Capítulo 68
985palabras
2023-09-23 21:01
Antes de que cualquiera pudiera reaccionar, el cielo se volvió oscuro, la noche había llegado antes de tiempo, el ave que se acercaba era imposible de visualizar, el suelo se volvió movedizo, el viento soplaba fuertemente, fue imposible que Lillith pudiera llegar a Lilibeth.
— ¡Mamá! - Fue lo último que la loba escucho de su hija, Killian seguía mirando el cielo, pero cuando se percató de la ausencia de su hija su corazón había entrado en pánico.
El Lobo a duras penas había logrado moverse, lo mismo Lillith.
— ¿Qué está ocurriendo Killian? - Preguntó Lillith con sus ojos captando todo lo que estaba ocurriendo a sus alrededores, los lobos que se habían acercado no podían avanzar, la situación en segundos se había vuelto crítica de una manera muy inesperada - Contéstame Lobo ¿Qué está ocurriendo? - Preguntó Lillith agarrando a Killian del brazo.
— Una magia poderosa se está adueñando del mundo - Fue la respuesta dada por Killian - Muriel ha venido, viene por más poder, su magia es imposible de controlar.
Lillith sintió miedo en su corazón, no sabe a qué tipo de maldad van a enfrentarse a partir de ahora.
— ¿Cómo ha ocurrido esto? Se supone que nosotros iríamos por ella - Lillith estaba enfurecida, su corazón se había calmado al sentir la fragancia de su hija en las cercanías.
— Su aldea de esclavos estuvo cerca de revelarse en contra de ella, aquello claramente la molesto y ahora está enfurecida, dispuesta a acabar con todos y dejar que todos sean sus esclavos.
— No pienso permitir aquello, nunca voy a dejar que los lobos se rindan ante una bruja - Rugió Lillith, en eso el aullido de los lobos se había escuchado, el aullido desgarrador anunciaba el peligro para una manada, el ambiente se había vuelto tenso, se sentía el mal en las cercanías.
— Cálmate, por supuesto, que no vamos a permitir aquello - Killian había logrado alcanzar una roca al igual que Lillith - Lilibeth ha caído en una pequeña cueva, lo mejor será que se mantenga allí - Killian se refería a su hija, el Beta miró sus manos, sus ojos estaban de un amarillo intenso.
— Tu madre, si es que podemos llamarla madre es una maldita perra, y cuando la tenga delante de mí, la voy a hacer pedazos, la voy a destruir, voy a dejar que el lobo recientemente condenado a ser Desterrado se deleita con sus huesos malditos y con su sangre venenosa - al momento en que Lillith expreso aquellas palabras el estruendo sé un relámpago se había escuchado, el bosque entero se iluminó, el pelaje de los lobos que habían tomado el control de sus cuerpos se levantó.
Un espeso lodo resurgió del suelo, varios magos y brujas a través de la magia de Muriel habían llegado, sus ojos estaban inyectados en Sangre, la magia que la Bruja estaba utilizando en ellos los estaba atormentado, Killian y Lillith se habían tomado de las manos, con los pasos de los Magos los animales que estaban por los árboles caían muertos, los lobos retrocedieron aunque sus patas estaban atoradas en el espeso lodo negro, los magos traen el mal y la muerte consigo.
Sus corazones se habían vuelto uno solo, latiendo fuertemente por protegerse del mal, cada Beta o Delta que habían quedado al mando de las manadas, de los territorios informan de la misma situación, Aunque en Canadá la situación era más crítica, por la presencia de Muriel.
Killian y Lillith esperan por ella, no obstante no saben cómo la bruja hará su aparición, no se habían percatado de que el Cuervo que ella emplea para camuflarse se encontraba por el árbol que estaba arriba mismo de ellos, Killian apretó las manos de la loba, mientras su mente protege a su hija en donde estaba, aunque él la sentía por debajo de ellos, Lilibeth estaba recorriendo la cueva.
Lillith estuvo cerca de bajar, pero entonces el cuervo descendió, el ave dejó de tener plumas para adquirir la silueta femenina.
— ¿Querías verme Lillith? - Muriel se había dejado ver - ¿Estás lista para ver cómo el mundo sobrenatural cae rodillas a mis pies?.
— Nunca lo voy a permitir - Murmuró Lillith con el odio impregnado en sus ojos azules, los lobos tenían rodeado en lugar y por delante de ellos se encontraban los reclutas de la Bruja, entonces la presencia de otros seres sobrenaturales se sintió, por el norte Vampiros, por detrás de los Magos, los mestizos, eran pocas las veces en que los Vampiros se unen a los lobos para un enfrentamiento, pero esta vez era la excepción, los Vampiros se unieron a los lobos.
Habian formado un símbolo, el símbolo de la muerte, los magos podían caminar con tranquilidad por el espeso lodo, pero los lobos y los Vampiros no. Entonces Killian levantó su mano y todo se había secado, y los lobos pudieron avanzar tranquilamente, cada vez más cerca de un enfrentamiento.
— ¿Cómo has hecho Eso? - Muriel levantó su mano apuntando a su hijo.
— Yo no confío en nadie, aquel día donde me pediste renunciar a mis poderes de Mestizo, solamente te he engañado, no renuncié a ellas, sigo teniendo mucho poder, lo suficiente para enfrentar al mal que dejaste en Libertad.
— No cabe dudas de que eres mi hijo - Muriel había sonreído.
— Me arrepiento de serlo - Respondió Killian, mientras que las manos de Lillith parece quemar, sus ojos azules había empezado a ver todo rojo, se sentía rara hasta que vio a Muriel y su sangre parece estar hirviendo, quería matarla, de hecho ella se está jurando a ella misma matarla.
— La pregunta es ¿Estás Killian Vanckford a la altura de mi poder?? Porque yo tengo mil maneras para destruirte— Muriel levantó la mano y con una intensa mirada había provocado fuego en una parte del bosque.