Capítulo 42
1171palabras
2023-04-07 00:02
'El jefe Simonson es demasiado protector, ¿o no?'. Sin embargo, Brittny no se atrevió a decir nada en voz alta. Mientras tanto, Teresa sonreía levemente. En su corazón había una cómoda calidez, como la del sol en invierno, al ver que Howie se encargaba de hacer que ella se sintiera bien.
De pronto, Teresa recordó el contrato y se lo entregó. Howie se sentó en el sofá y jaló a su mujer hasta que estuvo muy cerca de él; deseaba acariciarle el cabello. La escena era natural, del más profundo afecto; parecía un cuadro pintado por el mejor artista del mundo.
"Se han efectuado muchos cambios en la industria del entretenimiento. Cada día, surgen artistas nuevos que se vuelven populares de un día a otro. Nadie puede predecir lo que sucederá mañana. Willie está soñando con que Jenny tenga éxito, por eso accedió a tus condiciones. Ella tiene muy claro que mientras esa chica esté presente, podrá pisotearte cuantas veces quiera".

"Eso es cierto. Cuando revisé las noticias y busqué a Jenny, todos los resultados decían que ustedes dos competirían para ver quién es más profesional. Quienes dicen ser expertos en la industria del modelaje comenzaron a comparar sus trabajos anteriores y comentaron que tú no podrías superar a tu rival cuando estuvieran en el mismo escenario, pues ella era la modelo más guapa del Este...".
"E incluso comentaron que, excepto por tus muslos, no tenías ninguna ventaja sobre Jenny, en cuanto a su apariencia".
"Incluso afirmaban que Jenny nació con un encanto natural, mientras que tú eras tiesa y rígida". "¿Estás bromeando?", exclamó Brittny, enojada ante la idea.
"Es el método habitual de exagerar las cosas. No hay nada de qué enojarse. Deja que Jenny haga las cosas lo mejor que pueda", dijo Teresa, tratando de consolarla.
Howie no dijo nada, pero sus ojos de obsidiana brillaban con una mirada juguetona. Teresa palmeó la rodilla de su esposo y dijo: "¿Estás pensando lo mismo que yo?".
"¡Ella está cavando su propia tumba!", respondió él.

Teresa tomó la enorme palma de Howie con fuerza. Él era la única persona que podía entenderla, no tenía siquiera que tratar de explicarle nada.
Debido a que todos los artículos que Willie enviaba a la prensa eran para halagar a Jenny y hacer quedar mal a Teresa, ¿por qué no dejar que continuara con lo que estaba haciendo? Así todos pondrían sus esperanzas en ella, rogando por que fuera la próxima estrella en ascenso en la industria del modelaje. Cuanto más alardearan sobre esa chica, peor caería cuando todos vieran lo poco profesional que era.
"En este momento, no tenemos que hacer nada, simplemente deberás mostrar de lo que eres capaz. Ese será el mejor curso de acción".
Jayde escuchó a Howie y miró a Teresa. Frente a Aston, era tan afilada como un erizo, y nadie podía aprovecharse de ella. Pero frente a su marido, la chica parecía una linda gatita que necesitaba la protección de su hombre. A pesar de que no dependía de él, escuchaba atentamente sus consejos. Tal vez, muy adentro de su corazón, ella sabía que solo se sometería ante él.

Delante de la gente, Teresa se mostraba fuerte, decidida, y solo mostraba su dulzura frente a Howie; a él, siempre lo trataba así.
'Eran marido y mujer... Una pareja perfecta...', pensaba Jayde.
Por otro lado, como ambos eran tan inteligentes, la chica había comenzado a imaginar qué tipo de milagro crearía Teresa en la sesión de Secret. Jenny también despertaba su curiosidad. ¿Qué método usaría la astuta señorita Holland para demostrar su superioridad? Dejaría en ridículo a la otra competidora, sobre todo después de que Willie había alardeado de esa manera.
Él se metió en la cocina, se arremangó la camisa y comenzó a cocinar. Mientras tanto, Teresa fue a ducharse y cuando salió se puso una playera de su marido y fue a abrazarlo por la espalda. "Howie..."
"Hay mucha grasa aquí, ve y espera en el comedor", dijo él, concentrado en el pescado que tenía en la mano.
"¿Qué debo hacer? Eres tan lindo conmigo que he comenzado a tener miedo". Teresa enterró la cabeza en la espalda de Howie y dijo: "¿Sabes? Me siento insegura, porque no quiero que me dejes...".
"¿Te quedarías sin hacer nada mientras me ves partir? Si ese día realmente llega, ¿la ambiciosa Teresa no tendrá el valor de conquistarme otra vez? A veces, también necesito que me seduzcan...".
Al escuchar su última frase, Teresa sonrió, apartó su mano, se apretó contra su cuerpo para desabrocharle lentamente los dos botones superiores y cuando su pecho quedó vagamente expuesto, metió la cabeza en la ropa de Howie y un par de ojos sobresalieron de su camisa...
"¡Déjate de travesuras!", exclamó él rompiendo en risas.
Teresa estaba de espaldas, pero cuando escuchó eso, ella se dio la vuelta rápidamente y puso sus fríos labios sobre su pecho. "¿Te refieres a esto?".
Howie lavó en silencio el olor acre de sus manos en el fregadero, para poder abrazarla con fuerza. "¿Me estás ofreciendo algún postre antes de la comida?".
Teresa lo acarició con las yemas de sus dedos. "¿Crees que el postre va a ser dulce?".
Howie empezó a respirar rápidamente mientras sacaba a Teresa de su camisa. Luego, levantó su barbilla y la besó apasionadamente. "Sabré qué tan dulce, después de darle una probadita...".
Howie amaba que Teresa mostrara cierta perversión, ya que habitualmente tenía una actitud dócil. A veces era encantadora, luego amable, otras veces era indulgente y, en ocasiones, simplemente se volvía loca. Todo eso hacía que él quisiera comérsela a besos. También él podía perder la cordura.
Su lengua bailaba con la de ella, entre respiraciones entrecortadas, haciendo la preparación de la cena aún más interesante, especialmente cuando Howie acarició los sensuales muslos de su mujer...
'Me he estado preparando durante días, pero ya es hora de darle otra sorpresa...', pensó él con cara pícara.
Después de aproximadamente dos horas, Brittny vio el suntuoso festín frente a ella, y no pudo estar más sorprendida. Nunca había pensado que el presidente de Comcast Group, un pez gordo en la industria del entretenimiento, fuera un chef. ¡Con razón Teresa estaba tan enamorada de él!
"¡Gracias, jefe Simonson!".
"Quita esa cara de que quieres sacar el plato para venderlo". Cuando escuchó eso, Teresa soltó una carcajada.
"Estoy feliz...", dijo Brittny frotando su mano sobre el brazo de su amiga. "Pero, ustedes se quedaron en la cocina durante dos horas. ¿Qué estaban haciendo?".
"Date prisa y come, porque hay cosas que hacer cuando terminen", dijo Howie, desviando rápidamente la atención de las chicas.
"¿Qué estás planeando?", preguntó Teresa con curiosidad.
"Lo sabrás cuando llegue el momento...", respondió él, acariciando su cabello. La veía con tal adoración, que tanto Brittny como Jayde se conmovieron profundamente. En su opinión, no había nadie más en el mundo que pudiera hacer que Teresa fuera así de dócil. No la habían visto someterse ante nadie que no fuera él.
Sin embargo, lo que las sorprendería más, aún estaba por llegar.