Capítulo 82
1949palabras
2023-11-04 20:32
Respiro al pisar mi territorio. Mi ropa se desgaja de manera descuidada y doy paso a Máximo para que corra en libertad. La sensación del césped en mis patas, la conexión con la tierra, el aire puro que invade mis pulmones.
Todo! Me hacía falta todo!
-Alfa! Bienvenido! - Me dice Samuel a través del enlace mientras corro dejándolos atrás. - Tengo algo importante que contarte. - Me dice pero la lejanía rompe el enlace, sea lo que sea puede esperar.

Ahora mismo un deseo incontrolable de cazar me invade y me adentro en el bosque.
Al llegar al limite noto las cuerdas de tensión cambiadas.
Eso solo significa que los cazadores han estado atacando mientras nosotros estábamos ausentes.
Llegando al río me transformó, no quiero que Victoria me vea sucio y el olor a sangre le genere vomito.
《¿Tardas? Queremos ir al ecografo hoy. 》 Me llama Dani
《Voy de camino. Iré a cambiarme y los alcanzo.》 Todos los olores los siento magníficados, y al entrar a nuestra habitación el olor es repugnantemente insoportable. ¿Quién a estado en mi casa?

Todo parece estar en orden, pero el cajón de la ropa interior de Victoria está abierto y su ropa desordenada. No recuerdo que quedara así, pero antes de lanzar una acusación debo pedirle que revise si algo falta.
Me cambio y los alcanzo llegando a la camioneta, discuten por algo y Dani respira frustrado.
- No se puede Victoria. Entiende por favor! - Trata de hablarle
- Mire señor Evans, si no se transforma usted entonces llamare a Dai... - No termina de hablar cuando me ve aparecer y corre a mis brazos con los ojos humedecidos. - Amor, Dániel esta tan odioso conmigo. - Esos pucheros que hace me derriten - No quiero ir en carro al hospital, solo quiero montar un ratico, pero él se niega a dejarme ser feliz. -

- Por la diosa! ¿Como se le ocurre querer ir en lomo? El movimiento puede afectar al bebé. Nadie te va a llevar así Victoria. Sube ahora que ya vamos tarde. - Le dice perdiendo la paciencia
- No le va a afectar es un lobo como ustedes! El movimiento será algo natural para él. - Es terca y no se rinde en su empeño por conseguir lo que desea.
- Claro! En caso de que sea lobo. Pero él es humano. Es fragil! No lo voy a exponer por un capricho tuyo y la discusión se acaba acá. - Le dice apretando la mandíbula mientras abre la puerta para que ella se monte.
- ¿Como puedes saber eso? - Su voz se oye rota.
- No lo se mi pequeña. Y no me importa si lo fuera, solo quiero que este a salvo. Si lo que deseas es que Máximo y Logan se involucren con él, lo haremos. Pasarán más tiempo juntos, pero existen más maneras que solo montar. - Se acerca y la pega a su pecho - Discúlpame por hablarte así. He sido grosero y poco comprensivo.
- Victoria. Si lo que quieres es montar, yo estoy disponible y ansioso por ver esos pechos saltar en mi cara - Le digo guiñando el ojo y ella me mira con cara de pocos amigos.
- No te sirvió de mucho el agua fría, ¿Verdad? - Dice mientras se sube al asiento trasero cerrando la puerta tras ella. - Se irán los dos al frente. Necesito espacio. - Que linda se ve molesta!
- ¿No puedes tomarte nada en serio? Debiste apoyarme para que entienda que debe evitar esfuerzos. En cambio tu estas pensando en ponerla a rebotar sobre tu verg*. - Me dice empujandome y caminado a la puerta del copiloto.
El ultrasonido confirmó la información que ya habíamos recibido.
- Bueno, efectivamente es un solo bebé. Estamos en la semana doce. Esa bolita que ven es su hijo. Mide 22cm y pesa 480gr. Esta bastante bien para las semanas de gestación, evidentemente esta muy desarrollado y adelantado para el tiempo. Cosa que es normal en nuestra especie. - Dice el doctor y nosotros nos miramos.
- ¿Por qué no lo podemos conectar entonces? - Le pregunto y él me mira extrañado.
- ¿A que te refieres? El lobo llega a los 18 años. Sus genes se desarrollan pero no se despiertan hasta ese día. ¿Acaso están esperando que el bebé les hable? - Dice riendo con fuerza mientras busca asiento y se limpia las lágrimas que le caen. - Perdón Alfas! No era mi intención, pero es que nunca había oído algo tan disparatado. Tu lobo puede escucharlo con más claridad, puede sentir cuando se mueve, notar cuando esta despierto. Pero tener una conexión telepática no es posible.
Nos imprime varias fotos del frijolito que crece y a través de la pantalla vemos sus débiles movimientos.
- ¿Cuando sabremos si es niña o niño? - Pregunta ella
- Con su desarrollo ya se podria, pero sus piernas cruzadas me impiden mirar. - Le dice mientras saca algunas hojas para tomar nota ¿Cuentame como van los síntomas? - Le pregunta pero yo me adelanto.
- Pues terribles doctor! Tengo náuseas, estoy cansado, irritable, ansioso. Me frustra no sentir a mi cachorro y aparte de todo no he tenido atención sexual. Aunque usted la vea con cara de inocente, esta mujer no tiene compasión se niega todo el tiempo con la excusa de que el bebé la tiene sin energía y sin ganas. - Suelto dejándolos a todos mirándome con las cejas levantadas de asombro.
- Gracias Alfa por tu sinceridad, pero en realidad la pregunta iba dirigida a tu compañera.
Aunque lamento saber que estas sufriendo de manera tan intensa los estragos del embarazo. - Dice girando la cara para que yo no vea que se ríe de mi suplicio. - ¿Tú también estás por las mismas? Desahógate Alfa. - Pregunta a mi hermano
- Uno de los tres debe estar cuerdo para poder lidiar con sus cambios hormonales, y ese soy yo. - Dice con burla.
- Esa es una gran noticia. - Ahora su atencion esta centrada solo en mi mujer - Luna, cuéntame como te sientes. - Es un hombre querido para nosotros, aún puedo recordar las innumerables noches que tuvo que llegar a media noche para cuidarnos porque nos habiamos enfermado o causado alguna herida que requiriera sutura por nuestros constantes juegos bruscos.
- Me siento sin energía, pero es porque hemos estado activos. En el viaje no guarde tanto reposo como debia, pero estoy segura que eso se solucionará reponiendo algunas horas de sueño. - Responde y él asiente.
- Tienes toda la razón, necesito sacarte algunas muestras pero te dejaré descansar y las haremos en dos días. Lo más importante es estar tranquila, evitar esfuerzos excesivos y seguir la dieta que estamos llevando - Le dice levantandose para acompañarnos a la puerta.
El regreso fue rápido, aún sigue molesta y está cansada. Todos estamos cansados.
- ¿Por qué huele así la casa? - Pregunta Dániel arrugando la nariz al entrar.
- Mañana lo preguntaremos, ahora vamos a la cama, estoy que me caigo. - Les digo y pronto estamos bajo las sábanas abrazados al cuerpo caliente que tanto amamos.
Lleva una semana que no quiere salir de casa, con las gotas que le recetaron el vomito a desaparecido, pero algo la esta preocupando.
La abuela ha estado con nosotros y la cuida mientras nos ocupamos del trabajo.
Hemos tenido ataques de pícaros tratando de invadir el territorio y eso hace que cada noche uno de los dos esté ausente para hacer ronda con los hombres de seguridad.
- No vallas, por favor. Esta noche quiero que estemos los tres. - Me pide cuando me estoy alistando para salir y se que su solicitud no tiene nada que ver con un deseo carnal.
《Avísale a Frank y a Samuel, pideles que doblen el personal esta noche, cualquier novedad que nos vinculen. Yo siento muy rara a Victoria 》me dice Dáni, asiento y me giro a mirarla se ve extraña.
- Tus deseos son órdenes mi tesoro - Le digo mientras me acerco a la cama y le beso las manos.
Su noche es intranquila, no logra conseguir una posición cómoda y se levanta a orinar cada 10 minutos haciendo que los dos despertemos.
- Eso ya no es normal. Llamare al médico para que venga - Le digo mientras me acerco al mueble a sacar un bóxer y una camiseta
- Mi pequeña ¿que pasa? Puedo entrar a ayudarte - Intenta Dani desde la puerta, pero un quejido ahogado nos llega desde el interior haciendo que él empuje rompiendo la bisagra para encontrarla doblada sujetando su vientre.
- Duele! - Dice apretando los dientes.
Él la carga y la deposita con sumo cuidado en la cama.
Mis manos tiemblan mientras marco el número y espero respuesta.
- Debes venir! Algo va mal. - Le digo casi tartamudeando al médico.
- Lo primero es estar calmado. Ahora dime que síntomas tiene - Me pregunta y yo me giro a verla
- Esta sudando mucho y se retuerce de dolor. No sabemos que hacer. - Le digo con miedo.
- Vamos a necesitar un tacto. Lo mejor seria descartar que esto no sean contracciones - Dice mientras se le escucha mover tarros y abrir y cerrar cremalleras.
- ¿Eso es grave? - Pregunto alarmado
- Pregúntale si ha presentado sangrado - Dice ignorandome, pero ella solo se retuerce sin responder
- ¿Haz sangrado Victoria? - Le pregunta angustiado Dániel
- No. Pero ya habia sentido esta molestia antes, al principio eran cólicos suaves, pero hoy han estado intensificando - Dice entre sollozos - No dejen que lo pierda! No quiero que le pase nada a mi bebé.
- ¿Dígame que debo hacer? - Le pido al médico dejando el teléfono en altavoz y dirigiéndome al baño a desinfectar las manos.
- Necesito que introduzcas tu dedo anular y dedo índice y me describas como se siente - Me indica y yo me acerco a la cama donde Dani ya intenta ayudarla a doblar las rodillas dejando a la vista su intimidad.
- ¿Deben ser los dos al tiempo? Mis dedos son gruesos. No quiero lastimarla. - Le digo nervioso.
- Inicia con uno y vamos viendo. Necesito que toques el cuello uterino y me digas si esta estirado o abierto. - Mi mano se acerca y lentamente dejo ir un dedo por su vagin* sacandole un quejido.
- Se siente... no se como putas describir. Se siente blando, no presenta resistencia. Lo siento un poco abierto... eso creo. Muy húmedo. No se - Digo mientras muevo el dedo y ella toma la mano de Dani y la lleva a su boca mordiendolo. Realmente esta desesperada por el dolor.
Al sacar el dedo un mancha roja aparece.
- ¿Donde vienes? Tiene sangre! Ella está sangrando! Debes ayudarnos. - Le grito desesperado
- Ya voy llegando. Conserven la calma. Ya he avisado a la ambulancia para que nos recoja - Dice y a los pocos minutos la la puerta se abre y él entra corriendo.
- Debo revisarla. - Nos dice y los dos asentimos.
- Mi bebé doctor! ¿Que pasa? ¿Por que estamos así? Yo me he cuidado! No he caminado. No quiero perderlo, por favor! - Su voz esta llena de terror, llora desesperada y mi corazón se parte. Si lo perdemos... No, no puedo ni pensarlo.
Me giro cuando escucho que él se pone los guantes, no quiero ver como otro macho mete sus dedos en ella.
- Creo que estamos presentando una amenaza de aborto - Dice y yo siento que la fuerza de mis piernas me abandona.