Capítulo 62
615palabras
2023-11-13 16:14
La abuela sonrió encantada. Su nieta política era adorable. La adivina tenía razón; Shenxing y ella estaban destinados a casarse. Ahora solo le quedaba esperar el mejor momento.
"¿Shenxing aún no ha despertado?".
"Sí, pero creo que dormirá toda la mañana. Lucía un poco cansado", le explicó con dulzura.

"¿Cansado?", repitió de forma significativa. Tomó la mano de la más joven y exclamó: "¡Perfecto, perfecto! ¡Así es cómo debe ser! ¡En poco tiempo, quedarás embarazada!".
Cha se atragantó con un bocado de avena.
La anciana sacó una servilleta y le limpió la boca con cuidado. Luego, le dio unas suaves palmaditas en la espalda y le preguntó: "¿Estás bien?".
"¡Sí, no es nada!", negó con la cabeza. Se llevó una mano a la frente y le dijo con las mejillas sonrojadas: "Eh, abuela, aún no puedo tener hijos. Tengo que ir a la universidad y...".
"¡Nada de excusas! ¡Las muchachas embarazadas pueden continuar con sus estudios! Eso no es ningún impedimento", la interrumpió.
Para alivio de Cha, Shenxing hizo su aparición en ese mismo momento.

"Abuela, el doctor dijo que no deberías exaltarte", la regañó con el ceño fruncido. La ayudó a regresar a su asiento y luego le sirvió un vaso con agua a la chica: "Toma. Luces un poco acalorada".
"¿Cómo puedo calmarme? Tú no dejas de preocuparme", replicó la anciana con un puchero.
"Me costó mucho conseguir una esposa. Si sigues molestándola, me pedirá el divorcio un día de estos", la amenazó mientras se les unía a la mesa y tomaba los cubiertos con elegancia.
Una de las empleadas le sirvió café recién hecho. Después de tomar un sorbo, Cha cambió su taza por un vaso de leche: "El café no es bueno para el estómago. Toma, bebe un poco de leche".

Shenxing asintió de forma obediente.
Los presentes observaron la escena visiblemente sorprendidos.
Shenxing solo bebía café durante el desayuno. Era un hábito que había adquirido diez años atrás. Muchos le explicaron que era malo para su salud, pero él los ignoró y siguió consumiendo la bebida. Cha fue la único que logró sacarle esa costumbre tan arraigada.
La abuela unió las manos y los observó con adoración. ¡Su nieta era una bendición! ¡Dios la había llevado a su familia por que era la única qué podía controlarlo!
Al principio, cuando descubrió que estaban casados, solo quería un bisnieto en sus brazos. Pero si analizaba la situación, era un poco pronto para que ellos tuvieran un bebé.
Observó el comportamiento amable y considerado de su nieto y se sintió reconfortada. ¡Ya no era tan frío como antes y era más sociable! Por el momento dejaría a un lado el tema del embarazo. Ya habría tiempo para ello...
Los tres disfrutaron del desayuno en un ambiente cálido y armonioso.
Al terminar, la pareja abandonó la mansión.
La abuela Li los despidió hasta que el auto desapareció de su vista. A decir verdad, se rehusaba a dejarlos.
Liang se acercó a ella y suspiró: "La señora Li es una buena mujer y el señor Li realmente la ama. Pero la familia Chu...".
La abuela respondió con la vista aún al frente: "No importa cuán mala sea su familia. Solo necesitamos que Shenxing la ame. Además, ¿no lo has notado? El comportamiento de la muchacha no es inferior al resto de las jóvenes de familias nobles".
"Tiene razón. No parece provenir de una familia normal".
"Aunque Shenxing es un poco aburrido, siempre ha sido bueno juzgando a la gente. Es un chico inteligente. No perdería su sentido del decoro por la apariencia de una mujer".
"Lo entiendo, señora", musitó señor Zhou con el rostro preocupado, "solo temo que la familia Chu les haga daño".