Capítulo 43
1001palabras
2023-06-06 17:07
Maverick se puso serio y poco a poco su agarre sobre Giselle se hizo más fuerte.
Mientras la llevaba al asiento trasero del auto, Gloria finalmente lo alcanzó y abrió la puerta del asiento de copiloto. Él caminó tan rápido que ella tuvo que ir al trote para alcanzarlo.
Todavía estaba jadeando cuando subió al auto, pero su respiración pronto se calmó. Luego miró a Giselle, que estaba acostada en los asientos traseros, y aparentó preocupación. "Giselle, ¿te sientes un poco mejor?"
Giselle había recuperado un poco de fuerza, pero su cuerpo aún estaba débil. Estaba sudando mucho, probablemente por lo del enfrentamiento con su padre.
Se sintió disgustada cuando escuchó el acto de preocupación de su hermanastra. No entendía porque ella estaba allí. ¿No tuvo suficiente después de que terminó desmayada?
No tenía fuerza para hacerle caso a Gloria, la verdad es que quería que esta última saliera del auto.
Pero, no podía decirle eso cuando Maverick estaba presente.
De ser así, de seguro terminarían sacando afuera a ella.
Por lo tanto, optó por ignorarla.
Gloria parecía un poco avergonzada porque Giselle no se molestó en responderle. Para su fortuna, Maverick se inclinó en silencio para ayudarla a abrocharse el cinturón de seguridad.
Era amable y considerado con ella.
Los ojos de Gloria se posaron en su esbelto cuello y se deslizaron a lo largo de su cuerpo.
Él siempre había sido frío e indiferente con los demás, por lo que su amabilidad con ella era aún más preciosa y rara de encontrar. No era como Andrew, que miraba a todas las chicas con ojos cariñosos y les susurraba dulzuras.
El corazón de Gloria latía con fuerza cuando Maverick se puso de pie y su mirada se encontró directamente con la de ella. Gloria bajó la mirada con timidez y una leve sonrisa apareció en las comisuras de la boca del hombre.
Giselle comenzó a toser violentamente detrás de ellos.
No podía creer que mientras ella estaba en condiciones tan miserables él podía andar coqueteando ¡como si nada!
Maverick le lanzó una mirada silenciosa mientras ella se mordía los labios con una expresión particularmente lamentable...
La sonrisa en su rostro desapareció. Se dio la vuelta y encendió el auto.
Cuando llegaron al hospital, le volvieron a medir la temperatura corporal y encontraron que había vuelto a subir la fiebre.
Tenía la tez bastante pálida por la fiebre repetitiva.
Y para su colmo, su cara comenzaba a hincharse ya que Harrison la había bofeteado con toda fuerza.
La doctora que trató a Giselle le sugirió que se quedara en el hospital para que pudieran ver su progreso.
A ella no le gustaba mucho la idea, pero la doctora le apretó la muñeca suavemente. Era como si estuviera tratando de transmitirle un mensaje que ella no logró entender en absoluto.
Mientras estaba sumida en sus pensamientos, la doctora le dio una tarjeta a Maverick. "Las tarifas se pueden pagar en el vestíbulo."
Él tomó la tarjeta sin decir una palabra y Gloria lo acompañó.
Cuando se quedaron a solas en la sala de consulta, la doctora le preguntó: "¿Tienes otras lesiones en el cuerpo?"
Giselle negó con la cabeza.
Pero la doctora parecía no creerle, "¿Solo te abofeteó en la cara? ¿De verdad no estás herida en ningún otro lugar?"
Como la doctora estaba acostumbrada a ver casos de maltrato doméstico, pensó que esta tenía miedo de decirle la verdad.
Giselle sacudió la cabeza de nuevo. "Doctora, no lo malinterprete. Él no tiene nada que ver con esto."
La doctora frunció el ceño, seguía sin creerle.
Al fin y al cabo, había demasiados pacientes que seguían defendiendo a su pareja a pesar de haber sido golpeadas.
Pero como Giselle se negaba a hablar del tema, la doctora tampoco podía entrometerse.
Giselle estaba aguantándose la risa mientras la doctora la llevaba a la sala. '¿Qué cosas tiene la doctora?¿Cómo se le ocurre que Maverick es un hombre violento?'
Era verdad que parecía un bastardo refinado. Aunque estaba bien vestido y era apuesto, su actitud era detestable.
Maverick no volvió a la sala después de pagar la cuenta. La enfermera le dio a Giselle la medicina y le entregó su tarjeta médica.
Por muy enferma que ella estuviera, ese hombre se negaría a retrasar su cita por ella.
Las fuertes ráfagas de viento soplaban sin parar. Ya estaba oscureciendo.
Giselle yacía tranquilamente en la camilla. Como no tenía nada más que hacer, sus pensamientos se llenaron de los gritos de Harrison.
Comenzó a sentirse muy incómoda.
Decidió sentarse y sacar su teléfono móvil. Tenía agregadas a muchas personas en Whatsapp, pero no había nadie con quien pudiera hablar en ese momento. No se atrevía a hacer nuevos amigos por culpa de Gloria, por lo que solo tuvo a Harper a su lado todos estos años.
Pero tampoco quería molestarla, ella era doctora y de seguro ya tenía suficiente en sus manos.
Se quedó mirando su teléfono por un momento antes de echarse a reír.
De repente, se dio cuenta de lo patética que era porque ni siquiera tenía a nadie con quien hablar para aliviar su dolor.
Justo cuando se sentía así, llamaron a la puerta.
Alzó la mirada y vio a Maverick y Gloria. Gloria tenía una papilla empacada en la mano mientras entraba con la cara preocupada: "Giselle, Rick y yo fuimos a cenar y te compramos esta papilla de camino."
Se la compraron de camino...
Se entristeció mucho cuando escuchó esto, así que no dijo nada y miró a Maverick.
Él se quedó en silencio y ni siquiera la miró porque solo tenía ojos para Gloria.
Giselle sintió como se le cerraba el pecho.
En ese momento, Gloria le acercó la papilla. "Deberías levantarte y comerla mientras aún está calientita."
Giselle no apreció su gesto en absoluto. "No tengo hambre, cómela tú si quieres."
"Pero necesitas comer algo para calentar el estómago, así puedes recuperarte más rápido."
Gloria siempre había sido muy buena al interpretar el papel de la hermana perfecta.