Capítulo 58
1103palabras
2022-06-16 00:00
Las mejillas de Lexi seguían rojas. "Estoy bien", dijo.
Todos eran bastante listos y notaron la vibra que había entre ellos.
Aunque no había nada claro, su complicidad era evidente.
Uno de los directivos levantó su copa y brindó por Lexi.
"¡Felicidades por su triunfo! Me gustaría brindar por usted".
'¿Otro brindis?', se preguntó en silencio.
Lexi miró la copa y sintió un escalofrío en la espalda. Sin embargo, no podía negarse.
Brindó con una sonrisa, pero cuando estaban a punto de chocar sus copas...
Una mano se interpuso de repente.
Jamie miró a todos y dijo en voz baja: "Como ella es la ganadora, debería de hacer un brindis. Lexi, adelante...".
La chica entendió perfectamente la intención de Jamie y se sintió aliviada.
Al fin podría dejar de beber por esa noche.
Alzó su copa sin dudarlo.
"Gracias a todos por el apoyo. ¡Salud!".
Aunque eran ejecutivos de alto nivel, todos se pusieron de pie y uno por uno brindó con la chica.
Si antes tenían sospechas, ahora ya estaban seguros de que algo pasaba entre ellos. De lo contrario, ¿por qué hacía eso para ayudarla?
Siguieron conversando, pero nadie en ese cuarto dejaba de pensar en el tema.
Al ver que ya era tarde, Lexi se despidió: "Bueno, me tengo que retirar... Que la sigan pasando bien".
Lexi sonrió y se fue.
Tan pronto la chica salió de la habitación, Jamie se puso de pie y la siguió sin mirar a la multitud.
En cuanto él cruzó la puerta, todos comenzaron a conversar animadamente.
"¿Saben qué relación hay entre Lexi y el señor Barrett?".
Alguien respondió: "Aparte de la prometida que tenía, nunca le he oído hablar de otras mujeres".
"Se nota que ahí está pasando algo. Aunque no quisiéremos ayudarla, en el futuro, no podremos dificultarle las cosas".
...
Participar en actividades sociales era agotador para Lexi.
Su sonrisa se esfumó en cuanto salió de ese cuarto.
Todavía se sentía mareada. Tambaleándose, se esforzaba por encontrar su habitación, pero todas las puertas eran iguales.
No podía recordar el número.
Le empezaba a doler la cabeza. Se sentía abrumada.
De repente perdió las fuerzas y se tropezó.
"Oh no...".
Al ver que estaba a punto de caer, se asustó tanto que cerró los ojos.
Pero no cayó al suelo. La rescató un abrazo firme y cálido. En ese momento pudo reconocer un aroma.
Le era tan familiar.
Lexi rápidamente abrió los ojos y vio el encantador rostro de Jamie.
Su corazón dio un vuelco y sus mejillas se sonrojaron.
"Gracias, señor Barrett".
Jamie la miró y le dijo con su voz magnética: "Ya te lo he dicho, deberías agradecerme apropiadamente".
En ese caso, Lexi ya le debería el doble.
La chica estaba un poco avergonzada. Cada vez le debía más y más.
"Te lo compensaré otro día...", dijo.
"Por supuesto".
Jamie estaba de buen humor.
La chica estaba muy inquieta. No sabía cómo agradecerle.
Pero mientras, Jamie la sostenía en sus brazos.
Cuando apenas se estaba incorporando, desde lejos se comenzaron a escuchar voces que le resultaron conocidas.
"¿Oíste? Lexi es una novata. No esperaba que hiciera un diseño tan bueno. Literalmente, se hizo popular de la noche a la mañana".
"¿Será tan buena? Seguramente alguien le ayuda tras bambalinas".
"De seguro, se ve que su asistente es muy influyente...".
Dos mujeres venían platicando y acercándose hacia ellos.
Lexi se asomó rápidamente por encima del hombro de Jamie y las reconoció. Estaban en la misma reunión de hace un momento.
La chica se puso nerviosa pues estaban abrazados.
Si los veían juntos... dejarían de preguntarse quién la ayudó y dirían que Jamie era quien movía los hilos detrás de escena.
Sin pensarlo, Lexi enterró la cabeza en los brazos de Jamie.
Estaba a punto de liberarse, pero de un momento a otro, prefirió abrazarlo con fuerza. Jamie se puso ligeramente tenso, aunque una luz brilló en sus ojos.
La miró fijamente y le susurró en tono de broma.
"¿Qué pasa? ¿Te estás escondiendo de mí?".
Lexi instantáneamente se puso roja. "¿Por favor... podrías esconderme por un momento?".
Las dos mujeres vieron a la pareja.
Apretaron el paso y una dijo en voz baja: "Caminemos más rápido. No interrumpamos a los amantes".
Lexi y Jamie estaban teniendo un momento demasiado íntimo, sería mejor que se fueran de ahí.
Pero cuando Lexi escuchó esas palabras, sus orejas también se pusieron rojas.
Jamie la estaba abrazando y ella se sentía como un volcán a punto de explotar.
En cuanto escuchó los pasos alejándose, Lexi inmediatamente empujó a Jamie, "Lo siento...".
Pero antes de terminar la frase, escuchó la voz de otra mujer.
"Ronnie, ¡qué pena!". "De verdad fui a buscar un medicamento para Lexi, pero se me olvidó y la dejé en el baño".
Lexi se puso tensa de repente. Se volvió a enterrar en los brazos de Jamie.
Sin siquiera mirar, supo que Ronnie y la diseñadora que la había acompañado al baño se dirigían hacia ellos.
No lo podía creer. ¿Por qué había tanta gente en ese pasillo?
"Cállate. Si le pasó algo a Lexi, no te lo voy a perdonar", Ronnie le advirtió molesto.
Caminaba apresuradamente. Pero cuando vio a las dos personas abrazándose, se detuvo.
Entrecerró los ojos mientras los miraba, ambos le parecían bastante familiares.
La mujer le preguntó: "¿Por qué te detienes? ¿Qué le ves a esa pareja, los conoces?".
Lexi se puso nerviosa instantáneamente. ¿Ronnie la reconoció?
¿Cómo iba a explicar por qué Jamie la estaba abrazando?
¿Cayó en sus brazos y no se pudo levantarse de inmediato? Solo un tonto creería una mentira como esa.
Enterró su cabeza como una tortuga en los brazos de Jamie mientras se seguía atormentado.
El hombre seguía mirando a la chica con una sonrisa en los ojos.
Extendió la mano sosteniendo su cabeza.
"Ya que están sospechando de nosotros, démosles un espectáculo completo".
Mientras decía eso, sus delgados labios de repente se posaron sobre los de ella.
Los ojos de Lexi se abrieron como platos. Sentía que la mente le explotaba y que todo era un desastre.
Ronnie y su colega no estaban muy lejos. ¿Por qué Jamie la besaba justo en ese momento?
Si los descubrían, no encontraría las palabras para explicarlo claramente.
Lexi se sintió nerviosa y quiso separarse, pero los brazos de Jamie sostuvieron agresivamente su cintura, sin darle oportunidad de resistirse.
Estaban tan cerca que sentía como si se hubieran fusionado.
Sus labios se juntaron y el ambiente era íntimo y cálido.
Lexi se estaba mareando. Ahora su conciencia desapareció inmediatamente. Ahora, solo podía pensar en ese beso, suficiente razón para que su corazón se estremeciera.