sus estupideces, ella solo permanecía en silencio como una niñita que se había portado mal y sabía lo que le esperaba al llegar a casa, así nos adentramos a la habitación.
-Kiram yo no que....-. No la deje hablar.
-QUE MIERDA ISABELLA? - La interrumpí en seco, estaba algo más que enojado. -Es que acaso no sabes ser un ser humano decente? ¿no sabes que no puedes ir por la vida peleándote y comportándote como una salvaje con todo aquel que se te cruzas? - Brame.
Por un momento la vi pelear con ella misma pues sus ojos se enrojecieron.
-Que mierda tu? ¿porque me gritas? yo no soy ninguna salvaje- Se defendió. -Y además no tienes ni idea de cómo pasaron las cosas-
-Pues independientemente de cómo haya empezado todo, lo cierto es que término de una manera que no debía. Sabes bien que aquí eres mi novia a los ojos de los demás, y necesito que te comportes como tal y dejes a un lado lo callejera que eres- Reprendí con dureza.
Ella se quedó en silencio por un momento me veía con ira en sus ojos como si quisiera decir algo, pero no lo hacía, y ya podía imaginarme bien que era, no era muy difícil pensar que seguramente quería soltar toda la suciedad que acostumbraba por esa boquita rosada que tenía.
-No entiendo, si me conocías ¿porque me elegiste a mi para hacer esto? - Fue lo único que dijo en un tono que percibí ser de decepción.
-Ya eso te lo explique. Tiene que haber dentro de ti un ser humano que piensa y razona por eso pensé que podrías hacer esto. Pero mira, apenas hoy llegamos y en menos de 2 horas ya te metiste en problemas-
-Kiram estas a tiempo de suspender esto, aun tu familia no me conoce, además esto fue una pequeña prueba de que elegiste a la persona incorrecta para hacer esto- Dijo con sequedad.
Ella se expresaba de una forma que no lo sé, parecía que le habían dolido mis palabras, pero a estas alturas ya no sabía que pensar de esa chica, ni siquiera estaba seguro si hubiera algo que le afectara, de alguna forma su expresión y como se estaba comportando me hacía sentir un poco mal porque sé que la estaba tratando duramente. Aunque no me debía importar porque solo la estaba poniendo en su lugar tal y como siempre lo hacía sin sentir remordimiento alguno, y no era mentira nada de lo que dije, si que le faltaban modales.
-No, vamos a seguir todo como se acordó en principio, solo controla tu ira y compórtate como debería hacerlo una señorita- Es lo último que diría de esta situación.
Ella me dio una última mirada de odio y se fue al balcón que tenía la habitación, por último, la vi meterse en su celular. Yo me fui a ducharme ya que no lo había hecho desde que llegué.
Entre al baño, me di cuentas que la chica había usado el jacuzzi, por un segundo me la imagine allí adentro y sentí una pequeña contracción en mi pantalón.
“QUEE PERO QUE CARAJOS ME ESTOY PENSANDO” me reprendí a mí mismo.
Moví mi cabeza de un lado a otro como si así se pudieran deshacer los pensamientos, que idiota. Si lo pensaba bien, no es tan descabellado que mi amigo de allá abajo reaccionara, al final ella era una mujer y yo un hombre, me justifique.
Cuando termine de ducharme, me di cuenta de que solo había una mini toalla disponible en el baño, con eso no podía secarme y no vi más nada útil para hacerlo, recordé que las toallas estaban en el closet y se me había olvidado tomar una antes de entrar a la ducha, la chica estaba en el balcón y la puerta del closet estaba justo al lado de la del baño, si salía rápido podría entrar a la otra puerta sin ser visto.
Eso haría, tome la mini toalla y tape a mi amigo agarrándola con una mano, cuando abrí la puerta para pasarme a la otra, me quede petrificado unos segundos viendo a Isabella que estaba allí frente a mi viéndome con la boca abierta y ojos abiertos a mas no poder, casi parecía que iba a darle un infarto.
-Que haces? - Hablo saliendo del shock y se dio vuelta de inmediato para no verme más.
-Solo quería una toalla grande- Dije y me metí al closet de inmediato.
- ¿Y no me pudiste haber dicho que te pasara una? - Grito desde afuera.
Comencé a reír, me pareció gracioso verla roja como un tomate.
-Que nunca has visto a un hombre semi desnudo? - Grite mientras me secaba. -Aunque dudo mucho que no- Volví a decir en el mismo tino de voz alto.
-Ob..obvio que sí, pero no tenía ganas de verte a ti, idiota- La escuche titubear un poco.
No paraba de reír por la reciente situación, al menos ya había metido mi maleta en el closet así que pude ponerme mi pijama, al terminar de vestirme salí, cuando lo hice ella paso por mi lado como una bala y se metió esta vez al closet, no iba a negar que su fingida actitud de chica inocente me parecía bastante tierna, pero no me iba a dejar engañar conocía a esa chica bien para saber que era solo una fachada, con ese pensamiento me acosté en la cama, listo para dormir.
A los pocos minutos, vi que ella salió ya en su pijama.
-Y tú vas a dormir allí? – Pregunto en mi dirección.
-Si no dónde más? - Me alce un poco para poder verla.
-Y yo donde dormiré? – Volvió a Preguntar.
-Pues donde quieras, la habitación es amplia- Dije burlón.
-Idiota- Espeto al tiempo que me dio la espalda.
La vi tomando una sábana para luego dirigirse al sofá de la sala de estar.
-Si decides dormir allí, mañana amaneceres con un fuerte dolor de espalada- Asegure.
-Para lo que eso te preocupa a ti- Dijo con atisbo de molestia en su voz.
-Pues si supieras que sí, no quiero que mi familia te conozca y estés caminando como Quasimodo- Mi tono una vez más fue de burla, pero verla enojarse por mis palabras me parecía de las cosas más graciosas.
-Eso es todo lo que te importa "Que me vea perfecta para todos los demás"- La vi hacer muecas mientras hablaba.
“Esta chica puede ser tanto irritante como divertida en algunas ocasiones” Pensé.
-Perfecta es una vara muy alta de alcanzar, sobre todo para ti- Dije esperando su reacción.
Por algún motivo esta vez no se defendió, ni siquiera volteo a verme por lo que no pude ver si le habían molestado mis palabras o no.
-Puedes dormir en la cama, es lo suficientemente grande para que ni me toques si no lo quieres-
Continuo en silencio por unos segundos, debía suponer que lo estaba pensando.
-Pues sabes que sí, dormiré en la cama, no pienso dormir toda una semana en el sofá- Dijo devolviéndose a la cama.
Se acostó a mi lado y de forma brusca comenzó a moverse mucho, subí la mirada y la vi poniendo un cubre camas en medio, como haciendo una línea entre ambos.
-Mira, este será el límite, tu no lo pasas y todo estará bien- Informo algo amenazante.
-Tanto escándalo solo por dormir niña, cuidado y más bien no eres tú la que lo cruza- Moleste.
-Ya quisieras- Me dio la espalda.
Nos quedamos en silencio y fue así como al poco tiempo me dormí.
...
Al día siguiente...
Sentía un peso en la mitad de mi cuerpo y unos movimientos leves, fui abriendo mis ojos poco a poco y había un gran resplandor que entraba por la ventana, cuando por fin abrí mis ojos por completo Isabella estaba arriba de mi pecho y yo la tenía rodeada con mis brazos, sentía su respiración subir y bajar suavemente, me dio un poco de gracia porque ella había puesto todo su esfuerzo haciendo su línea del límite la noche anterior, línea que evidentemente ella había cruzado. Me quede observando su rostro un momento, se veía tan en paz que me la trasmitió por un instante, estaba tan tranquila que quien creería que esa cara de ángel en realidad escondía un torbellino que por donde pasara dejaba destrozos, porque así era ella. Sentí como se comenzó a mover sacándome de mis pensamientos, creo que estaba despertando, inmediatamente cerré mis ojos para hacerme el dormido no quería que me encontrara espiándola.