Capítulo 51
1101palabras
2023-04-16 00:02
"Hablemos de eso cuando se publique la revista". Teresa se levantó con calma; Jenny la detuvo.
"Teresa, sé que estás enfadada porque siempre te supero, y te demostraré que soy mucho mejor que tú una vez más".
Al escuchar a Jenny vociferar, Teresa sonrió y se dispuso a dejar el salón, pero antes de alejarse, les recordó sin mirar atrás: "Son ustedes los que han estado a la defensiva desde un comienzo".

"Ya que estás tan incómoda, puedes irte del país antes que nosotros... No tienes nada más que hacer aquí", propuso Aston con el ceño fruncido.
"Eso es lo que más quiero".
Aston y Jenny pensaron que Teresa estaba afectada y que quería evitar ser testigo de su compromiso. Cuando se publicara la revista, Teresa ya no sería una amenaza para su relación, y Aston estaría comiendo de la mano de Jenny. Si Teresa se quedaba, no sería más que un estorbo; así que no había razón por la cual preocuparse, era solo una modelo a la cual se le había pasado el tren.
Todos la observaron marcharse. En ese momento, Willie sugirió de forma calculadora: "No podemos dejar que se vaya sin más. Difundamos que se sintió derrotada y huyó del País U".
"Hermana, no te preocupes, sé cómo manejar la situación", la tranquilizó Aston mientras abrazaba a Jenny.
Era irónico, la empresa le estaba soltando la mano a su propia modelo e incluso intentaba hundirla; sin embargo, a Teresa no le importaba y mantenía la frente en alto con valentía.

En la puerta del hotel, un asistente de Mina esperaba a Teresa para llevarla a las oficinas de Secret. Una vez allí, Mina sacó un documento y le comentó: "El fotógrafo y yo le hemos hablado de tu sesión a varias marcas prestigiosas. Después de ver las fotos, se han interesado en ti, entre ellas una de las más famosas empresas de cosméticos del país F. Quieren que seas su imagen, la condición es que sus productos aparezcan de forma destacada en nuestra revista y así abrirse al mercado asiático".
"Hemos visto cómo te trata tu empresa, no queremos que te destruyan, de modo que no anunciaremos esta noticia al público por el momento, lo haremos una vez que salga la revista".
Teresa miró la información en sus manos: no lo podía creer, se trataba de la centenaria marca ISN, que hasta ese momento no se había aventurado en el mercado asiático. ¡Qué inesperada noticia!
"Mina, ¿por qué confías tanto en mí?".

"Tanto tú como yo sabemos lo competente que eres. Teresa, ¿sabes qué es lo que más me gusta de ti?". Mina esbozó una sonrisa, había un dejo de admiración en su tono. "Eres una mujer medida, no eres arrogante ni impulsiva. Estoy segura de que estoy frente a la próxima supermodelo, naciste para serlo".
Brittny, después de escuchar la conversación, estaba eufórica, Jenny nunca se imaginaría que, mientras se empeñaba en arruinar la fama de Teresa y en sacar provecho de ella para conseguir trabajos de forma inescrupulosa, Teresa se convertía en la estrella de una marca importantísima del país F. Había que esperar para ver cómo le caía la noticia.
"Pasado mañana, organizaré una reunión secreta con ISN, hablaremos sobre los detalles del contrato más tarde".
"Gracias, Mina". Teresa se levantó y le estrechó la mano.
"No tienes que agradecerme, yo no te estoy regalando nada, ambas nos veremos beneficiadas". Mina la abrazó con calidez, por suerte, no se perdió semejante modelo por culpa de Willie; no dejó pasar la oportunidad de favorecer a Secret por el orgullo de esa mujer.
Teresa estaba contenta de haber encontrado un aval asiático, pero mantuvo la compostura. Jayde la miró desde atrás y se mostró orgullosa, porque sabía cuánto había sufrido Teresa y cuánto merecía ese logro, era el resultado de mucho esfuerzo.
"Volvamos y celebremos con una botella de champán. Esta vez sí que vamos a enfurecer a Aston y al resto", se mofó Brittny. 
"Teresa, ¿no vamos a volver por hoy?", preguntó también Jayde.
"Estoy segura de que Willie ya elaboró un comunicado. Hará un gran alboroto cuando me vea, y Jenny estará encantada de poder humillarme de nuevo".
Teresa les había leído la mente, de ahí que Jayde también estuviera de acuerdo y la apoyara: "Me temo que sí. Entonces los llamaré más tarde y les diré no regresaremos por el momento. Hay que esperar a que se imponga la moda oriental".
"Jayde, averigua un poco más sobre ISN, tenemos que asegurarnos de que todo salga bien", explicó Teresa con precisión. "Tu decisión siempre ha sido atinada".
Teresa sentía que con Jayde trabajaba cada vez mejor y confiaba cada vez más en ella. En cuanto a Brittny, a pesar de que era una persona capaz, Teresa sentía que era mejor mantenerla en su puesto habitual.
Teresa no encontraba una postura cómoda en el asiento del automóvil, por lo que intentó encontrar la mejor posición. Brittny lo notó y le preguntó: "¿Te duele la cintura?".
"Sí", Teresa asintió.
"¿Todavía te duelen las piernas?".
Teresa miró con impotencia a Brittny, al parecer se estaba burlando de ella.
"Señora Simonson, ¿por qué se sonroja?".
Y es que Teresa había recordado la escena íntima de la noche anterior: el cuerpo sensual y fuerte de Howie, la voz grave y encantadora, la magia en sus manos... Había transcurrido tan solo una mañana desde que se había ido, pero ya empezaba a echarlo de menos.
"Aún nos quedan dos días aquí, deberías ir con tu marido".
"Buena idea". De todos modos, Teresa planeaba hacerlo.
En cuanto a Aston, tras recibir la llamada de Jayde, estaba en verdad enfadado, porque el comunicado estaba listo y los medios ya se habían puesto en contacto con él. Sin embargo, Teresa de repente decidía que se quedaría.
"¡Estupendo! Esperemos a que se publique la revista, quiero ver cómo se muere de vergüenza". Jenny abrazó a Aston. "No hay de qué preocuparse. ¿Tienes miedo de no poder sacar provecho de ella otra vez después de esto?".
"¡Quiero vengarte!".
"Sé lo que tienes en mente... Después de todo, estamos a punto de comprometernos", dijo Jenny en un tono tímido.
A Aston le consoló la idea de que la única responsable de la humillación era ella misma, no podía echarles la culpa a ellos. Sin embargo, mientras la pareja jugueteaba, Teresa se reunía en secreto con los miembros de ISN. Ambas partes quedaron satisfechas con las negociaciones y no tardaron en firmar el contrato. Tenían la certeza de que a los directivos de Spark no les disgustaría semejante contrato: esa empresa estaba a punto de perder su prestigio.