Capítulo 41
1259palabras
2023-04-06 10:00
Al escucharla, Jayde, que estaba detrás de Teresa, la miró admirada de que hubiera pensado tan bien las cosas.
Porque en ese momento, ella había volteado la situación para aprovecharse de Willie. No era una modelo común, a quien solo le importaba desahogar su ira. ¡Sino que exigió hacer valer sus derechos!
A partir de ese momento, Spark no podría interferir con sus ofertas de trabajo. En otras palabras, era completamente libre de gestionar sus propias oportunidades.
Eso se debía a que Teresa conocía muy bien a la gente que trabajaba en la industria del modelaje. Por eso, quiso tomar el control de su trabajo e impedir que volviera a ocurrir una situación como la que pasó con Secret.
Había conseguido algo de mayor utilidad, pues no se conformaría con humillarlos.
Como Teresa era muy lúcida, Jayde pensó que no necesitaba alguien que manejara su carrera, ya que brillaría por cuenta propia. En este caso, su gerente era quien estaba aprendiendo de ella. Pasara lo que pasara, Jayde no estaba dispuesta a dejar a Teresa. Si seguía a su lado, aprendería muchas cosas.
Además, estaba muy sorprendida de lo que ella había dicho, pues aseguró haber seguido las reglas y al mismo tiempo había recuperado lo que le pertenecía. A pesar de todo, la industria estaba llena de gente intrigante y, sin embargo, Teresa era pura e inocente... Por eso no tenía miedo. Era muy posible que sacara a Jenny de la industria.
Por otro lado, necesitaba la oportunidad de competir con ella. Después de todo, la había sustituido en varias ocasiones. Tenía que aprovechar la sesión de fotos para que el público supiera que era más profesional que cualquiera, a pesar de haber aceptado ser la suplente de una modelo de segunda. Manipularía a esa chica como si fuera una pieza de ajedrez.
A fin de cuentas, las dos partes llegaron a un acuerdo: Spark ya no organizaría el trabajo de Teresa, sino que sus proyectos serían autorizados en conjunto por los altos mandos de la empresa. Con el apoyo de los ejecutivos de mayor nivel, era básicamente imposible que Aston la manipulara una vez más. La mayoría de sus proyectos beneficiarían las finanzas de la compañía, por lo que todos estarían de acuerdo.
En cuanto a su decisión, ella accedió a que Jenny participara en la sesión de fotos. De esa manera, entre las dos crearían una tendencia para impulsar la moda oriental...
Mina finalmente escuchó su resolución, aunque le sorprendió que estuviera dispuesta a permitir que la otra chica colaborara en el proyecto. Eso causó que la respetara aún más. ¿Qué tan fuerte era para poder tolerar las calumnias y haber estado a punto de ser eliminada de la industria sin doblegarse?
"Estoy asombrada contigo. Espero con ansias tu sesión de fotos. También quiero decirte que lamento haberte rechazado en un principio".
"Eso ya no tiene importancia". Teresa conocía muy bien la mentalidad empresarial y se mostró indiferente, ya que sabía que era más beneficioso someterse, que provocar nuevas discusiones.
"Deseo que nuestra cooperación sea exitosa".
Antes de irse, todos miraron a Teresa con frialdad. A partir de ese momento, se había roto la relación entre la familia Potter y ella. En realidad, ya no le importaba. Por eso, ella no tuvo miedo de refutar lo que no le parecía adecuado durante la junta en la sala de conferencias.
Sin embargo, antes de irse, Willie se detuvo para hacerle una advertencia. "No sé si eres demasiado lista o muy tonta. Aunque ya has gozado de la fama, eso quedó en el pasado. Ahora, estás yendo en contra de tu empresa para beneficiarte, pero recuerda que ya no tienes a nadie que te respalde. Podrás seguir así unos cuantos días, solo recuerda que no llegarás lejos".
"Eso no es asunto tuyo", replicó Teresa, con voz plana.
Mientras tanto, Brittny resopló. 'Ella tiene a Howie. Aunque no tuviera nada, seguirá siendo la esposa del presidente de Comcast Entertainment. Cuando ese secreto salga a la luz, tú te morirás de miedo, querida Willie', pensó la chica, muy divertida.
"Recuerdo todo lo que pasó entre nosotros, pero después de hoy, solo siento odio por ti", dijo Aston, mientras abrazaba a Jenny. Estaba lívido, mirando a Teresa con odio.
A pesar de la tensión en el ambiente, su comentario hizo muy feliz a Jenny, pues esa era la primera vez que él expresaba seriamente lo que estaba sintiendo. La chica pensó que sin importar lo que hiciera, sería imposible que se reconciliara con su ex.
Era un golpe fatal...
¡Según lo que Jenny imaginaba! Porque cuando Teresa escuchó eso, sonrió y dijo: "Pensé que ya habías sentido mi disgusto cada vez que te acercabas; desde hace mucho tiempo, solo me das asco".
Ese comentario hizo reír a Brittny y a Jayde, quienes se subieron al auto junto a ella y se marcharon sin mirar atrás.
"¡Eres genial! Brindemos con champán esta noche. Cuando pienso en la cara distorsionada de Willie, me muero de ganas por tomarle fotos y mostrarle lo fea que se ve".
Jayde iba sentada en el asiento delantero, y se giró para mirar a Teresa. Tenía algunas dudas en su corazón. "¿Ya has pensado en pedir la opinión de los otros ejecutivos de Spark?".
"Si no lo hago, Jenny siempre se aprovechará de mí mientras siga en el modelaje. Por lo tanto, tengo que hacer valer mis derechos". Teresa se concentró en el documento que redactó Aston, para ver si había lagunas en el contrato. Sin embargo, descubrió que no entendía muchos de los términos legales, así que se lo daría a Howie para que lo revisara.
"¿Quieres decir que sacarás a Jenny de la jugada?", preguntó Jayde, quien aún no sabía que ella estaba embarazada.
"Aún no ha llegado el momento...".
Jayde miró fijamente a Teresa, pero ya no hizo más preguntas. Si ella quisiera que lo supiera, tarde o temprano se lo diría. Ahora, la gerente necesitaba darle confianza a Teresa, porque solo así su relación se volvería inquebrantable.
"Jenny insiste en competir contigo, para demostrar quién es más profesional. ¡Manéjala para tu propio beneficio!".
De hecho, bastaría con la sesión de fotos de la revista Secret, ya que todo el mundo tenía curiosidad por saber quién era la mejor.
Cuando ellas regresaron a la mansión, Howie aún no estaba ahí. Así que las tres se sentaron en la alfombra de la sala a beber vino. "Teresa, ¿podrías cocinar algo rico? ¡No soporto la comida para llevar de País U!".
"Sí, podría, pero me da flojera...", respondió ella apoyándose perezosamente sobre el sofá.
"Ay, ¡Dios mío! Tendremos que comer bistec y hamburguesas durante otra larga semana...".
"Le pediré a mi esposo que cocine...". Los labios de Teresa se curvaron en una sonrisa. "Sin embargo, no creo que él quiera cocinar para ustedes".
"¿Quieres decir que el jefe Simonson sabe cocinar?", preguntó Brittny con asombro, sacudiendo el brazo de Teresa con ansiedad.
"No es malo".
"Por favor, dile que prepare algo. Necesitamos al menos una buena comida...". Brittny juntó las manos como si estuviera suplicándole; su actitud era sincera. Quería saber si él era realmente un buen chef. "Incluso si solo nos da un bocado, nos servirá".
"¿Cuál es el problema?", se escuchó la voz de Howie desde la puerta. Entonces, Teresa lo miró sonriendo, ya que, bajo el claro rayo del sol, su atractivo rostro se veía encantador. "Celebremos que mi linda esposa recuperó lo que le pertenecía. Prepararé algo, pero no tendré compasión con nadie que le pida a ella que cocine en el futuro".