Al salir del restaurante, se encontraron con el grupo que había estado en la sala privada. Como todos habían bebido alcohol llamaron a un chofer y lo estaban esperando.  
Harper fue al estacionamiento a buscar su auto y Giselle se quedó esperando en la puerta, manteniendo su distancia del grupo. 
Era bueno que no se molestaran entre ellos. 

Desafortunadamente, Gloria se le acercó antes de que apareciera Maverick. 
Trató de hablarle, pero Giselle la ignoró. 
Gloria le hablaba como si se llevaran bien, lo que hacía que se le revolviera el estomago del asco.
Aunque Giselle no ocultó su disgusto, Gloria no se vio afectada por esta. Se paró a su lado y le dijo en voz baja: "No has estado en casa por un tiempo. Han pasado algunas cosas que quizás no sepas." 
Giselle se vio curiosa. "¿Cómo qué?" 
Gloria sonrió levemente. "Papá accedió a darme el regalo de cumpleaños que le pedí. Estaba tan contenta que quería compartirlo contigo." 

Giselle frunció el ceño. Conociendo a su "hermana" ese regalo seguro tenía algo que ver con ella.
Le preguntó en voz baja: "¿Qué le pediste?" 
La joven no respondió, pero sí dijo con una sonrisa: "Ya lo verás en mi cumpleaños, te prometo que no te decepcionarás." 
Giselle sintió un escalofríos en su espalda, sabía que algo no andaba bien.

Gloria parecía satisfecha y estaba a punto de irse. Sin embargo, Giselle la agarró del brazo y le preguntó: "Dime, ¿qué va a darte Harrison?" 
La chica frunció el ceño y trató de zafarse. "Me estás lastimando." 
"¡Deja de actuar!" La voz de Giselle no podía sonar más fría. "¿Tiene que ver conmigo?" 
Su mirada era feroz. Gloria se encogió y pidió ayuda con una mirada asustada, "Rick, sálvame..." 
Giselle levantó la vista y su mirada se cruzó con la de Maverick, que parecía serio. Mientras caminaba hacia ellas Giselle comenzó a fastidiarse.
Empujó a Gloria sin usar mucha fuerza, pero ella salió volando a los brazos de su hombre como si la hubieran atropellado.
Él la sujetó en silencio. Gloria se sorprendió tanto que se acurrucó en sus brazos como si algo terrible acabara de pasar.
Cuando Giselle vio la expresión en el rostro de Maverick, inmediatamente giró la cabeza para mirar a otro lado.
En ese momento, él no tenía derecho de enojarse con ella.
Alisha, que lo vio todo, dijo indignada: "Giselle, no vayas a intimidar a nadie." 
"No es asunto tuyo." 
"Tú..." Alisha la señaló y estaba a punto de maldecirla cuando Prestin la apartó. "Basta. No hagas una escena." 
La mujer tuvo que cerrar la boca con frustración.
Justo en medio de todo llegó Harper en el auto. Giselle se subió directamente sin mirar a Maverick ni por un segundo.
"¿Gloria te está molestando otra vez?" 
Con solo ver su postura Harper entendió que había pasado algo.
Giselle cerró los ojos y se apoyó en el respaldo de la silla. "Siempre que hay mucha gente en un lugar, termina teniendo delirios de grandeza. Es su especialidad." 
"¿Por qué no la ignoras?" 
Giselle se enderezó. "Mañana tengo que volver a casa." 
Harper la miró y preguntó: "¿No dijiste que no pensabas volver? ¿Tienes miedo de que tu padre se enfade contigo?" 
"Tengo que volver," respondió la chica con inquietud en su corazón. 
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A la mañana siguiente, Giselle regresó a la casa de los Hawk. Ese día era el casamiento de Prestin y Alisha. Como Gloria iba a ser dama de honor, no se encontraba en la casa.
Apenas Giselle entró por la puerta de la villa, se encontró con Davina.
Cuando esta la vio, frunció el ceño y dijo en un tono extraño: "¿Qué haces aquí? ¿Quién te invitó?" 
Antes de que terminara de hablar, Giselle la interrumpió: "Piérdete." 
"Tú..." 
Davina tropezó y casi se cayó. Para cuando recuperó el equilibrio, Giselle ya había entrado en la sala de estar.
Justo Harrison estaba bajando del segundo piso y la vio desde el medio de las escaleras. Frunció el ceño y en su rostro no se vio una pizca de alegría.
"Con que recuerdas como regresar." 
Giselle frunció los labios, ya estaba acostumbrada a ese trato. Con indiferencia en su expresión le preguntó: "¿Vas a regalarle Blossom Avenue a Gloria por su cumpleaños?"