Capítulo 64
2179palabras
2023-07-08 16:56
Capítulo 63
*Narración por Darwin.
Trataba de parar la oreja para descifrar los gritos que se escuchaban desde la sala.

-¿Qué sucedió? Entre esos dos, que al parecer se conocían. -Tomé el papel que se le cayó a Nathalia del suelo y no podía creer lo que mis ojos estaban leyendo resultado positivo a la prueba de ADN. No le había prestado mucha atención a ella cuando me decía que su hija estaba viva. Me estaba alegrando por ella hasta que leí el nombre de la niña…
-¡No puede ser! ¿Ashley es la hija de Nathalia? La respuesta seguramente afirmativa me dio mucho pesar… no quería llorar por ser hombre, pero no aguantaba las lágrimas de mis pupilas húmedas…- Entonces ¿Nathalia era la loca que mencionó William? A quién se la quitó recién nacida, entonces la hija de Nathalia que le habían dicho que había fallecido resulta ser Ashley… -Empezaba a encajar el rompecabezas-… Es decir, que Nathalia lo intuía desde el principio y salía conmigo para estar cerca de la niña. Me sentía decepcionado al descubrir eso, me sentí utilizado. Ella planeaba quitarme a mi hija que la ha cuidado desde la primera semana de nacida...
También me sentía cómplice de un supuesto delito, al poseer la pertenencia de alguien a quién le mintieron diciéndole que había fallecido. Aunque la razón por la cual le quitaron a la niña para dársela al padre aún era un enigma para mí. Pero Nathalia no debe ser inocente como parece.
Bajé las escaleras a paso lento con mi cuerpo decepcionado, tenía que averiguar qué había pasado. Divisé por todos lados y me extrañó. No había nadie en la casa. Salí afuera y divisé Nathalia sentada con la cabeza agacha sobre la acera.
-Nathalia ¿Qué sucede? -dije serio con voz fuerte.
-Darwin, tienes que localizarlo. Llama a tu hermano que traiga a la niña por favor -Se levantó y me habló con voz desesperada.

-¿A dónde fue? -Pregunté extrañeza no entendía por qué habría huido así.
-¡Se va del país! ¡Se llevará a Ashley! Por favor, detenla.
-Él no haría eso, no tiene necesidad, la niña está a mi cargo, lo dijo quizás para molestarte.
-Sentí que hablaba en serio –Insistió- vamos a buscarlo ¿dónde vive?

-Él no vive en la ciudad y no sé dónde se está hospedando –dije con certeza.
-¿Ni siquiera te dijo algo al respecto de en qué lugar se queda? –Insistió con su interrogante.
-¿Y que hay un entre ustedes Nathalia? ¿Se conocían?- Ya la intuía la respuesta, pero debía escuchar una explicación.
-Ashley es mi hija Darwin, esa es la niña que yo parí.
-Ya lo sé –hablé molesto y mostré el documento de laboratorio de ella el cual lo había déjalo arriba- ¡No pensabas decírmelo! ¿Cierto? ¿¡Ibas a traicionarme!?
-Te lo iba a decir justo cuando William llegó -habló en tono lloroso.
-¡Lo sabías desde un inicio y no me lo dijiste! Estabas saliendo conmigo para quitarme a la niña. ¿Cierto? Y yo que confíe en ti Nathalia, pensaba que había amor entre nosotros.
-Yo también te quiero Darwin. No te lo dije porque no estaba segura, hasta que recibí los resultados de la prueba, pensaba quedarme contigo y ser una familia los tres.
-¡Mientes Nathalia! Eso no te lo creo y ahora dudo si pueda quererte al saber que te embarazaste de mi hermano ¿lo amabas? ¿O que buscabas de él? ¿Su dinero?
-¡Jamás Darwin! No inventes más cosas que no son, te lo explicaré todo después, pero por favor quítale la niña que no quiero perderla –dijo en actitud se súplica.
Aparté la vista del rostro de Nathalia, ya no soportaba verla llorar, me contagiaba su tristeza; las lágrimas también querían salir de mis ojos.
-Prefiero que se la lleve mi hermano a que la tengas tú, no puedo perdonarte por esto.
-¡Yo no la dejaré ir! –Gritó eufórica- ¡Voy a demandarlo! Dame los datos personales de William, una foto de él a mi teléfono, pronto, ya.
-¡Dije que no te ayudaría estúpida! También sabes que amo a mi hija y ni siquiera dejaré que tú te la lleves. Pensabas alejarla de mí dejándome en soledad. ¿No entiendes que ahora te odio por eso? –Pregunté sin esperar una respuesta.
-Pues yo también te odio por no ayudarme, lo demandaré, voy a poner la denuncia antes de que salga del país, nadie lo me lo impedirá -Me dijo con los ojos rojos y los cachetes hirviendo de estallar.
Sabía lo que ella sentía, pero no me alegraba que Nathalia fuera la madre de mi hija, porque sé que no me quiere a mí, que estaba conmigo por la niña.
La vi correr y cruzar la cuadra yo cerré la puerta con serenidad, estaba seguro de que mi hermano solo le dijo eso para hacerla sufrir, él no me haría eso de quitarme a la niña, él no tenía ninguna necesidad de obtenerla, no la quería como yo cuando, me la trajo a casa él tenía intenciones de tirarla a la basura.
Saqué mi teléfono para marcarle a mi hermano, sentía curiosidad por saber dónde se encontraba William.
-¡Aló! ¿Dónde estás? Y ¿por qué te llevaste a la niña sin avisar?
-Te lo iba a decir en el momento en que apareció esa bruja ¿es la chica con la que estás saliendo o es una alumna a la que le estás explicando matemáticas? Preguntó mi hermano a través la línea telefónica.
-Luego hablamos de eso –dije para evadir la pregunta- Nathalia ya se fue, ven por favor -le dije asumiendo que su escapada había sido un juego para hacer molestar a su ex mujer.
-No puedo, estoy empacando -me dijo a través del teléfono- nos vamos para Estados Unidos.
-¿Nos? ¡No pensar a llevártela también! ¿O sí? -dije analizando la insistencia de Nathalia, quizás era verdad.
-Por supuesto, Ashley debe conocer a su abuelo.
-¡Ella no tiene abuelo porque mi padre está muerto! ¡Déjate de juegos William! –Exclamé a manera de regaño.
-No estoy jugando, es en serio Darwin –dijo en tono serio- Mi padre quiere conocer a su única nieta antes de morir, lo siento, iba a invitarte a venir conmigo, pero sé que tienes compromiso con la escuela, con tus peluquería y con esa loca de la cual no quiero pronunciar su nombre.
-¡No sé qué clase de roces tienes con Natalia! ¡Pero ella no me interesa ¡ Tráeme a mi hija, sino no permitiré que te vayas.
-Debo colgar, la bebé está llorando, quizás ha escuchado tu voz y te extraña, pero no se preocupen la traeré luego de que el anciano muera.
-¡¡¡William!!! –Grité a través de la bocina antes de escuchar los puntos suspensivos de una llamada colgada.
Ni siquiera sabía dónde se hospedaba mi hermano, busqué la galería en mi celular, mandé la foto junto con el pie de sus datos personales. Me llene de ira y estaba desesperado por lo que acababa de escuchar.
-‘‘No lo hago por ti Nathalia. Lo hago por mí, no puedo dejar que la alejes de mí, ella no se quedará ni con su loca madre, ni con su padre biológico que solo prestó su esperma. Así es mía, del quién la crió, la protegido y la cuidó desde la primera semana de nacida’’.
****
Recibí un mensaje de Darwin creí que era un insulto, pero resultó ser una fotografía de William con sus datos personales.
-Cambio de parecer -asumí- me va a ayudar. Sabía que él no sería tan tonto como para dejar que alejara a su hija para siempre.
-Buenas, quiero poner una denuncia- dije entrando al departamento de policía.
-Señorita, indíquenos ¿qué es lo que necesita denunciar?
-Es por mi hija –Tartamudeaba del nervio-. El padre de mi hija me la arrebató y la sacará del país, yo no lo he autorizado por favor deténganlo.
-Esa es una grave acusación, ¿tienes los datos del sujeto? –Me preguntaron.
-Sí, aquí tengo la información está es su foto, le mostré a los policías la pantalla de mi teléfono y ellos llenaban una planilla con mi indicación.
-La estaremos llamando.
-¿Qué? ¿Eso es todo? ¡¿No lo van a salir a buscar?! –Exclamé alterada.
-Señorita eso no es tan fácil, ya le avisamos a los que supervisan las calles para que estén pendiente de localizarlo, mientras puede ir a su casa.
-¿Ir a mi casa? –Y en realidad permanecer en ese lugar no iba a servir de nada y ellos me confiaron que no lo dejarían salir del país. Le habían bloqueado su pasaporte y sus tarjetas. No confiaba mucho en ellos. Pero debía esperar.
Llegué a mi casa y visualicé a Carlotas y a Bryan sentados en el sofá.
Empecé a pegar todo el rompe cabeza que mi mente había tratado de analizar durante varios días.
-‘‘Cuando le dije a William que me la había secuestrado él me dijo… ‘‘tomo lo que es mío’’ es decir, que afirmó que me la había secuestrado. Entonces no fue una adopción. Darwin No la adoptó de una familia que se la dio, ni de un orfanato. Al parecer solo se la estaba cuidando a su hermano, que por alguna razón me la arrebató hace años y dudo que la quisiera como su hija.
Entonces, quizás el enunciado que me dijo la amiga de Marisol era cierto. Qué un hombre se hizo la prueba de ADN con la niña y al saber que era el padre salió por la puerta trasera del hospital con ella, mientras la madre en la sala de hospitalización gritaba por alguna razón.
Y mis tíos… Quizás ellos me estaban consolando en el momento del secuestro y no tuvieron nada que ver. Entonces, pudo ser que ellos no hayan tenido nada que ver con la pérdida de mi hija y son inocentes.
Si mis tíos eran inocentes entonces, en ellos podía confiar. Debía revelarle que encontré a mi hija para recibir su apoyo. Era urgente recuperar la ya, antes de que el verdadero padre la sacara el país.
Así, que así pensarlo más me dirigí a mis tíos. De frente y con la constancia positiva de la prueba en la mano.
-Tío Bryan, tía Carlota debo decirle algo.
-Hola Nathalia, ¿qué hiciste hoy? –Preguntó Carlotas.
-No me creerán lo que pasó –Coloqué una expresión seria.
-¿Que sucede? –Preguntó extrañado mi tío Bryan.
-Primeramente discúlpeme, pensé que ustedes habían sido los causante de qué mi hija estuviese perdida.
-Por fin te diste cuenta ¿Y qué fue lo que te hizo entrar en razón? –Interrogó mi tía Carlotas.
-La encontré –dije con alegría.
-¿Qué estás diciendo Nathalia?
-¿Qué encontraste?
-Mi hija no falleció –empecé a contar- En el escándalo del hospital, cuando me iban a trasladar para el centro de rehabilitación mi hija estaba conmigo, pero los doctores se la llevaron.
-Ajá para hacerle chequeo, me acuerdo -afirmó Bryan.
-No sé quién fue el causante, podría ser el doctor que se la llevó. Pero al parecer fue una trampa.
-¿De qué hablas Nathalia? ¿Qué trampa? –dijo mi tío Bryan.
-Al parecer tu hija falleció por muerte natural –Aseguró Carlotas.
-Hubo un individuo que la secuestró y le hizo saber a ustedes que estaba muerta.
-Lo que dices es muy complicado Nathalia –dijo mi tía con cara de asombro.
-¿Cómo sabes qué es verdad? –Preguntó mi tío.
-Conocí a su raptor –confesé- por meses he estado localizando a la niña. Las pistas me indicaban que mi profesor la tenía como hija. Hasta que realiza la prueba de ADN.
-Sé que siempre lo mencionabas cuándo necesitabas el dinero y pensamos que era algo inútil –dijo tía.
-Pues lo conseguí, realizó la prueba de ADN a la hija de mi profesor y resultó ser mi hija.
Ellos me veían con cara de extrañeza como si le estuviese contando una historia de fantasía, hasta que la saqué la constancia y se las di en la mano. Le di tiempo para que leyeran.
-¿Cómo es eso Natalia? ¡No pudo ser posible! –Exclamó Bryan.
-Jamás te mentimos, el doctor de guardia nos dijo que estaba muerta -dijo mi tía Carlota con preocupación.
-Probablemente nos confundieron con otra persona, que había fallecido o algo así.
-Puede ser que el doctor haya estado involucrado en el secuestro.
-¡Vamos a ir inmediatamente al hospital a demandarlo! -Dijo mi tío Brian.
-Ir al hospital no es necesario, eso lo requería antes y no me apoyaron ustedes, de todas maneras yo fui pero no encontré resultado.
-¿Cómo te podemos ayudar? Si sabes quien la tiene podemos recuperarla. –dijo mi tía Carlotas cuando las lágrimas empezaron a salírsele.
-Eso es lo que necesito de ustedes, que me ayuden a detener al sujeto, al padre de mi hija quién tiene a la bebé.
-De acuerdo Natalia. Llamaré a un abogado –dijo mi tío Bryan.
Me sentí tan aliviada, tan apoyada, fue muy fácil de convencerlos luego de tanto qué me creían de loca, mentirosa y en lo que le mencionaba constantemente el dinero y la prueba de ADN que era una fantasía. Ahora estaban preocupadas por mí y por mi hija. Ni yo misma me lo podía creer.