Capítulo 13
2352palabras
2022-08-05 23:44
Ya era sábado por la mañana y como lo había indicado el doctor, me estaba cuidando llevando a cabo paso a paso sus recomendaciones, había descansado tanto que ya me sentía extraña de no tener que hacer mil cosas como estaba acostumbrada, comía un poco más de las tres comidas al día y tomaba las vitaminas que me envió, la buena noticia era que ya me sentía en perfecto estado.
Desde mi desmayo dos días habían pasado, el mismo tiempo que tenía sin ver a kiram alias el imbécil, ese día en el hospital me dijo que sería mejor si renunciaba al trabajo en la tienda de antigüedades, al principio me opuse ya que había perdido el del restaurante, pero luego me explico que a donde nos iríamos sería otra ciudad algo lejana y que estaríamos aproximadamente una semana allí, por lo que de igual forma no iba a poder asistir a trabajar. Al final me quede tranquila porque sabía que de ese trabajo con el imbécil de seguro iba a sacar una buena cantidad de dinero y aunque fuera poco tiempo podía ayudarme con eso mientras conseguía un nuevo empleo, por otra parte respecto a la universidad ya había tenido mi último examen por lo que era fin de semestre y aunque no me perjudicaría ese periodo, si lo haría con el siguiente que ya estaba por comenzar, pero después de todo solo me iría una semana, no era demasiado y ya luego podía pedir los apuntes a Anna.
Lo que más atormentaba mi cabeza era una cosa, y era ¿Qué le diría a mi madre por mi ausencia en casa por una semana entera? definitivamente no le podía decir "Mamá me voy con un tipo millonario que recién conocí a no sé dónde y me hare pasar por su novia falsa" imposible, si le decía algo así estaría muerta, ya vería si el imbécil me ayudaba con alguna idea.
Habíamos quedado en reunirnos por la tarde en casa de Kiram, se suponía que debíamos aclarar algunos puntos antes de dar inicio a esta mentira, y eso era algo que me parecía bien porque yo también necesitaba poner mis propias condiciones.
...
Faltado pocas horas para salir a la casa del hombre, antes converse un poco con mi madre y mi hermanita, almorzamos juntas y luego fui a ducharme, me arregle con unos jeans cómodos y una blusa de algodón sencilla, me puse un poco de maquillaje y ya estaba lista para salir…
Una vez estaba parada afuera de la puerta de la casa del hombre, me puse algo pensativa antes de llamar a su puerta, no lo sabía bien, pero por alguna razón que desconocía sentía un remolino de nervios en el estómago, y estaba de más aclararme que no era por verlo a él, creía que era más por toda esta locura que estábamos a poco de dar comienzo, como no era el momento más adecuado para cuestionar mis decisiones, me convencí de que solo debía seguir adelante, no es que tuviera demasiadas opciones por el momento.
Finalmente toque a la puerta, y no tardó mucho en abrir.
-Hola- Salude.
El me observo con cautela y asintió en lo que suponía era un saludo.
-Pasa- Indico.
Una vez dentro nos dirigimos al único lugar de esa casa que había visitado, la sala de estar. A pesar de que ese hombre solía ser muy rígido en su forma de ser, por alguna razón me parecía que era algo atractivo y no solo me refería a su físico, porque su atractivo físico definitivamente no entraba en discusión, era más su aura de macho alfa, aunque cuando estaba en ropa casual si se veía menos rígido, como si fuese un poco más accesible a los demás, aunque eso solo era un pensamiento, porque como ya había podido ver, realmente el tipo no era para nada accesible de ninguna forma.
-Toma asiento, ¿quieres beber algo? - Pregunto con su habitual tono de seriedad.
Me senté. -Que seriedad- Dije para molestar, era mi forma de romper el hielo al silencio incomodo, aunque con siempre era así. -Y no, estoy bien- Me negué.
-Okey… y así soy-
-Lo sé "Aburrido"- Esa última palabra lo dije, pero no en voz alta.
-Bien, tengo la intención de informarte algunas cosas, es por eso que te hice venir- Dijo cambiando de tema.
Asentí para hacerle saber que ya lo sabía.
-Ya sabes por qué te pedí esto a ti, y antes de entrar en otros temas, quiero ser más específico de porque a ti, es importante que quede claro- Aclaro.
Me encontraba escuchando con suma curiosa lo que diría a continuación.
-Te lo pedí a ti porque sé que no te caigo bien-
- ¿Que? - Crispe un poco mi expresión, este hombre jamás dejaba de confundirme con sus motivaciones.
-Si se lo fuese pedido a alguna otra mujer con la que haya estado, iban a esperar algo sentimentalmente a cambio, luego solo sería una molestia más para mí, pero sé que contigo eso no pasara- Dijo con seguridad.
Era obvio que le habían quedado bien claros mis sentimientos de odio hacia él, y que fuera así me alegraba.
- ¿Porque me caes como una patada en las bolas? – Dije con sarcasmo.
-Exacto-
-Y solo por curiosidad, ¿no tenías una amiga una real que pudiera hacer esto por ti? -
-No tengo tiempo para hacer relaciones de ningún tipo, el único amigo que tengo no podía llevar a cabo ese papel-
- ¿Liam? – Pregunte.
-Si- Enarco una ceja.
Reí por lo bajo porque no pude evitar que mi mete imaginara a esos dos haciendo ese papel, no es que tuvieran pinta de que le gustaran los hombres, en absoluto. Por otro lado, cada vez me convencía más de que este hombre era un asocial, ¿cómo una persona simplemente puede vivir su vida sin emociones? sin amistades, sin momentos memorables y todas esas cosas que hacían la vida divertida y más llevadera.
- ¿Y piensas que tu familia se va a creer esto? digo no creo que yo sea el tipo de mujer que están acostumbrados a ver que te rodeen-
-Por eso no te preocupes… Tu no estas… tan mal, solo es cuestión de cambiar un poco tu estilo a algo menos callejero y ya está- Mientras hablaba su mirada pasaba por mi como un escáner.
Enarque mi ceja al momento que lo mire mal, era obvio que ese fue un insulto disfrazado.
- ¿No estoy "tan mal", "callejero"? no se si es un insulto o un halago supongo que más lo primero viniendo de ti- Dije con total ironía.
-No lo tomes a mal, no eres fea, sabes que lo peor de ti está en cuanto abres esa boquita, así que sería bueno que esta semana no la abrieras a menudo-
-Idiota- Solté rodeando mis ojos, si continuaba así no sé por cuanto podría mantenerme serena.
- Okey, una vez entendido eso- Continuó. -Debemos hacer una tregua-
- ¿A qué te refieres? -
-Ya no podemos insultarnos más, si vamos a convencer a mi familia de que estamos enamorados no puede haber malas palabras dirigidas al otro entre nosotros-
-Comienza por decírtelo a ti mismo- Dije con el ceño fruncido. -Está bien- Y luego pensé. -Y si estamos en privado? – Pregunte con una sonrisita curiosa.
-Tampoco, debemos intentar llevarnos bien o acabarán por darse cuenta-
Esto sería más complicado de lo que imagine.
-Es razonable- Dije con una media sonrisa. - Okey, yo también tengo mis propias condiciones, son dos-
-Habla- Dijo dándome paso.
-Que la deuda del choque quede solvente como lo habíamos acordado, y último, pero no menos importante, no puede existir contacto físico entre ambos, es la regla más importante para mí-
-Esta bien, la deuda quedara saldada automáticamente- Dijo para mi tranquilidad. -Y si entiendes que si no nos tocamos no será creíble cierto? - Pregunto con la ceja algo elevada.
-Mmm… bueno, pero solo abrazos o quizás tomadas de mano, cero besos en los labios- Intente aclarar nuevamente min punto.
-Tampoco es que me guste la idea- Hizo un gesto de asco. -Me parece razonable tu punto- Acepto. -Por último, ¿cuánto dinero me costara esto? -
- ¿Puedo elegir? – Pregunte sin ocultar la sorpresa.
"Vaya amabilidad" Pensé con emoción.
-Si- Asintió.
Me quede pensativa... Este tipo estaba forrado eso ya me había quedado claro tomando en cuenta en la lujosa casa en la que me encontraba en ese preciso momento, debía ser valiente, no me importaba si llegaba a lucir codiciosa pues lo que el pensara me tenía sin cuidado, iba a irme por lo que yo creía era lo más alto, solo por si no aceptaba poder ir disminuyendo el monto, " Despues de todo dolares le sombran" Pensó mi yo codicioso.
Con cara de malicia. -Que tal 80mil? – Pregunte sin aparente temor.
Lo sé, exagere, pero quería ver su reacción.
-Estas loca, 40mil- Bajo el monto.
-50mil- Contra oferté.
-48mil- Volvió a bajarla.
-Hecho- Acepte de inmediato.
-Serán 48mil entonces- Sonreí con triunfo evidente.
Acababa de ganarme la lotería, eso era muchísimo más de lo que yo le debía en inicio, y mucho más de que lo que ganaría en un año de trabajo forzoso.
-Solo para que lo sepas, lo hubiese hecho por 40Mil- Me burle.
-Y solo para que lo sepas, hubiese aceptado los 80mil- Dijo mientras una sonrisa de malicia se dibujó en sus labios.
Y a eso se le llamaba venganza instantánea.
-Idiota- Rodee mis ojos, creo que debí insistir más, no me culpo, después de todo estaba intentando negociar con un empresario multimillonario, este juego lo había perdido antes de comenzar.
- ¿Que dijimos acerca de las malas palabras niña? - Me miro como si fuese mi propia madre.
-Si, como sea- Rodee mis ojos. -Muy bien, repasemos las reglas- Comencé a enumerar con mis dedos. - Uno, no enamorarse, como si eso fuera posible- Dije con burla. - Okey, okey- Continúe. - Dos, no malas palabras entre los dos, Tres, deuda del choque saldada, y no menos importante la cuatro, NO besos- Termine.
-Faltan dos más- Intervino.
-Cuáles son? - Pregunte confundida dado que no recordaba más reglas.
-Nada de ligues o coqueteos con terceras personas, y la otra, si rompes una de las anteriores reglas, no habrá pago al final-
- ¿Y lo de coqueteos lo dices por ti supongo? - Pregunte con diversión.
-Puedo recordarte como ligaste con dos tipos esa noche en menos de una hora- Me observo a los ojos fijamente.
Hablaba de aquella noche en el club por supuesto.
-Yo no ligue con ellos uno era mi amigo y el otro era un imbécil que apareció de la nada- Me defendí furiosa.
Aunque no sé por qué le explicaba si finalmente no iba a creer nada de lo que dijera.
-Vaya mira cómo te llevas con tus amigos- Juzgo.
Pues si era cierto, decir que era solo un amigo luego de ese numerito, era difícil de creer, aunque era la verdad, pero a la mierda no era su asunto lo que había hecho antes, solo debía preocuparse por esa semana que estaría con él, solo una semana.
- ¿Quieres que haga un contrato legal para todo esto? – Pregunto cambiando de tema drásticamente, al menos cambio de tema si no comenzaríamos a pelear una vez más.
-¿Contrato? - Pregunte entre confundida y pensativa.
-Si, si es necesario puedo decirle a mi abogado que lo redacte, uno donde estipule todas estas reglas acordadas incluyendo tu pago y la solvencia con respecto al accidente-
-No lo veo necesario, digo las reglas son simples, y con respecto al dinero sé que en eso puedo confiar en ti- Dije luego de pensarlo unos segundos.
"Somos dos chicos grandes haciendo un trato" Pensé.
Además, las reglas eran lo más fácil del mundo, y por el dinero sé que el tipo no se iba a empobrecer por darme esa cantidad que estoy segura no era nada para él.
-Cuando hay que irnos? – Pregunte.
-Mañana-
- ¿Qué? - Abrí mis ojos a más no poder. -Es muy pronto, y aún no sé qué decirle a mi mamá- Comenzaron los nervios.
Lo vi pensativo. -Dile que es por trabajo, sería una verdad a medias- Propuso.
- ¿Pero para qué tipo de trabajo? -
-Explícale que al restaurante lo contrataron para hacer los catering de algunos eventos exclusivos en un hotel en otra ciudad, y que fuiste seleccionada para servir en ellos-
Me quedé pensando, y bueno después de toto podía ser creíble, la verdad era que los pocos días que no fui a trabajar le dije a mi madre que era porque me había sentido un poco mal algo así como un virus y que me habían mandado a descansar, ni siquiera le pude decir que me habían despedido realmente. Me hacía sentir terrible por mentirle a mi madre, pero en estas circunstancias era mejor eso a la verdad, sabia que no lo iba a aceptar.
-Ya que no tengo una mejor idea, eso será lo que diré-
-Muy bien guarda mi número personal es #$$%$$%$ y cualquier novedad me avisas por ese medio- Anote.
-¿Y a qué hora y donde debo estar mañana?- Pregunte aun conmocionada por lo rápido que se estaba dando todo.
-Aquí, y la hora te la confirmo esta noche-
-Necesitas mis datos para el vuelo o algo así? -
-Nos vamos en un Jet privado, solo escríbeme para guardar tu número y poder avisarte -
Mierda a veces se me olvidaba que estaba forrado. Tome mi celular y mande un mensaje con mi nombre para que pudiera guardar mi número.
-Ya envié el mensaje- Reviso y asintió. -Entonces si no hay más que decir, debo irme- Aun tenía muchas cosas por hacer en casa.
-Está bien, para el viaje solo lleva una maleta ligera, llegando iras de compras- Informó.
Iba a protestar, ¿porque que tenia de malo mi ropa? pero decidí no perder el tiempo en eso, era su mentira, sería como él quisiera.
-Okey, nos vemos- Dije para luego salir de esa casa sin más.