Capítulo 51
843palabras
2024-01-15 16:13
Tras entrar en el palco, Valeria se quedó pensando en lo que acababa de suceder.
Si Elisa provenía de una familia insignificante, ¿por qué su padre fue tan cortés con el Sr. Marques?
"Papá, ¿quién es ese señor de apellido Marques?", le preguntó la chica.
Torin se puso serio y contestó: "Hija, si hay una familia tan importante y adinerada en Nueva York, esos son los Marques".
Valeria ya lo había supuesto, pero se negaba a creerlo. Sin embargo, ahora que su padre lo confirmó, ella se quedó estupefacta. "¿Qué? ¿Cómo es eso posible? ¡Es imposible que la familia de Elisa sea la más rica de Nueva York!".
Si esa chica fuera la hija de Mauricio, sería absurdo que intentaran burlarse de ella nuevamente, ya que las consecuencias podrían ser catastróficas.
La jovencita Soriano no quería aceptarlo, mas, lo que Torin le dijo a continuación la dejó pasmada.
"Valeria, escucha muy bien lo que te voy a decir. Lo que haya pasado entre Elisa y tú es parte del pasado, no tiene sentido hablar de eso ahora. Pero, si te atreves a tratar a la Srta. Marques como antes, suspenderé todas tus tarjetas de crédito".
"¿Qué?...".
La chica miró a su padre totalmente anonadada, pues era inconcebible aquella amenaza. No obstante, ni siquiera su madre, que normalmente la mimaba tanto, se atrevió a intervenir por ella. "Valeria, debes ser una buena chica. No podemos ofender a la familia Marques", comentó la señora Soriano.
Mauricio era el hombre más adinerado de Nueva York y la Sra. Marques pertenecía a una familia de altos funcionarios. Por ende, nadie se atrevería a ofenderlos de ningún modo.
Elisa también llevó a sus padres al palco. Allí, Mauricio pensó en algo mientras se sentaba. "La jovencita Soriano es muy cercana con Isabella, ¿verdad?", le preguntó a su hija.
La chica, que se encontraba sirviendo café, se quedó quieta por unos segundos antes de mirar a su padre. "¿Por qué quieres saber eso?", contestó.
"Niña tonta, yo sé que esas chicas te acosaron en la casa de los James", resopló Mauricio.
Aunque ellos estuvieron alejados por tres largos años, el Sr. Marques estaba al tanto de todo lo que ocurría en la vida de su hija.
Por supuesto, Mauricio sabía que Elisa e Isabella habían discutido en numerosas ocasiones. Y si Valeria era amiga de la jovencita James, entonces también le habría hecho daño a su hija.
"Así que, ¿vas a tomar represalias contra ella también?", inquirió Elisa, mirando a su padre.
De pronto, Christine comentó: "Hija, nosotros podemos ignorar lo que pasó antes de tu divorcio. Sin embargo, si la familia James o esa chica Valeria vuelven a molestarte, entonces tomaremos cartas en el asunto".
Christine estaba molesta por la actitud de los James, como si fueran inocentes. Ella también creció en una familia adinerada, así que fue algo arrogante de joven. No obstante, nunca abusó de nadie como la familia James lo hizo con su hija.
De hecho, si Elisa y Fabián no se hubieran divorciado, Christine habría hecho que la familia de su exyerno sufriera por lo que Isabella había hecho.
Elisa les sirvió una taza de café a sus padres y dijo: "Mamá, ¿todavía te preocupa que esas personas me acosen?".
Christine la miró y respondió: "Quién sabe, querida. A veces dejas que la locura te gane".
Al escuchar a su madre, Elisa no supo qué decir. A fin de cuentas, ella sabía que Christine tenía razón.
Tras cenar, la chica llevó a sus padres de regreso al hotel.
Mas, antes de irse, Mauricio le preguntó de repente: "¿Y qué pasó con el chico de la familia Dawson?".
"¿A qué te refieres?", arqueó una ceja Elisa.
"Lo que pasa es que hace unos días comí con el padre de ese muchacho. Él me dijo que Fernando comentó que se había encaprichado con una chica y que, si lograba seducirla, se casaría con ella".
"Ah, era eso. Bueno, yo no he hablado con Fernando últimamente", respondió la chica.
"¡Lo ves! Te dije que ese muchacho era un mujeriego. No hace mucho dijo que quería cortejarte, pero ahora se metió con otra chica. Escoge a un buen hombre esta vez, Eli. No vuelvas a ser est*pida"
"¡Ya, papá!", interrumpió Elisa, algo incómoda.
"Duerman temprano, ¿sí? Los veo por la mañana para llevarlos al aeropuerto", añadió.
Mauricio miró el reloj y dijo: "Se está haciendo tarde, Eli. Ve con cuidado, por favor".
"Sí, papá. No te preocupes. Buenas noches".
"Buenas noches, cielo".
Después de despedirse, Elisa cerró la puerta de su habitación y salió del hotel.
Tan pronto como subió a su auto, recibió una llamada de Anna.
La chica se puso sus AirPods y contestó mientras conducía: "Hola, ¿qué pasa?".
Al otro lado de la línea, Anna estaba muy emocionada en tanto deslizaba la pantalla de su tableta de arriba abajo. "Elisa, por fin has pensado bien las cosas. No sabes cuánto me alegra que ya no ocultes que eres una Marques", le dijo.
Cuando la oyó, Elisa respondió con una sonrisa: "Tómalo con calma, ¿de acuerdo?".