Capítulo 17
746palabras
2024-01-10 11:11
"Yo me pregunto qué ha visto en Elisa, Sr. Dawson. ¿Está usted ciego?", inquirió Fabián cuando Hugo se apresuró a darle un codazo.
Cuando se dio la vuelta, visiblemente molesto, vio a Elisa dirigiéndose de nuevo hacia la discoteca y no pudo evitar fruncir el ceño.
La mujer había regresado porque había olvidado algunas de sus pertenencias en casa de Mónica y quería recuperarlas.
Fue entonces cuando escuchó lo que Fabián acababa de decir sobre ella, y no pudo evitar sentir una punzada en el pecho.
A lo largo de sus tres años de matrimonio, Elisa creía haber desempeñado un buen papel como su esposa, a pesar de que toda la familia James nunca dejó de criticarla.
A Elisa no le tomó mucho tiempo recuperarse y entró en la discoteca con el rostro inmutable.
"Bueno, cada uno tiene sus gustos. En mi opinión, la señorita Marques es excelente. Me encantaría que fuera la futura señora Dawson", respondió Fernando luego de reírse.
Después de eso, hizo una leve reverencia a ambos hombres antes de retirarse.
Al ver que Fernando se alejaba, Hugo frunció el ceño y expresó: "¿No crees que fuiste muy lejos? Me refiero a lo que dijiste sobre Elisa".
"Vete", respondió su amigo fríamente.
"¡Eres un imb*cil!". Hugo fulminó a Fabián con la mirada para luego subirse a su auto y retirarse.
Fabián encendió un cigarrillo con la cabeza baja. A medida que el humo se elevaba, su malhumor disminuía y se calmaba poco a poco.
A pesar de ello, no lograba identificar la causa de su preocupación.
Al día siguiente, al llegar a la empresa, Elisa recibió una llamada de su superior, quien la citó en su despacho.
"Elisa, confío en tu capacidad, pero creo que debes reconsiderar este contrato", expresó Alan mientras ella le presentaba el documento, que solo necesitaba su firma.
"Sr. Baker, creo que la Corporación Park está más que capacitada para llevar a cabo este proyecto", respondió Elisa, examinando detenidamente el contrato, que era el acuerdo firmado entre ambas compañías.
"No lo dudo. Sin embargo, el Grupo Burke ha sido nuestro socio durante muchos años y ha hecho un gran trabajo. No quiero que el sector juzgue a nuestra empresa porque cambiamos de socio sin motivo", comentó Alan mientras se acariciaba la barbilla en un gesto reflexivo.
Elisa hizo una leve mueca disimulada. Había anticipado que Alan no renunciaría fácilmente a la cooperación con el Grupo Burke. Por lo tanto, dejó un documento sobre el escritorio de su superior.
"Señor Baker, aquí tiene un informe en el que he estado trabajando recientemente. Tenía la intención de presentarlo en la sede, pero me gustaría que le echara un vistazo ahora. Puede disipar sus preocupaciones por el momento".
Alan miró a la mujer con suspicacia y luego tomó el informe. Mientras lo leía, su rostro se ensombreció.
El informe presentaba numerosas pruebas que indicaban que Gonzalo había sobornado al antiguo director general del Grupo Marques. También evidenciaba que el Grupo Burke debía asumir la responsabilidad de varios problemas ocurridos en los proyectos que ambas compañías sostenían.
"Elisa, ¿de dónde has obtenido este material?". Alan se sintió notablemente nervioso después de leerlo.
"Tengo mis fuentes". Elisa sonrió y comentó: "Sr. Baker, creo que el informe brinda una sólida razón para cambiar de socio, ¿no le parece?".
"Sí, por supuesto". Alan apartó el informe y luego firmó el contrato. Después entregó el documento a Elisa y dijo: "Los beneficios de la empresa deben ser prioritarios. No podemos seleccionar a una compañía como esa".
Elisa salió del despacho con el contrato debidamente firmado. Era consciente de que su jefe debía de estar sumamente preocupado.
Después de todo, la central podría tener acceso al informe y, en consecuencia, corría el riesgo de perder su puesto de trabajo.
Al soltar un resoplido, Elisa reflexionó sobre la situación. Alan se lo había buscado; era lo que él merecía desde aquel incidente que había tramado junto con Gonzalo.
De vuelta en su despacho, Elisa se sumergió en su trabajo por completo hasta la hora del almuerzo, que fue cuando recibió una llamada de Ana.
"Elisa, hace mucho que no te veo. ¿Te gustaría salir a comer juntas?".
"Anna, nos vimos anoche", dijo Elisa, frotándose la frente.
"Ay, está bien. Solo quería conversar de algo contigo... ¿Te has dado cuenta de que a Fernando le gustas?", comentó Anna.
"Sí, lo sé. Hoy volvió a enviarme flores", respondió Elisa, mirando el ramo en la papelera, y agregó: "Pero no me interesa".