Capítulo 67
1490palabras
2022-06-23 00:00
Dottie sonrió amablemente al notar que Lexi estaba avergonzada y continuó.
"Jamie, guía a Lexi hasta tu habitación para que pueda descansar".
"¿Me enviará directamente a la habitación de Jamie para dormir?" Lexi pensó para sí misma.

"¿Permaneceremos en la misma habitación? ¿Tendremos que compartir la cama?" pensó de nuevo.
Lexi comentó a entrar en pánico. El que hubiese tenido que dormir con Jamie antes debido a diferentes motivos, no era lo mismo que dormir juntos frente a su familia y mayores, tomando en cuenta que estaban en su casa.
Sintiéndose en conflicto, tuvo la necesidad de hablar. Sin embargo, cuando quiso hacerlo, llegó hasta sus oídos la profunda y magnética voz de Jamie.
"De acuerdo, abuela, pero de igual manera deberías dormirte temprano".
En su garganta murieron las palabras que anteriormente había querido decir Lexi.
Jamie observó el perfil de Lexi. De pronto, se acercó hasta la altura de su oído.

Entonces le dijo de forma burlesca, "No sería la primera de todos modos; ya deberías de estar acostumbrada".
Las palabras de Lexi se atascaron en su garganta. "¿Cómo era posible que se acostumbrara a algo como eso?" pensó.
Sintió arder sus mejillas de la vergüenza.
La habitación de Jaime estaba decorada de la misma manera que la de la villa, conservando su estilo, dando la sensación de que fuese la misma habitación pero en diferentes lugares.

Por extraño que pareciera, Lexi se sintió familiarizada con el entorno.
Su vergüenza aumentó aún más con ese sentimiento. Se detuvo en medio de la habitación sin saber qué hacer ante aquella situación.
Las comisuras de los labios de Jamie se arquearon en una sonrisa al ver a la menuda mujer asustada.
Se había movido por la habitación de manera tan natural como si perteneciera allí.
Le hizo señas con la mano y habló, "Acércate".
"¿Para qué querrá que me acerque?" pensó.
Lexi se aproximó confundida.
"Señor Barrett..."
Las palabras murieron en su boca cuando fue sorprendida por el repentino agarre del hombre, luego de que extendiera su mano para atraerla hacia sus brazos. Su masculinidad la inundó al instante.
Lexi se tensó de inmediato. "¿Q-qué haces?"
"En esta habitación sólo estamos nosotros. ¿Qué piensas que haré?"
Jaime se oía intimidante con su voz profunda.
Su hermoso rostro se aproximaba cada vez más al de ella, pudiendo notar el peligro reflejado en sus profundos ojos.
Lexi se alarmó mientras sus mejillas se enrojecían. Para ella era impensable que alguien tan caballeroso como Jaime de repente decidiera hacerle algo.
Rápidamente se puso a la defensiva y lo apartó.
"¡Detente! No..."
Jaime tomó ventaja de la situación sin considerar los esfuerzos de Lexi. Ambos tropezaron y cayeron sobre la cama.
Lexi se sintió atrapada al instante por la mullida cama. El alto cuerpo de Jaime se cernía sobre ella.
La respiración de Lexi quedó atrapada en su garganta. "Señor Barrett..."
"Quiero oír mi nombre."
Lexi fue interrumpida por Jaime. Su profunda voz estaba cargada de tentación.
Al notar que él no hacía ningún movimiento, hacía sentir cada vez más nerviosa a Lexi. Temía que el fuese a aprovecharse de ella.
En alerta preguntó, "¿Jamie?"
Él se sintió especial de alguna manera cuando el nombre "Jamie" fue pronunciado por ella.
Jamie no pudo evitar que sus ojos volvieran a oscurecerse. Sin poder controlarse sus labios se presionaron contra los de ella.
"¡Um!"
"¿No que sólo le había pedido que lo llamara por su nombre? ¿A qué se debía que la estuviera besando?" pensó.
Lexi sentía como si su cuerpo sobrecargado con las diferentes sensaciones. Con nerviosismo trató de apartarlo, sin embargo, tenía una gran fuerza. Le fue imposible moverlo.
A medida que el tiempo avanzaba el beso se fue profundizando, arrasando su dulzura con una violenta tormenta.
Sus cuerpos se juntaron cuando él presionó con suavidad su cuerpo contra ella, como si estuviesen hechos el uno para el otro.
Inmediatamente el cuerpo de Lexi se relajó, dejando su mente en blanco.
Pronto dejó de tener importancia su racionalidad y su lucha por liberarse.
Nada parecía moverse al interior de la habitación.
"¡Estrépito! ¡Ruido!"
Al mismo tiempo que el momento se volvía perfecto al interior de la habitación, la puerta era abierta, dejando ver al mayordomo, quien cargaba una bandeja en su mano.
"Joven Maestro, Señorita, he traído unos bocadillos a petición de la Señora Dottie..."
A media oración se quedó sin palabras.
El rostro del mayordomo ardió de la vergüenza al ver los cuerpos de ambos entrelazados sobre la cama.
Lexi inmediatamente volvió a sus sentidos al oír aquella voz. Levantó su cabeza y se percató de la presencia del viejo mayordomo.
Quedó en shock, sólo quería encontrar un lugar donde esconderse de lo avergonzada que estaba.
"T-tú, quítate de encima".
Lexi apartó a Jamie con el rostro ardiendo y su corazón acelerado.
Jamie se sentó sobre la cama aprovechando la oportunidad. Cubrió el cuerpo de Lexi luego de tirar de una de las mantas. Tras eso dirigió una mirada de disgusto hacia el viejo mayordomo.
"Déjalo por ahí."
"Como ordene, Joven Maestro".
Después de eso, el viejo mayordomo se marchó nervioso rápidamente. Sin embargo, antes de marcharse, dio un breve vistazo a la cama y sus ojos brillaron con reconocimiento.
Lexi estaba tan avergonzada que enterró su rostro entre las mantas, preguntándose cómo vería a las personas a la cara.
Murmuró, "¿No se supone que tu mayordomo debería de haber llamado a la puerta antes de entrar en la habitación?"
"Seguramente tenía curiosidad y lo pasó por alto".
Mientras observaba a Lexi, quien se encontraba bajo las mantas, Jamie replicó casualmente, "¿Te decepciona el haber sido interrumpida? ¿Quieres que continuemos?".
"¡No lo quiero!"
Negó Lexi inmediatamente. Al instante salió de la cama por el otro lado, dejando a un lado las mantas.
Sin embargo, después tendría que agradecerle al viejo mayordomo por interrumpirlos, a pesar de haber estado demasiado avergonzada. De no ser por él, no quería ni imaginar lo que habría ocurrido entre Jamie y ella.
Lexi avanzó nerviosa hasta el sofá, donde se sentó. Tras observar los calientes platos dispuestos sobre la mesa, tomó una cuchara para probar uno de ellos y así poder calmarse.
"¿Seguro que quieres comer eso?"
Jamie observó a Lexi con sorpresa a la vez que se sentaba en la cama.
Lexi se detuvo. Miró entre la sopa y Jamie. "¿Cuál es el problema?"
"Nada. Pero esa sopa es un tónico de venado. Posiblemente quieras hacer algo más que dormir cuando sientas calor por la noche".
Dijo Jamie.
Lexi estaba tan avergonzada que sentía como si la sangre fuera a salirse de sus mejillas . Al instante dejó la cuchara a un lado.
Definitivamente ese refrigerio nocturno no era algo que se pudiese comer casualmente.
......
A pesar de que Lexi no tenía contemplado pasar la noche en la casa de la familia Barrett, tenía suerte de tener una pijama luego de que hubiese decidido llevar su equipaje del hotel.
Se puso uno de los pijamas más conservadores que encontró, para luego acostarse en la cama y cubrirse lo más que pudiera.
Podía oírse el agua corriendo desde el baño.
Los sonidos del baño alteraban la mente de Lexi. Decidió prestar atención a su teléfono para no escucharlos más.
En cuanto encendió el teléfono, se dio cuenta de que tenía muchas llamadas perdidas y decenas de mensajes de WhatsApp.
Un gran número de las llamadas las había realizado Ronnie y su familia, y la mayoría de los mensajes de WhatsApp eran de Macie y sus amigos. Todos se preguntaban a qué se debía su repentina decisión de abandonar la competencia.
Tras responder todos los mensajes, Lexi decidió devolver la llamada de Ronnie.
Cuando contestaron, pudo escuchar la agradable voz de Ronnie, pero se oía nervioso.
"Lexi, ¿qué te ocurrió? ¿Dónde estás? ¿Te encuentras bien?".
"No es necesario que te preocupes, me encuentro bien".
Respondió Lexi tranquilamente. Ese corto tiempo le dio a entender lo mucho que Ronnie se preocupaba por ella. De igual manera ella consideraba a Ronnie un verdadero amigo.
"He decidido dejar la competencia a medias debido a asuntos personales".
"¿Puedes contarme el motivo? De alguna manera quiero ser de ayuda para ti".
La voz de Ronnie era profunda, cargada de genuina preocupación.
Lexi frunció sus labios. "No es necesario. Ya todo está arreglado".
No era mentira. Demi ya se había encargado de avisarle sobre el asunto a la familia Barrett, y la Señora Dottie no la había culpado. El asuntó se había dado por terminado.
Ronnie se oía un poco decepcionado. "Entiendo."
Después de un momento, dijo, "¿Dónde te encuentras? Puedo ir por ti".
"¿Dónde me encuentro?" pensó.
Lexi observó aquella habitación resignada y se sorprendió cuando vio a Jamie, quien acababa de salir del baño.
Solo una toalla de baño blanca cubría una parte hacia abajo, y mostraba la perfecta parte superior de su cuerpo. Gotas se deslizaban lentamente por su cuerpo, dándole un aspecto sexy e irresistible.
Inmediatamente Lexi sintió arder sus mejillas.