Capítulo 54
1528palabras
2023-05-24 00:02
Jayden puso su mano en mi hombro y le preguntó con tranquilidad, —¿sabes quién está detrás de ella?
May se sorprendió que sus pupilas se dilataron un poco. —¿Quién?
Entonces, mi corazón palpitó con fuerza y, en un instante, sentí muy caliente la mano que estaba en mi hombro, más que el café. Quise interrumpir su conversación al abrir la boca pero Jayden dijo con frialdad, —es el Grupo de Brown.
Sólo en ese momento pude sentir que siempre pensaba tanto ante él.
Susan seguía trabajando en Eastern Star, así que él no podía dejar que los demás supieran la verdadera razón por la que había llegado a este lugar. De toda manera no dijo mentira.
Jayden me había obligado a venir y a decir verdad, todo fue por el Grupo Brown.
También quería manejar esto, así que iba a dejar que lo hiciera, por lo que puse el cuello del traje en mi hombro para que cubriera las líneas de mi pecho y caminé hacia el baño.
En cuanto llegué a la esquina, Olivia me detuvo. —Señorita Clinton, venga conmigo.
Asentí y la seguí a la oficina de Jayden. Me llevó directamente a la sala donde me senté y ella sacó el botiquín.
Sabía que ella estaba preocupada que pudiera quemarme, así que no dudé en negarme, —no hay necesidad de usar medicamentos. No es para tanto.
Ella se inclinó para ver mi piel expuesta y al darse cuenta que no era nada grave, me dio una bolsa con ropa de una exclusiva marca extranjera. —Entonces vaya al baño a cambiarse de ropa.
Era verdad que no podía ver a nadie así, por lo que no dudé en agarrar la bolsa con gratitud, —gracias. Voy a cambiarme y a bañarme en la noche. Mañana traeré todo de regreso.
Olivia sonrió con amabilidad al decir, —no, el vestido es suyo.
No entendí lo que quería decir, así que me explicó —hace unos días, la última vez que pidió permiso para irse, el señor Christian se fue al país M por un viaje de negocios y quería hacerle algunos regalos. Sin embargo, por la prisa que tenía, me pidió que eligiera algo para usted. Por lo tanto, fui al centro comercial a comprar un vestido, espero que le guste mi elección.
Estaba un poco sorprendida, ya que no sabía que los días que había pedido, él se había ido a un viaje de negocios al extranjero, ¿acaso no estaba con Susan?
¿Y qué? Era un hecho que había llegado al hospital con Susan en sus brazos.
No pude evitar sentir que estaba loca porque no era asunto mío lo que pasara entre ellos, así que deje de pensar en eso y sin voltear a ver el vestido, le contesté a Olivia con satisfacción.
—Confió en tu buen gusto.
Ella quería decir algo pero algo la detuvo, aunque finalmente dijo, —ese día acabábamos de regresar a casa y el señor Christian fue a su casa. Al darse cuenta que el señor Johnson la mandó de regreso, estuvo de malas por unos días...
—Olivia, detente. Sé lo que estoy haciendo. Ve y haz tu trabajo.
La interrumpí con tranquilidad porque no quería escucharla dándome excusas en nombre de él. No tenía gran fuerza de voluntad y al escuchar esas palabras, era muy fácil que me convencieran.
Además, Olivia era su trabajadora y era su trabajo defenderlo. Nadie sabía si estaba diciendo la verdad o no porque ya me había mentido antes.
Después, ella suspiró y se fue. Yo cerré la puerta de la sala, me quité la ropa y me puse el vestido que estaba en la bolsa.
Olivia siempre ha tenido muy buen gusto y sabía mi talla, así que el vestido me quedó muy bien. A pesar de la marca tan famosa, el estilo era discreto y simple.
La ropa que me había quitado la puse en la bolsa y, al terminar, me fui de la sala de Jayden para regresar a mi oficina.
No hice caso a la expresión de enojo de May y busqué el precio del vestido en Internet para poder transferir el dinero a la cuenta bancaria de Jayden.
No quería deberle nada.
En la noche, en cuanto termino mi hora de trabajo, salí de la empresa y vi un coche convertible rojo; me parecía muy familiar. Sophia, a quien no había visto en mucho tiempo, estaba en el asiento del conductor mientras me saludaba con una sonrisa. —¡Mía, date prisa!
Abrí la puerta y le dije en forma de broma, —señorita Brown, ¿finalmente va a regresar?
Desde la última vez que nos vimos en el bar, ella había estado viajando con su nuevo novio. Se estaba divirtiendo tanto que solo me mandaba mensajes cada dos o tres días.
Se dio cuenta que estaba bromeando que me agarró del brazo y dijo, —por supuesto. No extrañé a nadie como a ti.
Sonreí y le quité la mano, —¿quién va a creerte? Lo único que quieres es estar con tu nuevo noviecito.
Entonces, volteó a ver hacia el cielo y me dijo con tristeza, —rompimos.
Me quedé sin palabras, ya que no esperaba que sucediera tan rápido. Sus relaciones siempre eran muy fugaces que me daba envidia que fuera tan libre.
Levanté la mano para jugar con su cabello. —Dime, ¿a dónde quieres ir a beber algo? Te acompaño.
—No tienes que beber conmigo, solo acompáñame a un banquete. Me aburro si voy sola.
Tenía planeado acompañarla que no dude en aceptar su invitación.
Me acuerdo que cuando mi madre aún vivía y yo seguía siendo la hija de los Clinton, muy a menudo asistía a todo tipo de banquetes con Sophia.
Sin embargo, si siguiera siendo la hija de los Clinton, sería inútil por el tema del producto cancerígeno, ya que el Grupo de Clinton ha estado en la baja por un tiempo.
Sophia se ofreció a llevarme a comprar un vestido, pero me negué, así que le pedí que me llevara a la casa para cambiarme.
Ella me acompañó y al llegar saqué un vestido del armario, al final fui al baño a cambiarme.
En cuanto salí, Sophia tenía algo en su mano y preguntó —este collar de jade se ve realmente hermoso. ¿Cuándo lo compraste?
Me acerqué a verlo y ella se refería al collar que me había dado el doctor Thompson la última vez que fui al hospital. Tenía un dije de una pequeña oveja, era la reliquia de mi madre.
Me senté frente al espejo para maquillarme y poder decirle toda la verdad. —No lo compré. Es una reliquia de mi madre.
Sophia empezó a jugar con el collar, frunció el ceño y preguntó confundida. —Es muy extraño, ¿por qué siento que ya lo había visto en algún lugar?
Me empecé a reír, —¿cómo podría ser posible? ¿No te estarás equivocando? Yo no lo había visto antes.
—Es verdad pero en verdad siento que ya lo había visto.
Se mordió los labios como si estuviera tratando de recordar, —tal vez fue hace muchos años.
¿Puede ser que hayas visto estilos similares? —le respondí sin pensar.
Empezó a sentirse desesperada porque no pudo recordar, así que me regresó el collar y dijo —puede ser. ¿Por qué no te lo pones esta noche? Te queda bien con tu vestido. Además, este jade es puro y transparente. Debe ser muy caro.
Volví a poner el collar en la caja y negué con la cabeza. —No lo uso porque me da miedo perderlo. Es la única reliquia que tengo de mi madre.
Aparte de esto, todo lo demás era solo ropa.
En el lugar del banquete, me di cuenta que era una reunión de bienvenida, organizada por la familia Lopez, para festejar el regreso de Susan del extranjero.
El festejo se llevó a cabo en un hotel de cinco estrellas del Eastern Star. El salón era de lujo y los invitados se reunieron antes de que empezara el evento principal, así podían imaginarse lo rica que era la familia Lopez.
Sophia y yo entramos juntas. —Su familia está en la ciudad de Heis. Me imagino que se quedará en Plotin por mucho tiempo, así que una reunión de bienvenida se llevó a cabo aquí. Además, escuché que sus padres están transfiriendo gradualmente el enfoque del trabajo a la sucursal en Plotin para ella.
Yo estaba un poco confundida. —¿La conoces?
—No realmente. Solo nos vimos una vez cuando yo era una niña. Somos muy diferentes.
Sophia suspiró porque los padres de Susan realmente la amaban y por tener un negocio tan grande. No es de extrañarse que tuviera la confianza de ser arrogante y dominante.
Aunque Sophia y yo crecimos con solvencia, su padre abusaba de su madre, lo que hizo que tuviera miedo de creer en el amor. Esa también era una de las razones por las que seguía cambiando de novio. En cuanto a mí, mi padre, Ethan, no era una buena persona.
Al estar perdida en mis pensamientos, vi que Jayden y Susan entraban uno al lado del otro, junto con los padres de Victoria y de Susan.
Se veía como si fuera más una fiesta de compromiso que una de bienvenida.