Capítulo 8
1155palabras
2023-09-23 18:52
Las manos de Killian tocaron las múltiples heridas de la Loba, así que el Beta la cargo en brazos, el animal no era nada pequeño, pero Killian tenía la fuerza suficiente para cargarla, el Beta no se estaba percatando de que sus pasos estaban siendo observados por una loba cuya mirada contenía veneno, Killian se introdujo en el interior de la casa en donde Lillith se resguarda desde su llegada, lentamente el cuerpo humano fue tomando el control y la desnudes de la loba fue quedando ante el Beta.
Killian a través de sus ojos amarillos veía el pequeño cuerpo como una obra de arte a pesar de las profundas heridas que eran más visibles en su forma humana, sus acciones iban en contra de todo lo que él había expresado, pero lo más importante era sanar el cuerpo de Lillith y para sorpresa de Killian la loba parecía reaccionar poco o poco, al ser salvajes las heridas que llegaban a provocarles sanaba en más tiempo por la sangre de pícaros que corría por sus venas, el Beta se acercó con un paño y empezó a pasarlo por todo el cuerpo de la mujer descubriendo que se trataba de heridas muy profundas.
15 minutos después Killian había terminado con aquella limpieza, había tomado la decisión de tapar el cuerpo de la loba con una manta, muy a pesar de ser salvaje y de que los pícaros pueden aparearse con cualquiera sin la necesidad de un destinado y con más razón y derechos Killian por tratarse del Beta, él podía tomar a la loba que quisiera, no obstante siempre fue caracterizado por respetar a las lobas sin importar que ya eran Salvajes y la única excepción era Rox, y aunque Lillith se encuentre desnuda ante él, el Beta nunca se sobrepasará.
Unos minutos después Killian abandonó la casa y siguiendo sus pasos se encontraba Rox, el Beta había tomado la dirección de la Casa del Alfa, en ese preciso momento también Lillith abrió sus ojos sintiendo molestias en el abdomen y en las Costillas. Sus ojos azules analizaban el techo del sitio ubicando por completo en dónde se encontraba un profundo suspiró fue lo que Lillith había dejado escapar - ¿Estás bien? - Su loba había hecho acto de presencia en su mente - Pelear con 6 lobos que pertenecen al Congreso no estaba en mis planes— Murmuró la loba a través del enlace.
Lillith volvió a cerrar sus ojos y allí las imágenes y los sucesos volvían a repetirse en su mente, una loba Blanca encontrá de 4 Lobos considerados poderosos, la primera en lanzarse había sido Lillith logrando desestabilizar a uno de sus oponentes sus colmillos dejaban en claro que quería despellejar a los que tenía ante ella, eran lobos que en tamaño duplican el de Lillith, la Loba que había conseguido volver a despertar antes de que llegarán a trasladarla.
Unos minutos después la misma loba blanca había dejado que sus oponentes conozcan a una Bestia de ojos del color de la sangre había emitido rugidos que hicieron temblar a los lobos, Lillith había sacado su lado salvaje dejando que sus colmillos y su pelaje se manche con la sangre de uno de ellos, puesto que había logrado arrancar un pedazo de piel, pero aquello también había logrado que dos de sus oponentes llamarán a dos Lobos más en su forma humana, los recién llegados se habían encargado de que provocar heridas profundas en ella, aquello había sido como dar cuerdas a su Bestia oculta y en menos de 1 minutos la loba blanca Lillith les había arrancado la cabeza aunque ella también había recibido heridas muy profundas, luego de aquel arrebato ella había tomado la decisión de seguir con su camino aunque la sangre que brotaba de ella y el dolor también le dejaban en claro que muy lejos no podría llegar.
Lillith había decapitado a dos lobos en su forma humana y a en su forma animal, ni siquiera ella era consiente de todo lo que había hecho, lo último que recordó fue haber visto el rostro del Beta - ¿Qué hemos hecho? - Fue la pregunta realizada por la mujer mordiéndose los labios.
Hemos matado a 6 Lobos que pertenecen al Congreso— Su Loba se escuchaba muy tranquila - No te preocupes, no creo que nadie se dé cuenta de quién los haya matado, no dejamos que nuestra fragancia se quede en el cuerpo de ellos - la mujer aún tenía los párpados pesados y fue fácil que volviera a cerrar los ojos.
Mientras que Killian había llegado junto al Alfa, pero un guardia también se encontraba en el sitió - ¿Qué está sucediendo? - el Beta se había dado cuenta de que algo estaba ocurriendo por el rostro del Alfa.
En él sitió en dónde se encontraban los cadáveres había llegado una camioneta blindada y de ella había descendido un imponente hombre, se trataba del Alfa de los Alfas, aquel que era considerado el Alfa más respetado cuyo mandato era indiscutible, alguien que puede consumar cualquier manada.
¿Qué ha ocurrido aquí? - Fue la pregunta realizada por el Alfa mientras observaba la cabeza de 4 Lobos y 2 Humanos en el suelo.
Un desterrado ha matado a los 6 - Informó su acompañante - Pero la Fragancia es muy suave.
¿Una mujer? - Preguntó el Alfa.
Probablemente, pero no tenemos indicios de que haya Pícaros por estas zonas.
Informa de que mañana a las 14. P.M. tendremos una reunión en Rosas de Luna analizaremos esta situación y si se ha divisado algún movimiento extraño por el Territorio si es así debemos de aniquilar a los Pícaros y encontrar a la asesina que será condenada a vivir un infierno en los calabozos del congreso - Con aquellas palabras el Alfa de los Alfas se alejó, pero antes se subiese a la camioneta volvió a detener sus pasos - Visiten a esta manada descarten que en ella habiten desterrados y si es así aniquilar es la palabra clave - Con aquella orden en hombre se subió a su vehículo
Al mismo tiempo de aquella orden, Killian se encontraba escuchando al Alfa cuyo Territorio estaba cerca de ser visitado - han matado a 6 Lobos del Congreso y la Fragancia de un desterrado se levanta por los cadáveres - Expuso el Alfa de la Hermandad.
¿Qué Lobo desterrado tendría la fuerza de acabar con 6 Lobos desterrados? - Fue la pregunta de Killian, pero en el fondo el Beta tenía una pequeña sospecha.
Killian no eres estúpido y no somos estúpidos somos asesinos y una Loba Blanca desterrada lo es 3 veces más - Saúl miró de manera fulminante a su Beta - Así que ve preparándote porque estamos muy cerca de ser descubiertos y prepara la Horca, porque antes de que nos descubran mataremos a la Loba la hubieras matado en aquel duelo ahora tienes mi autorización, mata a la loba.
Killian a través de sus ojos amarillos veía el pequeño cuerpo como una obra de arte a pesar de las profundas heridas que eran más visibles en su forma humana, sus acciones iban en contra de todo lo que él había expresado, pero lo más importante era sanar el cuerpo de Lillith y para sorpresa de Killian la loba parecía reaccionar poco o poco, al ser salvajes las heridas que llegaban a provocarles sanaba en más tiempo por la sangre de pícaros que corría por sus venas, el Beta se acercó con un paño y empezó a pasarlo por todo el cuerpo de la mujer descubriendo que se trataba de heridas muy profundas.
15 minutos después Killian había terminado con aquella limpieza, había tomado la decisión de tapar el cuerpo de la loba con una manta, muy a pesar de ser salvaje y de que los pícaros pueden aparearse con cualquiera sin la necesidad de un destinado y con más razón y derechos Killian por tratarse del Beta, él podía tomar a la loba que quisiera, no obstante siempre fue caracterizado por respetar a las lobas sin importar que ya eran Salvajes y la única excepción era Rox, y aunque Lillith se encuentre desnuda ante él, el Beta nunca se sobrepasará.
Unos minutos después Killian abandonó la casa y siguiendo sus pasos se encontraba Rox, el Beta había tomado la dirección de la Casa del Alfa, en ese preciso momento también Lillith abrió sus ojos sintiendo molestias en el abdomen y en las Costillas. Sus ojos azules analizaban el techo del sitio ubicando por completo en dónde se encontraba un profundo suspiró fue lo que Lillith había dejado escapar - ¿Estás bien? - Su loba había hecho acto de presencia en su mente - Pelear con 6 lobos que pertenecen al Congreso no estaba en mis planes— Murmuró la loba a través del enlace.
Lillith volvió a cerrar sus ojos y allí las imágenes y los sucesos volvían a repetirse en su mente, una loba Blanca encontrá de 4 Lobos considerados poderosos, la primera en lanzarse había sido Lillith logrando desestabilizar a uno de sus oponentes sus colmillos dejaban en claro que quería despellejar a los que tenía ante ella, eran lobos que en tamaño duplican el de Lillith, la Loba que había conseguido volver a despertar antes de que llegarán a trasladarla.
Unos minutos después la misma loba blanca había dejado que sus oponentes conozcan a una Bestia de ojos del color de la sangre había emitido rugidos que hicieron temblar a los lobos, Lillith había sacado su lado salvaje dejando que sus colmillos y su pelaje se manche con la sangre de uno de ellos, puesto que había logrado arrancar un pedazo de piel, pero aquello también había logrado que dos de sus oponentes llamarán a dos Lobos más en su forma humana, los recién llegados se habían encargado de que provocar heridas profundas en ella, aquello había sido como dar cuerdas a su Bestia oculta y en menos de 1 minutos la loba blanca Lillith les había arrancado la cabeza aunque ella también había recibido heridas muy profundas, luego de aquel arrebato ella había tomado la decisión de seguir con su camino aunque la sangre que brotaba de ella y el dolor también le dejaban en claro que muy lejos no podría llegar.
Lillith había decapitado a dos lobos en su forma humana y a en su forma animal, ni siquiera ella era consiente de todo lo que había hecho, lo último que recordó fue haber visto el rostro del Beta - ¿Qué hemos hecho? - Fue la pregunta realizada por la mujer mordiéndose los labios.
Hemos matado a 6 Lobos que pertenecen al Congreso— Su Loba se escuchaba muy tranquila - No te preocupes, no creo que nadie se dé cuenta de quién los haya matado, no dejamos que nuestra fragancia se quede en el cuerpo de ellos - la mujer aún tenía los párpados pesados y fue fácil que volviera a cerrar los ojos.
Mientras que Killian había llegado junto al Alfa, pero un guardia también se encontraba en el sitió - ¿Qué está sucediendo? - el Beta se había dado cuenta de que algo estaba ocurriendo por el rostro del Alfa.
En él sitió en dónde se encontraban los cadáveres había llegado una camioneta blindada y de ella había descendido un imponente hombre, se trataba del Alfa de los Alfas, aquel que era considerado el Alfa más respetado cuyo mandato era indiscutible, alguien que puede consumar cualquier manada.
¿Qué ha ocurrido aquí? - Fue la pregunta realizada por el Alfa mientras observaba la cabeza de 4 Lobos y 2 Humanos en el suelo.
Un desterrado ha matado a los 6 - Informó su acompañante - Pero la Fragancia es muy suave.
¿Una mujer? - Preguntó el Alfa.
Probablemente, pero no tenemos indicios de que haya Pícaros por estas zonas.
Informa de que mañana a las 14. P.M. tendremos una reunión en Rosas de Luna analizaremos esta situación y si se ha divisado algún movimiento extraño por el Territorio si es así debemos de aniquilar a los Pícaros y encontrar a la asesina que será condenada a vivir un infierno en los calabozos del congreso - Con aquellas palabras el Alfa de los Alfas se alejó, pero antes se subiese a la camioneta volvió a detener sus pasos - Visiten a esta manada descarten que en ella habiten desterrados y si es así aniquilar es la palabra clave - Con aquella orden en hombre se subió a su vehículo
Al mismo tiempo de aquella orden, Killian se encontraba escuchando al Alfa cuyo Territorio estaba cerca de ser visitado - han matado a 6 Lobos del Congreso y la Fragancia de un desterrado se levanta por los cadáveres - Expuso el Alfa de la Hermandad.
¿Qué Lobo desterrado tendría la fuerza de acabar con 6 Lobos desterrados? - Fue la pregunta de Killian, pero en el fondo el Beta tenía una pequeña sospecha.
Killian no eres estúpido y no somos estúpidos somos asesinos y una Loba Blanca desterrada lo es 3 veces más - Saúl miró de manera fulminante a su Beta - Así que ve preparándote porque estamos muy cerca de ser descubiertos y prepara la Horca, porque antes de que nos descubran mataremos a la Loba la hubieras matado en aquel duelo ahora tienes mi autorización, mata a la loba.
