— Ni se te ocurra ponerle una mano encima - Rugió Lillith apuntando a Dean con una lanza, la mujer se veía aterradora y con un aura muy salvaje en ese momento su genética de Desterrada siempre reluce cuando se trata de Lilibeth la loba no dudaba en atacar a nadie incluso si su vida tuviera que acabar en el intento de proteger a su hija, porque el amor de madre no tiene barreras, a ella no le importa si tiene que pasar hambre, frío, su amor por Lilibeth era capaz de morir y volver a renacer, en 7 vidas más como lo había prometido cierto lobo, pero que ni siquiera tuvo la suerte de volver a amarla en una o en dos vidas más.
— ¿Tienes maneras de impedirlo? - Dean se acercó a Lillith - déjame recordarte que no tienes ninguna manera de hacer aquello están en mi territorio, bajo mi mando, son esclavos de los Mestizos y aquí se hace todo lo que yo diga - El Vampiro ya se encontraba a escasos centímetros de la desterrada, al mismo tiempo que los Guardias de Dean se habían tensado, en la mirada de Lillith en ese preciso momento se encontraba una fortaleza que durante estos 7 años ellos nunca habían observado.
— No veo nada que no pueda ser destruido - Lillith lo fulminó con la mirada— Termino la época en dónde tú le haces daño a mi hija, prueba tu suerte así como tú no puedes matarnos quizás yo tampoco pueda matarte, pero también puedo hacer que vivas el mismo Infierno que mi hija, lo que yo y lo que Rombel hemos vivido aquí y te juro que hoy estás alcanzando el cielo con una mano, pero no pierdo las esperanzas de que con la otra estés alcanzando el infierno, eres un maldito abusador que estás destruyendo el mundo sobrenatural.

— Ya está muerto aquel que si hubiera realizado aquella amenaza quizás me hubiera preocupado, pero ya no estamos en la época en dónde los desterrados eran salvajes y en definitiva eran una amenaza, porque de que te sirvió matar al Alfa de los Alfas cuando ni siquiera pudiste tomar las riendas del Congreso.
— Nunca es tarde para volver a empezar, en uno de estos días podemos revelarnos y tú no podrás hacer absolutamente nada para detenerlo, para detenernos, 7 años nos pueden servir para conocer tus debilidades no me tientes, no me conoces, lo que has visto es tan solo lo que yo quería que vieras, el dolor no puede durar toda la vida y en algún momento se tenía que salir, hazte la pregunta del porqué yo si era la Loba para el Beta, no eres nadie, la identidad que posees ni siquiera es la tuya, el único Mestizo que puede dominar y doblegar a cualquiera es Killian, y aunque este muerto seguirá siendo tu sombra ¿Conoces la marca del Mestizo? - Lillith había dejado aturdido a Dean - Responde - ¿La conoces? - La loba había sonreído— Por supuesto que no la conoces, porque no eres un Mestizo de sangre pura, eres de la maldita sangre Negra, fuiste creado nada más, en cambio, él nació con Linaje único, tú eres una sangre sucia, eres un bastardo.
Dean levantó las manos muy furioso y decidido a golpear a Lillith, ahora aquello fue interrumpido por el rugido de un animal, Kairo derribó con fuerza a Dean protegiendo a Lilibeth mientras Lillith no le quitó la mirada a Dean, los Mestizos que estaban como guardias aquellos que recibieron las órdenes de llevar al calabozo a Lilibeth se habían percatado de que las palabras de Lillith habían escalado muy profundamente en ellos, quizás ellos no conocen ni la mitad de lo que representa ser Mestizo, y bien lo ha dicho la Loba, Sangre Pura y Sangre Negra, entre ambos había una diferencia abismal, ser de Sangre Pura era ser Mestizo, Sangre Negra era ser un demonio.
— Vamos— Fueron las palabras expresadas por Lillith ni siquiera Dean sea atrevió a detenerlos, algo había cambiado y la Loba parecía recuperar su estirpe de desterrada.
- Maldición— Dean golpeó con el puño la pared— ¿Qué está ocurriendo? - el hombre se llevó la mano en el cabello, ni siquiera con Muriel se sentía amenazado, pero ahora mismo la Loba era intocable aún más.
— ¿Qué desea hacer con ella? - Un Hada había llegado - ¿Deberíamos encadenarla?.

— Lo que deberíamos de hacer es matarla, pero el imbécil ni siquiera podría permitir que su mujer muera - Dean en ese momento estaba enfurecido ni siquiera tenía ganas de someter a Lobas, se dirigió hasta su despacho lanzando todo lo que se encontraba por encima del escritorio, pero entonces las palabras de Lillith resonaron con fuerza en su mente, rápidamente la campanilla se escuchó y el Hada volvió a entrar.
— Dígame mi señor.
— Averigua acerca de la marca del Mestizo, quizás encontremos las respuestas que llevamos buscando durante 7 años. — Ordenó Dean, el Hada salió dejando al Hombre a solas, nunca estuvo tan frustrado durante todo este tiempo buscaba mil respuestas para descifrar aquello que realmente la loba representaba, pero no había manera Lillith seguía siendo un misterio que explorar y eso hacía que él la deseará hasta más poder, pero no podía tocarla.
Los pasos de Lillith contenían determinación mientras las pequeñas manos de Lilibeth sostenían las suyas por detrás de ellos como si de un guardián se tratase Kairo las seguía, Lillith miraba de vez en cuando hacia el bosque - Vamos Lillith no puedes quedarte toda una vida aquí - Pensó la loba recordando que esta misma noche habría culto en dónde los mestizos participan y los lobos quedan de guardia, la loba dejó escapar un profundo suspiro sabía que estaría jugando con Fuego, pero si debía morir en el intento ella lo haría, Dean no era un desterrado y ella lo era, ella tenía la fortaleza y la crueldad en sus venas debía de dejar salir su lado salvaje nadie debía de someterla, ella también en fuerte, es una loba Blanca y por sobre todo era madre.

— ¿Qué ocurre Mami? - Lilibeth sentía a través de la mano que sostenía la suya que su madre estaba en trance.
— Quédate en la pieza, no salgas Lilibeth, mamá va a hacer algo, busca las cosas que más quieres unos pocos los que consideras que vas a necesitar, vamos a irnos de aquí hoy mismo, se acabó no en vano soy una loba Blanca, no en vano mi nombre es Lillith, la loba que habita en el interior de la mujer gruñó, lentamente sus lados de desterrado estaban despertando - Mami irá a buscar a los tíos que tienes aquí— Lillith besó la cabeza de su hija.
Posteriormente, desapareció dejando a la Niña, por supuesto como todo guardián Kairo se quedó a vigilar la puerta en donde está Lilibeth, la Loba se percató de que todos los Mestizos estaban preparándose para esta noche.
— Mi Diosa, gracias porque está noche tendrán su culto, protégenos yo guiaré a tus hijos a salir de este calvario, pero guíame tu a mí, hasta él sitió en dónde estaremos fuera del peligro, por supuesto yo no tengo miedo, pero no se trata de mí, algunas lobas son débiles por los constantes abusos protégelos Madre Luna - Lillith apretó la cadena que colgaba en su cuello, una cadena con un dije de Luna que durante los 7 años nunca se lo había quitado, había aparecido al día siguiente después de la muerte de Killian era negra, pero ahora mismo tenía el amarillo resplandeciente.
Lillith llegó hasta dónde estaban todos los Licántropos, eran pocos, pero también podría decirse que eran una buena cantidad, siempre estaban juntos cuando esta fecha llegaba para que a la Noche estuvieran lucidos, por supuesto que esta noche llegará una nueva Vampiresa para ser la esclava principal de Dean, así como lo fue Muriel Evans.
— Rombel, prepáralos para esta noche, porque ha llegado el día en el que escaparemos a la misma hora en que ellos realizan su culto, averigua que hora sale el tren que nos llevará a la estación más lejana de aquí, si tenemos que morir en el intento lo haremos.
Los ojos de Rombel se iluminaron, por supuesto llevaban esperando 7 años por esto, y hoy Lillith Vanckford había despertado, la desterrada era su Líder, tal como lo fue Killian Vanckford.
En la habitación Lilibeth miraba curiosamente todo, pero no veía nada que le llame la atención, dirigió su mirada a la puerta, sus instintos le decían que Kairo se encontraba allí, así que la abrió y efectivamente el Jaguar estaba allí.
— Entra amiguito - el animal miró a los ojos de la niña, tan idénticos a los de su dueño - Mami dijo que tengo que elegir aquello que más quiero, pero no hay nada que me interese, las cosas materiales tienen reemplazo - Lilibeth acarició la cabeza de Kairo, entonces levantó el colchón y sacó la Brújula - Pero está es indispensable - en el momento en que Lilibeth habló la Brújula la quemó la niña soporto el dolor cerrando los ojos, y cuándo volvió a abrirlos observo su brazo.
— La marca del Mestizo, Lilibeth Vanckford, la marca de amor de Dos Lobos Desterrados, un Ángel Oscuro y un Mestizo Sangre Pura - Aquellas palabras estaban escritas en su brazo segundos después desapareció, pero dejaba en claro que la marca del Mestizo no era un Libro, no era una marca que Killian quizás lo tuviera en su cuerpo, la Marca era Lilibeth.