Capítulo 34
1239palabras
2021-12-13 14:15
Echando un vistazo rápido hacia arriba, Jacobo se quedó sin aliento al ver una figura translúcida flotando en el techo. Obviamente, se trataba del fantasma de una persona que acababa de morir y por alguna razón no quería irse. Entonces, se inclinó y preguntó con una sonrisa: “Pequeña, ¿qué estás mirando?".
La niña estaba atónita, y un rastro de confusión brilló en sus ojos cuando miró a Jacobo y, señalando hacia el techo, respondió: "¿Qué hace ese señor flotando allá arriba?".
"¿Señor? Yo no veo a ningún señor. Creo que tal vez estás viendo mal”, Megan miró hacia arriba con extrañeza, pero no vio nada. Sin embargo, por alguna razón, sintió un escalofrío en este lugar.

Gracias a su herencia espiritual, Jacobo podía ver el alma que su novia no lograba ver a simple vista.
Sorprendido, él de inmediato confirmó que esta pequeña niña había nacido con una visión sobrenatural, la cual hacía que pudiera percibir cosas que la gente común no veía.
De hecho, la mayoría de los niños podían ver cosas que la gente común no, pero cuando llegaban a los tres o cuatro años y adquirían la capacidad de guardar recuerdos, perdían su habilidad sobrenatural. Pero esta niña ya tenía siete u ocho años, y el hecho de que siguiera siendo capaz de ver este tipo de cosas demostraba que era diferente a los demás. Tenía un par de ojos que podían ver el Ying y el Yang.
Si bien la mayoría de los fantasmas no lastimaban a las personas, había algunos que permanecían en el estado en que murieron, lo que podría resultar traumático para la niña. Además, los adultos nunca le creerían y esto eventualmente podría llevarla a parecer autista.
Jacobo Ye intentó tranquilizarla: "Ese señor no pudo encontrar el camino a casa. Pero no te preocupes, yo lo guiaré". Luego se puso de pie con una mirada fría y, en un segundo, canalizó sus pensamientos espirituales. Usando una voz que la gente común no podía oír, exclamó: "Alma amiga, estás muerta. ¿Por qué no estás entrando en el ciclo de reencarnación?".
La figura translúcida se sorprendió e inmediatamente respondió: "Quiero ir, pero no sé cómo. Maestro, por favor ayúdeme".

En ese momento era la tarde, por lo que al fantasma le resultaba imposible encontrar el camino de la reencarnación. Ante esto, Jacobo sacó una moneda y la lanzó hacia arriba, provocando que emitiera un suave resplandor en el aire y absorbiera al fantasma.
La niña lo miró con curiosidad y dijo: "¿Adónde se ha ido el señor ahora? ¿Hiciste magia con él?”.
Jacobo sonrió: "Él se ha ido a casa. No te preocupes, no volverá a perderse en el futuro. Ahora dime, ¿dónde está tu madre?".
La niña negó con la cabeza y miró a Jacobo llena de curiosidad. "Puedo ver a mucha gente como él. ¿Están todos perdidos? ¿Puedes ayudarlos a encontrar el camino a casa?".

Él no supo qué decir, pues no hallaba la forma de explicarle todo esto a la niña. Entonces, una joven mujer se acercó corriendo y abrazó a la pequeña mientras exclamaba con ansiedad: "Lily, ¿a dónde fuiste? Estuve buscándote por todas partes. ¡Estaba muerta de miedo!”.
La niña señaló a Jacobo Ye y dijo: "Estaba viendo a este chico ayudando a un señor perdido a irse a casa".
"¿Un señor perdido? ¿Dónde está?", la mujer miró a su alrededor pero solo podía ver a Jacobo, y luego dijo sorprendida: "Lily, por fin hablaste…”.
Luego de pensarlo por un momento, Jacobo comentó: “Ella rara vez habla, ¿cierto?”.
La joven se quedó paralizada y admitió con tristeza: "Sí, no le gusta hablar con los demás; solo lo hace consigo misma. La llevamos a analizar con un médico y él dijo que tenía tendencias autistas. Desde entonces, hemos visto a varios especialistas pero ninguno ha logrado ayudarla".
La mujer estaba realmente feliz de que su hija por fin volviera a hablar el día de hoy. Aunque ella se sintiera en confianza con su familia, no solía hablar mucho y, cuando se encontraba con desconocidos ni siquiera pronunciaba una palabra. Entonces, la joven miró a Jacobo con desconfianza. Temiendo que pudiera tratarse de un traficante de personas en busca de presas.
Sintiendo sus temores, Jacobo le dijo: “Es urgente que atiendan su condición. Si confías en mí, te daré un remedio alternativo".
"¿En serio? ¿Qué debo hacer?”, la chica se sorprendió y preguntó dubitativa.
Jacobo respondió: "Encuentra un perro negro, toma un poco de su sangre y salpícala en la frente de tu pequeña. Ella estará bien después de una buena noche de sueño, pero recuerda que no debes dejarla ir a lugares como ruinas ancestrales o cementerios. Si te aseguras de eso, no volverá a tener problemas de este tipo en el futuro".
La mujer suspiró, sin creer en sus palabras. ¿La sangre de un perro negro? La simple idea la asustó, por lo que tomó a su hija entre sus brazos y salió corriendo. Al mirar esto, Jacobo se dio cuenta de que su bondad había sido tomada nuevamente como malicia, y negó con la cabeza impotente.
"¿Qué pasó? Esa niña parecía algo extraña", comentó Megan.
"Tiene autismo, por eso es así", dijo Jacobo.
"Ah, ¿autismo? Qué mala suerte; es encantadora, así que espero que pueda mejorar pronto", dijo ella con pesar.
"Si tan solo su madre me escuchara, así sería”.
"¿Pero por qué necesitas la sangre de un perro negro para curar el autismo? ¿Y para qué usaste esa moneda hace un momento?”.
"Verás, es un remedio alternativo. En cuanto a la moneda, es solo un truco psicológico", explicó él con calma.
"Estás mintiendo. ¿Por qué siento que estás actuando como todo un estafador?".
Mientras hablaban, caminaron por el segundo piso del centro comercial, el cual era muy grande y vendía todo tipo de productos. Una vez que bajaron de la escalera mecánica, apareció una tienda Chanel frente a ellos.
Generalmente, las chicas solían estar interesadas en este tipo de cosas, por lo que los ojos de Megan se abrieron con interés ante los exquisitos artículos de lujo de la tienda. Al ver esto, Jacobo sonrió y la llevó al frente de la tienda. Señalando una botella de perfume Chanel No. 5 en el mostrador, preguntó: “¿Qué te parece este?”.
Al ver su exquisito empaque, los ojos de Megan se iluminaron y asintió con entusiasmo.
Ante esto, la vendedora comentó: "Ustedes dos tienen muy buen gusto. Este perfume viene en una botella de oro de edición limitada, y es muy adecuado para señoritas gracias a su aroma fresco y natural".
Al darse cuenta de que Megan lo estaba mirando, Jacobo inmediatamente sonrió y dijo: "Está bien, me lo llevaré".
"Oh, pero es muy caro”, dijo la chica al ver la etiqueta con el precio. Ese frasco tan pequeño costaba 8,888 yuanes y ella no estaba acostumbrada a usar ese tipo de artículos de lujo.
"Señorita, esta botella de perfume la importan de Italia, y es de edición limitada. Puedo asegurarle que vale lo que cuesta”, respondió la vendedora amablemente.
"No es cara, está bien. ¿Me la podría envolver?”, dijo Jacobo.
"Si te parece caro, entonces no sé qué haces aquí. Puedes conseguir una imitación barata en el mercado nocturno; te aconsejaría que mejor vayas allí”, se escuchó una voz desdeñosa a sus espalda.
Al darse la vuelta, Jacobo y Megan se encontraron con un hombre gordo que caminaba hacia ellos con una mujer coqueta tomándolo del brazo.