POV DESCONOCIDO
Las ganas de destrozar todo a mi paso eran inmensas, no podía creer que él había podido desmayar a su abuela tan fácilmente, con un simple hechizo la había dejado tirada en el piso, por lo que no había podido detener la transformación de ninguno de los dos y eso era un total problema para mí, ahora lo último que faltaba era que descubrieran lo último que podían hacer, algo que ni siquiera quería pronunciar en vos alta por miedo a que alguien lo escuchara y se los dijera.
Sí, estaba paranoico, todo era tan diferente a en el pasado, tenía a más personas a mi favor, pero en esta vida ellos eran los que tenían todas las cartas para ganar, sin embargo, no me iba a dar por vencido, no cuando estaba tan cerca de comenzar la primera parte de mi plan.

si tuviera el mismo poder que tenía antes todo esto había acabado cando ellos habían nacido, pero subestime el poder que podía tener Jonh combinado con el de Isabella, ellos pudieron ocultar demasiado bien a Lilith, aunque él pensaba que ocultaba a su hija por su madre no por mí, cuando se dé cuenta lo que había pasado en realidad, cuando recordara todo seguramente quería matarme, al igual que el idiota de Stone, cosa que no me afectaba en nada, ellos no habían sido jamás mis amigos, solo habían sido un medio para un fin.
La primera vez no había sido necesario, ellos eran parte de mi comunidad no porque quisieran, sino porque sus padres lo habían decidido y en ese tiempo no estaba bien visto desobedecer a los padres a pesar de que ya eras mayor, por lo cual se quedaron en la comunidad, trabajaron en ella, se casaron con chicas pertenecientes a esta, sin embargo, cuando todo parecía que estaba mejorando para todos, ellos quisieron irse, para proteger a sus futuros hijos, unos hijos que me pertenecerían en el mismo momento que fueran engendrados, porque iban a ser los más poderosos de nuestra especie, aun así, ellos quisieron negarme mi derecho, huyeron los cuatro con ayuda de un vampiro. El cual aún en la oscuridad los seguía ayudando.
Los cuatro no pudieron huir por mucho tiempo, y cuando los encuentre, tuve que matar a los dos hombres y me lleve a las dos mujeres que estaban embarazadas, ambas pusieron resistencia, una más que la otra y estaba seguro de que los hijos de la morena hubiesen sido excepcionales si hubieran llegado a nacer al igual que los de la castaña, sin embargo, cuando llego el turno de ella, su cuerpo no soporto la sangre de vampiro en su sistema y murió, tratamos de salvar a los bebes, pero eran demasiado chicos para sobrevivir por lo que los únicos que teníamos eran los bebes de la castaña.
Ella intentó proteger a sus hijos hasta el último memento, fue una leona de eses que ya no había en la comunidad, pero de nada le sirvió, cuando ellos nacieron, ella murió en el parto y después los bebes fueron criados por brujas las cuales los odiaban y siempre los trataban mal. Ellas les enseñaron a odiar, también le enseñaron a hacer magia desde muy temprana edad.
Su poder era el más poderoso de todos y por unos años pensé que mi idea de hacer el hechizo cuando eran unos niños estuvo bien, no obstante, después me di cuenta de que no era así, ellos aparte de la magia tenían cosas que no tenían que tener, hablaban con los lobos, corrían de una manera tan veloz como los vampiros y a pesar del odio que las brujas le inculcaban como el pan de cada día, ellos seguían siendo buenos aunque a todos nos quisieran hacer creer que eso no era así. Por lo que tuvimos que someterlos a pruebas para saber cuál era la razón de esto y cuando encontramos la razón no podíamos creerlo.
Ellos no eran solamente poderosos brujos, ellos eran jodidamente más que eso, también eran lobos y vampiros, ellos eran únicos en su especie, una que no podía ser porque ellos habían sido creados para depurar a la tierra y por eso habíamos sellado sus demás transformaciones. Algo que había sido tan fácil en ese momento y en la siguiente vida también había sido fácil, sin embargo, en esta, todo había sido más difícil que en las otras dos.

Tendría que haber matados a sus padres en el momento que ellos habían nacido, iba a ser más fácil todo, pero acá estaba ahora sin poder acercarme a ninguno por la idiotes de mi hermano de mantener viva a esa perra de Isabella, porque aunque estuviera dormida seguía siendo un impedimento para mí y más ahora que había descubierto como es que mantenía el escudo activo al estar ella aún inconsciente y es que lo había anclado a una persona y aunque en este momento no sabia a qué persona lo había hecho tenía tres opciones, la primera era Jonh, su amor eterno, el segundo era su hija, la cual intentaba proteger a costa de su vida y el tercero era Daniel, el eterno enamorado, el cual haría cualquier cosa por ella, hasta desaparecer del mapa si es que con eso protegía a la hija de su amor prohibido.
A dos de esas opciones no me podía acercar por el momento, por lo que tenía que buscar a la tercera y descartarlo, antes de que ellos hicieran su última transformación, ya siendo brujos y licántropos, eran más fuertes que yo, por lo que no tenía ganas de comprobar que tan fuerte serían con una tercera transformación.