DAVID
- ¿Y cómo piensas hacer eso?
-No lo sé aún.

-Bueno ese no es mi problema. Sin embargo, odio que me recuerdes lo que eres me haces dar ganas de darte un golpe pese a ya rompí la regla principal que ordeno Luna.
- ¿Cuál?
-No golpear a la familia y la que sigue no hacer una escena de boxeo en la casa sin embargo ese fue un buen derechazo y me las tenía que cobrar por todas las vergüenzas que he pasado por tu culpa. Y qué mejor que cobrármelas en un solo golpe bien recibido.
-El cual me las cobrare en cualquier instante.
No sé cómo llegamos hasta este punto. Qué ironía.
-No comiences McQueen.

-Eres tan ingenuo y me encanta alterar tu auto control ya que cuando mi hermana se enoja te pone en tu lugar es un gran espectáculo el cual no me gustaría perder.
-Idiota no creas que te salvas de esto unos de estos días dejare tu cuerpo todo morado y me las cobrare. Por cierto como van las hermosas caricias que te brindo tu bella compañera -Sonríe mostrando toda la hilera de dientes blancos en todo su esplendor la cual hace que mi buen humor se convierta en irritación por aquel recuerdo de sus puños golpeando mi cara y dorso.
-¿A qué quieres llegar Connor?
- A que admiro Sara porque es la primera mujer que te rechaza y cabe la casualidad de que la tu hermosa mujer sea tu compañera, tu Media naranja tu chocolatito recoso, tu....

-Ya cállate imbécil, quieres recibir un golpe peor del que me diste.
-Sabes ahora me agrada mucho más. hasta puedo decir que la amo. Te lo imaginas tu compañera la cual debería amarte te odia a muerte hasta llego a pensar que quiere desaparecerte –Sin poderlo soportar más su insufrible bromita lo agarro de la parte delantera de la camisa y lo acerco hasta mí, brindándole la peor mirada de enojo e irritación combinados.
-No vuelvas a repetir que la amas, idiota porque esta vez no será broma. Te golpeare muy fuerte hasta romperte cada hueso bien formado que habita en tu cuerpo hasta dejarlo en nada.
-Cálmate David. Era solo una broma.
-No lo hare te romperé cada hueso que habita en tus esq...
- ¡Papi! ¡Papi! –Grita mi sobrina a mi espalda. Tomo un bocado de aire y a regañadientes suelto la camisa de Connor. Aunque esto no se quedara así, tengo muy pendiente como me las cobrare.
-Gracias –Musito Connor cuando lo suelto.
Los pasos apresurados de Meredic hacen eco contra el pasto hasta que su figura se postra frente a mí y frente a su papá.
-Mira papi Sara me ayudo a ponérmelo ¿Cómo me queda? –Mi sobrina voltea varias veces mostrando su conjunto de baño color rosa chillón de dos piezas que la hacen ver adorable y tierna. Sin poderlo predecir el enojo que habitaba en mi cuerpo se disipa sacando una sonrisa de mí.
-Te queda hermoso mi vida ¿Qué opinas David? ¿Verdad que esta hermosa?
-Sí ¿Y qué te parece a ti tío? –Se dirige Meredic hacia mí.
-Mmmm. Déjame pensarlo –Posiciono mi dedo bajo mi barbilla enfatizando que esto pensando.
-Tío dime como me queda –Insiste mi mariposa y para no intrigarla la más le digo.
-Te ves hermosa mi mariposa.
Sin perder mi característica sonrisa alzo la mirada y si alguna vez pensé que había visto todos los cuerpos de cada mujer estaba equivocado porque la imagen que se presenta ante mí es de toda una Diosa en todo su esplendor y la sonrisa que tenía tiempo atrás ha sido remplazada con el largo contenido de baba que se atraganta en mi garganta con mi hermosa Diosa que se presenta ante mí.
El traje de baño que hace unos momentos Meredic le entrego a Sara se adapta tan bien a su cuerpo resaltando sus hermosas curvas de sirena y sus redondos pechos que me invitan a jugar con ellos.
- ¡Sara! ¡Sara! mi papi y mi tío dicen que soy hermosa y que me queda bonito mi nuevo traje de baño.
-Porqué es la verdad mi amor eres toda una princesa.
- ¿Cómo Ariel?
-Si mi amor como Ariel, pero con el cabello diferente y sin la cola verde. -Sara comienza a hacerle cosquilla a mi sobrina llenando así el espacio con sus risas después de un momento sus risas calman.
Y ante mi naturaleza debo hacerlo un cumplido a mi Diosa para que sienta que realmente la amo.
-Tu preciosura no te quedas atrás te ves realmente apetitosa -Al terminar mi ingeniosa frase con la que toda caen espero la mirada de deseo de ella, pero es todo lo contrario solo furia pura que me hace prender todo de mi cuerpo.
-Mi amor porque no vas a buscar lo juguete con lo que te quieres bañar en la piscina y te espero ya.
-Ya.
-Meredic se aleja por la parte derecha donde al final se encuentran varios muñecos inflables.
-No puedo decir lo mismo de usted Señor McQueen ya que huele a alcohol -Responde llenando mi cabeza de confusión -Y debo aclarar que he visto hombres mejores que usted -Termina cambiando mi confusión por enojo.
-Señorita Cox no creo que esos hombres sean mejores que mi yo soy único en mi especie -Escupo rechinando mis dientes para controlar la furia interna que crece cada segundo en mí.
-Tiene razón señor McQueen usted es único en su especie porque es un hombre desconsiderado sin escrúpulos y sobre todo poco hombre al cual deseo evitar y alejar por el resto de lo que me quede de vida -Sonríe aumentando su sonrisa con los movimientos de descontrol que produce mi cuerpo debía al enojo.
Entonces le enseñare lo desconsiderado y poco hombre que puedo llegar a ser. Comienzo a caminar hacia ella con la intención de acercarme a ella para aclararle todas estúpidas dudas que tiene sobre mí. Sin embargo, soy detenido rápidamente por un brazo que reconozco inmediatamente como el de Connor
-¿Qué crees que haces? -Pregunta.
- Y qué crees le voy a dejar claro cuan hombre puedo llegar hacer, así que aléjate si no quieres que te golpee.
-No. No lo harás quiero que te calmes y lo pienses más pausadamente. Esta mi hija presente y no quiero un espectáculo aquí. ¡Entiéndelo! ella tiene sus razones para actuar así.
-Es que ella altera mi paciencia y lo sé en gran parte yo tengo la culpa de su desgracias -Ríe.
-Eso te ganas por hacer enojar a una mujer lo digo por experiencia.
-¡Enserio no lo sabía! -Ironizo
-Y bueno no es que te de ese mala suerte ni nada pero ve te acostumbrando porque ella desde ahora y para siempre será tu compañera. Bueno eso si la llegas a enamorar.
-Que no me crees capaz
-Siendo sincero. No lo creo.
-Entonces te demostrare que si lo puedo hacer.
-Si tú lo dices.