Capítulo 29
1050palabras
2023-04-24 20:44
Después de un rato de estar regañando a Mateo, su abuelo le dijo, ve y busca a tu esposa a ver si te perdona, porque si no, tú y esta muchachita no van a poder tener una vida en paz en este pueblo.
Mateo se fue con sus pensamientos encontrados, por un lado, no quería que Viviana siguiera sufriendo por él y tampoco le quería hacerle daño a Cristal. Ya que había visto la cara de tristeza que se había ido está, junto a Mario, que hasta lo sorprendió un poco, nunca se imaginó que ella era capaz de sentir tristeza y menos porque él estuviera con otra mujer.
Antes de ir hasta donde estaba Cristal, se tomó un par de tragos, para que le diera el valor que necesitaba y disculparse delante de su esposa.
Cristal fue otra que quiso tomarse unos tragos, para que le diera el valor necesario para decirlo en público lo que su esposo estaba haciendo con otra mujer y después echarle la culpa al maldito licor y así hacerles partícipe de las aventuras amorosas de su esposo.
Y para hacer más creíble su historia de mujer dolida, se puso a tomar como loca junto a Mario, que le alcahueteaba todo lo que esta hacía. Y le decía, mi querida Cristal, hoy vamos a tomar todo lo que queramos y hablaremos mal de esos malos hombres que lo único que hacen es hacernos la vida miserable a nosotras que le entregamos nuestras vidas y corazón.
Cristal estaba que no podía más con el dramatismo de Mario, no era ella la supuesta dolida, porque pareciera que Mario, estaba en una pena de amor y quería aprovechar la oportunidad para tomar, igual ella solo quería seguir haciendo su shock y siguió tomando y despotricando lo mal que le pagaban los hombres junto a este.
Los abuelos de ella, estaban un poco preocupados por su nieta, ya que no sabían cuánto le afectó que viera a su esposo consolando a otra mujer, el mismo día de su matrimonio, doña Adelina, le preguntó ¿será que la dejamos tomar más?
Don Gerardo, al verla de ese modo le dijo, dejémosla que disfrute todo lo que no ha disfrutado antes, además tiene derecho de tomar todo lo que quiera en su boda.
Doña Adelina le dijo, pero ella se ve alegre porque está tomando, pero en el fondo está sufriendo por lo que le hizo Mateo en su día, luego dijo, y a todas esta no debería de estar cerca de mi nieta, mientras miraba para todas partes buscándolo, pero no lo encontraba.
En ese momento vio que Mateo se le acercaba a su nieta y comenzó a bailar con ella.
Cristal, al ver que era Mateo, le dijo a Mario, pero mira a quién tenemos aquí, pero si es mi marido infiel, el que no habíamos terminado de darnos el sí, cuando ya estaba con su amante, mientras me dejaba a mí atendiendo a los invitados, luego se dio la vuelta y se subió a la tarima, y cogió el micrófono, para comenzar a decir lo que le había dicho anteriormente a todos los que estaban en la fiesta.
Ella dijo, hoy quiero brindar por mi querido esposo, el cual no esperó, ni un minuto que se acabara la ceremonia, para estar con su amante en la planta de arriba, y Mario, que estaba a su lado, dijo, salud amiga.
Mateo, que se había tomado unas cuantas copas, pero que todavía estaba bueno, subió de inmediato y le quitó el micrófono de la mano, para que no siguiera hablando mal de Viviana, igual lo que ella quería decir a todo los del pueblo ya lo había dicho.
Todos estaban asombrados por aquella revelación por parte de la novia y hablaban de lo fácil que era Viviana, algunos se solidarizaron con Cristal y estaban pensando meter a Viviana en la lista negra en sus negocios y no dejarla entrar.
Luego Mateo la bajó del escenario y se la llevó con él a la habitación y comenzó a pedirle perdón por todo, ya que se había dado cuenta de que todo lo que había pasado, era porque él no pudo soportar ver a su amada ahí.
Después escuchó a Cristal que le decía, yo te puedo perdonar todo, menos que me engañes, sabes lo duro que es el engaño, no lo sabes ¿verdad?
Porque té cásate conmigo si estabas enamorado de otra persona, yo te di la opción de terminar con nuestro compromiso, pero que hiciste tú en vez de haber acabado todo, como el muy cobarde que eres preferiste adelantarlo.
Cristal estaba borracha, pero era muy consciente de lo que estaba haciendo, ya que todo lo tenía muy bien planeado, menos lo que pasaría esa noche entre ellos dos, ella solo quería que Mateo se arrepintiera de haberse casado con ella.
En ese instante, ella se dio cuenta de que todo lo que le estaba diciendo en ese momento le estaba saliendo desde el fondo de su corazón, por el hecho de que sus lágrimas se le estaban saliendo con cada palabra que decía. Luego pensó o esto era el efecto del alcohol que la ponía así de sentimental, en ese momento salió al balcón de su habitación para dejar ir ese sentimiento y miro el cielo estrellado.
Mateo salió detrás de ella y la escucho decir, sabes, lo único que quiero es un amor verdadero para mí y no alguien que solo lo pueda tener en papel, como te tengo a ti, ya que tu corazón le pertenece a otra mujer.
Mateo se le acercó y le comenzó a secarle las lágrimas, mientras reflexionaba que no sabía que con esa estupidez tan pequeña que había hecho, hubiese herido tanto a su esposa.
Cristal, que ya había dejado su papel a un lado y todo lo que le estaba diciendo, era lo que realmente quería en ese momento, ella miró una estrella fugaz, y le dijo pidamos un deseo juntos, a ver si se nos cumple y ambos pidieron lo mismo.
Mateo, al ver lo afectada que estaba, pidió lo mismo que ella había mencionado antes, para ver si ella podía tener ese amor verdadero que tanto quería en su vida, ya que él pensaba que lo había encontrado con Viviana.