Capítulo 53
1144palabras
2023-05-04 21:19
Despertarme con los gritos de mi hermana me hizo a volver al pasado, en nuestra segunda vida eso era el pan de cada día, nuestras pesadillas venían una y otra vez, cada vez que nuestros ojos se cerraban, yo trataba en lo posible de que no me afectara porque sabía que ella me necesitaba entero, pero la verdad el ver la muerte una y otra vez de personas que ni siquiera conocíamos era demasiado para nosotros.
Me levanté de mi cama y fui hasta donde estaba Lilith, mi padre y Alec tenían el sueño bástate pesado como para que ellos fueran a despertarla por lo que me tocaba ir a mí y ver si la tranquilizaba un poco.
Cuando llegue ella ya estaba despierta, sus ojos rubí estaban abiertos por completo y lágrimas se deslizaban por sus mejillas.

-Los soñé- Me dice, apenas me ve- Estaban todos muertos.
-Solo fue un sueño
-No, no fue un sueño- Me dice histérica cosa que estaba poniendo su magia inestable- Fue real, eso va a pasar, nosotros vamos a ser los causantes de que ellos mueran, tenemos que encontrar una forma- Me pide llorando- Ellos no pueden morir
Odiaba verla así, odiaba el hecho de todavía no haber encontrado una solución para esto, pero lo que sí podía era dormirla y velar su sueño para que o estallara su magia como la última vez, aunque en este momento sería en menor medida porque ella estaba compartiendo su magia conmigo, sin embargo, sabía que con la cantidad de magia que tenía podía hacer muchos destrozos.
- Des sons- Susurre en francés y aunque ella intentó resistirse no pudo- Mañana será un día mejor-La consolé mientras ella cerraba los ojos
Esperaba por lo menos tener razón en eso, ella merecía un día tranquilo sin el lío de nuestra vida presente y el lío de nuestras vidas pasada, aunque dudaba tener un día tranquilo de ahora en adelante, ambos vamos a vivir nuestros días con la carga de las muertes pasadas y si no podíamos frenar nuestro destino también tendríamos que cargar con la muerte de las personas que nos quieren.

- ¿Está bien? - Me pregunta Alec entrando a la habitación de nuestra hermana sorprendiéndome de que se haya despertado en medio de la noche- Últimamente tengo el sueño muy liviano
Entendí su explicación, ya que era difícil dormir profundamente cuando estaba pasando todo lo que estaba pasando y no solo hablaba de lo de nosotros, también sabía qué padre nos estaba ocultando algo, no sabía qué, pero sabía que era algo grande.
-Ella está bien- Le respondí acariciando el cabello de Lilith- Solamente tiene pesadilla y es algo normal que va a tener de ahora en adelante, no te preocupes, solo tenemos que mantener su magia al margen, la cadenita no va a contenerla siempre.
-A menos que tú hagas el hechizo- Me dice Y yo lo miro sin entender- Las runas que papa y la mamá de Emmet hicieron no sirven por el simple hecho de que no son tan antiguos como sus poderes, por lo que la única forma de que funcione es que tú hagas el hechizo, ella no lo puede hacer porque aún no sabe manejar tanta magia, pero tú fuiste entrenado para esto toda tu vida, conoces todos los hechizos para bloquear magia y entre los dos podemos buscar el que mejor se adapte a ella.

Aunque él tenía razón la cosa no era bloquear su magia, eso era lo último que quería hacer, ella tenía que aprender a controlarla para que más adelante se pudiera defender sola, pero en estos momentos era la única opción que teníamos, las pesadillas la estaban volviendo más inestable que antes y si seguía así podía hacerse daño a ella misma o hacer daño a otra persona, cosa que nadie quería, ya que si eso llegaba a pasar mi abuela iba a tener la excusa perfecta para encerrarla.
- Mañana llama a Emmet- Le digo a mi hermano- Tengo que saber cómo funciona las runas que pusieron en la cadenita, por lo que tenemos que estar los tres para saber cómo proceder, la magia es fácil, pero cuando se combina con runas es una cosa muy diferente.
- Emmet mañana va a venir- Me informa sonriendo mirando a nuestra hermana- Al parecer no puede seguir estando lejos de nuestra pequeña hermana.
Yo asiento y me siento en la cama de Lilith, mientras él se sienta en el piso, al parecer ambos íbamos a quedarnos para velar su sueño, cosa que no me degustaba, por lo menos en esta vida no era yo solo protegiéndola.
POV DESCONOCIDO
Tanto tiempo esperando a que esto pasara y todo se estaba desequilibrando cada día más, la marca que había puesto el idiota de Stone afectaba cada cosa que quería hacer, pero no podía parar, algo tenía que hacer, las cosas se tenían que cumplir tal cual estaba la profecía y su poder tenía que ser mío.
Vi la imagen que proyectaba el espejo, el que los tres nacieran en la misma familia fue algo que no tenía contemplado, Isabella había jugado sus cartas demasiado bien y en secreto como para que yo pudiera detenerla a tiempo, después también estaba el caso de los gemelos Donovan y los mellizos Stone, ella había interferido tan bien en el nacimiento de los primeros y el rescate de los segundos que cuando quise hacer algo ya era demasiado tarde, sin embargo, aún me quedaba una carta en la manga y la iba a usar antes de que los hijos de Isabella se dieran cuenta de la verdad sobre su muerte.
-Estás acá- Escuche la voz arrogante de mi hermano- Parece que te estás escondiendo de tus fracasos.
- Los dos estamos fracasando- Le informé mirándolo, él me mira con su sonrisa que tanto odiaba- Tú empezaste a fracasar cuando te enamoraste de una bruja y te abriste a ella.
- Por lo menos yo lo hice porque me enamore- Me dice y yo ruedo los ojos- Tú no tienes excusa para tu fracaso.
-Tu ineptitud es bastante excusa para mí- Le respondo pasando mi mano por mi cabello- Pero la verdad no te voy a hachar toda la culpa a ti, también es mi culpa por haberte despertado cuando no tenía que hacerlo sabiendo que tenías una cierta debilidad por las chicas de los Laveau.
-Lo dice el que está obsesionado con esa chiquilla
-Ella no es solo una Laveau- Le recuerdo- Ella es un medio para un fin.
Él rueda los ojos y me deja solo con mis pensamientos, él no entendía ni la mitad de las cosas que teníamos que hacer y dudaba que en algún momento en verdad lo entendiera, a él lo único que le importaba era Isabela, lo que les pasara a los hijos de esta lo tenía sin cuidado.