Capítulo 38
966palabras
2022-05-17 17:14
Skye:
Como lo planeamos, Parker y yo estábamos paseando luego de haber cenado. Necesitábamos digerir todo lo que comimos, ya que ambos estábamos satisfechos. Sin embargo, se sentía genial. Desde que me dijo que me amaba, no podía dejar de sonreír, ¡me tomó desprevenida!, y me sentía la chica más feliz. Es todo lo que había querido durante mucho tiempo, y ahora era mío, en todos los sentidos. ¡Planeaba aferrarme a él con fuerza, y no permitir que nadie se interpusiera entre nosotros! ¡Ni siquiera esa perra psicópata de Heidi! Sin importar cuánto lo intentara.
La voz de Parker me sacó de mis pensamientos: "¿Estás bien, hermosa? Te noto muy callada."
"Hmm, estoy bien. Solo estaba pensando", le sonreí.
"¿Qué pensabas?", insistió levantando una ceja.
"Tú, nosotros, esta noche…" Le sonreí y luego besé su mejilla. "Solo pensaba en cosas buenas."
Parker me mostró una hermosa sonrisa también, y sentí que mi corazón empezaba a acelerarse. «¡M*ldito hombre, es tan hermoso!», pensé. Me soltó la mano para abrazarme por el hombro y acercarme más a su cuerpo.
"Espero que solo pienses en cosas buenas", dijo entre risas. Luego me besó la frente y añadió: "Si no, significaría que arruiné nuestra noche."
“La noche es perfecta, mi amor”, lo tranquilicé. Mientras caminábamos, me acerqué para darle un beso.
"Mmm, sí, lo es", murmuró mientras me besaba.
Dejamos de besarnos para no tropezarnos. La playa estaba muy oscura y si seguíamos sin mirar el camino, terminaría ocurriendo un accidente.
"Das los mejores besos", le susurré.
"Gracias, hermosa, pienso lo mismo de ti. Ahora tus labios me pertenecen", sonrió.
"Hmm, lo pensaré", bromeé.
"¿Disculpa? ¿Acaso quieres que te tire al océano?", fingió estar ofendido mientras hacía un puchero.
“Quiero verte intentarlo. Pero si fallas, tu castigo será no besar estos labios por un mes. La elección es tuya, querido”, me burlé.
“Bien, tú ganas. No te tiraré al océano”, resopló.
"Eso pensé", respondí con picardía.
"Tienes suerte de ser linda. Y de que te ame a pesar de que me salgas con esas ocurrencias."
Me presionó la cintura y se rio mientras hablaba. Como me dio cosquillas, grité y me retorcí por un momento, lo que lo hizo reír más fuerte.
"Sí, soy muy afortunada", sonreí. "Creo que deberíamos volver, y te mostraré lo afortunada que me siento", susurré con voz seductora.
"¿Y cómo planeas hacerlo?"
Dejé de caminar y le di un brusco beso. Luego, deslicé mi mano entre nosotros y rocé su entrepierna.
"Tiene que ver con este sector", ronroneé. Su respiración se aceleró de repente, dándome la respuesta que buscaba.
"Sí, volvamos en este mismo instante", gimió. "Si te parece bien, te haré el am*r durante las siguientes horas."
"Estoy más que conforme con ese plan."
Le di un rápido beso antes de volver. Estaba ansiosa por tenerlo, y estaba lista para una noche de pación, especialmente después habernos dicho que nos amábamos por primera vez. Me sentí agradecida porque Amy no dormiría en el apartamento esa noche, o de lo contrario, tendríamos que registrarnos en un hotel. Me encantaba que Parker viviera con nosotras, pero no podía esperar a que él tenga su propia casa, para no tener que preocuparnos por Amy. Por fortuna, eso no había pasado. Si sucediera, creo que la traumatizaríamos de por vida. ¡Ya ni siquiera podría mirarla a la cara! Así, cuando él tuviera su propio apartamento, el riesgo bajaría a cero.
Pero por una noche, aprovecharíamos nuestra soledad.
***
"¡Parker!", su nombre volvió a resonar en la habitación cuando mi cuerpo se vio sacudido por mi tercer org*smo de la noche.
"M*erda, ya casi llego, nena", gruñó mientras liberaba toda la tensión restante dentro mío.
Luego de satisfacernos mutuamente, ambos nos quedamos quietos.
"M*erda. Te amo tanto, Skye", exhaló. Sabía que la primera palabra solo intensificaba el significado de su frase.
"También te amo", jadeé.
Mientras recuperábamos el aliento, acaricié su espalda con mi dedo. Pasamos de hacer el am*r, a un ritmo más salvaje; pero fue genial. Nos quedamos así durante unos buenos diez minutos. Finalmente, me besó suavemente mientras salía de mi interior.
"Siento que todo lo que hacemos es perfecto. Desde lo más normal, hasta lo más complejo", afirmó mientras se volteaba para mirarme.
Yo sentía lo mismo: "Sí. Parece que somos la pareja perfecta, en todos los sentidos."
Me acerqué y me acurruqué contra él. Terminó de voltear su cuerpo para acunarme en sus brazos. Me relajé mientras y frotaba mi rostro contra su cuello.
"Me gusta cuando estamos juntos, así", susurró. "Es donde perteneces."
Levanté la cabeza, lo suficiente para mirarlo. Sonreí y acaricié su mejilla para luego responder: "No querría estar en otro lugar."
Me sentía segura y amada en sus brazos. ¿Qué más se le podía pedir a un chico? Mi relación con él era algo que nunca antes había experimentado. Era diferente en muchos sentidos.
“Yo tampoco, hermosa.”
Nos cubrió con las mantas, y me abrazó para luego jugar con mi cabello. Me estaba dando sueño y sabía que si me dormía así, a Parker no le importaría. No se movería a menos que tuviera que hacerlo. Era una de las miles de razones por la que era un gran hombre.
"¿Cariño, qué tal si nos damos un baño, y luego podemos seguir durmiendo?", preguntó.
“Solo si será un baño de burbujas”, me reí.
"Será lo que quieras."
Vacilante, me aparté de él para que pudiera ir a prepararnos el baño. Mientras, me quedé en la cama, esperando pacientemente a que él volviera y pudiéramos seguir abrazándonos hasta que se llenara la tina.
"Sale un baño, con burbujas", anunció entre risas.
"¡Sí!", respondí alegre.
Sacudió la cabeza y se rio. Se metió de nuevo en la cama y me acurruqué contra él, segura de que era la mejor forma de esperar.