Capítulo 59
1282palabras
2023-08-11 08:03
Giro su cuerpo y queda de espalda al colchón, me ha tomado por sorpresa su actitud caliente y exigente, pero es realmente delicioso verla tan deseosa.
Si mi pequeña tiene calor se lo calmaremos. Puede que ella no tenga el control de sus emociones en este momento, pero nos tiene a nosotros para calmarla, complacerla y aliviarla.
En una humana se supone que la ovulación le provoque alteraciones pero no creo que sea posible a estos niveles. Este calor excesivo y pérdida de todo razonamiento es propio de los animales, es como si solo se dejara llevar por las ganas y su necesidad de saciarlas.

¿Será debido a la marca?
Sin esperar mas tomo sus piernas y las pongo en mis hombros y empiezo una penetración profunda y constante hasta tocar sus paredes. Mis testículos se estrellan golpeando su trasero.
La observo atento para ver si tiene algún cambio o hace señales de dolor, pero sus gemidos y jadeos son de solo goce.
A medida que aumento las embestidas ella dobla su cuerpo buscando mis labios y su vagin* me presiona de una manera increíble, el calor, la humedad y la forma en que me succiona me da un placer completamente nuevo.
Sus ojos están clavados en los míos, su mirada es solo lujuria, muerde mis labios y sus manos me recorren con desespero.
Pronto siento como sus líquidos empapan las sabanas, su cuerpo tiemblan mientras se viene.

- Ohhh Dániel siiii! Más, quiero más!
Se ve tan exageradamente sexi ahora que esta caliente. Sus movimientos demandantes y sus gemidos son cosa de otro mundo.
- ¿Estas segura que quieres más? Si me enciendes no me pienso detener - Le advierto pero su respuesta me deja desconcertado.
- Quiero sentirlos en todos mis agujeros - Logra decir entre jadeos, mientras me empuja para cambiar de posición.

Daimon no sale de su asombro.
- ¿Te vas a unir o le vas a dejar todo el trabajo a Dani? - Le dice mientras se acomoda en la cama poniéndose a cuatro patas quedando frente a él.
Ver su cadera y su diminuta cintura en esa posición es alucinante!
La cantidad de veces que imagine tenerla así no podría nombrarlas.
Inclina su cabeza hasta pegarla al colchón y se frota contra mi miembro que pareciera tener vida propia y pronto me veo sumergido en su interior, el sudor me recorre por el esfuerzo, cierro los ojos tratando de concentrarme y cuando los abro veo a Daimon de pie y mi pequeña que de inocente en este momento no tiene nada esta dándole una mamada que da envidia.
- Ven Dani, ponte acá. - Me ordena y sin protestar obedezco. Si antes sentía que tenía poder sobre mi ahora si es cierto que me tiene comiendo de su mano.
Pronto esa boquita hermosa esta pasando de un miembr* al otro llevándonos al éxtasis.
Sus manos acarician de una forma magistral cada parte y los jadeos que emitimos se deben oír desde lejos.
Su lengua recorre mi falo hasta llegar a la raíz y pronto siento mis bolas en su boca mientras su mano sube y baja dándole placer a Daimon que pronto empieza a gruñir avisando que no le falta mucho para acabar.
Su boca me abandona y lo envuelve a él, moviendose cada vez más rápido hacia arriba y hacia abajo.
- Amor me voy a venir - Le avisa él tratando de apartarla pero ella solo aumenta el ritmo sacandole hasta la última gota y pasándose su semilla.
- Por Dios Victoria! Me estas enloqueciendo! - Le dice con las rodillas temblando.
Me mira y con picardia se pasa la lengua por sus labios.
- Ven amor! - Me dice y su boca ya me esta llevando a ver las estrellas.
- Si no te detienes voy a acabar en tu boca - Le digo cerrando los ojos.
Pero ella solo lo introduce hasta llegar al fondo de su garganta y sin aguantar más me dejó llevar viendo satisfecho como se pasa todo mi semen.
- Tú serás nuestra perdición mi pequeña - Le digo pasando mis manos por mi cabello.
Sus manos bajan hasta llegar a su centro y se acuesta abriendo sus hermosas piernas dándole paso a Daimon para que la llene de placer con su lengua mientras introduce dos dedos en su interior que ahora está escurriendo y pronto la contorsión de su espalda la lleva a un orgasmo tan fuerte que sus ojos se ponen blancos mientras su cabeza se dobla tocando el colchon.
Me acerco y la beso con calma. La luz del sol se cuela por la ventana.
¿Cuanto tiempo paso?
- Ven, vamos a bañarnos para que tu cuerpo se recupere - La llamo mientras voy de camino al baño.
Sin más demora estamos los tres bajo el agua recibiendo alivio a la tensión muscular.
Daimon toma la esponja y se pone frente a ella lavandola con devoción y aunque evita tocarla mucho, ella al mínimo contacto gime pidiendo más.
- NO! VICTORIA ESCUCHAME DEBES DESCANSAR - Pero en vez de obedecer mi voz fuerte solo logra excitala más mientras pasa sus manos por mi pecho.
- Voy a traer comida - Le digo apartandola suavemente.
- ¿Me estas rechazando? - Me dice mirándome fijamente.
- No mi pequeña, no te podría rechazar, pero de verdad todos necesitamos dormir. - Ella me mira decepcionada pero no la puedo complacer, se va a descompensar.
Bajo rápidamente y Susy me mira preocupada
- ¿Que pasa Dániel? ¿Ya esta mejor? - Me pregunta mientras llena una bandeja con comida para nosotros.
- No se que ocurre, pero ella es... esta tan...
- Ohh si! No necesitas decirlo. La manada está descontrolada con los ruidos. - Me dice mientras gira su mirada dirigiéndose a la puerta donde Samuel y Frank aún están parados.
Me acerco a ellos y veo algunos hombres en la entrada.
- NO TIENEN NADA QUE HACER ACÁ! REGRESEN A SUS LABORES AHORA MISMO. DEBERIA AVERGONZARLES ESOS PENSAMIENTOS SOBRE SU LUNA - digo usando mi voz de Alfa y ellos agachan su cabeza y se alejan.
- Gracias chicos, han echo un excelente trabajo - Les digo a nuestros Betas - Vallan a descansar, por ahora todo esta controlado.
Ellos asienten y se van a sus habitaciones luego de doce horas de vigilancia.
Regreso a la habitación y Susy ya se a encargado de que ellos estén comiendo, me les uno sintiendo que mi estómago ruge.
La veo y lleva una camiseta de él que le queda gigante, se ve más tranquila.
Al terminar la acostamos y ya está más manejable.
Daimon se acomoda a su lado y consiente su cabeza tratando de dormirla.
- Aun no he acabado con ustedes - Dice mientras sus ojos se cierran agotados.
- jajajaja ¿Que haz hecho con mi Victoria? - Le dice él riendo y besa su frente.
- Ven a mi lado - Me llama tocando el lado libre de la cama.
- Dulces sueños - Le digo besando su frente.
Por fin se duerme y nosotros nos miramos.
- Vestirla fue un desafío! ¿Que sucedía abajo? - Me pregunta mientras se acuesta.
- Estaban alborotados por su olor. Pero ya esta todo en orden. Mis ojos pesan de sueño. Estoy rendido. Esta mujer me ha dejado seco. Creo que mi visión de semental se ha puesto en duda esta noche - Le digo y él rie.
- Si! Mi ego se ha visto afectado también! - Me dice entre risas.
- Bueno a dormir antes de que se despierte, porque esta vez te toca a ti tomar el relevó.
Pronto los ronquidos es todo lo que se escucha.