Capítulo 68
957palabras
2024-03-11 08:48
Mort...
Valeria da su último aliento en mis brazos, un grito desgarrador sale de mi pecho seguido de mis sollozos llenos de dolor, jamás me podre acostumbrar a esto, no importa cuánto tiempo pase y cuantas veces lo experimente; Dejo con cuidado el cuerpo de Valeria en el piso deseando poder llevarla conmigo en este momento, pero no puedo, el quejido de una mujer me recuerda que no estoy solo, me pongo de pie limpiando mis lágrimas y dejando que mi ira avive las llamas que la rodean quemándola cada vez más.
Me acerco lentamente queriendo alargar su tortura y dolor, me paro frente a ella disfrutando la visión de como ella se queja al ser herida por las flamas, me gustaría torturarla más, mucho más por todo lo que ella le hizo a Valeria, por todas las malas cosas que le hizo a My Lady a lo largo de estos años, jamás había odiado a alguien de esta manera jamás había deseado lastimar y herir tanto alguien.
— Mort, espera por favor piedad... déjame ir, hago lo que quieras, me alejo de sus vidas si es lo que quieres jamás me volverás a ver lo prometo.
Su voz llena de desesperación y terror me hace sentir tan bien en realidad, hago que las flamas crezcan un poco más haciendo que se cubra su rostro por las quemaduras, el olor de su magia negra al ser consumido con mi fuego es tan pesado que raspa la garganta.
— Debo de ser muy idiota para creer en las palabras de alguien tan tramposo como tú, descuida me asegurare que no te volvamos a ver y no sigas dañando a más gente buena y fortaleciendo a los malos.
Mi fuego se eleva hasta el techo formando el marco de una puerta ardiente pero las llamas de esta son oscuras y desprenden un humo negro y espeso
— ¿Qué qué es esto Mort?. – Esta aterrada, ver la desesperación en sus ojos me encanta, soy consciente que parezco un maldito psicópata, pero la satisfacción de ver el terror y sufrir de quien te hizo tanto daño a ti y a quienes amas es indescriptible, te llena de éxtasis, emoción y en parte tranquilidad.
— La entrada al lugar de donde proviene tu energía prestada para la magia negra, en donde van a parar los seres sin alma, debes de tener algunos amigos por ahí que les quitaste el alma y otros cuantos a quienes capture y tú les aseguraste que podrían escapar de mí, esconderse por siempre... deben de estar ansiosos por verte y reclamar por tus malos servicios.
— ¿¡¡QUE??!! NO POR FAVOR, NO ME HAGAS ESTO, DEBE DE A VER OTRA MANERA DE REMEDIAR ESTO.
— ¿Acaso eres estúpida? La única manera en que quizás podría a verte perdonado la vida sería dejando en paz a My lady sellando una promesa inquebrantable, pero la has matado nuevamente, no tendré piedad de ti, tu morirás, pero no me ensuciare las manos con una porquería como tu... los mismos mortales que te dieron poder y adoración lo harán...
Ignorando sus gritos abro la puerta solo para que otros gritos aún más escalofriantes y desgarradores aparezcan del otro lado, hago que el espacio de mis llamas se reduzca acercándola cada vez más a la puerta en donde las sombras están ansiosas por llevársela, al ella ser jalada por las sombras cierro la puerta del purgatorio, miro el cuerpo de Valeria con pesar y desaparezco del lugar.
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Al día siguiente la muerte de Valeria llega a los medios y tenemos una flota de periodistas en la entrada, la policía viene por mi para interrogación, pero no consiguen nada, limpie muy bien la escena y tenía una cuartada de estar ocupado con la organización del velorio del padre de Valeria.
Al final de cuentas la versión oficial fue que Valeria fue asesinada por su socio al ser descubierto el cambio que se le hizo al testamento de ella cuando se encontraba enferma, que quería robarle todo lo que poseía cuando muriera, Roberto al darse cuenta de lo que había hecho lo invadió la culpa y se quitó la vida después; solo porque se necesitaba el cuerpo del hombre si no juro que lo arrojo vivo al purgatorio junto con la arpía aquella.
Estoy en el cementerio, Valeria fue sepultada el lado de su padre, se me rompe el corazón, me duele el pecho al respirar, le dejo un gran ramo de flores en su tumba y me dejo caer de rodillas al pasto dejando que mis lagrimas recorran mi rostro y caigan al suelo, eh pasado por esto innumerables veces tantas que he perdido la cuenta, he visto morir a Valeria frente a mí y sepultado una infinidad de veces y aun así no deja de doler menos conforme más veces pasan.
— Hasta luego cariño...
Me pongo de pie, poso mi mano por unos segundos en su nombre plasmado en la lápida, doy la vuelta alejándome del lugar tratando de hacer a un lado la tristeza sabiendo que más temprano que tarde nos volveremos a encontrar, siempre; recuerdo que empezó a tener visiones de nuestras vidas pasadas, eso me llena de un poco de esperanza, su alma parece estar cada vez más cerca de la inmortalidad, esta tortura está a nada de terminar.
Pero hasta que eso suceda yo seguiré buscándola vida tras vida, cuidando de ella y logrando hacer que se enamore de mi nuevamente; me detengo mirando la tumba una última vez y soltando una ligera sonrisa, no importa cuantas veces tenga que pasar por esto, el sufrimiento puede ser grande pero no más que mi amor por ella...
yo soy la muerte y ella siempre será mi dama