Capítulo 59
778palabras
2023-06-08 15:19
Giselle no se cansó de llamar, pero Maverick rechazó todas sus llamadas. Hasta bloqueó su número después de un rato.
A Giselle no le quedó otra que llamar a su asistente.
Para su sorpresa, Judd respondió: "El Sr. Hyland le pidió que se perdiera."

Giselle respiró hondo mientras imaginaba lo enojado que debió de haber estado Maverick cuando dijo eso.
Se sintió un poco dolida. ¿Por qué le molestó tanto que ella mencionara a su ex? Estaba actuando como si le hubiera sido infiel.
Giselle pensó en ir al Grupo Hyland para encontrarlo. Pero, después de pensarlo bien, decidió que era mejor no buscarlo cuando estaba enojado.
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Maverick se quedó sentado en su oficina hasta el anochecer. Judd entró varias veces, al final no pudo evitar preguntarle: "Sr. Hyland, ¿no va a salir del trabajo?"
Al fin y al cabo, los empleados del último piso no se atrevían a regresar a sus casas si Maverick seguía trabajando.

Todos ya le habían pedido a Judd que le preguntara a su jefe varias veces. Sin embargo, le costaba hacerlo sabiendo que este estaba de mal humor. Al final, aunque dudó un poco, logró hacerle la pregunta en voz baja.
Maverick sostuvo en silencio un cigarrillo entre sus dedos. Al escucharla, levantó los ojos ligeramente. El humo era denso, tanto que parecía difuminar la expresión de sus ojos.
Judd se arrepintió un poco, creyendo que la iban a regañar.
Sin embargo, Maverick se levantó y presionó la colilla en el cenicero. Después de apagarlo, arregló su traje y le dijo a su asistente: "Terminamos por hoy." 

Luego simplemente salió del lugar como si nada.
Tras ver a Maverick entrar en silencio en el ascensor, todo el personal de la oficina se levantó de inmediato y comenzó a guardar sus cosas.
"El Sr. Hyland se veía tan aterrador hoy. Parece que algo lo había puesto furioso." 
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Giselle lo esperó toda la noche pero él no regresó, por lo que supuso que había regresado a la Villa Violet Country.
Se la pasó dando vueltas en la cama sin poder conciliar el sueño.
Si la ira de Maverick no se calmara, ¿acaso él nunca volvería a acercarse a ella? Si eso sucediera, todos sus esfuerzos anteriores perderían sentido.
En su preocupación, decidió levantarse. Ni se molestó en quitarse el pijama. Se puso una campera, tomó su bolso y se fue a la Villa Violet Country. 
Llamó a la puerta principal, preocupada de que Maverick no le abriera.
Pero para su satisfacción, la puerta se abrió después de que tocó por segunda vez.
Él acababa de tomar una ducha y todavía se estaba secando el cabello con una toalla blanca.
Giselle sonrió. "¡Rin, rin! Tu entrega a domicilio de bocadillos nocturnos está aquí."
¡Bum!
La puerta se cerró con fuerza.
Ella no se rindió y volvió a tocar la puerta, pero fue inútil porque él se negó a abrirle.
Esto la desanimó un poco, además hacía frío.
Se empezó a mover en la entrada tratando de calentarse.
La Villa Violet Country era una zona residencial de clase alta, y cada piso era un ático. Justo cuando Giselle estaba saltando para mantenerse cálida, escuchó el timbre del ascensor.
Reaccionó rápido e inmediatamente se escondió detrás de la salida de incendios.
Al poco tiempo, vio a Gloria salir del ascensor y llamar a la puerta.
Giselle se mordió los labios y apretó los puños con fuerza en ese momento de la impotencia.
Ahora entendía por qué Maverick abrió tan rápido la puerta. Estaba esperando a Gloria.
¡Qué gran idiota!
Gloria llamó a la puerta durante mucho tiempo, pero Maverick no abría. Al final, tuvo que llamarlo por teléfono para que lo hiciera.
Giselle se llenó de ansiedad cuando vio a Gloria entrar.
¡Un hombre y una mujer solos en una habitación podía significar una sola cosa!
Justo cuando estaba a punto de perder su cordura, la puerta se abrió.
Se escuchó la voz suave y gentil de Maverick. "¿Necesitas que te lleve?"
Gloria fue muy considerada. "No, deberías descansar." Después de decir eso, agregó: "No vayas a llegar tarde mañana por la noche." 
Él asintió. "No te preocupes, estaré allí a tiempo." 
Giselle corrió inmediatamente a la puerta después de que Gloria se fuera. Maverick se había quedado viendo a su pareja irse, pero Giselle entró de repente corriendo y extendió la mano para empujarlo adentro antes de que este pudiera cerrar la puerta.
Giselle se acercó a su ropa y comenzó a olerla, lo que hizo a Maverick fruncir el ceño.
No pudo oler el perfume de Gloria.
Él tomó su mano y se la sacó de encima.
"¿Quién te dio permiso para entrar?"