Capítulo 32
1372palabras
2022-06-01 17:08
Lexi no supo qué decir cuando se volvióel centro de atención. Solo entonces se dio cuenta de lo que estaba pasando.
No era de extrañar que Jamie quisiera tenerla a su lado esta noche; quería usarla como escudo contra la atención de todas las mujeres.
"Señorita Brooks, encantado de conocerla. ¿Puedo tomar una copa con usted?".

Lexi tomó una copa con gracia e hizo girar el líquido en ella casualmente. El anillo que llevaba en el dedo era particularmente llamativo.
Todos miraron el dedo de Jamie inconscientemente y vieron que él también llevaba un anillo de hombre del mismo estilo.
Todas las mujeres que codiciaban a Jamie sintieron que se les rompía el corazón y ya nadie quiso acercarse a él, pues solo harían el ridículo.
Jamie miró a Lexi, quien acababa de declarar su soberanía frente a él, y su estado de ánimo mejoró notablemente.
Este sentimiento no era del todo malo.
Mason, por su parte, frunció el ceño.

No fue fácil lograr que Jamie aceptara venir, pero nunca esperó que él mostrara su afecto por Lexi en público.
Ahora que todas mujeres se enteraron de que no tenían esperanza de salir con Jamie, volverían a mirar a Mason.
"Jaja, me alegro por ti; ahora recibirás toda la atención. Deberías haber sabido que no sería tan fácil engañarlo", Jaden se burló de su desgracia.
Mason lo pateó con la pierna: "¡Fuera de aquí!".

Entre la multitud, Aliyah miró directamente a Lexi con una expresión de sorpresa en el rostro. En cuestión de segundos, una poderosa rabia creció dentro de su pecho.
Abriéndose paso entre la multitud, fue directamente hacia Lexi.
Señalándola con el dedo, alzó la voz: "¿Puedo hacerte una pregunta? ¿Estás haciendo algún tipo de negocio?".
Lexi se quedó estupefacta.
Le parecía demasiada coincidencia que Aliyah también se encontrara allí.
Entonces, recordó el evento del día anterior, cuando fingió ser la novia de Ronnie para ahuyentar a Aliyah. ¿Cómo aplicaría esta situación ahora?
Las palabras de la chica provocaron que la multitud se reuniera a su alrededor, curiosos por lo que estaba sucediendo.
Como Lexi se quedó callada por mucho tiempo, algunos de los invitados comenzaron a hacer sus propias conjeturas.
Una persona le preguntó a Aliyah: "Jovencita, ¿qué quiere decir con esto? ¿Conoce a la prometida del señor Barrett? ¿Por qué dijo que está involucrada en algún tipo de negocio?".
"¡Bueno, hay un negocio se llama Rent-A-Girlfriend, en el cual puedes alquilar una novia!".
Aliyah le lanzó a Lexi una mirada de desprecio.
Su acusación hizo que todos los invitados comenzaran a murmurar.
"¿Novia de alquiler? ¿De esas que solo cuestan 800 por día, y puedes llevarla a conocer a tu familia?".
"¿Está insinuando que esta joven se hace pasar por la prometida del señor Barrett?".
"Entonces ella es falsa...".
Al escuchar los rumores, el rostro de Jamie se enfrió.
Mirando a Aliyah, lanzó una advertencia con un tono mortal: "¿Sabes cuál es el precio que tendrás que pagar por decir esas tonterías?".
El cuerpo de la chica se tensó y una sensación de pánico la inundó en segundos.
El aura de ese hombre resultaba demasiado fuerte y opresiva, haciéndola querer salir corriendo de allí.
Sin embargo, no tardó en recuperar la confianza y, mirando a Lexi, volvió a enderezar su espalda.
Ella no había dicho nada malo, así que no necesitaba tener miedo.
"Señor Barrett, la razón por la que dije eso es que no quiero que te engañe. Ayer la vi junto a mi exnovio con mis propios ojos. ¡Ellos mismos admitieron que son pareja!".
"¡Si no es una novia de alquiler, entonces te está engañando!".
El rostro de Lexi se puso ligeramente pálido. Moría de ganas por cerrarle la boca a Aliyah.
No podía traicionar a Ronnie pero, con la situación actual, tampoco podía negar que era la prometida de Jamie.
'¿Qué debería hacer ahora?', pensó para sí misma.
Lexi estaba en un terrible dilema. Inconscientemente, apretó la mano de Jamie con más fuerza.
Al sentir lo nerviosa que estaba, Jamie bajó la cabeza y vio la expresión de inquietud en su rostro. Una luz tenue inmediatamente brilló en sus ojos.
Apretando sus delgados labios, preguntó en voz baja: "¿A qué hora los viste ayer?".
"Por la noche, a las 7:30, en un restaurante ubicado en la Quinta Avenida del Distrito Nuevo", Aliyah respondió con confianza.
Los invitados alrededor de Lexi la miraron inquisitivamente. La mayoría de ellos comenzaron a juzgarla como una mujer promiscua e infiel.
Ante esto, la cabeza de la chica comenzó a palpitar de dolor. No tenía nada que ver con ninguno de los dos hombres, y mucho menos al mismo tiempo.
¿Debería negarlo de inmediato?
Mientras pensaba qué hacer, escuchó el comentario sarcástico de Jamie.
"Oh, ¿anoche a las 7:30? Qué extraño, porque estaba cenando conmigo en mi casa".
Esa respuesta bastó para que las afirmaciones de Aliyah se convirtieran en mentiras.
La chica miró a Jamie con asombro, sin poder reaccionar durante varios segundos.
No podía entender por qué él seguiría defendiendo a Lexi a pesar de saber que ella lo había engañado.
Al ver que todos a su alrededor la miraban con desdén, Aliyah sintió un poco de vergüenza y dijo de mala gana:
"Señor Barrett, estoy diciendo la verdad. ¿Por qué mentiría al respecto?".
"Bueno, eres la primera persona que se atreve a acusarme a mí de mentiroso".
A pesar de que la voz del hombre era bastante plana, hizo que la atmósfera se tensara en un instante.
Todos los invitados se quedaron en silencio, sin que nadie se atreviera a hacer ni un solo ruido.
Podrían criticar a Lexi por ser infiel, pero no al poderoso CEO.
Él era el único heredero de la gran familia Mataque, los conocidos líderes en el ámbito de los negocios. Por lo tanto, era poderoso, decisivo y despiadado; además, estaba en la cima de la clase social y nadie se atrevería a cuestionarlo u oponerse a él.
En ese momento, Aliyah también se dio cuenta de que había dicho algo malo. Estaba tan asustada que su rostro se puso pálido e intentó explicar apresuradamente:
"Señor Barrett, eso no es lo que quise decir. Yo...".
Antes de que pudiera terminar su frase, Jamie hizo un gesto con la mano, como si estuviera molesto y no quisiera seguir escuchando su voz.
Con frialdad, ordenó: "Sáquenla de aquí".
Tan pronto como terminó sus palabras, varios guardaespaldas aparecieron de la nada en el salón de banquetes y sacaron a Aliyah como si fuera un pedazo de basura.
El rostro de la chica palideció de miedo. Sabía que cualquiera que fuera expulsado por Jamie también sería exiliado de la clase alta.
Aún no había logrado casarse con un hombre rico, por lo que no podía permitir que eso sucediera.
"Señor Barrett, cometí un error. Por favor, perdóneme esta vez".
Aliyah rogó piedad llena de miedo. Sin embargo, los guardaespaldas no se conmovieron y la sacaron a rastras de allí.
El ruido de sus gritos terminó por desaparecer, pero el banquete seguía envuelto por una atmósfera lúgubre.
Al principio, habían notado la hermosa apariencia de Jamie únicamente. No fue sino hasta ahora que se dieron cuenta de que este poderoso e influyente señor Barrett podría arruinar fácilmente el futuro de una persona si no le agradaba.
Nadie más se atrevió a seguir hablando de eso. Todos se dispersaron como si nada hubiera pasado.
En cuanto terminó el escándalo, Lexi lanzó un suspiro de alivio. Sin embargo, cuando volvió la cabeza, vio que Jamie la estaba mirando a los ojos con un indicio de peligro.
Ella sonrió rígidamente y lo tranquilizó: "Señor Barrett, por favor escucha mi explicación".
Él apretó los delgados labios y permaneció en silencio.
"En realidad, todo es un gran malentendido. Ayer, fui a comer con un amigo. Nos encontramos con Aliyah, que no dejaba de molestarlo, así que él mintió y afirmó que era su novia para que lo dejara en paz".
Lexi lo miró con inquietud. "No esperaba encontrarme con ella de nuevo aquí".
La situación estuvo a punto de convertirse en un escándalo.
"Veo que te gusta fingir ser la novia de alguien".
Jamie la miró fijamente, acercándose peligrosamente a ella.
Luego le preguntó: "¿Alguna vez pensaste en mí como tu prometido?".