Capítulo 79
737palabras
2023-11-30 00:01
"A ver. Durante años no he visto a ninguna mujer que pueda hacerte sentir así de desesperado, tanto que incluso me llamaste para que viniera a revisarle esa pequeña herida. Además, ella está en tu casa y duerme en tu cama. Si no es tu enamorada, ¿entonces quién es? No lo niegues amigo, es normal que ya se hayan acostado".
"Ya deja de ser tan chismoso". Shenxing se llevó el cigarrillo a la boca y levantó la barbilla; ese gesto lo hizo lucir tan dominante. "¿Olvidaste que aún tenemos una cuenta por saldar?".
"Ehm... ¿De qué hablas? He estado demasiado ocupado estos últimos días. Y mi memoria no es lo suficientemente buena".

"¿Ah, sí? Pues la mía sí que está en óptimas condiciones".
Jin pensó en sus adentros. "No, no es que tengas buena memoria, ¡es que me guardas rencor!". Después de poner los ojos en blanco, desvió la conversación y preguntó: "¿Cuándo vas a presentarle a mi hermanita a nuestros hermanos? Ran vino a verme más de una vez para decirme que llevaste a una mujer a la mansión hace unas noches. ¿Es ella?".
Shenxing le dio una calada a su cigarrillo y entrecerró los ojos. "Deja de llamarla hermanita, ella es tu cuñada".
Esas palabras dejaron a Jin sin habla.
¡Sintió que necesitaba un tranquilizante de efecto rápido en ese preciso instante!
Su sorpresa era tal que ni siquiera podía hablar con coherencia. Él pensó que esos dos solo estaban en una relación, ¡no que ya estaban casados y que esa chica era la legítima señora Li!

Si alguien dijera que el Hospital Shulan había quebrado, probablemente la gente lo creería. Pero decir que Shenxing ahora estaba casado, era algo que ¡ni sus hermanos se creerían! En los últimos años, ese hombre estuvo tan solo y fue tan casto que casi era aterrador, por eso lo llamaban "Monje Li". Al parecer le gustaba tener un bajo perfil para luego dar grandes sorpresas.
Jin tartamudeó: "¿Cu... cuándo ella se casó contigo? Bueno ustedes... No, ¿cuándo te casaste con ella? ¡Estuvieron tan callados! ¡No sabía nada, ni siquiera lo sospechaba!".
"Supongo que debo agradecerte por decirle a mi abuela que tenía a una mujer en casa", se burló Shenxing mirándolo con un semblante frío. "Se puede decir que tú fuiste nuestro casamentero".
Jin no pudo simplemente aceptar el hecho de que él había sido el catalizador de toda esa situación. Sin saber si Shenxing estaba enojado o no, solo sacudió sus manos y dijo: "¡Por favor, perdóname! Pero ya que estás casado, ¿no piensas preparar un banquete o algo? Te diré que la abuela Li está ansiosa porque lo hagas".

"Cha dijo que no hay necesidad de apresurarse".
"Mmmm... ¿Y por qué no nos informaste?".
"Porque ella dijo que no quería presumir".
"¿Acaso el que veas a tus hermanos es presumir? Por cierto, ¿por qué ahora dejas que tu esposa te controle? Sigues diciendo que ella dijo esto y luego aquello. ¿Qué paso con ese temperamento dominante tuyo?".
Ante sus palabras, la expresión de Shenxing se endureció. "No sabes nada. Eso se llama respeto".
"Oh, ¿y desde cuándo respetas a las personas?", dijo Jin poniendo los ojos en blanco. A decir verdad, Shenxing era un hombre conocido por ser alguien severo. Siempre seguía sus propias reglas y todos debían respetar y aceptar lo que él dijera. Nunca solía doblegarse ante los demás. ¿Ahora viene y habla de 'respeto'? Eso sin duda hizo que Jin se sorprendiera tanto que incluso dejara caer su mandíbula. Al parecer aquella chica era poderosa. ¡Al fin Shenxing había hallado la horma de su zapato!
¡Cuánto desearía poder decirles a todos que Shenxing ahora estaba acabado!
"Ya cállate. Si se enteran, te invitaré a tomar una taza de té", lo amenazó Shenxing.
Jin en ese momento se sintió mortificado. "¡A ver por cuánto tiempo eres capaz de mantener esto en secreto!".
Tras decir eso, Shenxing tiró el cigarrillo al suelo y lo apagó con su pie. "Ya vete".
"¡Qué desalmado eres!", le dijo Jin un tanto resentido.
Sentado en el auto, Jin no se sentía del todo cómodo y es que él era el único que sabía ese gran secreto de Shenxing. ¡Eso no le gustaba para nada! Y es que, ¡ni siquiera podía usarlo para amenazarlo y hacer que él invirtiera en el Hospital Shulan! ¡Ah!, aquella información le era tan inútil que preferiría no haberse enterado.
¡Era tan, pero tan injusto!