Capítulo 16
1149palabras
2024-01-22 10:38
Mucho después de que todos se fueron a la cama, Raelynn seguía despierta mirando al techo, al mismo tiempo que luchaba contra un ataque de nervios esperando a Lyla, la cual le había enviado un mensaje de texto hace un rato diciendo que acababa de llegar al aeropuerto. sin embargo, se había olvidado de enviarle fotos de Sangeet a Damien o a cualquiera de sus otros amigos que llegarían mañana al aeropuerto también.
Alrededor de las 12:30 de la madrugada, el auto que Raelynn había enviado al aeropuerto regreso, y la chica saltó emocionada fuera de la cama, pues Lyla era la única persona que sabía de la guerra interna que estaba librando con sus sentimientos encontrados hacia Rodrigo.
"Oh, me encanta", dijo Raelynn, pasando la mano por el vestido que Lyla le mostraba. Esta había elegido una prenda de un tono violeta rosáceo para todas las damas de honor.
Por su parte, Raelynn le mostró a su amiga los últimos zapatos de boda color crema y con perlas que había comprado, pues no le gustaron los que había conseguido en Florida.
"Qué bien, estos hasta me parecen más resistentes, en caso de que tengas que correr".
Después de compartir con ella todos sus problemas sobre su plan de escape y cómo Rodrigo la había apartado de su vida, Lyla le aseguró que la ayudaría todo lo que pudiera en lo que sea que ella decidiera hacer.
"Muchas gracias, Lyla. Sabía que podía contar contigo. De hecho, mi hermana se ha estado comportando muy extraño desde que llegó, como si yo fuera su enemiga. Tal vez tenías razón acerca de ella, aunque jamás pensé que ella, de todas las personas del mundo, estaría celosa de mí".
"Deberías solucionar ese problema en vez de sentirte mal al respecto".
"Lo intenté, pero cuando hablamos ella solo derramó el esmalte de uñas y se fue. Mi mamá cree que es porque la familia de su esposo son rivales de Álvaro, por lo que Ariana esperaba que mis padres rechazaran esta alianza. Pero tengo la impresión de que eso no es todo".
"Oh, Dios mío, tal vez su marido esté abusando de ella debido a este problema, y como tu hermana no se lo quiere contar a nadie, descarga toda su frustración en ti".
"Pero ella no tiene marcas ni moretones de ningún tipo, y eso que también la he visto sin maquillaje y casi desnuda también. No lo sé, simplemente se siente extraño que la actitud pasivo-agresiva que había tenido durante todos estos años se haya convertido de repente en odio directo".
"Si te está afectando o lastimando demasiado, tienes que dejar de preocuparte de tu hermana de m*erda. Ven, vamos a dormir un poco. Ya estoy ansiosa por ver a tu sensual falso prometido en persona".
"¿Crees que esté f*llando con Amelia ahora mismo?", preguntó Raelynn, sacudiéndose incómoda entre las sábanas.
"¿Quién sabe? Posiblemente. O quizás también ella comenzó una pelea por toda la inseguridad que debe sentir, y probablemente él se haya ido al no poder calmarla. Si yo estuviera en sus zapatos, tampoco lo dejaría vivir tranquilo después de haber visto las fotos de esos besos.
Con el pasar del tiempo, Raelynn se quedó dormida, deseando que los dos hubieran tenido una pelea desagradable, y que ella lo hubiese echado de su casa. Sin embargo, al despertar temprano a la mañana siguiente, habló con un sirviente que le dijo que él llegó pasado las 5 de la mañana, todo su optimismo se vio reemplazado por ira y resentimiento.
Así, comenzó a vestirse para la boda completamente abstraída, sin prestar mucha atención a cómo iba peinada o quién entraba y salía de su habitación. Cuando miró su vestido de novia, esbozó una pequeña sonrisa, la cual pronto fue reemplazada por un ceño fruncido al pensar en que Amelia iba a usar el vestido más sexy de todos los tiempos para atraer la atención de Rodrigo.
"Probablemente, él va a terminar casándose con ella cuando yo no aparezca", le dijo Raelynn a Lyla.
"¡Shh! No es momento para hablar de eso", le advirtió esta otra.
"Y... ¡¡¡presentando a la novia más deslumbrante del año!!!", gritó Rose a todo pulmón, tomando fotos mientras Raelynn se miraba al espejo una última vez antes de salir de la mansión.
Sin embargo, su madre hizo todo un escándalo cuando vio que su vestido era a hombros descubiertos y que la parte superior era de encaje transparente.
"¿Acaso vamos a una boda santa o a un desfile de modas de disfraces? ¿Cuál es el punto de estas mangas transparentes? ¡Toda esta generación va por ahí medio desnuda!".
"¡Se llama escote corazón, mamá!", respondió Raelynn, sintiéndose muy satisfecha con su vestido.
El vestido se ensanchaba desde debajo de la cadera y terminaba con un dobladillo festoneado de encaje color chantilly, que acentuaba todas sus curvas de la mejor manera posible, mientras que el encaje floral con perlas le entregaba un look delicado. 'Superelegante y sensual. En verdad vale cada centavo', pensó la chica para sus adentros.
La estilista había agregado unas pinzas para el cabello con forma de mariposas hechas de perlas y cristales entre sus trenzas estilo boho. No obstante, estaba de tan mal humor en la peluquería, que no se dio cuenta de esto hasta el final, y cuando lo hizo, le agradeció a la estilista pellizcándole las mejillas, lo cual tomó a la trabajadora por sorpresa.
"Una novia feliz es la novia más bella", le dijo la estilista a Raelynn.
"Niña tonta. ¡Nos demandará!", dijo su mamá, entrando en pánico, pues su esposo le había dicho que no tocara a ningún extraño sin permiso mientras estuvieran en los Estados Unidos, sobre todo a los niños pequeños.
'¿Por qué me siento tan feliz? Si Rodrigo ni siquiera va a alcanzar a verme si es que el plan sale a la perfección', pensó Raelynn absorta, hasta que alguien la sacudió con entusiasmo.
"Jiju te besará muchas veces antes de que digas «acepto». Te lo puedo apostar", dijo Valeria, mientras sostenía la cola del vestido de novia de casi un metro y medio, y el resto de las damas de honor la seguían detrás.
"Sí, y esta vez estaremos allí para verlo en vivo. Pero necesito alejarme de mis padres primero", dijo Rose, guiando el camino hacia la limusina negra.
"¿Está permitido besar a la novia antes de tomar los votos?", preguntó una de sus amigas de la universidad.
"¡Nadie va a besar a nadie, jamás!", murmuró Raelynn nerviosa antes de entrar en el vehículo.
Una vez adentro, mantuvo su teléfono cerca de ella, esperando la llamada de Damien que le informaría cuándo iba a suceder el ataque a la limusina. Si por algún motivo inesperado como el tráfico o el público esto no funcionaba, había un plan B listo para poner en acción en el sitio de la boda, aunque Raelynn esperaba no tener que usarlo.