Capítulo 2
1046palabras
2023-06-07 03:42
El olor a madera predomina en esta pequeña habitación llenando mis fosas nasales de su agradable olor. Y el color lila de las paredes prevalece de manera llamativa ante mis ojos y me gusta. Mamá decía que este color representaba mi aura. Aunque sea sola una niña no creía en ello, pero sonreía cuando lo decía. Me gustaba hacerla sentir bien. Con el tiempo mamá entendió que era muy inteligente para mi edad, pero seguía tratándome como una niña. Porque era su pequeño rayito de sol.
Era el momento de salir a comer. Sin embargo, ella prefería que desayune en mi cuarto. Papá no siempre es una buena imagen de felicidad por las mañanas. La mayoría de veces su mal humor terminar en vajillas rotas y vasos descuartizados. Si bien las familias tienen problemas, mi familia es otro nivel.
La mayoría de veces mamá es mi escudo cuando los golpes a lanzar de mi padre quieren llegar hasta mí y me duele porque ella siempre me quiere engañar con la idea de que papá cambiara y no es cierto. Con el tiempo entendí que una mujer enamorada cree que el amor de su vida nunca cambiara y cuando lo hace intenta infundirse esperanza de que todo volverá hacer como era antes.

Recuerdo que papá era el mejor del mundo. Abrazos, besos y paseos largos por el parque. Pero al crecer todo cambio. Sus momentos de lucidez fueron cada vez más escasos hasta llegar al punto de solo conocer la parte desequilibrada de él. Como familia teníamos que acostumbrarnos, porque como decía mamá. Solo era una etapa. Creímos que todo cambiaria en algo punto, pero el tiempo no fue nuestro mejor amigo y papá nunca cambio, empeoro. Primero fueron gritos, luego simples golpes, hasta que se convirtió en palizas con variamos moretones y huesos rotos. Pero mamá seguía confiando.
Los minutos pasan y la música de fondo aún sigue en reproducción y es extraño, usualmente deja de sonar cuando papa se va, que es por esta hora. Aunque tengo prohibido salir, mientras el estéreo esta encendido. Tengo un mal presentimiento.
Abro la puerta lentamente tratando de hacer el mínimo sonido, para no atraer la atención de mis padres. Doy pasos leves manteniendo la cautela. El pasillo es corto y la sala y la cocina están muy cerca. Lo primero en ver es la pequeña sala con el único mueble largo color negro y frente a ella un pequeño televisor. Sigo dando leves pasos para tener más visión de la encimera de la cocina.
La vena del cuello de mi padre se encuentra marcada junto a la de su frente. En sus ojos estaban casi negros de odio hacia mamá, su sonrisa macabra me asusta.
-Eres una cualquiera. –Afirma papá con su voz áspera, me desagrada.
-Jin baja el arma por favor – Suplica mamá.

- ¿Desde cuándo? –grita con furia.
-No sé de qué me hablas.
-Desde cuando le haces favores al vecino. – Corro rápidamente frente a mamá siendo su escudo.
-No le hagas daño padre.

-Quítate mocosa –En un movimiento rápido estoy viendo la espalda de mamá –
-Jim suelta esa arma
-No tu eres una cualquiera que le encanta revolcarse con todos y aquí termina tu arrechera. –El sonido sordo de la pistola formo un silbido en mis oídos. Grito desesperadamente cuando el cuerpo de mamá cae como una pluma ante mis brazos, seguido por un líquido rojo pegajoso y sé que le ha dado.
-Mamita. - Se toca la parte izquierda de su abdomen, su respiración es irregular.
-Sara pásame el botiquín que se encuentra en el estante inferior a lado de la cocina. Asiento y me apresuro a ir por él.
- ¿A dónde crees que vas? –El me detiene –Eres una melodramática, ella estará bien, solo fue un rasguño.
-Apártate mamá lo necesita ¡Esta herida!
-Mi fierecilla saco sus garras.
-Eres un tonto.
-Más respeto soy tu padre.
-Papá por favor mamá no está bien.
-Eso le enseñara a tenerme más respeto. –La ira brota de mí y con mi pequeño cuerpo lo empujo, pero es inútil porque en un rápido manotazo soy lanzada suavemente contra el suelo –Mocosa insolente.
-Sara ven aquí acercarte. –Mamá presiona su herida, tratando de contener la sangre, pero es inútil porque la sangre que brota de su cuerpo comienza a fluir como un riachuelo formando un charco de sangre a nuestro alrededor.
-Mama no hables. Todo estará bien, te pondrás bien. ¡Ayuda! –Grito, buscando otra opción –Rápidamente mi cara es volteada hacia un lado y mi mejilla arde. Me ha cacheteado.
-Qué crees que está haciendo mocosa esto son problemas entre nosotros y recuerda todo se queda en familia. Verdad amor.
-Papá, pero mamá, está muriendo.
-Sara mírame recuerda que, aunque no esté presente –Alza su brazo tocando la zona donde se encuentra mi corazón -estaré siempre aquí, en tu corazón. Porque mamá te ama.
-Mama no morirás. Todo estará bien. –Las lágrimas brotan de mis ojos y ruedan por mis mejillas.
- Lo se amor – A caricia mi cabello –Eres hermosa.
-Mamá.
-Papá no es malo solo le hace falta un poco de amor y paciencia corazón –No es cierto.
-Mamá
-Papa por favor – Vuelvo a intentar, sé que sedara. Tengo la esperanza de que lo hará.
-Está bien acabemos con esto. – Lo hará, ayudará a mamá. Pero sin pensarlo o imaginarlo, su mano agarra con más fuerza el arma en apunta. Su dedo índice presiona el gatillo y lo siguiente es escuchar es el sonido sordo de la pistola por segunda vez. La sangre cayo por la cabeza de mamá, está muerta.
- Mamá, despierta. No mamá, no me dejes.
-Naces solo y mueres solo. Con el tiempo entendí que la felicidad solo es un espejismo que tiene fecha de caducidad. –Juega con el arma entre sus brazos –Aunque mate a mamá con una excusa tonta. Sé que tome una buena decisión –Acaricia mi mejilla –Porque soy tu padre y un adulto responsable. Quiero lo mejor para ti y el medio es la muerte. Debí hacerlo hace mucho tiempo. Este mundo no nos pertenece y no pertenecemos a él. Así que es nuestro tiempo de sucumbir ante la muerte y tú eres la siguiente. No tengas miedo, siempre estaré contigo.