Capítulo 35
957palabras
2022-05-11 11:47
Skye:
«¿A dónde fue Parker?», me pregunté al despertarme en la cama vacía. Agarré mi teléfono para revisarlo y vi un mensaje suyo: [Vuelvo pronto hermosa.]
No dijo a dónde había ido. Suspiré y me tapé la cabeza con las sábanas, no queriendo moverme. ¡Me sentía miserable! Amy no se había comunicado conmigo. ¡La había perdido! ¡Sabía que eso pasaría! Tendría que haber dejado Parker, o al menos haber guardado el secreto por más tiempo.  

Oí como la puerta principal se abría y supuse que era él.
"Skye, nena, traje el desayuno. ¿Puedes venir?", me llamó. 
"¡No! Me quedaré en la cama", respondí.
"Skye, trae tu trasero aquí en este mismo instante", escuché que me volvían a llamar. Sin embargo, no era Parker. 
¡Era Amy! ¿Amy había llegado también? ¿Es ahí donde fue Parker, a ver a su hermana? Salté de la cama y corrí.
"¡Amy, lo siento tanto! Debería haberte dicho. Por favor, ¡perdóname!", solté.

Lo siguiente que hizo me tomó desprevenida: Se acercó a mí y me abrazó con fuerza. Entonces, me aferré a ella y lloré.
"Está bien, Skye, por favor no llores. Lamento haberme enojado tanto. No sabía que lo de ustedes era serio."
Me estaba pidiendo disculpas. ¿Por qué lo hacía? No había hecho nada malo. 
“No tienes por qué disculparte. Estabas en todo tu derecho a enojarte”, le interrumpí. Luego pregunté: “¿No me odias?”

"Nunca podría odiarte, Skye. No estaba enojada porque están juntos, sino porque me mintieron", se sinceró mientras se secaban las lágrimas. 
"Deberíamos habértelo dicho. Tenía que preguntártelo incluso antes de estar con él", me disculpé. 
"Sí. Deberías haberlo hecho. Pero ahora, sentémonos a desayunar y hablemos un poco más", dijo. Luego sonrió y añadió: "Pero ya no llores, ¿si?"
Me reí también y asentí. Los tres nos sentamos y Parker nos sirvió el desayuno. Empecé con el café; tomé un sorbo y solté un suspiro de alivio. Estaba delicioso.
"Parker me dijo lo seria que es su relación. ¿Sientes lo mismo que él?" 
Pensé que sería extraño decirle a mi mejor amiga lo que sentía por su hermano. Pero entendía su cuestionamiento. Ella solo quería protegernos. 
"Sí. Estoy loca por Parker y me ha gustado durante muchos años. En realidad, me gusta desde que éramos niños", confesé. "Nunca imaginé que terminaríamos juntos. Pero sí, te aseguro que nuestros sentimientos son mutuos. Solo quiero lo mejor para él, y no sé que haría sin su apoyo." 
Pude sentir cómo mis mejillas se calentaban mientras decía esas palabras, porque Parker también estaba presente. Debajo de la mesa, agarró mi mano, entrelazando nuestros dedos.
Entonces, Amy respondió: "Te diré, lo mismo que le dije a Parker. No me interpongo en su relación. Pero necesito un tiempo para asimilarlo. Al menos ahora entiendo por qué ambos estaban tan felices recientemente", agregó riendo.
"Sé que necesitas tiempo para asimilarlo, y lo entiendo", acepté. 
"Y una cosa más: Espero que esto funcione, pero si no es así, no me quedaré en el medio. No tomaré lado porque los amo a ambos, y son importantes para mí."
"Nunca te haríamos elegir un lado, hermana. Además, no planeamos que esto se acabe", aseguró Parker. Me dio un apretón en la mano cuando dijo la última frase. 
“Claro, nunca te haríamos eso”, le dije. “Y pienso lo mismo, Parker está atrapado en mis garras ahora, hasta que decida lo contrario”, bromeé. 
Estaba feliz de que Amy lo aceptara. Tomaría un poco de tiempo que todos nos acostumbramos, porque al principio me sentiría incómoda haciendo cosas de pareja frente a mi amiga. Pero sé que con el tiempo, sería normal. 
"¡Sin embargo, necesitamos algunas reglas! Por ejemplo, no quiero que se besen frente a mí. Eso sería asqueroso. Y cuando se trata de s*xo, asegúrate de que no esté en casa, o al menos no hagan ruido", exigió. 
“Podemos obedecer esas reglas”, acaté, y Parker asintió también. 
"Está bien, ahora que está resuelto, vamos a comer", propuso sonriendo.
Sentí que me había quitado un peso de encima, sabiendo que no había perdido a Amy y que ella estaba de acuerdo con nuestra relación. Mientras comíamos, un cómodo silencio llenó la cocina. 
"Entonces, ¿ahora todos sabrán que están juntos?", preguntó.
"Sí. Ya no quiero ocultar nuestra relación. Quiero que todos vean a mi chica", sonrió Parker.
"Aww, eso es dulce", se burló Amy. A mí también me tomaría un tiempo acostumbrarme a la vida de pareja. Bueno, ya llevábamos bastante juntos, pero me refería a hacerlo sin tener que escondernos.
De todos modos, pensaba que todo cambiaría para mejor. Y ahora podía decir con confianza: «Heidi, ¡no te acerques!» Esa p*rra necesitaba saber que Parker era mi hombre ahora. Que ya no era suyo, y nunca volvería a serlo. 
"Me emociona lo que nos depara el futuro", sonreí.
"¡A mí también!", respondió Parker, dándome un rápido beso que fue suficiente para que mi corazón latiera con fuerza.
"¿Cómo es que nunca me percaté que te gustaba Parker?", se rio Amy.  
"Era buena escondiéndolo, y nunca se lo dije a nadie", expliqué entre risas. 
"Yo lo sabía", intervino Parker.
"No, no lo sabías", negué. 
"Excepto que sí lo sabía", insistió guiñándome. 
Rodé los ojos y me reí de nuevo. Parker me sonrió y yo apoyé la cabeza en sus hombros. Me abrazó y me besó la frente mientras yo lo miraba con una sonrisa. 
"Te dije que todo estaría bien, hermosa", repitió, acariciando mi cabello.
“Tengo que admitir que son bastante adorables”, aprobó Amy.
“Acostúmbrate porque cuando estoy con Skye soy muy cursi.”
Amy puso los ojos en blanco mientras sonreía, indicando que estaba bromeando. Me alegré de que todo saliera a la luz, y que no perdiera a ninguno. ¡No pensé que sería capaz de tener a ambos!