Prefacio. Siempre fui el tipo de chica curiosa,siempre sentí la necesidad de descubrir qué sucedía,siempre me sentí atraída por cualquier peligroso misterio.Por eso las cosas pasan,lo que me atrajo a esta misteriosa cueva,caminaba como si fuera un demonio pero al mismo tiempo se sentía una sensación de millones de sombras detrás de ese demonio,una sombra a punto de fundirse con la oscuridad ese espectro tenía un nombre Hunter Morrison,cuidado,nadie se puede confundir con este chico,Hunter y yo éramos vecinos,vivíamos a dos casas de un pequeño vecindario en los Estados Unidos mi interés por él desde el primer día que lo vi fue completamente instantáneo.Simplemente lo vi y algo en mí estalló en curiosidad. Solía decir que se parecía a mí excepción de algo,nuestras piernas no son iguales,yo tengo el cabello tan largo que me llega por la parte baja de la espalda y mi cuerpo delgado;y él tenía el cabello negro era tan pálido y ojeroso que lucía como si padeciera de anemia,o una enfermedad terminal. Hunter no lucía tan sano,es increíble no un poco sano.Desde niño este chico se asemejaba a los niños enfermos,se veía débil y triste,inspiraba melancolía,desánimo y cansancio.Era un niño completamente diferente de los otros,necesitaba saber porque era una peculiar y porque no podíamos compartir las mismas actividades.Me refiero a que mientras yo salía a vivir mi infancia el ni siquiera salía al balcón de su casa. Íbamos a la misma escuela él no hablaba con nadie.Era silencioso,callado,se reservaba y era muy rígido,como si fuera un adulto al que obligaban a cursar primaria. No iba a la pista de patinaje no iba al parque ni a ningún otro lugar. Rechazaba cualquier cosa que fuera proveniente de otra persona. Se le hacia fácil desaparecer. Por tanto mi curiosidad desde niña me exigía darle una respuesta a la diferencia de Hunter. Un día toque su puerta varias veces esperando encontrar un compa de travesuras y quizás algo que me aclarara,apelaba a la excusa de que no habían otras niñas en el vecindario. Pero mis visitas nunca tenían un buen resultado. —Buenas tardes señor padre de Hunter ¿Puedo jugar con Hunter? tengo un Skate nuevo y quiero compartirlo—habia dicho una pequeña versión de mí frente a la puerta de su casa. Su padre era un hombre completamente normal si se le comparaba con él.Siempre sonreía con dulzura cada vez que me presentaba. —Oh,nena,sería increíble,pero Hunter está enfermo como para salir.Lo siento. La excusa—la magnífica excusa—era que siempre estaba enfermo de anemia,una muy extraña siempre me pregunté por qué no se curaba. Una vez mi padre me dijo que eso podía explicar porque Hunter era distinto físicamente y por qué no salía tanto de su casa,pero eso no respondía las millones de preguntas que me pasaban por la cabeza. En el fondo sabía que podía ser cierto. Tenía la fiel creencia de que Hunter no estaba enfermo. Sentía que esa no era la verdad,no sentía que estuviera enfermo,sabía que no era así. Percibía su aire raro,era distinto a los otros aires de otros niños,era de ese tipo de aire que te atrae. Pero con una gran lista,más larga que la de santa,de intentos fallidos ninguna explicación y nada me aseguraban lo contrario,mis teorías era solo eso,teorías Además a nadie le importaban. No obstante eso acabo con mi curiosidad.Cuando cumplí los trece años y mis inocentes intereses de jugar con él desaparecieron,deje de creer el cuento de anemia,ya eso no se lo creía ni Dios mismo en persona,me arriesgue a investigar y estudiar su entorno. ¿Después de tanta investigación que había conseguido? ¿Les soy sincera? Nada. El nunca salía de su casa,nunca sucedía algo extraño que diera sospechas nunca se observaba nada.Aparentemente,todo era normal.Salidas normales regresos normales y sonidos normales.No había nada alarmante y nada que confirmara mis teorías El tiempo fue pasando,célebre varios de mis cumpleaños,hice amigos,maduré físicamente me relaciones con el mundo,pero ¿Y Hunter? continúo enfermo—interpretenló entre comillas porque yo nunca me creí ese cuento de qué siempre estuviera enfermo—solamente su "enfermedad" le permitía ir a clases. Fuimos a la misma y única escuela primaria de Riverdale,y luego entramos al mismo y único instituto de Riverdale pero las circunstancias seguían siendo iguales.Él no hablaba con nadie,hacia sus tareas solo,se sentaba en el fondo del salón,el rechazo hacia todos salía de sus poros,comía en una mesa aparte,pasaba como si no existiera porque nunca nadie le prestó atención—para todos menos para mí—apenas tocaba la campana,él se desaparecía. Para cuándo me di cuenta los años que se habían consumido,yo tenía diecisiete años y Hunter un año más que yo. Y había dado un cambio radical es decir,la pubertad lo había golpeado de una forma sobrenatural. Su cabello era espeso,lacio,y oscuro,siempre estaba despeinado,como si un cepillo fuera un objeto que él no usará.Habían aparentemente rastros de ejercicio en su cuerpo,aunque su torso y músculos no estaban marcados como los del equipo de fútbol del instituto.Las pecas que tenía en su pálido rostro, habían desaparecido.Su mirada ya no expresaba tanto cansancio,sino que se había tornando sombría de esas miradas que te dan escalofríos,era algo cauteloso,era uno de esos chicos como si se viera a punto de hacer algo malo. En resumen,Hunter ya no era un niño anémico y A-social separado del resto del mundo.Ya era un hombre. Pero todavía era un misterio jamás miraba quién pasaba a su lado,como si no existiera nadie más en el mundo.Al parecer le funcionaba bastante bien para alejar a todos,nadie nunca fue lo suficientemente insistente o interesado para intentar establecer una comunicación con él,aunque es difícil intentar hablar con alguien cuando su mirada expresa «No te me acerques o te mataré»> De modo que,con decepción y desilusión y ante ninguna posibilidad de entrar en su extraña burbuja,el peligroso misterio llamado Hunter había pasado a un tercer plano para mí. Y fue un misterio que había dejado intentar de resolver...pero todo fue así hasta ese día.

Caí tan redondo que perdí la particularidad de mi personaje. Una chica sensata y de pocas palabras que prefería hacer su trabajo y evitar el mínimo contacto. Algo que lo hice mío por mucho tiempo. Mi muro, esa gran pared imaginaria que no dejaba que nadie ajeno a mí, entrara. Aunque debo ser sincera no era feliz, solo tenía la idea de una felicidad, a causa de creí que no la merecía. Él lo hizo todo. Sus lanzamientos de quarterback eran siempre certeros. Porque sus pequeños detalles de ternura. Formatearon mi mente y mis sentimientos dándome la mentecata idea de que lo merecía. Y me la creí. Merecía ser amada y amar. Lo hice. Deje que mi personaje se derrumbara. Y mi arriesgue amar, a sentir, a vivir, me deje guiar por él, acepte todo hasta lo más ridículo y por primera vez me divertí. El rebaso todos los estándares de los chicos de lo que había escuchado. Hasta el punto de usarlo como escudo y mi salvavidas. Porque de cierta manera lo valía.

Yo era una chica de pueblo atrapada en una situación desesperada... ¡hasta que tres ladrones de bancos me tomaron como rehén! Cierto, siempre había soñado con escapar de aquel lugar, pero no así. Entonces descubrí sus reglas. ¡Estos tipos tenían más reglas que una clase de gramática! Pero a diferencia de la clase de gramática, sus reglas eran atractivas. Y pervertidas. Y súper emocionantes de memorizar. Excepto que se supone que nunca debo preguntar sus verdaderos nombres. O de dónde son, o por qué llevan esta vida. Y nunca, nunca podemos pensar en el mañana. Un secreto: empiezo a sospechar que mis forajidos duros como uñas podrían tener un corazón tierno como un roble. Y cada noche me voy a dormir deseando que esto no tuviera que terminar.

Scarlett se casó con su único amor, Eduardo, y ahí empezó su pesadilla. Después de que se casaron, solo se acostó con ella pero nunca le dio amor. El día que dio a luz a su hijo, perdió la custodia de su propio hijo y se le otorgó un acuerdo de divorcio. A partir de ese momento, finalmente se dio cuenta de que solo era su herramienta para cargar al bebé. Ante el horrible hecho de que siendo abandonada y utilizada por él, decidió dejarlo. Se esforzó por olvidar todo y comenzar una nueva vida. Desarrolló una relación con otro hombre y decidió casarse con ese hombre. Pero el día antes de su boda, supo la verdad de que Eduardo nunca trató de lastimarla, sino que secretamente estaba ayudando a su vida. Es más, él se acercó a ella y le dijo que la había amado durante mucho tiempo...

Me enamoré de un caballero soltero llamado Damien. Era alto, guapo, atractivo y rico. Perfeccionó excelente en todos los aspectos, excepto que no me amaba. ¿Pero a quién le importaba? Si un soltero tan elegible pudiera ser mi esposo, ¡podría hacer cualquier cosa! Y realmente lo logré. Lo drogué y me acosté con él. Damien era ahora mi marido. Hice lo mejor que pude para ser una buena esposa. Pero no esperaba que encontrara mi artimaña. Me odiaba. Nunca me trató como a su esposa. Se metió con otras mujeres, incluso con su hermana. Sabiendo que mi hermana concibió al bebé de mi esposo, primero pensé si estaba equivocada al comienzo de mi matrimonio. Estaba cansado. Solicité el divorcio. Pero, ¿por qué Damien se negó?

"¿Por qué te casas conmigo, Layla Boyer? ¿Por dinero? ¿O fama?" "Quiero una familia, sólo mi marido y yo, y tal vez nuestros bebés en el futuro. Mi propia familia". Camron, un heredero abandonado de la familia Walsh. Su rostro fue desfigurado en un incendio, su pierna lisiada. Todo el mundo le tenía miedo. Pensaban en él como un demonio, difundiendo rumores de que había matado a varios sirvientes. Layla Boyer, una hija ilegítima, fue obligada a casarse con Camron como novia sustituta. Ella oyó esas historias sobre él. Como su tío necesitaba su ayuda, aceptó su destino, cavilando cuándo acabaría su miserable vida. Pero la primera noche de bodas, Layla vio a Camron. No era el hombre de las historias inventadas...

Eleanora había estado saliendo con su novio Princeton durante siete años, pero él la engañó. Eleanora estaba desconsolada; Por primera vez estaba sola, borracha. Luego conoció a Winston Palmer, un pez gordo. Nunca había visto a un hombre con un rostro tan perfecto. Winston pensó que lo estaba seduciendo. Mientras la besaba, Eleanora le preguntó si se casaría con ella. Winston se rió de su pregunta y le dio una respuesta ambigua. Eleanora lo confundió y, una vez que estuvo sobria, trató de encontrar a Winston y casarse con él. Hasta que descubrió que Winston era un hombre con el que no podía permitirse el lujo de meterse...

Cassidy, rechazada por su compañero, el futuro alfa de la manada, afirmando que necesita una pareja fuerte, y esa persona es su hermana. Para empeorar la situación es que su hermano también la regaña. Decepcionada de todo, decide irse de la manada y convertirse en una renegada. ¿Se hará más fuerte después del peor día de su vida? ¿Qué aventuras tendrá cuando se convierte en una renegada? ¿Encontrará a su nuevo compañero?