Capítulo 25
1017palabras
2023-03-24 16:44
Cuando todavía estaban juntos, la familia Holland había dicho que si Teresa y Aston se separaran, ella seguiría siendo su hija mayor.
Aston supuso que ella había regresado con ellos, pero lo que no sabía era que había tomado la decisión de hacerlo solo cuando alcanzara la cima de la industria del entretenimiento, ese sería el momento en el que volvería con orgullo y se disculparía.
Teresa colgó el teléfono. Howie la tomó por la esbelta cintura, desde atrás, y la calentó en su pecho firme; a ella le gustaba la confianza, la seguridad, que él le proporcionaba.
Dejó lo que tenía en las manos y lo besó en los labios, se acurrucaron. Él la presionó contra la pared, y el beso se volvió más intenso; ella, en respuesta, lo abrazó cariñosa por el cuello y le envolvió con las piernas esbeltas la cintura.
La excitación de Howie se marcaba debajo de la ropa; Teresa, ruborizada, gimió suavemente y él la soltó.
"¿Te lastimé?".
"No, Howie, no te reprimas", lo invitó Teresa con voz dulce.
"No puedo contenerme cuando te tengo cerca". La lujuria había invadido a Howie, que miraba con obsesión la belleza en sus brazos.
"No puedo estar sin ti. ¿Me deseas?", Teresa susurró.
"Cariño, qué ganas de hacerte mía, estás jugando con fuego", musitó Howie tomándola del mentón.
"Fantaseo con la forma en que me seduces sin tocarme...".
"Querida, ¿no me crees romántico?".
"¿Cuándo me harás tuya?". Teresa se veía muy atractiva; la nuez de Adán de Howie rodó hacia arriba y abajo.
La mujer, a la que había conocido moderada y elegante, se había vuelto tan seductora que hizo que una parte de su cuerpo se pusiera rígida de forma involuntaria.
"Querida, ¿no me crees romántico?".
Levantó a Teresa y la mantuvo apoyada contra su cuerpo. En voz baja y ronca, confesó: "Pienso en eso todos los días...".
De repente, los guardias de seguridad de Ocean View contactaron a los sirvientes para comunicarles que una persona esperaba a Teresa en la entrada, así que ella, muy a su pesar, se alejó de los brazos masculinos.
"Ve a su encuentro conduciendo el auto deportivo más opulento", le sugirió Howie.
"¡Gracias, cariño!". Teresa se echó a reír entusiasmada.
Aston esperaba en la entrada de Ocean View número 1, cuanto más tiempo pasaba mayor era su arrepentimiento, porque no tenía la condición para entrar a ese lugar y mucho menos para vivir en él.
Teresa, a bordo de un Lamborghini blanco, salió del perímetro de la residencia y se detuvo frente a Aston.
Antes de separarse, ella nunca había conducido un auto de lujo frente a él para no herir su autoestima, pero ya no estaban juntos y no tenía reparos en manejar el auto que se le diera la gana en su presencia.
Teresa se quitó las enormes gafas de sol que llevaba puestas y le preguntó con naturalidad: "¿Qué pasa?".
"¿Teresa?".
Al principio, Aston no se dio cuenta que era ella quien conducía y, cuando vio la vida que llevaba se sintió en inferioridad de condiciones y se planteó por qué vivía mejor sin él.
"Ve al grano", soltó Teresa con impaciencia.
"La empresa te ha concedido la portada de la revista, no tienes derecho a negarte. No importa tu trayectoria, eres modelo de Spark Entertainment y tienes que cumplir con los acuerdos establecidos, ¿entiendes? Yo me encargaré de que alguien declare en tu nombre que nos separamos hace tiempo y que Jenny no es la tercera en discordia, de modo que ella y yo podamos tener una relación normal. Es lo que establece el contrato, debes respetar lo pactado y proteger la reputación de la empresa, es tu responsabilidad como modelo", dispuso Aston con descaro.
"Oh, ya rechacé la sesión de fotos de la revista, qué mal me siento por ello", respondió Teresa con calma.
"Entonces, ¿vas a ir en contra de la decisión de la compañía? Sigues siendo mi empleada, si insistes en rechazar la revista, estarás violando el contrato, ¿entiendes?", la previno Aston enojado.
A Teresa le daba gracia lo que decía, no le correspondía a Aston determinar si ella había incumplido el contrato o no, y no permitiría que él hiciera dinero a costa de ella, y mucho menos un contrato.
¡Estaba dispuesta a destruir a ese par de cretinos!
"Respecto a la revista, la he rechazado, claro, no volveré a ponerme en contacto con ellos. Pero qué tal si me das el borrador que preparaste para limpiar el nombre de Jenny y yo lo leo en público durante el evento del jueves. Convengamos que es diferente publicarlo en internet a decirlo yo misma", el tono de Teresa se había suavizado.
Cuando Aston escuchó que estaba dispuesta a cooperar, se sintió mucho más aliviado.
"Teresa, ¿en verdad estás dispuesta a aclarar lo de Jenny? Me alegro que lo hayas superado".
"Aston, no quiero que esta relación termine siendo un bochorno". Teresa fingió ser comprensiva. "¿No fue Jenny quien te obligó a negociar conmigo?".
"Muchas gracias", esas fueron la últimas palabras de Aston, luego se subió al auto y se fue.
Tenía miedo de que si se quedaba más tiempo con ella, terminara arrodillándose y suplicándole que lo perdonara.
Teresa vio cómo se alejaba, muerto de miedo y se burló. Realmente ese hombre no tenía límites, porque engañarla era una cosa, pero pedirle que aclarara las cosas a favor de Jenny...
¡Qué iluso! Él estaba siendo despiadado, así que, nadie la podía culpar por su maldad.
"Aston, no quiero que esta relación termine siendo un bochorno". Teresa fingió ser comprensiva. "¿No fue Jenny quien te obligó a negociar conmigo?".
"Muchas gracias", esas fueron la últimas palabras de Aston, luego se subió al auto y se fue. Tenía miedo de que si se quedaba más tiempo con ella, terminara arrodillándose y suplicándole que lo perdonara. Teresa vio cómo se alejaba, muerto de miedo y se burló. Realmente ese hombre no tenía límites, porque engañarla era una cosa, pero pedirle que aclarara las cosas a favor de Jenny... ¡Qué iluso! Él estaba siendo despiadado, así que, nadie la podía culpar por su maldad.