Capítulo 49
2016palabras
2023-04-30 06:21
POV DEIMON
Me había despertado todo sudado y con dolor por todo mi cuerpo, si no supiera lo que me había pasado estaría pensando que me habían molido a golpes y eso no tenía nada que ver con la realidad, una realidad que me estaba golpeando ahora de una manera abrazadora.
Recordar todo lo que había vivido en dos vidas pasadas sin que se confundiera con mi vida actual era demasiado trabajo para cualquier persona y estaba seguro de que Lilith estaba en peores condiciones que yo, solo esperaba que no haya perdido tanto el control de sus poderes como la vez pasada que había despertado.
“Contrôle” Susurro mi lobo cuando mi cabeza estaba por estallar nuevamente “Leah”
Escucharlo después de tanto tiempo siendo yo solo, fue mágico, fue como si hubiera encontrado algo que había perdido hace tanto tiempo.
Sentí todo lo que él sentía, mis oídos se hicieron más susceptibles, podía escuchar hasta las cosas que estaban a kilómetros, mi vista mejoro, mi fuerza volvió, pero sabía que aún faltaba algo, la magia no había vuelto con la misma intensidad que la anterior vez y sabía por qué.
Ese había sido mi precio a pagar.
Aunque la verdad no sabía que tanto había funcionado mi plan, ese que permitiría a mi hermana vivir una vida libre de la maldición que vino con nuestro nacimiento hace tantos años, una maldición que nosotros no merecíamos y que no queríamos, no obstante, nadie nos preguntó eso, solo hicieron lo que pensaron que era correcto en ese momento y nosotros tuvimos que acarrear las consecuencias de sus actos.
Nacimos tres veces en este mundo y morimos dos, se supone que tendríamos que morir una tercera vez por el bien de la humanidad, pero yo le había prometido la última, vez a mi hermana que esa sería la última, no podíamos seguir naciendo cada 500 años para matar a todos los sobrenaturales que no siguieran las reglas, no era justo porque en el transcurso de iniciar la depuración muchas personas inocentes mueren también.
“Es blanco o negro, no hay colores intermedios” Me recuerda mi lobo en mi cabeza dejando de hablar el francés natal “Recuerdas”
-Las personas no son un color Raze- Susurro parándome de la cama, necesitaba arreglarme para ir a ver a mi hermana- Las personas son más que eso, muchos cometen errores y después se arrepienten de eso.
“Tú puedes sentir el odio, dolor, muerte que existe en este mundo”
Raze tenía razón, podía sentir y dolía que el mundo estuviera así, no solo por los sobrenaturales, sino que también por los humanos, sin embargo, eran los de mi especie lo que morían, no los humanos.
Empuje la vos de mi lobo a un rincón de mí y cuando termine de alistarme salí de mi habitación, tenía que salir de la casa sin que nadie me viera, pero como la suerte no estaba a mi favor nunca, la primera persona que me tope al salir de mi habitación fue a mi hermano mayor de esta vida.
Jamás había tenido un hermano en las otras vidas, mi única hermana siempre había sido Leah, a la que ahora le decían Lilith, es la única que había estado para mí siempre, sin embargo, al ver a Alec no pude evitar sentir esa sensación de familiaridad, en esta vida había compartido tanto con él, tanto que no podía dejarlo de lado porque él al igual que mi melliza era una parte de mí.
Supongo que Alec es una variante por tratar de cambiar el futuro.
- ¿Dónde vas? - Me pregunto y aunque no quiero levantar la vista porque sé que se va a asombrar por su color, de igual forma lo hago porque sabía que ya no iba a volver a tener el mismo color que él estuvo acostumbrado toda su vida- Siguen rojos.
-Tengo que ir a ver a Lilith- Le informo caminado por el largo pasillo hasta llegar a las escaleras, Alec venía siguiéndome y sabía que quería preguntar algo- Es mejor que lo preguntes cuando estemos con ella.
-Papa no dejará que salgas de la casa
-No está en la casa- Le informo y sonrió ante su cara de sorpresa- Puedo sentirlos, por su sangre corre la mía, puedo saber si es que están o no acá.
Él asiente sin preguntar nada, aunque sabía que quería hacerlo, podía sentir sus dudas y como sus emociones estaban tan inestables y la verdad lo entendía, yo estaría en la misma situación que él, si mi el de un momento para otro cambiaba el color de sus ojos habiendo nacido con otro color tan distinto.
-Sigo siendo tu hermano- Le digo mientras bajábamos las escaleras de la casa- Pero las cosas van a cambiar un poco de ahora en adelante.
-Se que sigues siendo mi hermano- Me dice- Siempre lo serás.
Sonrió al escucharlo decir eso y algo cálido se siente en mi pecho, para ser una variante de mi intento de cambiar el futuro, esto se sentía demasiado bien.
“Décès” Me dice mi lobo, el cual está intentando volver a mi mente a toda costa “Nous sommes la mort”
Empuje a mi lobo una vez más a lo más profundo de mí y seguí caminando, no me iba a afectar nada de lo que él me dijera, si éramos la muerte, una a quien nadie podía matar porque nada podía quitarnos la vida ahora que recordábamos, ya lo habíamos intentado en nuestra vida pasada, cuando habíamos llegado a la edad para despertar y hacer lo que teníamos que hacer.
La que más veces había intentado matarse había sido Leah, pero lo máximo que había logrado hacerse a su cuerpo eran rasguños, la magia que despertaba cuando nosotros despertábamos nos mantenía protegidos de cualquier daño que pudiéramos hacernos y esa misma magia nos mataba cuando cumplíamos la misión por la que nacíamos, por eso antes de morir mientras aún me quedaba magia hice un hechizo sobre mí, yo en esta vida no tendría magia, toda la magia que compartíamos mi hermana y yo lo tendría solamente uno así podría sacarme la vida si es que no encontraba otra solución.
Aunque no se si funcione, ella ahora tenía todo lo que nos correspondía a los dos, por lo que teóricamente ella puede iniciar el fin sin mi ayuda, sin embargo, dudaba que su cuerpo aguantara todo el poder que se despertaría hasta llegar el día, por lo que tenía que encontrar una forma de drenarle el poder.
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Cuando llegamos a donde se encontraba mi hermana, todo estaba hecho un caos, la magia de Lilith estaba totalmente descontrolada y sabía que era por el despertar que tuvo, por lo que necesita tranquilizarla antes de que matara a alguien.
Me giré hacia Alec y él miraba sorprendido la casa, se sentía a kilómetros la magia que de ella emanaba y mi hermano era demasiado inteligente para creerme una estúpida mentira de mi parte, aun así, este no era el momento de decirle toda la verdad lo que necesitábamos ahora era tranquilizar la magia de nuestra hermana y la única forma era transferirla.
- Transfert- Grite moviendo mis manos hacia delante para que la magia venga a mí- Tout transférer
La magia empezó a consumirme de pies a cabeza, no solo era la mía, era toda la magia que le pertenecía a Lilith, magia que necesitaría devolver una vez ella recuperara su estabilidad.
No sabía que el despertar de ella fuera tan terrible, la última vez no había sido así, sin embargo, la última vez ambos teníamos nuestras magias y desde chiquitos la habíamos utilizado, pero esta vez era diferente, ella tenía la magia de dos personas y siempre había creído que era una persona normal.
- Bouclier- Dijo Alec y un escudo me envolvió, yo le sonreí en agradecimiento, aunque no sabía cuánto tiempo su magia me iba a poder mantener así, yo tenía magia antigua, no era la misma que la de el- Vamos, podrás ponerte la cadenita de Lilith hasta que ella despierte para que tu magia no se descontrole.
Yo asiento y entro a la casa de la abuela de Emmet, todos los chicos estaban en el piso, recorrí los cuerpos para ver si alguno era mi hermana o su novio, sin embargo, no estaba acá, por lo que seguramente estaba en alguna de las habitaciones.
-La habitación de Lilith es la primera- Me dice Alec y yo lo miro sin entender cómo sabía eso y él se dio cuenta- Tengo mis secretos también.
Los dos nos miramos, había algo extraño en él, algo que estaba seguro de que él no sabía y aunque quería averiguarlo no podía, menos ahora cuando estaba con una magia que no estaba acostumbrado y mi hermana seguramente estaba herida por toda la magia que había drenado de ella.
Camine hacia la habitación y cuando entre lo que vi me sorprendió, Emmet y mi hermana estaban cerca el uno del otro, ambos brillaban de una manera inusual que no entendí hasta que vi la marca de mi hermana en el cuello, se supone que ella no tendría que haberse dejado indicar, sin embargo, ella había dejado que pase creando así otra variante, una que estaba seguro de que no era por mi culpa.
Ellos se remueven en el piso hasta que el primero en abrir sus ojos fue Emmet, él me mira sorprendido, pero pronto sus ojos se posan en mi hermana, la cara de preocupación me confirma que el sí siente algo por mi hermana, sin embargo, no sabía qué fuerte podía ser ese amor que sentía por ella.
- ¿Qué haces aquí? - Me pregunta- ¿Por qué brilla?
Yo me encojo de hombros, porque la primera pregunta no necesitaba contestarle a él y la segunda no sabía cómo explicársela, solo había visto brillar una sola vez a dos personas por la marca, pero eso había sido hace mucho tiempo atrás y mis recuerdos aún no estaban ordenados como para ponerme a buscar una respuesta.
- Tenía que hablar con Lilith- Digo simplemente- Y nos encontramos con que su magia estaba inestable, por lo que decidí transferirme toda su magia, por eso Alec puso este escudo para protegerlos si me vuelvo inestable.
-Se supone que acá no funciona la magia.
-Ella tiene magia antigua- Le explico- Y cuando aun sus recuerdos dormían podían mantener a raya su magia, sin embargo, ahora esa magia es más poderosa que cualquier runa, ni siquiera creo que esa cadenita pueda controlarla en su totalidad cuando ella esté más tranquila.
Él se quedó en silencio y cuando pensé que iba a decir algo más, la veo mover a ella y sus ojos se abren, siento su dolor por los recuerdos que ambos compartimos, siento la tristeza y el miedo cuando sus ojos se posan en mí.
-Raze- Susurra y yo me agacho queriendo tocar su mejilla, pero sin poder por el maldito escudo- No lo voy a poder soportar.
Mis recuerdos se conectan a los de ella, ambos sufrimos al recordar cómo tanta gente murió a causa de nuestra existencia, sus gritos mientras nuestra magia los consumía y nosotros no podíamos hacer nada contra eso, porque eso era por lo que existíamos, para consumir todo lo que no es bueno.
- Calme- Grito tratando así que las emociones mías y de mi hermana se tranquilizaran- Leah tranquilízate.
La orden llegó a mi hermana y aunque no quiso someterse a la orden, se calmó y de esa forma yo también lo hice.
Ambos necesitábamos estar lo más calmado posible porque podíamos dañar a personas que queríamos y esa no era la idea, acá estaban sus amigos, su novio y nuestro hermano, por lo que si algo les llegaba a pasar sabía que la culpa nos iba a consumir y desataríamos algo que no queríamos.
Tendría que responder muchas preguntas después de esta escena y haber llamado a Lilith por un nombre que no era de ella y la verdad dudaba mucho que todos fueran a creerme la verdad, ni yo me lo creería si estuviera en sus lugares.