Capítulo 36
1017palabras
2022-05-11 13:55
Skye:
Desde la última semana, en la que todo había salido a la luz, las cosas habían mejorado bastante. Me ponía feliz no haber perdido a ninguno, porque si eso pasaba, me destrozaría. ¡Y al día siguiente, los cuatro iríamos a nuestra primera cita doble de forma oficial! ¡Yo estaba emocionada! Ya que nunca pensé que llegaríamos a eso.
Incluso se lo habíamos dicho a nuestras familias y amigos. Si bien algunos estaban sorprendidos, todos parecían felices por nosotros. Lo único que quedaba era actualizar nuestros estados de relación en Facebook. Pero antes de hacer eso, queríamos decírselo a todos los demás porque eso era más importante.
Una parte mía no podía esperar a que Heidi viera que Parker estaba fuera de su alcance. Tenía la seguridad de que esa p*rra todavía no lo había olvidado. Solo que ahora, si ella lo buscaba, podría defender lo mío sin que Amy sospechara.
“Oye nena, ¿cómo quieres tus huevos?” preguntó Parker entrando al dormitorio, ya que desayunaría en la cama.
"Hmm, revueltos, por favor", respondí. "¿Estás seguro de que no necesitas ayuda?"
"Estoy seguro. Solo mantén ese s*xy trasero tuyo en la cama", bromeó guiñándome un ojo.
"Sí, señor", respondí riendo.
"Cariño, no me hables sucio a estas horas de la mañana", me pidió.
"¿Cuándo lo hice?"
“Sabes cómo me pongo cuando me llamas así.”
Tenía razón: Le encantaba cuando lo llamaba señor. Era una de las muchas cosas que lo encendían. Pero pensaba que no era algo extraño entre los hombres.
"Discúlpeme... señor", sonreí.
“¡Skye! Compórtate, si no quieres comer el desayuno quemado”, resopló.
"Lo siento, ya no te molestaré", me rendí levantando las manos.
"Después del desayuno, puedes decirme lo que quieras."
"Espero con ansias", declaré. Luego, Parker salió de la habitación sonriendo como un tonto.
Me reí de mí misma. Él no era un hombre inalcanzable, y eso me gustaba. Yo tampoco era una mujer inalcanzable para él. Me senté y me puse cómoda, lista para el desayuno. Tenía hambre y necesitaba un poco energía después de que Parker me dejara agotada, como todas las noches.
Él volvió, diez minutos después, con una bandeja en la mano. Me la entregó para poder sentarse en la cama. Había preparado tocino, huevos, salchichas y tostadas, y por supuesto, café. Todo se veía y olía delicioso.
"Esto se ve genial, gracias", sonreí para luego besarle la mejilla.
"No hay de qué, mi amor"
Apoyamos nuestro café en las mesitas de noche. Luego, sacamos los platos de comida y dejamos las bandejas a un costado.
“Creo que después del desayuno deberíamos abrir Facebook”, sugirió.
"Buena idea."
Luego de eso, empezamos a devorar el desayuno. El silencio reinó entre nosotros mientras comíamos. ¡Yo gemía de vez en cuando, porque todo sabía tan bien! Me encantaba cuando cocinaba, era muy bueno haciéndolo.
“Me alegro de que lo disfrutes”, se rio,
Asentí, demasiado ocupada con mi comida para responder. Me entristecí un poco cuando terminé, pero estaba muy satisfecha. Parker me quitó el plato y lo puso en la bandeja, junto con el suyo.
Me besó y luego sacamos nuestros teléfonos. En cuestión de minutos, también hicimos nuestra relación oficial Facebook. Me quitó el teléfono y lo colocó al lado de la cama junto con el suyo.
“Ahora, podemos portarnos mal”, dijo con picardía.
Se posicionó encima de mí y me besó antes de que tuviera la oportunidad de hablar. Claro, no objeté porque su plan sonaba divertido, y estaba segura de que estaríamos entretenidos durante las próximas horas. Después de todo, teníamos todo el día para hacer lo que nos plazca. No teníamos prisa por levantarnos de la cama, que era lo más divertido.
***
Pasado el medio día finalmente nos levantamos, nos duchamos y nos vestimos.
"¿Qué quieres hacer hoy?", preguntó.
"¿Qué te parece ir a tomar café y un paseo por el parque?", sugerí.
"Claro", aceptó.
Era un día hermoso. Fue una gran idea el aprovechar la tarde en lugar de quedarnos encerrados. Y mientras nos preparábamos para partir, el teléfono de Parker comenzó a sonar.
“No conozco este número”, dijo luego de mirar la pantalla. Esperó a que dejara de sonar, pero la persona insistía, así que contestó.
"¿Hola?"
Escuché la voz de una mujer al otro lado. Por su expresión, supe quién era: ¡Heidi! Parker activó el altavoz, para que pudiera escuchar también.
“¿Estás saliendo con Skye? ¿Qué demonios te pasa? ¡Sé que ella no es de tu tipo! ¡Podrías buscarte a alguien mejor! ¡Skye es demasiado joven para ti!”, balbuceó Heidi.
“Heidi, vete a la m*erda, ¿me escuchas? Y no hables así de Skye”, espetó Parker.
“¡Esa relación nunca durará! Eres mío y lo sabes.”
¡Suficiente! Ya no podía soportarlo y le arrebaté el teléfono a Parker.
“¡Escucha, loca acosadora, déjalo en paz! ¡Tú lo dejaste, nadie te obligó! Ahora, Parker y yo estamos juntos. No importa lo que digas, eso no cambiará", siseé. "¡Él ya no te quiere! Se merece algo mejor, y eso soy yo. Lo trataré como tú no lo hiciste. Ahora, aléjate de mi hombre.”
Ella iba a responderme, pero corté la llamada antes de que lo hiciera.
"¡P*rra estúpida!", gruñí y le devolví su teléfono. Intentó volver a llamar, pero él la rechazó y bloqueó el número.
"¿Estás bien?", preguntó mientras me abrazaba.
"Sí, estoy bien", sonreí.
No me importaba lo que ella pudiera pensar de nuestra relación. Sabía que yo merecía a Parker, y él a mí. Era mejor que ella en todos los sentidos.
“Gracias por apoyarme, dulzura.”
“Siempre lo haré”, le respondí para luego darle un suave beso.
Solo quería que ella lo dejara en paz. ¿Y seguramente dejaría de molestarlo, no? De todos modos, no me haría ilusiones. Si insistía, seguiría diciéndole sus verdades todas las veces necesarias.
“Eres increíble, Skye. No todas las mujeres soportarían su comportamiento de m*erda”, agradeció, mientras apoyaba su frente contra la mía.
“No dejaré que arruine nuestra relación.”
"Tampoco lo haré."
Nos dimos unos cuantos besos más antes de salir. No dejaría que esa mujer arruinara nuestro día. ¡Ella no valía la pena! ¡Me dispuse a disfrutar el día con MI HOMBRE!