Capítulo 20
1411palabras
2023-06-07 04:30
DAVID
-Te lo dijo ¿Verdad?
-No. Lo hizo.

-No te creo
-Es verdad ni siquiera me quiso responde a mi pregunta. Y eso que fue una simple.
-¿Que pregunta?
-No vale la pena.
-Luna –Advierto.
-No vale la pena. Punto final

-Eres exasperante.
-No es cierto.
-Sí lo es y lo sabes. Igual eso no viene al caso. ¿Cómo lo supiste? Dímelo.
-No tiene importancia como lo sé. Solo ten presente que lo sé.

-Luna dímelo.
-Luna –Advierto nuevamente. Creo que esto ya es común entre mi hermano y yo. Pelearnos.
-Los escuches hablar.
-¿Cómo? Porque hasta donde yo sé tú no estabas presente.
-Tengo un oído muy agudo. Somos mitad lobos. Recuérdalo.
-Diablos sí. De igual manera es de mala educación escuchar conversaciones ajenas.
- No lo es cuando está de por medio alguien de mi familia. Y que piensas hacer –Bufo. Ella es insoportable mi paciencia tiene límite y ella está haciendo un hueco entre él y mi razón.
-Aquello no te incumbe Luna. Así que no molestes.
-Claro que lo hace. Ella está cuidando de mi hija y....
-No me vengas con la misma cantaleta tú también Luna.
-No lo hare. Si es lo que te molesta. De igual manera todo lo que debías saber te lo dijo Connor. Así que no me meto.
-¿Y entonces porque me molestas? ¿Si se puede saber? –Digo con ironía.
-No lo hago. Pero quiero saber que harás con Sara. Ahora que es tu compañera. Tómalo como una pregunta de hermana protectora.
- ¡Enserio¡ ¡Pregunta de hermana protectora! ¡Te has vuelto loca! Y para saciar tu duda la reclamare como mi Luna.
-No lo puedes hacer aun...
-Si lo puedo hacer. Soy el Alpha y tu hermano mayor y debes obedecerme. Te queda claro.
-No me lo recuerdes lo sé perfectamente. Es estresante. Pero recuerda que soy madre y tengo miedo de que tú te lleves a Sara contigo y nunca más vuelvan. Entiéndeme. Gracias a ustedes dos mi hija ha vuelto a sonreír y no la quiero volver a perder.
-No la perderás –Rodeo sus mejillas para tranquilizarla.
-Como estas, tan seguro. Tengo grabada la orden de los Alpha dentro de mi cabeza.
-Luna...
-No, escucha. Al encontrar a su compañera el Alpha. Por orden y obligación estará a su lado gobernando junto a él.
-Lo sé.
-Claro que lo sabes. Nuestro padre fue uno antes de pasarte el cargo a ti. No creas que soy tonta.
-Se que no lo eres. Pero no te preocupes no me alejare de ti, ni alejare a Sara de Meredic.
-Hablas enserio.
- Muy enserio.
-Y la orden.
-La dejaremos por una temporada aislada.
-Gracias te amo mucho.
-Rodea mi cuerpo son sus brazos y yo también hago lo mismo.
-No te emociones solo será por un tiempo.
-Sí, pero algo es algo – Me alejo para limpiar sus lágrimas.
- ¿Estas más tranquila?
-Si –Ella se aleja de mi – ¿Cómo harás para que Sara te amé?
-No lo tengo definido aun.
-No es que quiera ser pesimista. Pero ella te odia.
-¿Cómo estas tan seguro de eso?
-Por los golpes que te dio anteriormente frente al cuarto de mi hija. En su cara se podría ver el odio puro que siente hacia ti.
- ¿Cómo?
-Por sus expresiones. Expresaba tanto odio que asustaban.
-Lo viste. Pensaba...
-Si pensaste que no lo había visto. Estas equivocado –Rio.
-Lo hare a lo antiguo.
- ¿Y eso sería? –Encarna una de sus cejas.
-Sorprenderla con chocolate, flores y una serenata. Cantándole lo mucho que la amo.
- ¿Enserio sería capaz de eso?
-Sí y más.
-No puedo imaginarte haciéndolo. Tú no eres de esas personas David.
-¿Qué personas?
-Las personas que ruegan por amor.
-Y no lo soy. Aunque debo ingeniármelas Sara es una chica difícil.
-Tienes toda la razón. Sin embargo te dejare algo claro.
-¿Qué?
-Si la lastimas. Declararte muerto.
-¿Qué?
-Lo que escuchaste. Aunque sea tu mate no dejare que la lastimas ella es una buena persona. Y no quiero que salga lastimada.
-Lo tengo presente. No obstante estoy confundido.
-En que
-Bueno. Soy tu hermano no tendrías que tu defenderme a mi –Hablo entre dientes.
-Lo sé pero ella me cae bien y la considero como una amiga. Aunque sea solo una duda se que sufrió en el futuro.
-¿Cómo lo sabes?
-No lo sé .Solo lo siento –Si mi hermana tiene el poder de sentir las auras de otras personas o seres sobrenaturales.-Y un consejo.
-¿Si?
-Ten paciencia.
-Eso es lo que más tengo.
-Y no lo dudo. Y no lo dudo.
-Entonces no lo hagas.
-No lo hare. Igual dejando aquel tema atrás. Con que comenzaras a conquistarla y cuando.
-Luna
-Es una duda. –Resoplo.
-Realmente no lo había pensado.
-Eres un tonto.
-Gracias por el cumplido me está sirviendo de mucha ayudo.
-Ya no importa. Pero mira que suerte tienes esta sola. Puedes comenzara ahora hablando con ella.
-Ya lo he hecho y me quiere lejos.
-Porque solo te estoy diciendo que hables con ella no que le recuerdes lo guapo eres.
-Así que no seas cobarde y ve por ella –Me empuja.
-Y ¿Qué hago?
-No se tu eres el de las ideas. Improvisa. Ahora ve.
-Está bien. Deséame suerte.
-Suerte y prepárate –Murmura lo ultimo y no sé el porqué.
De igual manera lo ignoro y camino hacia ella con todo la seguridad que me caracteriza. Aun así mi mente no deja de volar hacia el pasado donde papa siempre me decía que al encontrar a tu amor eterno todo cambiaria. Y dude de ello.
Creí que era inútil creer en el amor eso solo te lastima por ese motivo me plantee dejarme de bobadas de enamorado y hacer mi vida libre de compromiso libre de ataduras, libre de todo lo que representaba a ese tonto sentimiento
Que solo consiguió lastimarme.
Pero todo cambio cuando la conocí a ella. Aun está presente en mí la primera vez que la vi tan hermosa y única.
La imagen de ella en mi cabeza es una perdición de deseo contenido. Solo luciendo ese diminuto traje de baño está comenzando a ocupar el primer lugar de mi tormentosa perdición.
Aunque cuando mi mirada se posa en su rostro nuestras miradas se encuentra puedo darme cuenta de la furia contenida que corre por su sistema. Y aunque suene extraño su actitud es una relajación para mi cuerpo, porque de esa manera sabré que le interesa mi compañía aunque no de la forma que me apasionaría. Sin embargo no sería un problema porque voy a cambiar aquella de una forma tan drástica que ella no se podrá imaginar.
Y sin poderlo soporta más camina apresuradamente hacia ella y las palabras contenidas en mi boca salen como un juego pirotécnico. Y no me arrepiento al decirlas a los diez mil vientos.
-Entonces querida Sara la piscina nos espera.
-Claro. –Afirma ella ignorando mis intenciones.
-Entonces que esperamos para sumergimos en las aguas nuevamente. Al termina la oración su rostro se dirige directamente a mí.
-¿Quién le dijo que me iba meter nuevamente con usted? Usted está loco
-Loco si por ti
-¿Qué busca? Que me meta en su cama y habrá mis piernas antes usted. Que sea otro trofeo para su colección. Pues se equivoca. No lo seré. Yo valgo más.
-Nadie me lo debe decir pequeña Sara, lo sé.
-Entonces si lo sabe deje me en paz y haga su vida lejos de mi.
-Es que no puedo no lo entiendes
-Entender que.
-Que no puedo estar lejos de mí. Era algo vital en mí. Tu compañía es la primera medicina que necesito para comenzar mi día y si no esta no se qué será de mi.
-Pues yo si lose. Podrá buscar la compañía en otro cuerpo el mío no es necesario.
-No es cierto.
Si lo es –Ríe con desgana –Este chiflado... A no. Le falta varios de sus tornillos para pensar de forma correcta. Estúpido –Murmura.
-No mi Amor mis tornillos están bien posicionados en cada lugar indicado de mi cabeza y para aclararlos no soy un idiota corazón.
-Entonces creo que yo seré la que se lo dejare claro –Sonríe. Que hermosa sonrisa –Su compañía me repudia. Lo odio con todo mi corazón. Lo unió que ha atraído a mi vida es desgracio y lo quiero lejos de mi. Entiéndalo
-Pero Sara
-Pero nada. Solo déjeme en paz. Porque hombres como usted no se merecen nada de mí.