Capítulo 23
1563palabras
2023-06-07 04:35
CONNOR
Su declaración me dejo en un limbo de confusión y dolor que tuvo la acción de hacerme a callar. Como no llegue a pensar que no tenía familia, la respuesta fácil, nuca me plantee aquella idea. Sin embargo, aun no entiendo el porqué de su desagrado hacia mí.
Ya le pedí perdón, me arrodillé ante ella dejando mi orgullo a un lado. Bueno meditándolo una superficie clara, no lo hice literalmente, pero fui con la intención de hacerlo, pero no se dio la oportunidad. De igual manera todo lo malo que le hecho nunca pensé que traerían represalias a su vida.
Porque lo único que hice mal fue que la despidieran de su trabajo. Aun así. ¡Saben lo difícil que es que un hombre se contenga cuando encuentra a su pareja eterna?
Es nula si nula
Yo como un hombre lobo no puedo contener mi posesividad. Por esa razón los seres humanos tienden a perder a sus parejas. Porque no luchan por ella marcando desde el principio su territorio. De igual manera debo pensar con la cabeza fría y dejar a un lado mis comportamientos de no arrebato de posesividad por mi propia seguridad y beneficio. No debo ser un tonto y como primer punto, tengo que pensar antes de actuar. Aunque sus actitudes me desesperen.
Aun así no puedo esperar más y voy tras ella. Aunque piense que soy el más mujeriego de la historia debo ser paciente. No obstante no lo puedo negar lo fui antes. Pero aquel hombre ya quedo en el pasado. Ahora soy un hombre renovado que la tiene la meta de conquistarla y enamorarla hasta que ya no podamos respirar.
Sin perder más tiempo del que ya he perdido acelero mis pasos siguiendo el mismo camino que recorrió ella. Mis pisadas producen eco con cada pisada lo cual eleva mi desesperación. En el momento que llego al comedor .ella está por cerrar la puerta entonces ubico mi mano en el material duro antes de que se cierre totalmente. Al traspasar el material rectangular oigo como mi hermano pronuncia algo que no logro entenderlo en su totalidad.
-Qué bueno que llegaste te estábamos esperando. Por favor tomen asiento –Dice indicándonos las únicas sillas vacías.
-Está bien. –Afirmo.
– ¿Sara te encuentras bien? –Menciona mi hermana y al instante me alerto.
Poso mi mirada en ella recorriendo su cuerpo para ver alguna herida. Pero al no encontrar nada dirijo mi mirada hacia su rostro el cual se encuentra totalmente rojo que acompañan a los acelerados latidos de su corazón confundiéndome.
-¿Sara?
-Estoy bien no se preocupen. No pasa nada.
-¿Segura? –Pregunto.
-Si estoy bien.
Y sin más que decir camina hacia las dos sillas vacías que a mi parecer son las únicas desocupadas. Entonces antes de que se siente me adelanto y arrastro la primera silla hacia atrás invitándola a sentarse. Ella se detiene con una expresión de desconcierto que intenta cambiar rápidamente por una neutra pero de igual manera ignora mi sonrisa y se sienta en ella sin dirigirme palabra alguna.
Y lo entiendo es difícil convivir con el galán que te hizo perder tu trabajo y el cual te recordó la mala suerte de no tener una familia.
Aunque yo no la perdí físicamente lo entiendo.
Arrastro la silla que está a su lado y sin más posiciono mis glúteos en ella.
-Pueden serviré. –Habla Luna indicándonos con las manos todos los platos que llenan la mesa.
-No te avergüences Sara, come todo lo que quieras. Tú ya eres parte de la familia.
-Gracias.
-No me lo agradezcas esto no es nada con lo tú has hecho por mí y mi familia. Eres un ángel...
-Pero dejemos los agradecimientos a un lado y vamos a comer. Habla Connor lo cual agradezco porque realmente mi hermana nunca se calla.
-Y como siempre nuestra Meredic comienza antes que nosotros –Se burla Dana y todos nosotros atrás de ella. Pero no pude seguir cuando escucho la armoniosa risa de la chica que voltea todos mis sentidos. Se ven tan hermosa que mi imaginación vuela al escucharla y desearía tanto que solo aquella sonrisa y risa sean solo para mí y por mí.
-Entonces no se diga mas a comer –Entonces la magia aun no se va.
Y así sin más preámbulos comenzamos a degustar de la comida, viendo como las bandejas llenas de alimentos pasan de un lado a otro. Hasta que Luna abre nuevamente su la boca no solo para comer sino para molestar.
-Sara cuéntanos de tu vida.¿ Tus padres viven aquí? –Y lo supe lo arruino –La escucho tomar aire y siento la rabia por lo estúpida que mi hermana es.
-Luna –Advierto.
-No se preocupe señor McQueen – Otra vez con eso que molesto. –No pasa nada y respondiendo a sus pregunta. Mi mama murió cuando tenía diez años y no tengo padre.
-Lo siento Sara no era mi intención incomodarte y hacerte recordar...
-No se preocupe, y no debo disculparse usted no sabía nada–Mentira. Siento su cuerpo rígido a mi lado. –Ya lo supere y sé que mamá está mejor en el lugar donde está.
-Y tú padre. ¿Nunca lo conociste?
-Luna –Advierto nuevamente.
-¿Quién quiere postre? Interrumpe Dana, lo cual agradezco.
-Yo –Grita Meredic que despega la mirada de su vaso de jugo de limón.
-Entonces no se diga más. Regreso en un momento. Hice un postre delicioso que les va a encantar y querrán repetir muchas veces.
SARA
Me siento un poco culpable por Meredic. Porque aunque Dios perdone a los pecadores no creo que lo haga conmigo por lo que quiero hacer.
¿Y qué es lo que quiero hacer?
Envolver mis manos por todo su cuello formando la misma escena de Homero con Bart. Pero es difícil Meredic ama a su tío y yo lo aborrezco, que gran combinación dada los grandes conflicto que hemos tenido en tan poco tiempo.
-Llegue –Ante mi vista aparece Dana con un inmenso plato Rellenó de una sustancia extraña y heterogénea que al a vista no hace conocer que es delicioso. Lo ubica en el centro de la mesa sin perder su sonrisa habitual y de inmediato todos los cinco pares de ojos se centran en aquel lugar.
-¿Qué es eso Dana? –pregunta el señor Connor.
-Bueno respondiendo a su pregunta mi querido Connor. Te presento mi postre. Que consiste en gelatina mezclada con leche condesada ¿Qué le parece, les gustaría probarlo?
-¿Y a qué se debe el color verde?
-A que gelatina es verde y al hacerla la combinación con la leche condesada el color cambia pero aquello no importa. Es la hora de comer quien quiere ser el primero en degustar mi gran postre.
-La mesa se sumerge en un silencio largo. Y puedo afirma que todos tenemos miedo en probar tan rara e especial combinación. Pero como siempre Meredic nos salva de tan difícil decisión.
-Yo quiero ser la primera Dana.
-Bien como nadie de los mayores que están rodeando esta mesa quiere degustar de mi gran postre. Entonces comencemos contigo corazón.
Dana agarra una pequeña bandeja que se encuentra al lado izquierdo de donde esta ella y comienza a llenar el tazón con su sustancia y luego se lo extiende a mi pequeña y ella lo coge con alegría que en instante me contagia.
-Yo también quiero señora Dana –Si no me arriesgo no descubriré ¿Verdad?
–"Entonces debes darte la oportunidad para amar" –Habla una voz en mi mente. Giro mi cabeza hacia mi costado izquierdo donde él se encuentra concentrado en su comida como si no me hubiera dicho nada.
Pero como puede ser posible.
No, me estoy volviendo loca.
-Toma Sara disfrútalo– el tazón se exhibe frente a mi distrayéndome de mis extraños pensamientos. Así que cojo la bandeja sin rechistar e intento olvidar todo lo sucedido tiempo atrás. Aunque no me queda la duda de que era su voz. Sin embargo es inútil y tengo que olvidarlo él no lo admitirá.
Rodeo la pequeña cuchara que se encuentra a mi costado izquierdo con mis dedos rezando a Dios que lo que coma no me haga daño, aunque a dirigir mi mirada hacia Meredic todas las dudas que estaban surgiendo en mí cabeza se quedan en el olvido. Cuando la observo degustar del ingenioso postre con alegría y gozo.
Entonces sumerjo la cuchara cogiendo el primer bocado y dirigiéndolo a mi boca. En el momento que el postre toca mi lengua, la explosión de sabores se desatan en mi boca llevándome al cielo.
-¿Y qué tal Sara, te gusto?
-No tengo palabras para describirlo señora Dana. Pero es lo mejor que he probado en mi vida. Esta muy delicioso.
-Escucharon mi postre es el mejor y ustedes se lo pierden. Hasta Meredic lo está disfrutando. Y aunque se enojen lo diré "Son un trió de miedosos"
-Pero sabes debo pensar en mi bebe.
-No pongas escusas Luna.
-Entonces no se diga más –Interrumpo –Dame un poco de ese postre extraño.
-El cual te va a encantar cuando lo degustes -Y de esa forma los faltantes en la mesa decidieron comer aquel postre y al probarlo tenían la misma expresión "Sorpresa"
Y ahora estoy segura que he encontrada lo que tanto he anhelado.
"Una familia"
Y peleare con uñas y dientes para no separarme de ellos. Aunque tenga que hacer el esfuerzo de aplacar mi coraje con ese ser despreciable.