Capítulo 80
1640palabras
2023-10-12 05:34
- Isla Pelicano - Me dice el asesor - La podemos reservar si desea y partir mañana.
- No, partiremos ahora. Le pagaré extra, pero quiero que al anochecer ya estemos instalados. Iré a alistar a mi familia y estaremos acá en 30 minutos - Le digo y él hombre asiente.
- ¿Le ha molestado algo señor? - Me pregunta. Respiro hondo, me molesta todo! Quiero privacidad.

- Solo encárguese de llevarnos - Le digo dándole la espalda
En la cama veo a mi compañera acostada descansar, se que le molestara el cambio repentino.
- No me quiero ir Daimon! Dijiste estaríamos unos días. - Me dice ella haciendo pataleta en cuanto me ve abrir las maletas y empezar a guardar la ropa.
- Ya te explique que es una sorpresa, me ayudarías mucho si revisas que no estemos dejando nada. Dani ya debe estar bajando el equipaje de tu madre y de Maria. No los hagamos esperar. - Pero ella terca como es se cruza de brazos y me mira con cara de enemiga.
- ¿Por qué no vamos? Si no me explicas no me muevo. - Me dice poniendo sus manos en la cadera.
- Te llevare así me toque hacerlo cargada. Entiende que quiero que estemos en otro sitio. Estoy seguro que te encantará - Le digo acercándome a tocarla, pero ella pone su mano en mi pecho marcando distancia.

- No! ¿Cuál fue la molestia? ¿Te incomoda que la gente sea amable? ¿Nos iremos porque me miraron? Increíble Daimon! - Sigue peleando conmigo y la sangre se me va acumulando de a pocos.
- Victoria, quiero privacidad. Quiero disfrutar de verte sin que otros lo hagan también. Eres mi mujer! - Sus ojos se abren como platos al oírme.
- No soy tu propiedad! ¿Que te ocurre? - Con incredulidad veo como desocupa su maleta y bota toda la ropa que ya tenia empacada encima de la cama para luego dirigirse al balcón y acostarse en la hamaca con toda la intensión de no mover ese hermoso culo de ahí.
La puerta se abre y Dani entra dispuesto a recoger las maletas que se supone ya debería tener listas.

- ¿Que ocurre? ¿Donde está? - Me pregunta confundido al ver el reguero
- Pregúntale a ella! No quiere irse. - Hablo mientras guardo la ropa sin cuidado, cuando lleguemos organizare, pero ahora solo quiero salir y llevarla conmigo.
- Amor! ¿Puedo pasar? - Le dice dando pequeños golpes en la puerta que conecta la habitación
- No Dániel, no quiero hablar con ustedes! Tú estás apoyando su plan. Vete por favor, quiero estar sola. Ustedes no pueden decidir todo como si mi opinion no contara - Él la escucha y se gira a verme con las cejas levantadas.
- Tranquila que hablar es lo que menos haremos - Le digo y ella me mira como si acabará de golpearla
- ¿Crees que tendre sexo con ustedes en este momento? No estas ni tibio Daimon. - si supiera cuanta excitacion me genera verla furiosa
- ¿No estoy que? - Aun me pierdo en algunas expresiones que dice
- Ay! Que estas equivocado! Que no pienso hacer lo que sea que estés pensando - Me responde exasperada y se levanta dispuesta a salir de la habitación, pero sujeto su cadera y la arrastro conmigo hasta que su espalda queda contra el colchon
- Que bueno que no estoy pidiendo tu opinión - Le respondo mientras la acecho y devoro con la mirada ese cuerpo que tanto me gusta.
- Dani! Ayúdame! - Grita
《No la vas a lastimar Daimon, si definitivamente no quiere déjala en paz》- Me dice atreves del enlace.
- Amor, iré a avisar a tu madre que tardamos un poco en salir. Trata de solucionar con él mientras regreso. - Le dice y sale de la habitación llevando las maletas que ta estaban listas.
- Estas en mis manos. - Le digo y ella se retuerce bajo mi cuerpo haciendo que mis ganas crezcan. - Te voy a hacer súplicar - Le digo y ella resopla.
- ¿Ahhh si? - Me responde desafiante acercando sus labios a mi cuello y luego dejándome con las ganas.
- No juegues conmigo Victoria - Le advierto pero soy consciente que ella puede hacer lo que se le de la gana conmigo. Estoy en sus manos. - Te deseo y lo sabes. - Le digo mientras meto las manos bajo su vestido y lo subo despacio disfrutando de su cálida piel.
- Si, pero no haz hecho puntos para esto. Hoy haz tenido un comportamiento muy reprochable. - Me susurra mientras su cadera sube a frotarse contra mi miembr* que golpea por salir.
- No soy el gemelo bueno - Le respondo levantando los hombros y ella ríe ante mi sincera declaración. La levanto y saco su vestido por la cabeza. - Jamás me cansaré de verte, eres tan hermosa - Le digo mientras me desabrocho el pantalón.
- No Dai, nos esperan. ¿Quieres que nos vallamos, en serio? Yo estoy feliz acá, no hemos recorrido básicamente nada y dijiste que veniamos a conocer - Lo se, pero no soporto que la miren con deseo, ella es solo nuestra, ya es suficiente con compartirla con mi hermano como para tener que ver miradas lujuriosas sobre ella de otros machos.
- Amor, te he tratado de explicar que te tengo una sorpresa. Estoy tan seguro que te va a encantar. - Bajo mi bóxer y ella jadea al ver mi erección. - No tenemos tanto tiempo, déjame tenerte, te necesito - Le digo y ella sonríe pasándose la lengua por los labios.
- Te tocara jugar solitario - Me respondo tratando de escabullirse entre mis brazos.
- Oh no! No te vas a escapar - Le digo presionala con fuerza. El ruido de la puerta al abrirse la distrae y yo aprovecho para inmovilizarla.
- No es hora de estar jugando y menos sin mi - Escucho la voz de Dani en la entrada - Nos iremos y tendremos la noche para estar juntos. - Dice recogiendo su vestido y estirando la mano hacia ella para que se levante, pero yo pongo mi mano sobre su pecho y le impido enderezarse. Mi cabeza se hunde entre sus piernas y ella gime al sentir mi lengua recorrer su entrada. Esta mojada, siempre está lista y eso me enloquece.
- Oh Dai, por favor - Articula con dificultad mientras sus manos sujetan mi cabeza para que me detenga.
- ¿Quieres? - Le pregunta él y ella gime como respuesta. Su mal genio se ha ido y solo la invaden las ganas.
- Entonces en cuatro. No voy a quedarme solo a mirar - Dice Dani sacándose la camiseta. La quiero tener para mi solo y me avergüenza ese deseo, se que él tiene tanto derecho como yo, pero me siento posesivo, tanto como no me había sentido antes.
De mala gana me levanto y la ayudo a comodar para que su cara quede frente a él.
- Al contrario Daimon. Quiero penetrarla. - Me dice mirándome con seriedad, pero apunto mi verg* en su entrada hasta llegar al fondo haciéndola gritar por la invasión.
- ¿Que putas te pasa? Ten cuidado, por lo menos hazlo suave, vas a lastimar al bebé - Me dice molesto mientras levanta su rostro y la acaricia, haciéndo que el vínculo disminuya el dolor que se que le cause.
- Jajajaja no lo voy a lastimar y lo sabes. No me vengas con esas pendejadas, estas molesto porque no eres tú quien se lo está haciendo. - Solo deseo hacerle sentir mi necesidad, deseo que me calme la furia que me invade.
- Calmate amor, no paso nada - Le dice ella mirándolo y sosteniendose en una mano para sujetar su verga y llevarla a su boca haciendo que él cierre los ojos por el placer que le da.
- Perdóname mi tesoro - Le susurro al oído mientras entro y salgo de su cuerpo que me calienta como el sol. La sensación es tan placentera, es tan estrecha que aunque desee retardar más mi orgasmo me es imposible.
Me agacho y tomo su cabello haciendo que su cabeza se suelte del miembro de mi hermano y muerdo su marca llevándola al orgasmo y dejándome ir con ella. Gruñó mientras me riego en su interior.
《MALDITO PERRO! ESO NO SE HACE! 》Ruge Daniel a través del enlace pero me da igual.
《Si hubiera querido que estuviéramos los tres te habría llamado. Fue tu culpa.》 Le respondo y él asoma los colmillos molesto.
- NO ES SOLO TUYA! - Me responde mientras salgo de su cuerpo y ella se desploma por la corriente que aún la recorre.
- Ya esta! Organizare lo que falta mientras tu terminas hermanito - Le respondo y veo a Logan asomar.
- No te equivoques niño! - Me gruñe Logan, pero no me importa. Ya suficiente tengo con el mar de emociones que me están sobrepasando.
- Ven mi pequeña, no las hagamos esperar mas a ellas - Le dice sujetando su cadera para levantarla.
- ¿No quieres? - Le pregunta sonrojada.
- Claro que si! Pero lo haremos al llegar mientras él nos ve disfrutar. - Responde mirándome desafiante
Maldit* sea que me pasa! Tomo la ropa y la embuto como puedo en la maleta y salgo de la habitación dando un portazo.
Al poco rato los veo bajar, estoy avergonzado con ella, pero no puedo controlarme, quiero estar en mi manada, quiero regresar ahora, tantos humanos me tienen nervioso.
El yate nos espera y pronto desembarcamos en la isla privada que he separado. Es hermosa y estaremos solos que es lo más importante.
Solo es una semana me repito mientras camino por la playa dejándolos a ellos atrás. Solo una semana.