Capítulo 5
726palabras
2024-01-10 09:55
Cuando Elisa volvió a casa de Anna, encontró el lugar completamente limpio. En ese momento, su amiga estaba colocando un filete de carne frito en un plato, el cual se encontraba junto al vino tinto en la mesa.
"¡Bienvenida de nuevo, amiga!", la saludó Anna con entusiasmo. "Debemos comer bien para ir a celebrar esta noche".
Al escucharla, Elisa se sentó delante de la mesa y le sonrió. "Me voy de Los Ángeles esta noche, Anna. No creo que podamos salir a algún lado".
Hace tres años, ella había dejado Nueva York, la ciudad donde vivían sus padres, para ir a vivir con Fabián a Los Ángeles.
Por ende, ahora que se divorció, no tenía sentido permanecer lejos de sus padres.
No obstante, antes de irse, tenía que darle a Cecilia el regalo que le había preparado. "Anna, ¿puedes hacer que alguien envíe el vídeo que te pasé?"
Después de que Fabián la molestara tanto para que se disculpara con Cecilia, por fin lo haría. Solo esperaba que a esa mujer le agradara su "regalo".
"Sí, no hay problema. De hecho, he estado esperando a que dijeras eso", contestó Anna con entusiasmo. "Por cierto, volveré contigo a Nueva York esta noche", agregó.
"¿Qué? ¿Y tu estudio en Los Ángeles?"
"Mmm, bueno. Ese estudio resultó ser un fiasco. No obtuve ningún beneficio, así que lo dejaré".
Evidentemente, Elisa sabía que una chica como Anna, procedente de una familia rica, no necesitaba preocuparse por el dinero. Por supuesto, la razón por la que su amiga abrió un estudio en Los Ángeles fue para estar cerca de ella, algo que la conmovió profundamente.
A las ocho de la noche, ambas chicas llegaron al aeropuerto para tomar un vuelo a Nueva York.
Justo a esa misma hora, un conocido periodista de Los Angeles Times publicó un vídeo en YouTube, el cual mostraba cómo es que Cecilia y Elisa terminaron en la piscina en la fiesta de cumpleaños de Santiago.
En el vídeo, se podía ver que Elisa no tocó a Cecilia en ningún momento, sino que Cecilia saltó sola a la piscina y nadó hacia la zona más profunda.
Además, como ellas estaban solas en la piscina, su conversación se oía con claridad.
"Cecilia, no tienes por qué estarle escribiendo de madrugada a Fabián. Él es mi esposo, así que deja de molestarlo, por favor", se escuchó a Elisa.
"No me importa que estén casados, eso es solo algo legal. Es evidente que él está enamorado de mí. Pero no te preocupes, yo haré que te abandone para que venga conmigo. ¿O crees que no soy capaz de hacerlo? ¿Qué pasaría si me caigo a la piscina y pierdo al niño? Fabián, y su familia, te odiarían con todas sus fuerzas si yo les digo que tú me empujaste. Es obvio que ellos me creerán a mí y cualquier explicación o defensa que tú quieras presentar será completamente inútil. ¿Sabes por qué? Porque eres una mujer sumamente corriente como para formar parte de la familia James", fue la respuesta de Cecilia.
En cuanto se publicó el vídeo, toda la gente de Twitter comenzó a compartirlo y comentarlo. El escándalo de la familia James seguía siendo uno de los temas más polémicos de la red social, solo que ahora las cosas habían cambiado, dejando a los usuarios totalmente conmocionados.
Cuando Fabián vio el vídeo, se quedó callado en su escritorio, mostrando una expresión sombría en su rostro.
De repente, su secretaria entró en la oficina y le informó: "Señor, la señora Elisa borró todas sus publicaciones en Twitter. De hecho, ella solo dejó un tuit en el que se disculpaba por haber lastimado a la señora Cecilia".
Al final, Elisa sí se disculpó, pero lo hizo después de revelar la verdad. Con su ironía, dejó en ridículo a la familia James.
El ambiente en la oficina se tornó tan agobiante, que los empleados respiraban con dificultad. Por su parte, Fabián continuaba sentado en su escritorio, con el mismo rostro sombrío.
"¡Ordena que borren ese vídeo ahora!".
"Me contacté con la empresa de relaciones públicas en cuanto lo vi, señor, pero me dijeron que no se puede quitar. Lo lamento", contestó nerviosa.
Al parecer, Elisa se había asegurado de hacer bien su trabajo.
Fabián agarró su celular para llamar a su exesposa. No obstante, recibió una repentina llamada en ese mismo instante.