Levi se dejó caer en la cama, pero no apartaba la vista de Emma, que tenía en la mano el atomizador de crema batida.
"Okey, puedes tocarme, Emma. ¡Anda, ven aquí!", dijo con una sonrisa.
Emma tragó saliva y se acercó a él. Agitó la botella y echó un poco sobre la punta de su m*embro, luego lo lamió. Al levantar la mirada, se encontró con los ojos de Levi clavados en los suyos... especialmente hacia su pecho.

Emma roció más crema batida hasta el borde de su er*cción y soltó la botella. Comenzó a lamerlo, moviendo la lengua de arriba abajo como si fuera helado, esperando que el calor lo hiciera derretirse.
Ella le dio un mordisco suave y lo llevó a su boca, chupándolo. Levi levantó la vista y soltó un gemido suave cuando Emma siguió moviendo su boca de arriba abajo, más rápido.
El sonido juguetón de su boca y lengua mordisqueando y chupando mantenía la excitación de Levi en lo alto.
"¡Más crema batida, por favor!", gimió él.
Ante eso, Emma tomó la botella y roció un poco más en la misma zona, pero esta vez también en sus p*lotas. Agarrando sus piernas, comenzó a lamer y chupar de nuevo. Deslizó su lengua hacia abajo, llegando a sus t*stículos, y comenzó a limpiarlos con su propia lengua. Jugando con ellos en su boca, Levi se estremeció cuando Emma los absorbió entre sus labios. La suavidad de sus t*stículos los hacía fáciles de manejar, y ella los exploró con la lengua.
Levi se incorporó y sujetó el cabello de Emma mientras la guiaba hacia su m*embro. Emma movió su lengua hacia la punta, saboreando un poco de líquido salado. Impaciente, Levi sostuvo su p*ne y ella lo recibió en su boca.

Con el cabello apartado, Emma comenzó a chupar de arriba abajo, haciendo que Levi se estremeciera y se acercara al clímax.
"¡Más rápido!", instó.
Después de unos minutos de placer oral, Levi llegó al org*smo en la boca de Emma, quien casi se atraganta al probar su sem*n por primera vez.
"¡Trágalo!", ordenó él, con la mirada clavada en ella. Emma, no acostumbrada a esos sabores, pero se lo tragó aunque no le gustara.

Levi se levantó y dejó que Emma se arrodillara en la cama, mientras él comenzaba a empujar por atrás. Cuando sus cuerpos se encontraron, le recorrió un escalofrío y los vellos de su piel se erizaron. El calor en la habitación aumentaba su deseo y sus ganas de más.
"Más duro".
Levi sonrió. "¿Qué dices?".
Emma se mordió los labios, no tenía intención de decirlo. Debería haberse quedado en su cabeza.
"¿Más fuerte? ¿Así?", bromeó él, aumentando la intensidad y la velocidad. Incluso sostuvo los p*chos de Emma mientras continuaba empujando.
Con su mano izquierda, se dirigió hacia su cl*toris y comenzó a masajearlo con los dedos mientras seguía p*netrándola.
"¡Maldición!", soltó él cuando estaba a punto de llegar al clímax. Masajeaba sus gl*teos y los azotaba un poco. Estaba disfrutando y quería retrasar su org*smo; todavía no quería acabar.
De repente, él se detuvo, lo que hizo gemir a Emma, pero lo que vino después la dejó sin aliento. Le giró el rostro y elevó sus piernas mientras seguía empujando hacia adelante. Sus miradas se encontraron y Emma vio cómo una sonrisa pícara se formaba en los labios de Levi.
"¡Maldición!", volvió a maldecir. Estaba a punto de llegar al clímax pero estaba tratando de contenerse. Dejó caer sus piernas y se inclinó para alcanzar sus p*chos. Detuvo sus embestidas y chupó un p*zón después del otro, apretándolos con tanta pasión como si fueran bolas de masaje.
Él sostuvo sus p*chos mientras volvía a empujar, sin soltarlos hasta que finalmente se c*rrió dentro de ella.
"Bueno, párate. Vamos a tomar una ducha", dijo mientras la soltaba y se dirigía al baño.
"Voltea hacia la pared", le dijo cuando ella entró a la ducha. "Inclínate un poco", agregó.
Emma se apoyó contra la pared de azulejos y se inclinó. Luego, Levi deslizó su enorme m*embro dentro de ella, haciéndola gemir de placer.
Levi giró la perilla de la ducha y el agua comenzó a caer sobre el cuerpo de Emma mientras él seguía empujando con fuerza desde atrás.
Seguía soltando maldiciones mientras la p*netraba con intensidad, casi llegando al borde cuando alcanzó otro org*smo. Continuó moviéndose vigorosamente hasta que se quedó sin energía.
La sesión se había prolongado más de una hora antes de que decidieran parar.
"Nos vemos esta noche, a las 7 pm", soltó Levi antes de largarse del cuarto.
Emma soltó un suspiro profundo. ¿Cuándo dejaría Levi de tratarla como si fuera solo un pasatiempo y no su esposa? ¿Cuándo podría experimentar lo que era ser una verdadera esposa para él? ¿Acaso siempre estaría en un estado de sumisión?