Capítulo 33
1393palabras
2021-12-13 14:15
Las palabras de Jacobo provocaron una sensación terrible en su corazón. ¿En verdad había sido esa pintura la que provocó que se enfermara y que su hijo tuviera mala fortuna?
De igual manera, Rachel sintió un escalofría recorriendo su espalda y dijo con miedo: "Oh, querido, ¿y si mejor nos deshacemos de esa pintura?”.
A pesar de lo atónito que estaba Kevin Lin, era muy terco, por lo que alzó la cabeza diciendo: "¡Pero yo soy un hombre justo y no tengo nada que temer!".

"¿Tal vez tengas alguna idea mejor, Jacobo?”, preguntó Carlos Lin.
A pesar de que había dicho que no creía en estas cosas, Kevin no dejaba de creer en Jacobo, cuyas palabras le hicieron sentir un miedo inexplicable.
Jacobo respondió: "De hecho, sí hay una manera más simple; no es necesario que se deshaga de esa pintura si le gusta tanto".
"¡Hay que romperla! Si Jacobo dijo que está llena de resentimiento solo nos traerá mala suerte”, exclamó Rachel. Pero su marido hizo un gesto con la mano para indicarle que guardara silencio: “Escuchemos lo que Jacobo tiene que decir”.
Entonces, el chico continuó: "Pueden usar el aroma de la tinta moderna para escribir algunos caracteres sobre la pintura que logren suprimir los sentimientos negativos".
Kevin Lin preguntó: "¿Qué quieres decir?".

"Este es un objeto muy antiguo que lleva años acumulando un aura terrible, pero solo un par de palabras escritas con tinta harán que esta desaparezca".
El empresario sonrió con alegría: “¡Eso es muy fácil! Querida, tráeme un poco de tinta de mi estudio".
Rachel Shen asintió y se levantó para buscar el pincel y la tinta mientras Kevin preguntaba de nuevo: "Si esta pintura es tan maligna, ¿por qué solo nos afectó a Carlos y a mí mientras que mi esposa está sana y sin problemas?”.
Jacobo respondió: "Esto podría deberse al momento en que nació su esposa. Si no me equivoco, fue al mediodía, que es el momento en que la energía yang florece y, por lo tanto, este tipo de cosas no le afectan”.

En ese momento, Rachel Shen se acercó con una pluma y tinta mientras decía: "Jacobo tiene razón; nací al mediodía".
El chico continuó: "Sin embargo, el señor Lin y Carlos son diferentes, pues nacieron después de la medianoche. A esas horas, la energía yang no es fuerte y la energía yin está aumentando. Por eso fue que el aura de la pintura les afectó tanto".
Al escuchar las palabras de Jacobo, Kevin Lin se emocionó: "Estoy convencido de que sabes mucho sobre el tema. Sí, Carlos y yo nacimos temprano por la mañana".
Antes de terminar sus palabras, lanzó un grito de dolor y se llevó las manos a la cabeza mientras empezaba a sudar. Evidentemente, estaba teniendo un ataque de migraña. De inmediato, Carlos y Jacobo lo ayudaron para que pudiera llegar hasta el sofá. El hombre se veía pálido y empezó a sudar frío. Si no tomaba las pastillas para dormir, su migraña duraría una o dos horas.
Jacobo dejó apresuradamente el cuadro sobre la mesa y sacó una moneda brillante de su bolsillo con la mano derecha. Los párpados de Carlos comenzaron a temblar cuando se dio cuenta de que su amigo no era una persona común y recordó que esa era la moneda que había obtenido en la subasta. Él le había dicho que se trataba de una herramienta mágica.
Entonces, el chico puso la moneda de manera vertical sobre la pintura y luego la lanzó suavemente con la mano derecha, haciendo que esta girara rápidamente. Sin embargo, para sorpresa de todos, la moneda dio la vuelta alrededor del cuadro y finalmente quedó plana en medio de la imagen. Con esto, absorbió el aura de maldad que solo Jacobo podía ver y el chico la retiró complacido. Luego de esto, tomó un pincel, lo mojó en tinta y comenzó a escribir.
Los grandes trazos, que deletreaban "Melodía de la luna y rugido del viento" estuvieron listos en segundos y el estilo de escritura de Jacobo era el de un gran maestro y describían a la perfección la imagen en la pintura.
Tan pronto como las palabras estuvieron escritas, Kevin Lin se levantó del sofá con un rostro que parecía haber vuelto a la normalidad. Como por arte de magia, el dolor de cabeza se había ido y parecía estar pensando con más claridad que nunca.
"¡Además de tus excelentes habilidades médicas, tienes buena caligrafía! ¡Es muy impresionante!”, el hombre se levantó del sofá para tomar la pintura, maravillado ante el talento de Jacobo.
"Oh señor, es un gran cumplido”, respondió el chico modestamente.
Kevin estaba de excelente humor. Él siempre había amado el arte de la caligrafía y la pintura, y estaba bastante orgulloso de sus propias creaciones. Sin embargo, la destreza con que Jacobo había hecho esa caligrafía lo hizo sentir avergonzado. A pesar de lo joven que era, su talento era mucho más grande que el de él y esto le sorprendió.
Jacobo había heredado el talento artístico junto con la experiencia médica de sus antepasados. Ahora, el aura de maldad que había percibido en la frente de Carlos Lin también había desaparecido, haciendo que el chico se sintiera renovado y admirara a Jacobo aún más.
Luego de quedarse por un tiempo más en casa de la familia Lian, Jacobo finalmente se despidió.
Antes de irse, recibió innumerables agradecimientos de Rachel y Kevin, quien incluso le dio su tarjeta personal con un número de teléfono personal por si algún día necesitaba algo.
Cabía señalar que Kevin Lin era uno de los magnates empresariales más grandes de Oakdale y, tanto su origen como su identidad eran algo extraordinario. El hecho de que Jacobo tuviera una tarjeta de presentación suya significaba que ahora eran muy cercanos.
Una vez que el chico se fue de la casa, el empresario comenzó a cuestionar a su hijo sobre la identidad de su amigo. Carlos no ocultó nada e inmediatamente le contó cómo conoció a Jacobo Ye, mostrándole el amuleto Guanyin que lo protegió de la muerte. Ante esto, el rostro de Kevin se llenó de dudas. Nunca antes había creído en el Fengshui, pero debía admitir que Jacobo lo había sorprendido mucho el día de hoy. A pesar de que la historia del chico resultaba misteriosa y complicada, su esposa y él finalmente pudieron entender el origen del mal que los acechaba. Sin embargo, compartían la idea de Carlos, y sabían que a la mayoría de los grandes maestros no les gustaba ser expuestos y preferían mantener un perfil bajo.
Después de todos los eventos del día, Jacobo condujo directamente de regreso a su villa. A pesar de que la mayoría de los electrodomésticos y muebles ya habían sido instalados, faltaban algunas cosas. Andrew Zhao le había ofrecido contratar algunos sirvientes para él, pero prefirió rechazar esta propuesta y fue hasta un centro comercial para comprar artículos de primera necesidad.
Tan pronto como salió, recibió una llamada de Megan Lan.
"¿Terminaste con tu trabajo?", preguntó ella en un tono suave.
"Sí. Ahora estoy comprando algunos alimentos. ¿Necesitas algo?”.
"Nada. Solo te extrañé”, respondió la chica con timidez.
"Espera, te pasaré a buscar ahora mismo...", dijo él antes de colgar el teléfono.
Cuando llegó al dormitorio de Megan, descubrió que ella ya estaba esperando abajo y sus ojos se iluminaron al verla. Ella se había vestido especialmente bonita el día de hoy, con un vestido azul claro y su largo cabello negro colgaba suelto sobre los hombros, el cual la hacía lucir dulce y hermosa. El día anterior, ella se veía elegante y graciosa, pero su apariencia de hoy era adorable. Este era un tipo diferente de encanto, el cual hizo que Jacobo quedara aturdido.
"¿Por qué me miras así?", la chica se sintió tímida.
"Solo estoy disfrutando de la vista", respondió él riendo.
Después de llegar a un centro comercial, ambos tomaron el ascensor para subir al segundo piso. En cuanto llegaron ahí, se encontraron con una niña de siete u ocho años parada frente a ellos.
La pequeña era extremadamente adorable. Su piel era tierna y su rostro tan hermoso como una muñeca de porcelana. Sin embargo, sus ojos estaban ligeramente vacíos, lo cual resultaba incompatible con su hermosa imagen. Ella sostenía una muñeca en su mano derecha y miraba al techo con una expresión de curiosidad y sorpresa.